guerra contra marihuana
[Dan Eggen] Menos énfasis en la heroína y cocaína.
El foco de la guerra contra las drogas en Estados Unidos ha girado significativamente en la última década desde las drogas duras hacia la marihuana, que ahora da cuenta de casi la mitad de todas las detenciones a nivel nacional, de acuerdo a un análisis de estadísticas de criminalidad federales publicadas ayer.
El estudio de los datos del FBI realizado por un laboratorio ideológico de Washington, el Sentencing Project, determinó que los casos de heroína y cocaína cayeron en picado de un 55 por ciento de todas las detenciones en 1992 a menos del 30 por ciento diez años más tarde. Durante el mismo período, las detenciones por marihuana subieron de 28 por ciento a un total de 45 por ciento.
Surgido en la secuela del foco en el crack de cocaína de fines de los años ochenta, el creciente énfasis en la implementación de las leyes sobre marihuana fue acompañado por un importante aumento de las detenciones totales por casos de drogas, de menos de 1.1 millón en 1990 a más de 1.5 millón una década más tarde. Ochenta por ciento de ese aumento son detenciones por marihuana, según el estudio.
Sin embargo, el rápido aumento no ha tenido un impacto significativo en las prisiones, ya que sólo el 6 por ciento de las detenciones terminó en condenas, concluyó el estudio. El sondeo familiar sobre el tema citado más ampliamente ha mostrado relativamente pocos cambios en la tasa general de uso de la marihuana durante el mismo período, dijeron los expertos.
"En realidad la guerra contra las drogas de los noventa fue en gran parte una guerra contra la marihuana", dijo Ryan S. King, co-autor del estudio e investigador del Sentencing Project. "La marihuana es la substancia ilegal usada más ampliamente, pero eso no explica este nivel de crecimiento en el tiempo... La cuestión es, ¿queremos realmente gastar nuestro dinero en esto?"
El laboratorio ideológico es un grupo de izquierda que defiende las alternativas a la cárcel tradicional. Criminalistas y funcionarios de gobierno confirmaron la tendencia, que de algún modo marca un retorno a la era previa. En 1982, las detenciones por marihuana constituían el 72 por ciento de todas las detenciones por drogas, de acuerdo al estudio.
Funcionarios del gobierno de Bush atribuyen el aumento de las detenciones por marihuana a una variedad de factores: el aumento del uso entre adolescentes durante partes de los años noventa; los esfuerzos de los departamentos de policía locales por concentrarse en delitos a nivel de calle; y crecientes preocupaciones sobre el peligro que representan versiones más modernas y potentes de la marihuana. La Oficina de la Casa Blanca sobre el Control Nacional de Drogas publicó ayer un estudio que muestra que es más probable que la juventud que usa marihuana desarrolle serios problemas de salud mental, incluyendo depresión y esquizofrenia.
"Esta no es marihuana de Cheech y Chong", dijo David Murray, analista para el despacho anti-drogas. "Es una droga cualitativamente diferente, y eso se refleja en la cantidad".
Las nuevas estadísticas se publican en medio de signos de un renovado debate en círculos políticos sobre la eficacia de las medidas antidroga del gobierno, que ha recibido menos atención recientemente entre tasas de criminalidad históricamente bajas y el foco sobre el terrorismo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. El fiscal general Alberto R. Gonzales, por ejemplo, nombró una comisión nacional para supervisar el procesamiento de bandas de traficantes violentas y ha jurado asignar más recursos a la lucha contra los fabricantes de metanfetamina y otros traficantes de drogas.
Pero cada vez más algunos expertos han empezado a argumentar que la guerra norteamericana contra las drogas, que cuestan unos 35 billones de dólares al año, ha tenido un impacto marginal sobre el consumo de substancias ilícitas. El conservador American Enterprise Institute publicó un informe en marzo titulado ¿Estamos perdiendo la guerra contra las drogas?' Sus autores argumentan que, junto a otras cosas, "la penalización criminal del uso de marihuana no está justificado".
El estudio dado a conocer ayer por el Sentencing Project concluyó que las detenciones por marihuana constituyen casi la mitad del aumento de detenciones por drogas durante los noventa. El informe también concluyó que una de cuatro personas en las cárceles del estado por delitos de marihuana pueden ser clasificados como "faltas de bajo nivel" y calculó que se gastan 4 billones de dólares en detenciones y procesos por delitos en casos de marihuana.
