intolerancia anti-musulamana
[M. S. Ahmed]¿Qué piensan los intelectuales musulmanes sobre el asesinato de van Gogh? Este es el punto de vista de uno de ellos.
Holanda, que hasta ahora reclama ser más tolerante que el resto de Europa, está acosando abiertamente a su población musulmana bajo el pretexto de la lucha anti-terrorista. El cambio lo produjo el asesinato de Theo van Gogh, un cineasta holandés, a principios de noviembre, por un musulmán radical. Los atentados contra mezquitas, escuelas y hogares musulmanes se han hecho comunes, y funcionarios de inmigración y de seguridad han aumentado los allanamientos e interrogatorios. Ministros de gobierno y líderes de la oposición, explotando la indignación pública por el asesinato de van Gogh, han apoyado leyes y procedimientos de inmigración y asilo más duros. También han hecho llamados para una mayor cooperación con el resto de Europa para combatir el radicalismo islámico.
Pero al mostrar su determinación a "luchar contra el terrorismo y el fundamentalismo musulmán", los holandeses han dejado ver que de hecho no han sido tan tolerantes de sus musulmanes como pretenden. Los han discriminado y les han negado oportunidades de empleo y de educación desde que llegaron (la mayoría desde los años sesenta) desde Turquía y Marruecos. Además, los llamados a adoptar medidas más duras contra musulmanes radicales e inmigrantes comenzó mucho antes de los incidentes de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Casi inmediatamente después del asesinato de van Gogh, Rita Verdonk, la ministro de Inmigración, dijo ante una multitud de 10.000 personas que la tolerancia holandesa llegó "hasta aquí, y nada más", implicando que se había abusado de la tolerancia holandesa y que esos asesinatos no habrían ocurrido en un país menos tolerante. El millón de musulmanes de Holanda (5.8 por ciento de la población total; 13 por ciento de la población de las grandes ciudades) no han sido bien recibidos ni tratados con tolerancia, como reconocen los políticos holandeses más honestos.
Incluso un amigo íntimo de van Gogh ha señalado que desde su muerte ha quedado claro lo racista que es la sociedad holandesa. Prem Radhakishun, abogado y locutor, dijo: "Treinta por ciento de los holandeses son racistas, treinta por ciento no lo son y el resto no sabe qué pensar". Hace dos años el entonces ministro de inmigración hizo observaciones similares, aunque no fue tan lejos. Hilbrand Nawijn [LPF, fascista] dijo en una entrevista en un diario: "La gente dice que los holandeses son tolerantes, pero yo lo dudo. No es que sean racistas, pero son mucho más conservadores [de lo que los extranjeros se dan cuenta] cuando se trata de gente que es diferente". En 1991, Frits Bolkestein, el saliente euro-comisario, creyó necesario emitir advertencias de que a menos que se introdujeran medidas de inmigración, las "divisiones dentro de la sociedad" que eran supuestamente causadas por el "flujo de inmigrantes" no podrían ser controladas.
"Políticos holandeses y otros racistas están pidiendo leyes de inmigración más severas, creando la falsa impresión de que esas leyes son flojas y necesitan ser actualizadas'. Ignoran así convenientemente el hecho de que en 2002 esas reglas y procedimientos fueron revisados tan drásticamente que el Human Rights Watch, con sede en Nueva York, así como otros grupos de derechos humanos, las condenaron". Es interesante observar que una de las razones esgrimidas para explicar por qué no se actuó en el pasado, a pesar de la existencia de problemas, por nada menos que Rita Verdonk [VVD, extrema derecha], es tan franca (quizás sin la intención de serlo) que muestra lo cínica que ha sido la postura holandesa hacia los inmigrantes, a pesar de su reputación de ser lo contrario. En una entrevista de prensa dos días después del funeral de van Gogh, dijo: "Tenemos un montón de inquietud en nuestra sociedad. Durante años no fue posible hablar de estos problemas, en particular sobre las minorías étnicas. Pensábamos que volverían a sus países, pero no se marcharon. Pensábamos que teníamos una sociedad multicultural, pero no era así".
