el legado de pinochet
[Monte Reel] El legado de Pinochet se enturbia bajo una nube de pesquisas por corrupción y violaciones de derechos humanos.
Santiago, Chile. La Llama Eterna de la Libertad, instaurada por el general Augusto Pinochet en 1975, era uno de los monumentos más visibles de su dictadura. Hace poco, se extinguió sin fanfarria durante obras frente al palacio presidencial, y el gobierno no tiene intenciones de volverla a encender.
Hoy, muy poco de las cosas asociadas al régimen de 17 años de Pinochet están demostrando ser eternas.
El achacoso general retirado, 89, es el blanco de múltiples investigaciones judiciales en acusaciones de homicidio, tortura y mantención de cuentas secretas en bancos extranjeros llenas de dinero robado.
Este mes, los legisladores propusieron un proyecto para borrar su firma de la constitución del país. La Fundación Pinochet, una organización en Santiago que promueve su legado, vio recientemente congeladas sus cuentas bancarias como parte de las investigaciones sobre las operaciones financieras de Pinochet. A fines de enero, el general Manuel Contreras, el retirado jefe de la policía secreta de Pinochet, fue encarcelado mientras manifestantes le lanzaban huevos.
"Definitivamente hay sentimientos fuertes contra Pinochet", dijo Sebastián Brett, investigador de Human Rights Watch en Santiago. "Incluso si los realistas dicen que es improbable que sea realmente puesto tras las rejas, su círculo íntimo -como Contreras- se está derrumbando y eso parece como casi lo mejor".
Sin embargo, Pinochet es elogiado por algunos chilenos que creen que sus reformas de libre mercado ayudó a su economía a transformarse en uno de los países más fuertes de América Latina. Y en meses recientes, algunos han comenzado a preguntarse si continuar con las acusaciones penales contra Pinochet y sus jefes militares no se ha estirado demasiado.
"Todo lo que hizo Pinochet sigue intacto", dijo Christian Labbé, ex coronel del ejército y uno de los más cercanos colaboradores de Pinochet. "Nadie va a pelear para cambiar la economía de libre mercado que construimos, ni los socialistas. Tenemos que reconocer los méritos de la persona que hizo todo esto".
Hace tres semanas la Corte Suprema ordenó que los cargos en más de 350 juicios pendientes contra el gobierno militar de Pinochet sean terminadas antes de seis meses. La medida pretende acelerar los casos que han estado prolongándose en la fase instructiva durante años, dejando a los acusados en un limbo legal. Pero grupos de derechos humanos argumentan que la fecha cierre podría significar que se pasen por alto casos válidos y que las violaciones no sean castigadas.
"Es totalmente ilegal, y los casos se perderán", dijo Patricia Silva Soto, presidente de un grupo de derechos llamado Familiares de Víctimas de Ejecuciones Políticas. "Esos son crímenes contra la humanidad, y no debería imponérseles ningún tipo de limitación".
Muchos en el gobierno dijeron que interpretar el plazo de seis meses como una fecha cierre estricta era un error, y el ministro del Interior, José Miguel Insulza, dijo que los casos valiosas obtendrán prórrogas de los tribunales.
"Hemos estado en esto durante demasiado tiempo, que sería tonto ponerle un fin artificial", dijo Insulza. "Pero alguna vez hay que presentar cargos formales contra las personas".
La orden llegó una semana después de Germán Barriga Muñoz, un ex general del ejército acusado de la desaparición de nueve dirigentes del Partido Comunista de Chile en 1976, se lanzara a su muerte desde un edificio de apartamentos de Santiago. Su carta de despedida sugería que se sentía acosado por las investigaciones en el caso y por manifestaciones frente a su casa.
Personal militar en retiro se unieron en torno al tema y dijeron que era hora de que terminara lo que consideran una persecución inhumana. Dijeron que las reparaciones monetarias, aprobadas por el gobierno después de la publicación en noviembre detallando las torturas y encarcelamiento de más de 27.000 chilenos, debería permitir que el país se librara de su pasado.
"Después de la carta de despedida saliera en los diarios, finalmente se prestó atención a un tema sobre el que hemos estado discutiendo los últimos 20 años", dijo Labbé. "Tenemos que ponerle fin. No es necesario destruir el pasado para construir el futuro".
Hace dos semanas, Labbé publicó un libro titulado Pinochet en persona', un elogioso retrato del antiguo dictador. Dijo que el escándalo sobre el Banco Riggs de Washington, ha sido especialmente perjudicial para la reputación de Chile, donde muchos de sus partidarios justificaron las violaciones a los derechos humanos como medidas necesarias en la guerra contra los terroristas comunistas en los años setenta.
