monstruo de las profundidades
[Ashley Powers] Dicen los rumores que en algún lugar en medio del Lago Tahoe acecha una criatura de escamas llamada Tessie. Aunque no hay pruebas de que exista semejante monstruo, como informa Ashley Power, esos mitos acortan la distancia entre mito y realidad.
Desde la cubierta de su lancha pesquera alquilada Big Mack II, Mickey Daniels ensarta peces pequeños con alimento para gatos en los anzuelos y los arroja a 12 metros en las oscuras aguas del Lago Tahoe. Son las 7:47 de la mañana; la neblina corta rebanadas en los distantes picos de las montañas y grises nubes se tragan al sol.
Daniels, 67, ex agente de policía del condado de Placer con la cara agrietada por el viento, conoce cada onda de agua del lago desde que pescaba aquí en 1959. Pero aparte de su reputación de pescar truchas de 14 kilos, cree que hay algo, más grande y más horroroso, en las profundidades del Lago Tahoe.
Hace dos décadas estaba en su lancha de 13 metros a casi un kilómetro de la costa, y señaló hacia los casinos en Nevada, en el lado sur del lago.
"¿Qué es eso?", chilló repentinamente un pasajero.
"No es la estela del barco", dijo Daniels, mirando. Los dos escudriñaron el agua y vieron una ola romperse en una enorme V, como si una enorme cabeza se estuviera haciendo camino para una enorme cola. Y luego... nada.
En estos días cuando Daniels rema su bote hacia Big Mack II y el nublado cielo del amanecer y amara en paisajes de Monet, a veces escudriña las oscuras aguas, buscando lo que vio esa mañana hace tiempo. Lo pone nervioso.
Con una profundidad de 5.000 metros, el Lago Tahoe es uno de los diez lagos más profundos del mundo. Pero quizás lo más persistente es el mito de una criatura parecida a una serpiente jorobada, con escamas, a la que los vecinos llaman Tessie.
"Sigo mirando", dice Daniels. "En caso de que hubiera algo, quiero verlo".
Con escasas evidencias de la existencia de esta criatura, nuestros bosques y ríos todavía bullen con monstruos hechos por el hombre, y Tessie es justamente esa especie de bestia -incorporada rápidamente a la cultura popular, proporciona buenos artículos para el Weekly World News y lleva a hombres perfectamente razonables, como Daniels, a creer que la criatura está ahí, al acecho.
Raíces de Incertidumbre
Los primeros cartógrafos se esforzaron por descifrar la forma del mundo, garabateando apuntes cuando se les acababa la información: Más allá de aquí hay monstruos.
Los niños utilizan este modo de razonar cuando aceptan lo inexplicable, a veces bajo la forma de renos voladores o escalofriantes cuentos de hadas. Creer en algo que no es verdad o que no ha sido probado no transforma la creencia misma en falsa. Para los niños, las sombras son los bordes del mundo, y más allá puede haber muchos monstruos.
Quizás la misma lógica explica por qué algunos han visto a Pies Grandes, a chupacabras, a yetis y las otras bestias que son estudiadas por los criptozoólogos, el nombre que se da a los que estudian a las criaturas ocultas.
"La naturaleza no es ni buena como nos gustaría, ni mala como tememos", dice Stephen Curley, que enseña literatura en la Universidad A&M de Texas en Galveston. "Nos gustaría creer que hemos domesticado a la naturaleza, pero no podemos negar esos crónicos recordatorios de que la naturaleza tiene garras y colmillos".
En un lago renombrado por su claridad, Tessie parece emerger de la oscuridad de la incertidumbre. Su probable historia empezó hace varios miles de años cuando los indios washoe pasaban los veranos a orillas del lago. Los chamanes creían que niños del agua nadaban en las cristalinas y verdes aguas debajo de la sagrada Caverna de la Roca. Hablar de esas pequeñas y poderosas criaturas era tabú: un niño del agua podía matar a un hombre, o dejarlo ciego.
El temor era suficiente para mantener callada a la tribu. Eran, después de todo, tiempos peligrosos: Un pájaro prehistórico, Ong, anidaba en el centro del lago, y los miembros de la tribu advertían a los niños no alejarse nunca del campamento, por temor a que fueran atrapados por las criaturas aladas.
