Blogia
mQh

dementes abandonados


[Margreet Vermeulen] El cuidado de los ancianos dementes en las residencias deja de desear.
Amsterdam, Holanda. Ancianos dementes en residencia y clínicas están dejados a la arbitrariedad del personal. No existe una garantía de que reciban suficiente alimentación. El cuidado médico que reciben los pacientes cuando enferman gravemente depende del médico que esté presente. El personal a veces se desespera tanto que insulta, pellizca o escupe a los pacientes.
Esto dice Anne-Mei The, antropóloga y jurista de la Universidad Libre de Amsterdam. Estudió durante dos años la vida de los ancianos dementes trabajando tres días a la semana en una clínica. La residencia, cuyo nombre es secreto, es según la investigadora una residencia normal en el Randstad.
Anne-Mei The cree que los hospitales deben reconocer abiertamente que ofrecen a los ancianos dementes no más que cuidados mínimos. "Por lo menos eso crea claridad, de modo que las familias puedan decidir ocuparse ellas mismas de alimentar, limpiar o duchar al padre o madre".
La investigadora se consternó con el cuidado insuficiente. Ancianos fuertemente dementes recibían un turno de ducha cada tres semanas. Los ancianos reciben cuando mucho dos piezas de fruta a la semana, y en patatas duras que no pueden comer. Algunos residentes llevan pañales, de modo que el personal no tenga que acompañarlos a los servicios.
Un hombre que entró a la residencia con una dentadura postiza, en poco tiempo tuvo la boca llena de moretones. El dentista lo encontró demasiado agresivo, según Anne-Mei The.

20 de abril de 2005
©volkskrant
©traducción mQh

0 comentarios