odisea de la patata
En la UNESCO: Historia y gastronomía. Desde su origen andino, hace 8.000 años, hasta su extensión como alimento universal, pasando por la condición de salvadora del hambre en Europa, la Odisea de la patata' fue el lunes tema de un coloquio en la sede de la UNESCO en París.
París, Francia. Organizado en ocasión de la publicación del libro La flor morada de los Andes', de la historiadora peruana Sara Beatriz Guardia, el coloquio abordó el lugar de los alimentos en la cosmovisión andina, la historia extraordinaria de la patata y la manera como pueblos de todo el mundo la fueron adoptando y adaptando su cultivo y preparación a sus propias culturas.
Al igual que la patata, muchos productos americanos, como el tomate y el cacao, transformaron la gastronomía europea, aunque en un primer momento fueran recibidos con recelo. "Pero ninguna planta tuvo que recorrer un viaje tan largo como la papa para tener la popularidad que ostenta hoy", afirmó Guardia.
Ese largo viaje empezó cuando, después del descubrimiento de América, llegó a España como curiosidad botánica del Nuevo Mundo. De España pasó a Italia y a Bélgica.
A mediados del siglo XVI la patata ya estaba instalada en Europa, pero como alimento para los cerdos. Se le atribuyeron entonces todo tipo de características: unos afirmaban que producía enfermedades, otros la clasificaron como una trufa, mientras otros, como el herborista inglés William Salmon, le atribuían poderes afrodisíacos.
El botánico Charles de l'Ecluse empezó a investigarla seriamente, y en 1596, el suizo Pierre Bahuin la incluyó en su libro Phystioinax' con el nombre latino de Solanum tuberosum, que sigue siendo su denominación científica.
Paulatinamente, la papa se fue imponiendo en Europa como el remedio para las hambrunas. En la primera mitad del siglo XVII, las malas cosechas de cereales causadas por la Guerra de los Treinta Años hicieron que el tubérculo comenzara a ser adoptado como alimento de reemplazo.
En el siglo XVIII, el francés Antoine Augustin Parmentier estudió sus cualidades y la propuso como solución para el hambre endémica que sufría Europa, haciendo incluso que el rey Luis XVI se interesara en su promoción.
Tras la Revolución Francesa, la patata se impuso como un "alimento republicano". En 1794 se publicó el primer libro de recetas escrito por una mujer, La cuisinière républicaine' de Madame Merigot, dedicado exclusivamente a la patata.
Los europeos llevaron la patata a las colonias de Asia en los siglos XVII y XVIII. Y a África en el siglo XIX.
El libro La flor morada de los Andes', premiado con el Gourmand World Cookbooks Award 2004, describe con rigor no exento de detalles chispeantes esta historia, pero incluye también recetas de patatas de todo el mundo. En él, historia y gastronomía van de la mano.
"Mi trabajo de historiadora sobre las culturas preincaicas me llevó a profundizar el tema de los alimentos. Me di cuenta que es un tema fundamental, que no podía entender esa sociedad si no entendía su relación con los alimentos, que van mucho más alla de la condición de nutrientes", explicó Sara Beatriz Guardia en declaraciones a la AFP.
"Mi trabajo no empieza por la gastronomía sino por la historia. Y es la historia la que me lleva a la gastronomía. Después, como es muy difícil que la gente vea la gastronomía solamente desde el punto de vista histórico y cultural, y como me gusta cocinar, fue introduciendo recetas", agregó.
"Pero yo no soy ni 'chef' ni gastrónoma, soy historiadora, y para mí este dominio es cada vez más importante en el estudio de la historia", insistió.
Los participantes en el coloquio, entre los cuales Katerina Stenou y Edgar Montiel, de la División de Políticas culturales y Diálogo intercultural de la UNESCO, y Carlos Herrera, de la delegación peruana en la organización, señalaron asimismo "las cualidades paradigmáticas de la patata en temas tan importantes en el mundo actual como la biodiversidad (existen unos 5.000 tipos distintos de patata), la lucha contra el hambre, el patrimonio inmaterial y el diálogo intercultural".
18 de febrero de 2005
©mi punto
Al igual que la patata, muchos productos americanos, como el tomate y el cacao, transformaron la gastronomía europea, aunque en un primer momento fueran recibidos con recelo. "Pero ninguna planta tuvo que recorrer un viaje tan largo como la papa para tener la popularidad que ostenta hoy", afirmó Guardia.
Ese largo viaje empezó cuando, después del descubrimiento de América, llegó a España como curiosidad botánica del Nuevo Mundo. De España pasó a Italia y a Bélgica.
A mediados del siglo XVI la patata ya estaba instalada en Europa, pero como alimento para los cerdos. Se le atribuyeron entonces todo tipo de características: unos afirmaban que producía enfermedades, otros la clasificaron como una trufa, mientras otros, como el herborista inglés William Salmon, le atribuían poderes afrodisíacos.
El botánico Charles de l'Ecluse empezó a investigarla seriamente, y en 1596, el suizo Pierre Bahuin la incluyó en su libro Phystioinax' con el nombre latino de Solanum tuberosum, que sigue siendo su denominación científica.
Paulatinamente, la papa se fue imponiendo en Europa como el remedio para las hambrunas. En la primera mitad del siglo XVII, las malas cosechas de cereales causadas por la Guerra de los Treinta Años hicieron que el tubérculo comenzara a ser adoptado como alimento de reemplazo.
En el siglo XVIII, el francés Antoine Augustin Parmentier estudió sus cualidades y la propuso como solución para el hambre endémica que sufría Europa, haciendo incluso que el rey Luis XVI se interesara en su promoción.
Tras la Revolución Francesa, la patata se impuso como un "alimento republicano". En 1794 se publicó el primer libro de recetas escrito por una mujer, La cuisinière républicaine' de Madame Merigot, dedicado exclusivamente a la patata.
Los europeos llevaron la patata a las colonias de Asia en los siglos XVII y XVIII. Y a África en el siglo XIX.
El libro La flor morada de los Andes', premiado con el Gourmand World Cookbooks Award 2004, describe con rigor no exento de detalles chispeantes esta historia, pero incluye también recetas de patatas de todo el mundo. En él, historia y gastronomía van de la mano.
"Mi trabajo de historiadora sobre las culturas preincaicas me llevó a profundizar el tema de los alimentos. Me di cuenta que es un tema fundamental, que no podía entender esa sociedad si no entendía su relación con los alimentos, que van mucho más alla de la condición de nutrientes", explicó Sara Beatriz Guardia en declaraciones a la AFP.
"Mi trabajo no empieza por la gastronomía sino por la historia. Y es la historia la que me lleva a la gastronomía. Después, como es muy difícil que la gente vea la gastronomía solamente desde el punto de vista histórico y cultural, y como me gusta cocinar, fue introduciendo recetas", agregó.
"Pero yo no soy ni 'chef' ni gastrónoma, soy historiadora, y para mí este dominio es cada vez más importante en el estudio de la historia", insistió.
Los participantes en el coloquio, entre los cuales Katerina Stenou y Edgar Montiel, de la División de Políticas culturales y Diálogo intercultural de la UNESCO, y Carlos Herrera, de la delegación peruana en la organización, señalaron asimismo "las cualidades paradigmáticas de la patata en temas tan importantes en el mundo actual como la biodiversidad (existen unos 5.000 tipos distintos de patata), la lucha contra el hambre, el patrimonio inmaterial y el diálogo intercultural".
18 de febrero de 2005
©mi punto
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