Además, el estudio mostró que aunque los afro-americanos conforman el 14 por ciento de los usuarios de marihuana en general, constituyen casi un tercio de las detenciones por posesión de marihuana.
Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentra el análisis de los investigadores de las tendencias de detenciones en la Ciudad de Nueva York, que se concentró intensamente en las medidas de tolerancia cero' durante el período de alcalde de Rudolph W. Giuliani. Las detenciones por marihuana en la ciudad aumentaron diez veces entre 1990 y 2002, de 5.100 a más de 50.000, dijo el informe. Nueve de cada diez detenciones en 2002 fueron por posesión antes que por tráfico.
El estudio también concluyó que hay una enorme disparidad en el crecimiento de las detenciones por marihuana en algunos de los condados más grandes de Estados Unidos, de un 20 por ciento de aumento en San Diego,a un 418 por ciento en el condado de King, Washington. (La única disminución en la muestra se produjo en el condado de Fairfax, en Virginia del Norte, donde las detenciones por marihuana disminuyeron en un 37 por ciento).
"Ha habido un cambio importante en lo que pasa en la represión de las drogas, pero claramente no es algo que alguien se propuso hacer", dijo Jonathan Caulkins, un profesor de criminología de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh. "No es como si alguien hubiera dicho: Ya no nos preocupa la heroína y cocaína'... La sencilla respuesta es que la policía está aprovechando ahora las oportunidades para proceder a más detenciones que cuando estaba reprimiendo el crack en los años ochenta".
4 de mayo de 2005
©washington post
©traducción mQh
El estudio de los datos del FBI realizado por un laboratorio ideológico de Washington, el Sentencing Project, determinó que los casos de heroína y cocaína cayeron en picado de un 55 por ciento de todas las detenciones en 1992 a menos del 30 por ciento diez años más tarde. Durante el mismo período, las detenciones por marihuana subieron de 28 por ciento a un total de 45 por ciento.
Surgido en la secuela del foco en el crack de cocaína de fines de los años ochenta, el creciente énfasis en la implementación de las leyes sobre marihuana fue acompañado por un importante aumento de las detenciones totales por casos de drogas, de menos de 1.1 millón en 1990 a más de 1.5 millón una década más tarde. Ochenta por ciento de ese aumento son detenciones por marihuana, según el estudio.
Sin embargo, el rápido aumento no ha tenido un impacto significativo en las prisiones, ya que sólo el 6 por ciento de las detenciones terminó en condenas, concluyó el estudio. El sondeo familiar sobre el tema citado más ampliamente ha mostrado relativamente pocos cambios en la tasa general de uso de la marihuana durante el mismo período, dijeron los expertos.
"En realidad la guerra contra las drogas de los noventa fue en gran parte una guerra contra la marihuana", dijo Ryan S. King, co-autor del estudio e investigador del Sentencing Project. "La marihuana es la substancia ilegal usada más ampliamente, pero eso no explica este nivel de crecimiento en el tiempo... La cuestión es, ¿queremos realmente gastar nuestro dinero en esto?"
El laboratorio ideológico es un grupo de izquierda que defiende las alternativas a la cárcel tradicional. Criminalistas y funcionarios de gobierno confirmaron la tendencia, que de algún modo marca un retorno a la era previa. En 1982, las detenciones por marihuana constituían el 72 por ciento de todas las detenciones por drogas, de acuerdo al estudio.
Funcionarios del gobierno de Bush atribuyen el aumento de las detenciones por marihuana a una variedad de factores: el aumento del uso entre adolescentes durante partes de los años noventa; los esfuerzos de los departamentos de policía locales por concentrarse en delitos a nivel de calle; y crecientes preocupaciones sobre el peligro que representan versiones más modernas y potentes de la marihuana. La Oficina de la Casa Blanca sobre el Control Nacional de Drogas publicó ayer un estudio que muestra que es más probable que la juventud que usa marihuana desarrolle serios problemas de salud mental, incluyendo depresión y esquizofrenia.
"Esta no es marihuana de Cheech y Chong", dijo David Murray, analista para el despacho anti-drogas. "Es una droga cualitativamente diferente, y eso se refleja en la cantidad".