Tras la llegada de los blancos a Tahoe en 1844, más mitos salieron a la superficie. Se dice que hay un hoyo que chupa el agua en el fondo y la lleva hacia el Lago Pirámide, al este de Reno, cuerpos supuestamente echados ahí por gángsteres flotan intactos hasta que un pescador enrolla una mano con dos dedos cercenados. Con un lago del que se rumorea que atesora lingotes de oro y los restos de un bombardero B-29, es un milagro que Tessie haya encontrado un hueco.
Mysterious Creatures: A Guide to Cryptozoology' [Animales Misteriosos: Guía de la Criptozoología'], el diccionario de 723 páginas de sobre criaturas poco conocidas de George M. Eberhart, menciona al menos tres avistamientos del monstruo de agua dulce en los años ochenta. Un excursionista dijo al San Francisco Chronicle que ella vio algo "tan gran como un bote" -con pequeñas crestas de agua que salían de donde debía estar el hocico. Salió a superficie como lo haría una ballena, como si empujara el agua. Parecía muy lento".
Mike Conway dice que él también vio a Tessie. Conway, que era dueño de un canal de televisión local y ahora vende DVDs como The Great Brothels of Nevada' [Grandes Burdeles de Nevada], apuñala su congelada entrada con una pala; es un hombre pequeño con una mata de rizos canos y pesados párpados.
Tessie, dice, apareció a mediados de los ochenta durante el rodaje de un comercial en Zephyr Cove en el lado de Nevada del lago. Conway, ahora de 58, era el productor local y su equipo estaba filmando el romántico paseo de unos actores. Media docena de niños haraganeaban en el embarcadero, y una lancha de 5 metros fue repentinamente golpeada por una ola. Fue entonces que vio al animal marrón, jorobado. Los niños chillaron: "¡Es Tessie!"
"Creo que entonces grité: ¡Corten!' y les dije que lo filmaran con la cámara", dice Conway.
¿Entonces fue filmado?
"Oí que habían destruido el metraje".
¿Quiénes son ellos?
"Ya sabes. Ellos".
Cuando se conoció la noticia, Conway volvió a casa y escuchó un mensaje en su contestador automático que se burlaba: "Oye, Mike, mejor que vayas a Echo Summit. Allá hay un pterodáctilo volando".
Desenmascarando Mitos
Charles R. Goldman, un conocido experto en el Lago Tahoe, organizó en 1984 una comisión sobre la salubridad del lago en la Universidad de Nevada, Reno -más o menos al mismo tiempo que Conway dice que encontró a Tessie. Esa noche la lluvia se derramaba sobre las ventanas del sindicato de estudiante, pero eso no desalentó a los cientos de personas que atiborraron el auditorio. Quizás era por la octavilla, que anunciaba: "Atracción especial. Objetos Flotantes No Identificados: ¿Hay un Monstruo en el Lago Tahoe?"
Más interesado en la claridad del Lago Tahoe que en sus excentricidades submarinas, Goldman ideó el término OFNI debido a que no puede investigar el lago sin topar con alguno. (Un e-mail del 2000 está clavado en su pared, describiendo cómo los investigadores del Lago Ness no encontraron ni un solo excremento de Nessie, que el remitente cree que se parece al estiércol de los elefantes).
Goldman, 74, ha entrado con un submarino en un angosto cañón a 3.00 metros de profundidad en Tahoe y ha buscado restos de Nessie en Escocia. Abre un ordenador portátil en una apretada oficina en el UC Davis con las paredes cubiertas de carpetas verdes desteñidas con la historia de medio siglo de datos sobre Tahoe y atisba por sobre sus gafas.
Goldman desenmascara los avistamientos click por click.
¿Ves ese huevo de Tessie? Un pelota que béisbol flotando. ¿Los ojos de Tessie? Reflejos del sol. ¿Rastros de Tessie? Un castor chapoteando.
En las olas, dice, los ojos humanos ven manchas negras. Entonces la imaginación rellena las lagunas. Lo mismo ocurre con las olas repentinas, que algunos confunden con las oleadas que causan animales.
Goldman tiene una corazonada sobre el pedigrí de Tessie: Cree que es un tipo de pez que según los archivos ha crecido hasta llegar a pesar 680 kilos y que se metió en el Lago Tahoe durante la introducción de la trucha -una explicación que es repetida a menudo en los cafés de la ribera y en las tiendas de anzuelos.
