negativa percepción de marroquíes
[Iñaki Oñorbe Genovesi] Los holandeses tienen una imagen negativa de los extranjeros. Los marroquíes ocupan las posiciones más negativas.
Amsterdam, Holanda. ¿Qué de simpáticos son los marroquíes? Esta provocadora pregunta era desde fines de 2002 el eslogan de una campaña nacional que debe conducir a una imagen más positiva de los marroquíes. Dos años más tarde, su imagen es todavía desastrosa. Y el centro de comunicaciones Attacom de Tilburg (que ideó la campaña) se vio obligado a cambiar de eslogan.
En el papel se ve bien: veladas de discusión, carteles y un librito que debe mostrar los lados positivos de los marroquíes, sobre todo de los jóvenes. Pero los marroquíes no son aceptados ni de rebaja. Los ayuntamientos no tienen interés o consideran poco oportuna la campaña debido a los incidentes negativos en torno a los marroquíes.
Según el director Otto van de Sanden, de Attacom, se aproximó a 42 ayuntamientos para que participaran en la campaña. Sólo La Haya, Breda, Gorinchem y el barrio de Utrecht, Hoograven, reaccionaron. Pero sin resultados significativos.
Los marroquíes siguen ocupando el noveno lugar en el ranking de imagen. Así se desprende de varias investigaciones y sondeos. Los norte-europeos, judíos, sud-europeos, chinos, gitanos, surinameños, antillanos, molucos y turcos son más populares que los marroquíes.
El investigador Louk Hagendoorn, del European Research Centre on Migration and Ethnic Relations (Ercomer), de Utrecht, no está sorprendido. Los holandeses tienen una imagen más positiva de otros grupos de extranjeros que de los marroquíes desde hace 25 años. ¿Por qué? "Los holandeses tienen una lista de preferencia de los extranjeros. Y en esa lista no se les puede sacar de la cabeza".
Una campaña no provoca cambios rápidos, dice. "Los holandeses se sienten distanciados socialmente de los marroquíes. La diferencia de cultura y religión no los hace simpáticos".
Naturalmente, una ofensiva publicitaria con ídolos conocidos como el rapero Ali B puede provocar un remonte temporal en popularidad. "Pero a fin de cuentas la gente opina basándose en sus experiencias y no en una campaña con palabras bonitas".
Sin embargo, en Aperdoorn se iniciará en algunas semanas una campaña de Attacom. Sobre los marroquíes, ni una palabra. Ahora se trata de relatos diversos, según Rob Granberg, de la Platform Duurzam Dialoog [Plataforma Diálogo Duradero]. Porque los turcos, antillanos y molucos también merecen que se les preste atención a sus historias de éxitos. Además, una campaña centrada solamente en los marroquíes acentuaría su imagen como grupo problemático.
2 de febrero de 2005
©volkskrant
©traducción mQh
En el papel se ve bien: veladas de discusión, carteles y un librito que debe mostrar los lados positivos de los marroquíes, sobre todo de los jóvenes. Pero los marroquíes no son aceptados ni de rebaja. Los ayuntamientos no tienen interés o consideran poco oportuna la campaña debido a los incidentes negativos en torno a los marroquíes.
Según el director Otto van de Sanden, de Attacom, se aproximó a 42 ayuntamientos para que participaran en la campaña. Sólo La Haya, Breda, Gorinchem y el barrio de Utrecht, Hoograven, reaccionaron. Pero sin resultados significativos.
Los marroquíes siguen ocupando el noveno lugar en el ranking de imagen. Así se desprende de varias investigaciones y sondeos. Los norte-europeos, judíos, sud-europeos, chinos, gitanos, surinameños, antillanos, molucos y turcos son más populares que los marroquíes.
El investigador Louk Hagendoorn, del European Research Centre on Migration and Ethnic Relations (Ercomer), de Utrecht, no está sorprendido. Los holandeses tienen una imagen más positiva de otros grupos de extranjeros que de los marroquíes desde hace 25 años. ¿Por qué? "Los holandeses tienen una lista de preferencia de los extranjeros. Y en esa lista no se les puede sacar de la cabeza".
Una campaña no provoca cambios rápidos, dice. "Los holandeses se sienten distanciados socialmente de los marroquíes. La diferencia de cultura y religión no los hace simpáticos".
Naturalmente, una ofensiva publicitaria con ídolos conocidos como el rapero Ali B puede provocar un remonte temporal en popularidad. "Pero a fin de cuentas la gente opina basándose en sus experiencias y no en una campaña con palabras bonitas".
Sin embargo, en Aperdoorn se iniciará en algunas semanas una campaña de Attacom. Sobre los marroquíes, ni una palabra. Ahora se trata de relatos diversos, según Rob Granberg, de la Platform Duurzam Dialoog [Plataforma Diálogo Duradero]. Porque los turcos, antillanos y molucos también merecen que se les preste atención a sus historias de éxitos. Además, una campaña centrada solamente en los marroquíes acentuaría su imagen como grupo problemático.
2 de febrero de 2005
©volkskrant
©traducción mQh
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