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revisarán movilización en iraq


[Eric Schmitt y Thom Shanker] Entre las medidas a discutir se encuentra la posibilidad de subir el período de servicio de los reservistas a más de dos años.
Washington, Estados Unidos. El Pentágono enviará a un general retirado de cuatro estrellas del Ejército a Iraq la próxima semana para realizar una inusual revisión ‘abierta' de toda la política militar en Iraq, incluyendo los niveles de tropas, los programas de adiestramiento de las fuerzas de seguridad iraquíes y la estrategia anti-insurgente, informaron el jueves funcionarios del ministerio de Defensa.
El extraordinario margen de libertad otorgado al oficial altamente considerado, el general Gary E. Luck, antiguo jefe de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur y actualmente asesor del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, subraya la profunda preocupación de importantes funcionarios del Pentágono y comandantes estadounidenses sobre el giro que están tomando las operaciones en Iraq y sus amplias repercusiones para los militares, dijeron algunos miembros del Congreso y analistas militares.
En otra señal de que la campaña de Iraq está imponiendo una re-evaluación de las políticas del Pentágono, oficiales del Ejército están considerando ahora si la petición de un aumento provisional de 30.000 soldados aprobado por el Congreso puede transformarse en permanente. Un importante oficial del Ejército dijo el jueves que es probable que el incremento sea necesario permanentemente si las fuerzas armadas han de cumplir sus objetivos globales -a pesar de los costes adicionales de 3 billones de dólares al año.
En una reunión el jueves con sus más importantes asesores militares y civiles, el ministro de Defensa Donald H. Rumsfeld dio instrucciones al general Luck para que revise todas las áreas de la operación, identifique las debilidades e informe de aquí a unas semanas con una evaluación confidencial, dijeron funcionarios de Defensa.
"Tendrá amplias facultades de evaluación", dijo Lawrende Di Rita, el portavoz del Pentágono. Di Rita enfatizó que Rumsfeld estaba muy satisfecho con sus comandantes en Iraq, pero que quería proporcionarles a todos la ayuda que necesitaban a la hora de evaluar "una situación muy dinámica".
El general Luck, que fue asesor del general Tommy R. Franks en el cuartel general de guerra en Qatar durante la campaña de Iraq en 2003 y conoce bien la operación en Iraq, conducirá un pequeño equipo de especialistas militares. Un tema principal será uno de los problemas más grandes que enfrentan hoy los militares en Iraq: cómo adiestrar a soldados y agentes de policías iraquíes para remplazar a las tropas estadounidenses que ahora desempeñan labores de seguridad en el país. Los comandantes militares han expresado estar decepcionados sobre el funcionamiento de muchas de las fuerzas iraquíes.
La evaluación de la velocidad a la que los iraquíes podrían comenzar a compartir el peso de las labores de seguridad motiva un conjunto separado de difíciles discusiones a alto nivel en el Pentágono, donde oficiales de alta jerarquía están calculando cómo mantener una fuerza más grande en Iraq. La cantidad de personal militar en Iraq subió este mes a 150.000, el despliegue más alto desde la caída de Bagdad.
En otra decisión que podría afectar a cientos de miles de miembros de la Guardia Nacional y de la Reserva, el alto oficial del Ejército dijo que los jefes del Pentágono también estaban considerando cambiar la política de movilización para permitir que los reservistas sean llamados a servicio por más de 24 meses de servicio activo total, que es el límite actual.
La modificación propuesta que está siendo considerada permitiría que el Ejército llame a servicio a miembros de la Guardia Nacional y de la Reserva tantas veces como sea necesario, pero no por más de dos años de una vez.
Mientras los comandantes estadounidenses en Iraq expresan una creciente preocupación sobre una resistencia cada vez más sofisticada y fisuras en la dirigencia iraquí, la tarea del general Luck es un tácito reconocimiento de que la operación en Iraq, incluyendo el programa de adiestramiento, se enfrenta a dilemas.
"Hay evidencias de que el adiestramiento no está funcionando bien", dijo el senador Jack Reed, demócrata de Rhode Island, que visitó Iraq hace poco y fue oficial de la División Aerotransportada Nº82.