En un libro impreso en 1612 de propiedad de Goldman, un hombre catalogó todas las criaturas conocidas del mar. Nombró a un horrible ventosa: en latín, acipenser. Ese monstruo es el mismo que Goldman cree que habita el fondo de Tahoe: el más bien corriente esturión. Su explicación es lógica. Pero no provoca la electricidad que causa el mito de un monstruo con escamas que se oculta debajo de las olas.
Profundidades Desconocidas
La creación de monstruos como Tessie, Champy, Nessie, Besse u Ogopogo se puede explicar fácilmente como un puente entre lo que sabemos y lo que ignoramos.
Poca gente ha buceado en profundidad en Tahoe, cuyas aguas permanecen a una temperatura constante de 3.8 grados Celsius en profundidades de 1.800 a 2.130 metros. El lago inexplorado es una tela para la imaginación, y los pescadores y buzos modernos ya tienen historias locales sobre Ong y otros niños de agua sobre los que seguir elaborando.
Historias similares abundan en lugares inexplorados. Investigadores ucranianos dijeron que el yeti se esconde en sus escarpadas montañas, y algo llamado el Hombre Peludo acecha en los páramos de Alaska. Australia ostenta su tigre de Tasmania, algo entre cabeza de lobo y bolsa de canguro. E incluso engaños bien documentados no han logrado enterrar a Piesgrandes, el críptido más ilustre que personifica otro rasgo que explica la longevidad de Tessie: Es tímido.
"Si saliera a mediodía cada día y hubiera cientos de ellos, no llamaría la atención", dice Robert Baker, profesor emérito de la Universidad de Kentucky que investiga psicología paranormal.
Cuando una criatura es divisada ocasionalmente, su leyenda crece. Los excursionistas de fin de semana huelen algo raro junto a sus tiendas y asumen que es un piesgrandes (que supuestamente tiene un fuerte olor corporal). Los expertos también atribuyen los avistamientos a razones más interesadas: Alguna gente ansía atención y quiere que la gente inunde sus pueblos a la búsqueda de un simio montañés o de una serpiente de agua. Otros simplemente han oído una leyenda antes y quieren ser parte de la historia.
Curley, el profesor de literatura, y otros también piensan que los críptidos son un modo de enfrentarse a la incertidumbre del rugiente y baboso mundo natural -un mundo que la gente de la ciudad no conoce y encuentra amenazador. En la literatura, los monstruos que trataron de apartar a Odiseo de su ruta -las sirenas- representan la fiereza del mar.
Sin embargo, a veces, los monstruos mitologizados resultan no ser criaturas imaginarias. De los calamares gigantes se creía antes que eran hombres peces o mitos. El animal empezó a existir cuando unos pescadores pescaron a uno muerto, y un clérigo lo guardó en una bañera y lo exhibió como un prodigio de la naturaleza.
Tessie, Se Vende
Tessie aparece finalmente en el Wholesale Resort Accessories, un almacén en el aeropuerto de Tahoe. Está un poco más allá de las paladas de nieve amontonadas por un piesgrandes peludo y anchas espaldas.
Este Tessie es tan amenazador como Barney -e igual de tierno. La bestia de peluche verde cuesta 4.99 dólares, en la versión de 3.5 pulgadas o 9.99 dólares en la versión de 10 pulgadas. En una estantería al lado, una postal muestra a Tessie jugando poker con una fauna que bebe cerveza. Al reverso se lee: "¡Nunca comió un turista!"
El mismo año que Goldman introdujo al público sus OFNIS, Tessie se hizo comercial. No es coincidencia que los avistamientos también han florecido.
"Fue como en Tiburón', y la gente no quería meterse al agua", dice Bob McCormick, un inversor en propiedades inmobiliarias, editor de folletos turísticos y terapeuta masajista watsu. "No quería que los niños tuvieran miedo de meterse al lago". Así que creó un Tessie amistoso con los niños e inscribió la marca registrada The Original Tahoe Lake Monster antes que lo hiciera otro.
En The Story of Tahoe Tessie' su sonriente criatura es astuta; coloca llantas en un tronco y lo hace flotar cerca de desprevenidos pescadores y derrota en ingenio a un cazador de presa mayor llamado Whiplash McMean. También tiene un programa.
"Durante años dejó tranquilos a los hombres, mientras talaban los árboles, contaminaban su lago y construía edificios en muchos de sus sitios favoritos. ¿Por qué no la dejaron tranquila en su casa?", escribe McCormick. La serpiente del lago, que es representada como parte muñeca de plástico, parte criatura de la laguna negra', salva a Tahoe de un dique roto.
