acuerdo con sunníes
[Sabrina Tavernise] Sunníes aceptan papel en la redacción de la constitución.
Bagdad, Iraq. Líderes políticos iraquíes rompieron el impasse el jueves cuando los árabes sunníes aceptaron una propuesta de compromiso para aumentar su representación en la comisión parlamentaria dominada por chiíes que debe redactar la constitución.
El acuerdo es un importante paso adelante en el proceso político iraquí, que se ha visto obstaculizado por discusiones entre chiíes y árabes sunníes sobre cuántos sunníes incluir en la comisión. Sin embargo, no es todavía un acuerdo final, ya que los líderes políticos no han logrado acordar qué sunníes serían miembros.
La oferta -15 escaños adicionales y 10 posiciones de asesoría para árabes sunníes- fue hecha por primera vez la semana pasada, pero fue rechazada por muchos sunníes, que dijeron que querían más escaños. Desde entonces, los miembros chiíes de la comisión suavizado la propuesta, diciendo que la comisión aprobaría por consenso y no por voto la nueva constitución, haciendo menos importante el número preciso de escaños de cada grupo.
El acuerdo sobre la constitución se produce cuando fuerzas militares americanas en Mosul anunciaron la captura de un líder de la resistencia identificado como Mohammed Sharkawa, un lugarteniente de Abu Musab al-Zarqawi, el militante más buscado de Iraq.
Los militares estadounidenses dijeron que un soldado americano, el sargento Alberto B. Martínez, 37, de la División de Infantería 42, de la Guardia Nacional del Ejército en Nueva York, ha sido acusado de la muerte el 7 de junio de dos soldados en una base militar en Tikrit, al norte de Bagdad. Está detenido en un centro militar de Kuwait.
Los dos soldados, el capitán Phillip T. Esposito, y el teniente primero Louis E. Allen, murieron después de ser impactados por lo que los investigadores pensaban inicialmente que era fuego indirecto en una ventana en el edificio donde se encontraban. Después de una pesquisa ulterior, "se determinó que la explosión no era consistente con un ataque de morteros", dice la declaración de los militares.
La violencia insurgente continuó en Iraq, con más ataques contra las fuerzas de seguridad e informes sobre la muerte de seis militares norteamericanos que murieron el miércoles cerca de Ramadi. Funcionarios americanos y europeos han expresado su esperanza de una mayor participación de los sunníes en el proceso político ayudará a apagar la resistencia, cuya fuerza motor proviene de los márgenes violentos de la comunidad árabe sunní.
Bahaa al-Aaraji, miembro de la comisión, dijo el jueves noche que los líderes chiíes habían insistido ante los sunníes en que su oferta era la última.
"Les dijimos, si llegan tarde no será una buena noticia para vosotros, porque empezaremos a trabajar y no esperaremos", dijo. "Es por eso que accedieron tan rápidamente. Ahora está todo en orden. Hoy, todo el mundo está contento".
Líderes sunníes planean reunirse el sábado para discutir sobre posibles candidatos para la comisión, dijo Mejbel al-Sheik Isa, miembro del Consejo del Diálogo Nacional y uno de los seis sunníes que elegirá a los nuevos miembros. La iniciativa podría tomar tiempo. El gobierno iraquí pasó por un proceso similar a la búsqueda de candidatos sunníes apropiados para el gabinete, y las conversaciones se estiraron durante semanas.
Pero incluso si se decide rápidamente sobre los nuevos miembros, no está claro cómo hará la comisión para dirigir el difícil y contencioso proceso de redactar la primera guía legal permanente del país sin la herramienta del voto. Temas como cuánto poder otorgar a los gobiernos regionales y el papel del islam son debatidos acaloradamente, y resolver esos problemas sin votar puede resultar imposible.
Formalmente el gobierno instaló lo que es esencialmente un nuevo cuerpo de 71 miembros del que participan 55 miembros de la comisión original y los nuevos miembros sunníes, y un representante de una pequeña secta religiosa, agregado la semana pasada.
La comisión original estaba formada por diputados elegidos en enero, con 28 miembros del principal bloque chií, y otros 27, incluyendo a 15 kurdos y un cristiano. Hay dos sunníes en la comisión de 55 miembros: uno es independiente; el otro es miembro del partido de Ayad Allawi, el ex primer ministro chií laico.
De acuerdo a las reglas que están siendo redactadas, los nuevos miembros sunníes de la comisión no serán escogidos de entre miembros del parlamento.