Debido a que sus partidarios han alabado la disciplina fiscal y moral de Pinochet, las acusaciones bancarias son "quizás las más difíciles de responder", dijo Labbé.
En diciembre Pinochet fue declarado mentalmente sano para seguir el juicio por el asesinato de una persona y la desaparición de otros nueve relacionada con la Operación Cóndor, con la que algunos gobiernos militares sudamericanos trataron de asesinar a prominentes disidentes de izquierda en los años setenta. Fue acusado y en enero colocado en régimen de arresto domiciliario.
En un juicio aparte, perdió su inmunidad en un caso que involucraba el asesinato del general Carlos Prats, que era comandante en jefe del ejército chileno antes de que Pinochet derrocara al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Prats y su esposa murieron en un atentado con coche-bomba en Buenos Aires, en 1974.
Pinochet está también siendo investigado por posible evasión de impuestos al depositar secretamente 8 millones de dólares en el Banco Rigg. Este mes, el Banco de Chile dijo que cerraría las cuentas de Pinochet en Miami y Nueva York después de que funcionarios norteamericanos dijeran que el banco había ocultado las cuentas de Pinochet.
Hasta el momento, la defensa de Pinochet se ha concentrado en alegatos de que está demasiado frágil y mentalmente débil como para poder enjuiciarlo. Labbé, que visita a menudo a Pinochet, dijo que el ex general se levanta a las 9 de la mañana, da un paseo y gasta un montón de tiempo en su escritorio mirando libros.
A menudo, dijo, se sientan en silencio, cada hojeando un libro diferente. Labbé dijo que Pinochet ha aceptado que morirá probablemente como un paria en su propio país.
"Sabe muy bien que estas cosas suelen pasarle a los grandes hombres", dijo Labbé. "Los grandes hombres deben esperar el veredicto de la historia, no de la justicia actual".
Esa posición causa la indignación de los que han denunciado las atroces violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet.
"Es una dinámica increíble... Los militares están tratando de mostrarse como víctimas antes que como victimarios", dijo Peter Kornbluh, director del proyecto Chile del privado Archivo de Seguridad Nacional, de Washington.
Kornbluh dijo que a pesar de los reciente esfuerzos por resucitar la imagen de Pinochet, evidencias reunidas en muchos casos legales han puesto un nudo en torno a su legado. Dijo que la desaparición de la Llama Eterna de la Libertad, y una declaración pública de que un funeral de estado con honores es "impensable" para Pinochet, han dado al antiguo dictador una mirada en cómo lo juzgará la historia.
24 de febrero de 2004
1 de abril de 2005
©washington post
©traducción mQh
Hoy, muy poco de las cosas asociadas al régimen de 17 años de Pinochet están demostrando ser eternas.
El achacoso general retirado, 89, es el blanco de múltiples investigaciones judiciales en acusaciones de homicidio, tortura y mantención de cuentas secretas en bancos extranjeros llenas de dinero robado.
Este mes, los legisladores propusieron un proyecto para borrar su firma de la constitución del país. La Fundación Pinochet, una organización en Santiago que promueve su legado, vio recientemente congeladas sus cuentas bancarias como parte de las investigaciones sobre las operaciones financieras de Pinochet. A fines de enero, el general Manuel Contreras, el retirado jefe de la policía secreta de Pinochet, fue encarcelado mientras manifestantes le lanzaban huevos.
"Definitivamente hay sentimientos fuertes contra Pinochet", dijo Sebastián Brett, investigador de Human Rights Watch en Santiago. "Incluso si los realistas dicen que es improbable que sea realmente puesto tras las rejas, su círculo íntimo -como Contreras- se está derrumbando y eso parece como casi lo mejor".
Sin embargo, Pinochet es elogiado por algunos chilenos que creen que sus reformas de libre mercado ayudó a su economía a transformarse en uno de los países más fuertes de América Latina. Y en meses recientes, algunos han comenzado a preguntarse si continuar con las acusaciones penales contra Pinochet y sus jefes militares no se ha estirado demasiado.
"Todo lo que hizo Pinochet sigue intacto", dijo Christian Labbé, ex coronel del ejército y uno de los más cercanos colaboradores de Pinochet. "Nadie va a pelear para cambiar la economía de libre mercado que construimos, ni los socialistas. Tenemos que reconocer los méritos de la persona que hizo todo esto".
Hace tres semanas la Corte Suprema ordenó que los cargos en más de 350 juicios pendientes contra el gobierno militar de Pinochet sean terminadas antes de seis meses. La medida pretende acelerar los casos que han estado prolongándose en la fase instructiva durante años, dejando a los acusados en un limbo legal. Pero grupos de derechos humanos argumentan que la fecha cierre podría significar que se pasen por alto casos válidos y que las violaciones no sean castigadas.