Con los años McCormick compró cuatro trajes Tessie, de 2.5 metros, uno de los cuales sin cola. El vecino de Tahoe fue usado para iluminar el árbol de navidad en un pueblo cercano y apareció en Lifestyles of the Rich and Famous'.
Pero McCormick ha cerrado su museo de Tessie y el número de teléfono que algunos usaban como un teléfono rojo de Tessie.
Sin embargo, Tessie persiste. El programa CBS This Morning' presentó un corto fragmento sobre Tessie en 1990, diciendo que al menos 50 personas la habían divisado. A veces el teléfono se tapaba en Sand Harbor, un tramo de playa con 400.000 visitantes al año, con madres apanicadas preguntando si Tessie podría comerse a sus hijitos.
Las llamadas se intensificaron en 1992 cuando el diario local Tahoe Bonanza publicó su edición anual de Santos Inocentes. Su reportaje principal describía cómo un monstruo de 2.30 metros se había comido a cuatro personas, 16 perros y un caballo, aplastado un bote de aluminio y engullido un pit bull que estaba a bordo.
"Incluso si cuento la historia del esturión", dice el supervisor de Sand Harbor, Rick Keller, "ellos prefieren creer que es un monstruo marítimo".
La semana pasada dos bañistas observaron una forma oscura con tres a cinco crestas flotando en plácidas aguas cerca de Tahoe Park Beach. "Pensé: Wuau, esto es verdad'", dijo un hombre de Rocklin, California, al diario local Tahoe World.
¿Existe Tessie? Quizás sólo Mickey Daniels lo sabe. El pescador está tan entrelazado con las aguas del lago que este año la broma de Santos Inocentes era informar que había capturado a la bestia después de una lucha de ocho horas y se estaba preguntando si la vendería a un restaurante de hamburguesas.
Hoy cuando zumba Big Mack II, Daniels habla sobre la época en que estaba conduciendo hacia Ciudad de Tahoe y empezó un fuerte viento. Vio algo en el lago, serpenteando de sur a norte. Una joroba. Una joroba de 5 metros de largo.
Hizo chirriar su jeep junto al camino, brincó fuera y apretó los binoculares contra su cara. Los bajó, los subió -si era Tessie tenía que verla- y sólo vio esto: una fila de patitos balanceándose en el agua azul.
Se puede escribir al autor a: ashley.powers@latimes.com.
3 de mayo de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
"
Daniels, 67, ex agente de policía del condado de Placer con la cara agrietada por el viento, conoce cada onda de agua del lago desde que pescaba aquí en 1959. Pero aparte de su reputación de pescar truchas de 14 kilos, cree que hay algo, más grande y más horroroso, en las profundidades del Lago Tahoe.
Hace dos décadas estaba en su lancha de 13 metros a casi un kilómetro de la costa, y señaló hacia los casinos en Nevada, en el lado sur del lago.
"¿Qué es eso?", chilló repentinamente un pasajero.
"No es la estela del barco", dijo Daniels, mirando. Los dos escudriñaron el agua y vieron una ola romperse en una enorme V, como si una enorme cabeza se estuviera haciendo camino para una enorme cola. Y luego... nada.
En estos días cuando Daniels rema su bote hacia Big Mack II y el nublado cielo del amanecer y amara en paisajes de Monet, a veces escudriña las oscuras aguas, buscando lo que vio esa mañana hace tiempo. Lo pone nervioso.
Con una profundidad de 5.000 metros, el Lago Tahoe es uno de los diez lagos más profundos del mundo. Pero quizás lo más persistente es el mito de una criatura parecida a una serpiente jorobada, con escamas, a la que los vecinos llaman Tessie.
"Sigo mirando", dice Daniels. "En caso de que hubiera algo, quiero verlo".
Con escasas evidencias de la existencia de esta criatura, nuestros bosques y ríos todavía bullen con monstruos hechos por el hombre, y Tessie es justamente esa especie de bestia -incorporada rápidamente a la cultura popular, proporciona buenos artículos para el Weekly World News y lleva a hombres perfectamente razonables, como Daniels, a creer que la criatura está ahí, al acecho.
Raíces de Incertidumbre
Los primeros cartógrafos se esforzaron por descifrar la forma del mundo, garabateando apuntes cuando se les acababa la información: Más allá de aquí hay monstruos.
