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mladic a punto de caer


[Daniel Williams] Acusado de crímenes de guerra negocia su entrega.
Belgrado, Serbia. Uno de los acusados de crímenes de guerra más buscado de los Balcanes, Rako Mladic, ha estado negociando con el gobierno serbio sobre su posible entrega al tribunal de Naciones Unidas en La Haya, donde deberá enfrentarse a cargos de genocidio, dijeron funcionarios serbios.
Las conversaciones con Mladic, que estuvo encargado de la supervisión del asesinato de miles de prisioneros musulmanes bosnios capturados en la ciudad de Srebrenica hace 10 años, han transcurrido ocasionalmente desde diciembre, dijeron los funcionarios, que hablaron a condición de conservar el anonimato.
Aunque los informes de prensa aquí han dicho que fuerzas del gobierno están rodeando a Mladic, los funcionarios serbios insistieron en que su paradero exacto es desconocido. Las conversaciones, realizadas a distancia a través de una cadena de intermediarios, empezaron a petición de Mladic, que dirigió el ejército serbio-bosnio durante la guerra de Bosnia de 1992-1995.
El primer ministro Vojislav, del gobierno de Kostunica, ha soportado fuertes presiones de Estados Unidos y de la Unión Europea para resolver los casos de los sospechosos de crímenes de guerra. Desde octubre pasado al menos 15 sospechosos serbios fugitivos se han entregado voluntariamente, algunos a regañadientes y otros por temor a ser detenidos.
A la luz de esto, dijeron funcionarios serbios, Mladic accedió a conversar sobre su entrega y se ha centrado en conversaciones con el gobierno en la seguridad económica y la seguridad de su familia.
El gobierno de Bush, que ha liberado 10 millones de dólares de ayuda a Serbia, ha expresado optimismo de que Mladic sea enviado a La Haya. Serbia está "trabajando muy seriamente para localizar a Mladic", dijo el subsecretario de Estado, R. Nicholas Burns, después de conversaciones la semana pasada con funcionarios en Belgrado.
"Habrá un sincero intento de capturarlo o de lograr que se entregue voluntariamente, y enviarlo a La Haya", dijo Burns.
La fiscal jefe del tribunal para crímenes de guerra de Naciones Unidas, Carla del ponte, está presionando para que Mladic sea detenido antes del 11 de julio, el décimo aniversario del inicio de las masacres de Srebrenica. "No podemos esperar más", dijo del Ponte a periodistas antes este mes. También se busca a Radovan Karadzic, el ex líder de la región separatista serbia de Bosnia.
"Necesito a Karadzic y Mladic en La Haya antes del 11 de julio para que puedan participar en la conmemoración de Srebrenica", dijo del Ponte, describiendo esas entregas como "el único modo decente de pagar tributo" a los sobrevivientes.
Los acusados -funcionarios de Naciones Unidas dicen que Karadzic está en Bosnia- hacen frente a 16 cargos de genocidio, violaciones de las guerra de guerra y crímenes contra la humanidad. Las fuerzas de Mladic asesinaron a miles de musulmanes en Srebrenica para "aterrorizar y desmoralizar a los musulmanes bosnios y la población bosnio-croata", dice la acusación. De acuerdo a los fiscales, tanto Mladic como Karadzic fueron responsables de detenciones ilegales, homicidios, violaciones y maltrato de civiles.
Videos que circulan en Belgrado de la secuencia de eventos en torno a Srebrenica en 1995 muestran a Mladic dirigiendo a las tropas, hablando con civiles, prometiendo tratar a los prisioneros según las reglas de la Convención de Ginebra y rechazando las objeciones de funcionarios de Naciones Unidas a su redada.
También dio entrevistas para la televisión serbia, diciendo: "Ha llegado la hora de vengarse de los turcos", que era la etiqueta con que los serbios llamaban a los bosnios musulmanes. En otro punto, un video lo muestra diciendo a un grupo de mujeres: "No lloréis. Nadie os hará daño".
Los asesinatos en Srebrenica y alrededores fueron la peor atrocidad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes a lo largo de un tramo en el campo de 80 kilómetros. Desde entonces expertos forenses han estado trabajando para identificar a los muertos comparando muestras de ADN con muestras de parientes y han sido capaces de identificar a unas 1.000 víctimas.
El gobierno ha actuado con cautela en torno al caso de Mladic y otros por las preocupaciones políticas de Kostunica, dijeron los funcionarios. El grupo político más grande del país, el Partido Radical, llamó la semana pasada terminar con la histeria "anti-serbia" por Srebrenica.
Funcionarios dijeron que Kostunica está tratando de evitar un asalto armado para detener a Mladic. Y dijeron que su enfoque más sutil ha sido exitoso.
En octubre pasado, Ljubisa Beara, un coronel de las fuerzas de seguridad durante el gobierno del ex presidente serbio Slobodan Milosevic, se rindió y viajó a La Haya. El juicio de Milosevic en La Haya aun está en curso.
Beara había estado ocultándose desde la acusación en 2002 de cargos por tomar parte en acciones para "capturar, detener, ejecutar sumariamente por pelotones de fusilamiento, enterrar y volver a enterrar a miles de niños y hombres musulmanes bosnios de 16 a 60 años del área de Srebrenica en el período que va del 12 al 19 de julio de 1995".
En enero, funcionarios del gobierno anunciaron que estaban cerca de un "serio avance en las negociaciones" con los principales acusados de crímenes de guerra. Poco después, Vladimir Lazarevic, un general durante la guerra en la provincia serbia de Kosovo, se entregó directamente a Kostunica, que acogió la decisión. Lazarevic tuvo una despedida oficial y viajó a Holanda en un avión del gobierno en compañía de dos ministros.
Su entrega produjo una reacción en cadena. Milan Gvero, subcomandante de las fuerzas serbo-bosnias durante la guerra, se entregó voluntariamente. Luego se entregaron oficiales de alto rango, como el general Radivoj Miletic; el general Momcilo Peresic, que era jefe de las fuerzas armadas yugoslavas; Mico Stanisic, el ministro del Interior de la auto-proclamada república serbia en Bosnia; Drago Nikolic, el jefe de seguridad del ejército serbo-bosnio; y el general de la policía serbia, Sreten Lukic.
Un diplomático, que habló a condición de mantener el anonimato, describió la estrategia de Kostunica de manejar las entregas como un medio de aumentar la presión sobre Mladic y finalmente sobre Karadzic. Contrasta con el pasado, cuando Kostunica se resistió a enviar a sospechosos a La Haya. "El ambiente está muy cambiado", dijo el diplomático.

14 de junio de 2005
©washington post
©traducción mQh

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