"Es totalmente ilegal, y los casos se perderán", dijo Patricia Silva Soto, presidente de un grupo de derechos llamado Familiares de Víctimas de Ejecuciones Políticas. "Esos son crímenes contra la humanidad, y no debería imponérseles ningún tipo de limitación".
Muchos en el gobierno dijeron que interpretar el plazo de seis meses como una fecha cierre estricta era un error, y el ministro del Interior, José Miguel Insulza, dijo que los casos valiosas obtendrán prórrogas de los tribunales.
"Hemos estado en esto durante demasiado tiempo, que sería tonto ponerle un fin artificial", dijo Insulza. "Pero alguna vez hay que presentar cargos formales contra las personas".
La orden llegó una semana después de Germán Barriga Muñoz, un ex general del ejército acusado de la desaparición de nueve dirigentes del Partido Comunista de Chile en 1976, se lanzara a su muerte desde un edificio de apartamentos de Santiago. Su carta de despedida sugería que se sentía acosado por las investigaciones en el caso y por manifestaciones frente a su casa.
Personal militar en retiro se unieron en torno al tema y dijeron que era hora de que terminara lo que consideran una persecución inhumana. Dijeron que las reparaciones monetarias, aprobadas por el gobierno después de la publicación en noviembre detallando las torturas y encarcelamiento de más de 27.000 chilenos, debería permitir que el país se librara de su pasado.
"Después de la carta de despedida saliera en los diarios, finalmente se prestó atención a un tema sobre el que hemos estado discutiendo los últimos 20 años", dijo Labbé. "Tenemos que ponerle fin. No es necesario destruir el pasado para construir el futuro".
Hace dos semanas, Labbé publicó un libro titulado Pinochet en persona', un elogioso retrato del antiguo dictador. Dijo que el escándalo sobre el Banco Riggs de Washington, ha sido especialmente perjudicial para la reputación de Chile, donde muchos de sus partidarios justificaron las violaciones a los derechos humanos como medidas necesarias en la guerra contra los terroristas comunistas en los años setenta.
Debido a que sus partidarios han alabado la disciplina fiscal y moral de Pinochet, las acusaciones bancarias son "quizás las más difíciles de responder", dijo Labbé.
En diciembre Pinochet fue declarado mentalmente sano para seguir el juicio por el asesinato de una persona y la desaparición de otros nueve relacionada con la Operación Cóndor, con la que algunos gobiernos militares sudamericanos trataron de asesinar a prominentes disidentes de izquierda en los años setenta. Fue acusado y en enero colocado en régimen de arresto domiciliario.
En un juicio aparte, perdió su inmunidad en un caso que involucraba el asesinato del general Carlos Prats, que era comandante en jefe del ejército chileno antes de que Pinochet derrocara al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Prats y su esposa murieron en un atentado con coche-bomba en Buenos Aires, en 1974.
Pinochet está también siendo investigado por posible evasión de impuestos al depositar secretamente 8 millones de dólares en el Banco Rigg. Este mes, el Banco de Chile dijo que cerraría las cuentas de Pinochet en Miami y Nueva York después de que funcionarios norteamericanos dijeran que el banco había ocultado las cuentas de Pinochet.
Hasta el momento, la defensa de Pinochet se ha concentrado en alegatos de que está demasiado frágil y mentalmente débil como para poder enjuiciarlo. Labbé, que visita a menudo a Pinochet, dijo que el ex general se levanta a las 9 de la mañana, da un paseo y gasta un montón de tiempo en su escritorio mirando libros.
A menudo, dijo, se sientan en silencio, cada hojeando un libro diferente. Labbé dijo que Pinochet ha aceptado que morirá probablemente como un paria en su propio país.
"Sabe muy bien que estas cosas suelen pasarle a los grandes hombres", dijo Labbé. "Los grandes hombres deben esperar el veredicto de la historia, no de la justicia actual".
Esa posición causa la indignación de los que han denunciado las atroces violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet.
"Es una dinámica increíble... Los militares están tratando de mostrarse como víctimas antes que como victimarios", dijo Peter Kornbluh, director del proyecto Chile del privado Archivo de Seguridad Nacional, de Washington.
Kornbluh dijo que a pesar de los reciente esfuerzos por resucitar la imagen de Pinochet, evidencias reunidas en muchos casos legales han puesto un nudo en torno a su legado. Dijo que la desaparición de la Llama Eterna de la Libertad, y una declaración pública de que un funeral de estado con honores es "impensable" para Pinochet, han dado al antiguo dictador una mirada en cómo lo juzgará la historia.
24 de febrero de 2004
1 de abril de 2005
©washington post
©traducción mQh
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