Los niños utilizan este modo de razonar cuando aceptan lo inexplicable, a veces bajo la forma de renos voladores o escalofriantes cuentos de hadas. Creer en algo que no es verdad o que no ha sido probado no transforma la creencia misma en falsa. Para los niños, las sombras son los bordes del mundo, y más allá puede haber muchos monstruos.
Quizás la misma lógica explica por qué algunos han visto a Pies Grandes, a chupacabras, a yetis y las otras bestias que son estudiadas por los criptozoólogos, el nombre que se da a los que estudian a las criaturas ocultas.
"La naturaleza no es ni buena como nos gustaría, ni mala como tememos", dice Stephen Curley, que enseña literatura en la Universidad A&M de Texas en Galveston. "Nos gustaría creer que hemos domesticado a la naturaleza, pero no podemos negar esos crónicos recordatorios de que la naturaleza tiene garras y colmillos".
En un lago renombrado por su claridad, Tessie parece emerger de la oscuridad de la incertidumbre. Su probable historia empezó hace varios miles de años cuando los indios washoe pasaban los veranos a orillas del lago. Los chamanes creían que niños del agua nadaban en las cristalinas y verdes aguas debajo de la sagrada Caverna de la Roca. Hablar de esas pequeñas y poderosas criaturas era tabú: un niño del agua podía matar a un hombre, o dejarlo ciego.
El temor era suficiente para mantener callada a la tribu. Eran, después de todo, tiempos peligrosos: Un pájaro prehistórico, Ong, anidaba en el centro del lago, y los miembros de la tribu advertían a los niños no alejarse nunca del campamento, por temor a que fueran atrapados por las criaturas aladas.
Tras la llegada de los blancos a Tahoe en 1844, más mitos salieron a la superficie. Se dice que hay un hoyo que chupa el agua en el fondo y la lleva hacia el Lago Pirámide, al este de Reno, cuerpos supuestamente echados ahí por gángsteres flotan intactos hasta que un pescador enrolla una mano con dos dedos cercenados. Con un lago del que se rumorea que atesora lingotes de oro y los restos de un bombardero B-29, es un milagro que Tessie haya encontrado un hueco.
Mysterious Creatures: A Guide to Cryptozoology' [Animales Misteriosos: Guía de la Criptozoología'], el diccionario de 723 páginas de sobre criaturas poco conocidas de George M. Eberhart, menciona al menos tres avistamientos del monstruo de agua dulce en los años ochenta. Un excursionista dijo al San Francisco Chronicle que ella vio algo "tan gran como un bote" -con pequeñas crestas de agua que salían de donde debía estar el hocico. Salió a superficie como lo haría una ballena, como si empujara el agua. Parecía muy lento".
Mike Conway dice que él también vio a Tessie. Conway, que era dueño de un canal de televisión local y ahora vende DVDs como The Great Brothels of Nevada' [Grandes Burdeles de Nevada], apuñala su congelada entrada con una pala; es un hombre pequeño con una mata de rizos canos y pesados párpados.
Tessie, dice, apareció a mediados de los ochenta durante el rodaje de un comercial en Zephyr Cove en el lado de Nevada del lago. Conway, ahora de 58, era el productor local y su equipo estaba filmando el romántico paseo de unos actores. Media docena de niños haraganeaban en el embarcadero, y una lancha de 5 metros fue repentinamente golpeada por una ola. Fue entonces que vio al animal marrón, jorobado. Los niños chillaron: "¡Es Tessie!"
"Creo que entonces grité: ¡Corten!' y les dije que lo filmaran con la cámara", dice Conway.
¿Entonces fue filmado?
"Oí que habían destruido el metraje".
¿Quiénes son ellos?
"Ya sabes. Ellos".
Cuando se conoció la noticia, Conway volvió a casa y escuchó un mensaje en su contestador automático que se burlaba: "Oye, Mike, mejor que vayas a Echo Summit. Allá hay un pterodáctilo volando".
Desenmascarando Mitos
Charles R. Goldman, un conocido experto en el Lago Tahoe, organizó en 1984 una comisión sobre la salubridad del lago en la Universidad de Nevada, Reno -más o menos al mismo tiempo que Conway dice que encontró a Tessie. Esa noche la lluvia se derramaba sobre las ventanas del sindicato de estudiante, pero eso no desalentó a los cientos de personas que atiborraron el auditorio. Quizás era por la octavilla, que anunciaba: "Atracción especial. Objetos Flotantes No Identificados: ¿Hay un Monstruo en el Lago Tahoe?"
