lista de esclavistas en brasil
La llamada lista "sucia", de infractores que mantienen trabajadores en situación de esclavitud en Brasil, llegó a los 65 nombres, entre políticos, empresarios y hacendados, según un último relevamiento elaborado por el Ministerio de Trabajo divulgado este lunes.
Río de Janeiro, Brasil. La lista, la tercera preparada por el ministerio, presenta un aumento en relación a los 49 infractores registrados a julio del año pasado y es la más grande desde el inicio del gobierno izquierdista de Luiz Inacio Lula da Silva, en enero de 2003.
En noviembre de 2003 habían sido registrados 52 casos de trabajo esclavo.
La lista "sucia" contempla los casos de aquellos trabajadores mantenidos en condiciones semejantes a la esclavitud, sin recibir salario, sin poder dejar la hacienda donde trabajan y viviendo en condiciones degradantes de salud, alimentación e higiene.
En la lista de 65 infractores (55 hacendados y 10 empresas) figura una empresa propiedad del presidente de la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro, Jorge Picciani (del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, PMDB) que fue incluida en junio de 2003 tras verificarse que mantenía a 39 trabajadores en condiciones insalubres y vigilados por hombres armados.
También aparecen los hermanos de Paulo César Farias, ex tesorero de la campaña electoral del ex presidente Fernando Collor de Mello; la familia Mutra (una rica familia de hacendados del estado de Pará, en el nordeste brasileño), y un empresario que controla uno de los mayores grupos de transporte urbano en Brasil.
La lista es elaborada por un grupo integrado por fiscales y policías federales. En 2003 y 2004 se realizaron 65 operaciones, que resultaron en la liberación de 4.059 trabajadores que estaban siendo explotados, según datos recogidos por la prensa.
Desde 2003 un total de 166 productores y empresas rurales están incluidas en el registro, lo que significa que tienen más dificultades para acceder a recursos públicos. Para salir de la lista "sucia" el Ministerio de Trabajo estipula un plazo de dos años, en que debe comprobarse que las prácticas semejantes a la esclavitud fueron abandonadas.
Se calcula que entre 20.000 y 50.000 trabajadores rurales están sometidos en Brasil a condiciones asimilables a la esclavitud, según datos al año 2004 de la Pastoral de la Tierra de la iglesia Católica y el Movimiento de los Sin Tierra (MST).
Los estados brasileños que ostentan un récord de este tipo de trabajo son los amazónicos Pará y Mato Grosso, que emplean a los trabajadores en la deforestación y en la producción de carbón vegetal, pero también en el agronegocio y en las plantaciones de caña de azúcar en otras regiones del país.
5 de enero de 2005
©mi punto
En noviembre de 2003 habían sido registrados 52 casos de trabajo esclavo.
La lista "sucia" contempla los casos de aquellos trabajadores mantenidos en condiciones semejantes a la esclavitud, sin recibir salario, sin poder dejar la hacienda donde trabajan y viviendo en condiciones degradantes de salud, alimentación e higiene.
En la lista de 65 infractores (55 hacendados y 10 empresas) figura una empresa propiedad del presidente de la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro, Jorge Picciani (del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, PMDB) que fue incluida en junio de 2003 tras verificarse que mantenía a 39 trabajadores en condiciones insalubres y vigilados por hombres armados.
También aparecen los hermanos de Paulo César Farias, ex tesorero de la campaña electoral del ex presidente Fernando Collor de Mello; la familia Mutra (una rica familia de hacendados del estado de Pará, en el nordeste brasileño), y un empresario que controla uno de los mayores grupos de transporte urbano en Brasil.
La lista es elaborada por un grupo integrado por fiscales y policías federales. En 2003 y 2004 se realizaron 65 operaciones, que resultaron en la liberación de 4.059 trabajadores que estaban siendo explotados, según datos recogidos por la prensa.
Desde 2003 un total de 166 productores y empresas rurales están incluidas en el registro, lo que significa que tienen más dificultades para acceder a recursos públicos. Para salir de la lista "sucia" el Ministerio de Trabajo estipula un plazo de dos años, en que debe comprobarse que las prácticas semejantes a la esclavitud fueron abandonadas.
Se calcula que entre 20.000 y 50.000 trabajadores rurales están sometidos en Brasil a condiciones asimilables a la esclavitud, según datos al año 2004 de la Pastoral de la Tierra de la iglesia Católica y el Movimiento de los Sin Tierra (MST).
Los estados brasileños que ostentan un récord de este tipo de trabajo son los amazónicos Pará y Mato Grosso, que emplean a los trabajadores en la deforestación y en la producción de carbón vegetal, pero también en el agronegocio y en las plantaciones de caña de azúcar en otras regiones del país.
5 de enero de 2005
©mi punto
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