Los musulmanes se quedaron y han estado pagando un alto precio por no marcharse, aunque Verdonk no es suficientemente honesta como para decirlo. De hecho, ella acusa a los musulmanes por el fracaso del multiculturalismo, diciendo que se han hecho "cada vez más introspectivos". Naturalmente, no mencionada las razones, tales como el racismo y la falta de oportunidades, que los empujó a la "introspección". Las agencias de seguridad han proporcionado evidencias dudosas para sostener su análisis, advirtiendo sobre una "radicalización" de los musulmanes desde los años noventa -admitiendo de paso que han estado vigilando a los musulmanes. El servicio secreto holandés ha dicho que "entre 100 y 200 musulmanes son vigilados día y noche". Las mezquitas, escuelas y hogares están bajo vigilancia, aunque no parecen impedir los atentados (incendios, robos) a que son sometidas con frecuencia.
La reforzada guerra contra los musulmanes en Holanda ha sido atribuida al asesinato de van Gogh a principios de noviembre. Él era un auto-declarado enemigo del islam y aprovechaba toda oportunidad para responsabilizar al islam de los problemas del mundo. En particular afirmaba que el islam esclavizaba a las mujeres y alentaba a las mujeres musulmanas a unirse a su guerra. Desafortunadamente encontró a mujeres musulmanas (como Ayaan Hersi, diptuado) dispuestas a colaborar con él. El guión de su película, Submission', fue de hecho escrito por Ayaan, que vive ahora protegida en la clandestinidad, después de haber renunciado al islam e insultado a los musulmanes escribiendo una película blasfema. Se dice que van Gogh fue asesinado por musulmán radical' porque la película y sus servicios a los enemigos del islam.
Pero dos años antes hubo otro asesinato altamente publicitado: el de un conocido político gay, también célebremente anti-musulmán. Pim Fortuyn es de hecho el responsable de hacer popular los ataques anti-musulmanes en Holanda -poniendo el énfasis en la teoría de que los inmigrantes musulmanes tenían valores opuestos a las tradiciones holandesas. Fortuyn se oponía a los valores musulmanes. Pero a pesar de su hostilidad hacia el islam, no fue asesinado por un terrorista islámico', sino por activista de los derechos animales, un partidario de los valores holandeses'. No es necesario decir que nadie criticó por eso a los activistas pro derechos de los animales ni sus valores.
En lugar de eso, políticos, periodistas, organizaciones y laboratorios ideológicos holandeses se unieron en su creencia de que el terrorismo internacional (otro nombre, según ellos, del radicalismo musulmán) debe ser combatido por todos los medios, incluyendo la abolición de los derechos de las minorías, especialmente de los musulmanes.
9 de diciembre de 2004
24 de diciembre de 2004©M. S. Ahmed
©traducción mQh
Pero al mostrar su determinación a "luchar contra el terrorismo y el fundamentalismo musulmán", los holandeses han dejado ver que de hecho no han sido tan tolerantes de sus musulmanes como pretenden. Los han discriminado y les han negado oportunidades de empleo y de educación desde que llegaron (la mayoría desde los años sesenta) desde Turquía y Marruecos. Además, los llamados a adoptar medidas más duras contra musulmanes radicales e inmigrantes comenzó mucho antes de los incidentes de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Casi inmediatamente después del asesinato de van Gogh, Rita Verdonk, la ministro de Inmigración, dijo ante una multitud de 10.000 personas que la tolerancia holandesa llegó "hasta aquí, y nada más", implicando que se había abusado de la tolerancia holandesa y que esos asesinatos no habrían ocurrido en un país menos tolerante. El millón de musulmanes de Holanda (5.8 por ciento de la población total; 13 por ciento de la población de las grandes ciudades) no han sido bien recibidos ni tratados con tolerancia, como reconocen los políticos holandeses más honestos.
Incluso un amigo íntimo de van Gogh ha señalado que desde su muerte ha quedado claro lo racista que es la sociedad holandesa. Prem Radhakishun, abogado y locutor, dijo: "Treinta por ciento de los holandeses son racistas, treinta por ciento no lo son y el resto no sabe qué pensar". Hace dos años el entonces ministro de inmigración hizo observaciones similares, aunque no fue tan lejos. Hilbrand Nawijn [LPF, fascista] dijo en una entrevista en un diario: "La gente dice que los holandeses son tolerantes, pero yo lo dudo. No es que sean racistas, pero son mucho más conservadores [de lo que los extranjeros se dan cuenta] cuando se trata de gente que es diferente". En 1991, Frits Bolkestein, el saliente euro-comisario, creyó necesario emitir advertencias de que a menos que se introdujeran medidas de inmigración, las "divisiones dentro de la sociedad" que eran supuestamente causadas por el "flujo de inmigrantes" no podrían ser controladas.