Las nuevas estadísticas se publican en medio de signos de un renovado debate en círculos políticos sobre la eficacia de las medidas antidroga del gobierno, que ha recibido menos atención recientemente entre tasas de criminalidad históricamente bajas y el foco sobre el terrorismo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. El fiscal general Alberto R. Gonzales, por ejemplo, nombró una comisión nacional para supervisar el procesamiento de bandas de traficantes violentas y ha jurado asignar más recursos a la lucha contra los fabricantes de metanfetamina y otros traficantes de drogas.
Pero cada vez más algunos expertos han empezado a argumentar que la guerra norteamericana contra las drogas, que cuestan unos 35 billones de dólares al año, ha tenido un impacto marginal sobre el consumo de substancias ilícitas. El conservador American Enterprise Institute publicó un informe en marzo titulado ¿Estamos perdiendo la guerra contra las drogas?' Sus autores argumentan que, junto a otras cosas, "la penalización criminal del uso de marihuana no está justificado".
El estudio dado a conocer ayer por el Sentencing Project concluyó que las detenciones por marihuana constituyen casi la mitad del aumento de detenciones por drogas durante los noventa. El informe también concluyó que una de cuatro personas en las cárceles del estado por delitos de marihuana pueden ser clasificados como "faltas de bajo nivel" y calculó que se gastan 4 billones de dólares en detenciones y procesos por delitos en casos de marihuana.
Además, el estudio mostró que aunque los afro-americanos conforman el 14 por ciento de los usuarios de marihuana en general, constituyen casi un tercio de las detenciones por posesión de marihuana.
Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentra el análisis de los investigadores de las tendencias de detenciones en la Ciudad de Nueva York, que se concentró intensamente en las medidas de tolerancia cero' durante el período de alcalde de Rudolph W. Giuliani. Las detenciones por marihuana en la ciudad aumentaron diez veces entre 1990 y 2002, de 5.100 a más de 50.000, dijo el informe. Nueve de cada diez detenciones en 2002 fueron por posesión antes que por tráfico.
El estudio también concluyó que hay una enorme disparidad en el crecimiento de las detenciones por marihuana en algunos de los condados más grandes de Estados Unidos, de un 20 por ciento de aumento en San Diego,a un 418 por ciento en el condado de King, Washington. (La única disminución en la muestra se produjo en el condado de Fairfax, en Virginia del Norte, donde las detenciones por marihuana disminuyeron en un 37 por ciento).
"Ha habido un cambio importante en lo que pasa en la represión de las drogas, pero claramente no es algo que alguien se propuso hacer", dijo Jonathan Caulkins, un profesor de criminología de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh. "No es como si alguien hubiera dicho: Ya no nos preocupa la heroína y cocaína'... La sencilla respuesta es que la policía está aprovechando ahora las oportunidades para proceder a más detenciones que cuando estaba reprimiendo el crack en los años ochenta".
4 de mayo de 2005
©washington post
©traducción mQh
1 comentario
Alf -
En paises como Liberia se estan efectuando pruebas con los combatientes con todo tipo de drogas de 'nueva generación', niños y niñas raptados, violados, obligados a torturar, masacrar y matar en unos estados alterados de conciencia que hoy día a mucos de ellos les persigue (ayer sábado 14 por ejemplo hicieron un buen reportaje en la 2 de TVE precisamente sobre este tema).
Lo que está claro que reprimiendo a los consumidores de marihuana y criminizándolos lo único que estan consiguiendo es que consuma mucha más gente y que el mercado negro se vea beneficiado con ello -o seasé.... los narcoestados que mantienen el estado de prohibición por propios intereses de control de población-. Ya esta bien de estigmatizar a la droga más social que hay y que menos daño hace al cuerpo comparándola con otras drogas legales como el café, alcohol o tabaco.
Que se dejen ya de asustarnos con zafias mentiras y argumentos que se sujentan por un hilo apenas perceptible.
A lo único que tienen miedo es que la normalización de la marihuana conlleve a la normalización de todas las drogas... pero ese, ese es otro tema y el verdadero caballo de batalla para todos aquelloAs que nos consideremos antiprohibicionistas.
Salud
Pd. Permiso para utilizar la traducción el http://www.liberadamaria.org ???