El general Luck, que comandó el Cuerpo Aerotransportado XVIII en la guerra del Golfo Pérsico en 1991, es una figura respetada entre los soldados y un guía para sus oficiales, un personaje que de un modo desarmantemente discreto hace sugerencias y recomendaciones que no amenazan la autoridad de los comandantes, dicen oficiales del Ejército y otra gente que lo conoce.
Por esa razón, funcionarios de Defensa dicen que la revisión del general Luck será comprehensiva. "El general Luck sabe montones sobre la operación en Iraq", dijo Di Rita. "Ciertamente tendrá oportunidad de ofrecer sus opiniones sobre todo lo que observe".
Di Rita dijo que la tarea del general Luck fue bienvenida por el general John P. Abizaid y el general George W. Casey Jr., los dos jefes militares de la región.
La misión del general Luck es una versión más abierta de otras evaluaciones en el terreno que han realizado los militares en Iraq y Afganistán, desde los programas de adiestramiento en Iraq hasta el mejoramiento del recabamiento de informaciones para el servicio secreto.
A principios del año pasado el general de división Karl Eikenberry recomendó que el Pentágono retrasara la formación del nuevo ejército iraquí y se concentrara en construir milicias adecuadas de lo que es ahora la Guardia Nacional Iraquí.
En abril pasado, el Pentágono envió al entonces general de división David H. Petraeus, que había recién terminado su jefatura de la División Aerotransportada Nº101, para ayudar a acelerar el adiestramiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes. Poco después, fue ascendido a teniente general y puesto a cargo del programa de adiestramiento.
El éxito de ese programa es la parte esencial de la estrategia de retirada estadounidense de Iraq. Los soldados en servicio activo y los reservistas del Ejército son el personal militar bajo mayor presión para los objetivos en Iraq y Afganistán y de la seguridad interior. El servicio terminó 2004 con 499.500 tropas activas y 160.000 miembros de la Guardia Nacional y de la Reserva del Ejército en servicio.
Un aumento temporal de un año de 30.000 soldados aprobado por el Congreso permitiría al Ejército crecer hasta constituir una fuerza de 512.400 este año.
Un alto oficial del Ejército dijo que la pregunta sobre un aumento permanente de personal en servicio activo sería parte de la extensa revisión de la estrategia, presupuesto y armas ahora en curso y llamada ‘Revisión Cuadrenial de Defensa'. Fue ordenada por el Congreso y debe estar lista en diciembre.
"A medida que avanzamos en este proceso, es evidente que tendremos que tratar si podemos pasar de esos 30.000 soldados", dijo el oficial del Ejército. "No creo que podamos". El oficial del Ejército discutió la actual política de servicio a condición de mantener el anonimato, debido a que no se ha ofrecido ninguna propuesta.
El Ejército re-estructurará sus brigadas de combate y sus cuarteles general de divisiones y cuerpos durante los próximos años para aumentar el número de brigadas de combate a 43, y quizás a 48, de las actuales 33.
Como parte de ese programa, el Ejército trata de detectar eficiencias, revaluar el balance entre la fuerza activa y la reserva y ha destinado varias de sus tareas administrativas a civiles para liberar personal uniformado para funciones en el terreno.
Pero en esta reconstrucción "las formaciones de componente activo deben ser más robustas", dijo el oficial del Ejército. "Eso significa que debemos aumentar nuestra fuerza".
En el Ejército los estrategas han debatido sobre la cantidad de personal, y un oficial involucrado en la revisión dijo que el debate ha variado de 575.000 soldados en servicio activo a menos de 500.000. El oficial que habló el jueves no ofreció indicaciones sobre una petición de personal adicional mayor de 30.000 tropas.
El oficial dijo que aunque la actual composición de las fuerzas del Ejército en Iraq es de 50 por ciento de soldados en servicio activo y 50 por ciento de reservistas, la parte en servicio activo de la próxima rotación subirá a 70 por ciento, debido a que el Ejército está simplemente agotando las unidades de reserva a las que puede llamar, dado el actual límite de 24 meses en servicio activo.
El Ejército decidirá en las próximas semanas si pedir a Rumsfeld cambiar la política de movilización del Pentágono y extender el período de servicio o las veces que los reservistas de la Guardia Nacional del Ejército y la Reserva pueden ser llamados.
"Ese será uno de los temas que trataremos", dijo el oficial. "Tenemos que planificar".

7 de enero de 2005
8 de enero de 2005
©new york times
©traducción mQh

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