Más interesado en la claridad del Lago Tahoe que en sus excentricidades submarinas, Goldman ideó el término OFNI debido a que no puede investigar el lago sin topar con alguno. (Un e-mail del 2000 está clavado en su pared, describiendo cómo los investigadores del Lago Ness no encontraron ni un solo excremento de Nessie, que el remitente cree que se parece al estiércol de los elefantes).
Goldman, 74, ha entrado con un submarino en un angosto cañón a 3.00 metros de profundidad en Tahoe y ha buscado restos de Nessie en Escocia. Abre un ordenador portátil en una apretada oficina en el UC Davis con las paredes cubiertas de carpetas verdes desteñidas con la historia de medio siglo de datos sobre Tahoe y atisba por sobre sus gafas.
Goldman desenmascara los avistamientos click por click.
¿Ves ese huevo de Tessie? Un pelota que béisbol flotando. ¿Los ojos de Tessie? Reflejos del sol. ¿Rastros de Tessie? Un castor chapoteando.
En las olas, dice, los ojos humanos ven manchas negras. Entonces la imaginación rellena las lagunas. Lo mismo ocurre con las olas repentinas, que algunos confunden con las oleadas que causan animales.
Goldman tiene una corazonada sobre el pedigrí de Tessie: Cree que es un tipo de pez que según los archivos ha crecido hasta llegar a pesar 680 kilos y que se metió en el Lago Tahoe durante la introducción de la trucha -una explicación que es repetida a menudo en los cafés de la ribera y en las tiendas de anzuelos.
En un libro impreso en 1612 de propiedad de Goldman, un hombre catalogó todas las criaturas conocidas del mar. Nombró a un horrible ventosa: en latín, acipenser. Ese monstruo es el mismo que Goldman cree que habita el fondo de Tahoe: el más bien corriente esturión. Su explicación es lógica. Pero no provoca la electricidad que causa el mito de un monstruo con escamas que se oculta debajo de las olas.
Profundidades Desconocidas
La creación de monstruos como Tessie, Champy, Nessie, Besse u Ogopogo se puede explicar fácilmente como un puente entre lo que sabemos y lo que ignoramos.
Poca gente ha buceado en profundidad en Tahoe, cuyas aguas permanecen a una temperatura constante de 3.8 grados Celsius en profundidades de 1.800 a 2.130 metros. El lago inexplorado es una tela para la imaginación, y los pescadores y buzos modernos ya tienen historias locales sobre Ong y otros niños de agua sobre los que seguir elaborando.
Historias similares abundan en lugares inexplorados. Investigadores ucranianos dijeron que el yeti se esconde en sus escarpadas montañas, y algo llamado el Hombre Peludo acecha en los páramos de Alaska. Australia ostenta su tigre de Tasmania, algo entre cabeza de lobo y bolsa de canguro. E incluso engaños bien documentados no han logrado enterrar a Piesgrandes, el críptido más ilustre que personifica otro rasgo que explica la longevidad de Tessie: Es tímido.
"Si saliera a mediodía cada día y hubiera cientos de ellos, no llamaría la atención", dice Robert Baker, profesor emérito de la Universidad de Kentucky que investiga psicología paranormal.
Cuando una criatura es divisada ocasionalmente, su leyenda crece. Los excursionistas de fin de semana huelen algo raro junto a sus tiendas y asumen que es un piesgrandes (que supuestamente tiene un fuerte olor corporal). Los expertos también atribuyen los avistamientos a razones más interesadas: Alguna gente ansía atención y quiere que la gente inunde sus pueblos a la búsqueda de un simio montañés o de una serpiente de agua. Otros simplemente han oído una leyenda antes y quieren ser parte de la historia.
Curley, el profesor de literatura, y otros también piensan que los críptidos son un modo de enfrentarse a la incertidumbre del rugiente y baboso mundo natural -un mundo que la gente de la ciudad no conoce y encuentra amenazador. En la literatura, los monstruos que trataron de apartar a Odiseo de su ruta -las sirenas- representan la fiereza del mar.