"Políticos holandeses y otros racistas están pidiendo leyes de inmigración más severas, creando la falsa impresión de que esas leyes son flojas y necesitan ser actualizadas'. Ignoran así convenientemente el hecho de que en 2002 esas reglas y procedimientos fueron revisados tan drásticamente que el Human Rights Watch, con sede en Nueva York, así como otros grupos de derechos humanos, las condenaron". Es interesante observar que una de las razones esgrimidas para explicar por qué no se actuó en el pasado, a pesar de la existencia de problemas, por nada menos que Rita Verdonk [VVD, extrema derecha], es tan franca (quizás sin la intención de serlo) que muestra lo cínica que ha sido la postura holandesa hacia los inmigrantes, a pesar de su reputación de ser lo contrario. En una entrevista de prensa dos días después del funeral de van Gogh, dijo: "Tenemos un montón de inquietud en nuestra sociedad. Durante años no fue posible hablar de estos problemas, en particular sobre las minorías étnicas. Pensábamos que volverían a sus países, pero no se marcharon. Pensábamos que teníamos una sociedad multicultural, pero no era así".
Los musulmanes se quedaron y han estado pagando un alto precio por no marcharse, aunque Verdonk no es suficientemente honesta como para decirlo. De hecho, ella acusa a los musulmanes por el fracaso del multiculturalismo, diciendo que se han hecho "cada vez más introspectivos". Naturalmente, no mencionada las razones, tales como el racismo y la falta de oportunidades, que los empujó a la "introspección". Las agencias de seguridad han proporcionado evidencias dudosas para sostener su análisis, advirtiendo sobre una "radicalización" de los musulmanes desde los años noventa -admitiendo de paso que han estado vigilando a los musulmanes. El servicio secreto holandés ha dicho que "entre 100 y 200 musulmanes son vigilados día y noche". Las mezquitas, escuelas y hogares están bajo vigilancia, aunque no parecen impedir los atentados (incendios, robos) a que son sometidas con frecuencia.
La reforzada guerra contra los musulmanes en Holanda ha sido atribuida al asesinato de van Gogh a principios de noviembre. Él era un auto-declarado enemigo del islam y aprovechaba toda oportunidad para responsabilizar al islam de los problemas del mundo. En particular afirmaba que el islam esclavizaba a las mujeres y alentaba a las mujeres musulmanas a unirse a su guerra. Desafortunadamente encontró a mujeres musulmanas (como Ayaan Hersi, diptuado) dispuestas a colaborar con él. El guión de su película, Submission', fue de hecho escrito por Ayaan, que vive ahora protegida en la clandestinidad, después de haber renunciado al islam e insultado a los musulmanes escribiendo una película blasfema. Se dice que van Gogh fue asesinado por musulmán radical' porque la película y sus servicios a los enemigos del islam.
Pero dos años antes hubo otro asesinato altamente publicitado: el de un conocido político gay, también célebremente anti-musulmán. Pim Fortuyn es de hecho el responsable de hacer popular los ataques anti-musulmanes en Holanda -poniendo el énfasis en la teoría de que los inmigrantes musulmanes tenían valores opuestos a las tradiciones holandesas. Fortuyn se oponía a los valores musulmanes. Pero a pesar de su hostilidad hacia el islam, no fue asesinado por un terrorista islámico', sino por activista de los derechos animales, un partidario de los valores holandeses'. No es necesario decir que nadie criticó por eso a los activistas pro derechos de los animales ni sus valores.
En lugar de eso, políticos, periodistas, organizaciones y laboratorios ideológicos holandeses se unieron en su creencia de que el terrorismo internacional (otro nombre, según ellos, del radicalismo musulmán) debe ser combatido por todos los medios, incluyendo la abolición de los derechos de las minorías, especialmente de los musulmanes.
9 de diciembre de 2004
24 de diciembre de 2004©M. S. Ahmed
©traducción mQh
1 comentario
lucas -