Sin embargo, a veces, los monstruos mitologizados resultan no ser criaturas imaginarias. De los calamares gigantes se creía antes que eran hombres peces o mitos. El animal empezó a existir cuando unos pescadores pescaron a uno muerto, y un clérigo lo guardó en una bañera y lo exhibió como un prodigio de la naturaleza.
Tessie, Se Vende
Tessie aparece finalmente en el Wholesale Resort Accessories, un almacén en el aeropuerto de Tahoe. Está un poco más allá de las paladas de nieve amontonadas por un piesgrandes peludo y anchas espaldas.
Este Tessie es tan amenazador como Barney -e igual de tierno. La bestia de peluche verde cuesta 4.99 dólares, en la versión de 3.5 pulgadas o 9.99 dólares en la versión de 10 pulgadas. En una estantería al lado, una postal muestra a Tessie jugando poker con una fauna que bebe cerveza. Al reverso se lee: "¡Nunca comió un turista!"
El mismo año que Goldman introdujo al público sus OFNIS, Tessie se hizo comercial. No es coincidencia que los avistamientos también han florecido.
"Fue como en Tiburón', y la gente no quería meterse al agua", dice Bob McCormick, un inversor en propiedades inmobiliarias, editor de folletos turísticos y terapeuta masajista watsu. "No quería que los niños tuvieran miedo de meterse al lago". Así que creó un Tessie amistoso con los niños e inscribió la marca registrada The Original Tahoe Lake Monster antes que lo hiciera otro.
En The Story of Tahoe Tessie' su sonriente criatura es astuta; coloca llantas en un tronco y lo hace flotar cerca de desprevenidos pescadores y derrota en ingenio a un cazador de presa mayor llamado Whiplash McMean. También tiene un programa.
"Durante años dejó tranquilos a los hombres, mientras talaban los árboles, contaminaban su lago y construía edificios en muchos de sus sitios favoritos. ¿Por qué no la dejaron tranquila en su casa?", escribe McCormick. La serpiente del lago, que es representada como parte muñeca de plástico, parte criatura de la laguna negra', salva a Tahoe de un dique roto.
Con los años McCormick compró cuatro trajes Tessie, de 2.5 metros, uno de los cuales sin cola. El vecino de Tahoe fue usado para iluminar el árbol de navidad en un pueblo cercano y apareció en Lifestyles of the Rich and Famous'.
Pero McCormick ha cerrado su museo de Tessie y el número de teléfono que algunos usaban como un teléfono rojo de Tessie.
Sin embargo, Tessie persiste. El programa CBS This Morning' presentó un corto fragmento sobre Tessie en 1990, diciendo que al menos 50 personas la habían divisado. A veces el teléfono se tapaba en Sand Harbor, un tramo de playa con 400.000 visitantes al año, con madres apanicadas preguntando si Tessie podría comerse a sus hijitos.
Las llamadas se intensificaron en 1992 cuando el diario local Tahoe Bonanza publicó su edición anual de Santos Inocentes. Su reportaje principal describía cómo un monstruo de 2.30 metros se había comido a cuatro personas, 16 perros y un caballo, aplastado un bote de aluminio y engullido un pit bull que estaba a bordo.
"Incluso si cuento la historia del esturión", dice el supervisor de Sand Harbor, Rick Keller, "ellos prefieren creer que es un monstruo marítimo".
La semana pasada dos bañistas observaron una forma oscura con tres a cinco crestas flotando en plácidas aguas cerca de Tahoe Park Beach. "Pensé: Wuau, esto es verdad'", dijo un hombre de Rocklin, California, al diario local Tahoe World.
¿Existe Tessie? Quizás sólo Mickey Daniels lo sabe. El pescador está tan entrelazado con las aguas del lago que este año la broma de Santos Inocentes era informar que había capturado a la bestia después de una lucha de ocho horas y se estaba preguntando si la vendería a un restaurante de hamburguesas.
Hoy cuando zumba Big Mack II, Daniels habla sobre la época en que estaba conduciendo hacia Ciudad de Tahoe y empezó un fuerte viento. Vio algo en el lago, serpenteando de sur a norte. Una joroba. Una joroba de 5 metros de largo.
Hizo chirriar su jeep junto al camino, brincó fuera y apretó los binoculares contra su cara. Los bajó, los subió -si era Tessie tenía que verla- y sólo vio esto: una fila de patitos balanceándose en el agua azul.
Se puede escribir al autor a: ashley.powers@latimes.com.
3 de mayo de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
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4 comentarios
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