De muchos modos, el acuerdo es un nuevo principio para los desplazados árabes sunníes, que se han aislado cada vez más desde que se negaran a participar en las elecciones de enero. Los chiíes, que se hicieron con el poder en las elecciones, han estado bajo presión de americanos y europeos para ofrecer a los sunníes un papel de mayor importancia en la política.
"Todavía muchas cosas pueden salir mal", dijo aquí el jueves moche un diplomático occidental. "Este es definitivamente un paso adelante, pero creo que la gente no lo dirá mientras no se hayan puesto de acuerdo en todos los nombres".
Líderes iraquíes han prometido que no recurrirán a una extensión legal de la fecha cierra del 15 de agosto para redactar la constitución, y los legisladores se están esforzando por terminar a tiempo. Los iraquíes la votarán en octubre, y se convocará a elecciones nacionales en diciembre.
"No tenemos semanas y semanas", dijo el diplomático.
Los negociadores sunníes dijeron que habían acordado aceptar la oferta chií del jueves noche cuando, en una reunión en casa de uno de los negociadores, decidieron que todo atraso podría interrumpir las elecciones de diciembre y prolongar el actual gobierno de transición, algo que quieren evitar. Quizás más importante, creyeron que si rechazar la oferta simplemente cimentaría su ausencia del proceso político.
"No había alternativa", dijo Saleh Mutlak, miembro del Consejo del Diálogo Nacional, un grupo árabe sunní que ha exigido un mayor papel. "Es una de dos cosas, o nos integramos al proceso político o nos quedamos fuera".
Incluso así, el acuerdo permite alguna flexibilidad. "Todavía nos podemos retirar en cualquier momento", dijo.
Mutlak dijo que una de las preocupaciones de los sunníes era el calendario. Dos meses es muy poco tiempo para redactar una constitución permanente, dijo. Los sunníes pedirán que se extienda la fecha límite. "No quiero poner mi firma a una constitución que se escriba en dos semanas", dijo.
Mutlak e Isa dijeron que los sunníes sólo aceptaron la propuesta después de que los chiíes se comprometieran a tomar decisiones por consenso antes que por votación.
De las seis nuevas bajas norteamericanos, cinco eran marines que murieron cerca de Ramadi el miércoles cuando una bomba improvisada de carretera destrozó su vehículo, dijeron los militares. Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, es una área árabe sunní escasamente poblada que se ha opuesto furiosamente a la ocupación americana. Los marines han realizado dos grandes ataques en la parte occidental de la provincia en los últimos dos meses. La ciudad misma, a unos 110 kilómetros al oeste de Bagdad, no ha sido atacada.
"La situación en Ramadi refleja el tipo de situación cíclica que tenemos", dijo en una sesión informativa el general de brigada de la Fuerza Aérea, Don Alston, portavoz de la Fuerza Multinacional en Iraq.
En una demostración de su poderío en Ramadi, docenas de hombres encapuchados rodearon el jueves una mezquita del centro de la ciudad para impedir una reunión de políticos y líderes tribales, informó la Associated Press.
Los insurgentes también se cobraron algunas vidas en Bagdad, con la muerte de al menos 6 agentes de policía y 27 heridos cuando un terrorista kamikaze que conducía un sedán se incrustó en su convoy en la peligrosa carretera del aeropuerto, dijo un funcionario del ministerio del Interior. En Bacuba, al norte de Bagdad, una bomba improvisada de calle mató a tres civiles, incluyendo a dos niños, y en Kirkuk otro terrorista suicida dejó heridos a cuatros soldados y cuatro civiles, incluyendo a un niño de 6 años.
Los ataques insurgentes contra blancos civiles han crecido en los últimos meses y funcionarios norteamericanos e iraquíes dicen que son señales de un enemigo cada vez más desesperados.
"Con los recientes ataques de Zarqawi, han aumentado enormemente las bajas civiles", dijo el general Alston.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo el jueves que el primer ministro Ibrahim al-Jaafari visitará al presidente Bush el 24 de junio para tratar los "progresos en la preparación de las fuerzas de seguridad iraquíes", entre otras cosas. Oficiales norteamericanos han defendido enérgicamente a las tropas iraquíes, cuyo funcionamiento ha sido calificado por otros como insuficiente.
Abdul Razzaq al-Saiedy contribuyó a este reportaje.
17 de junio de 2005
©new york times
©traducción mQh
El acuerdo es un importante paso adelante en el proceso político iraquí, que se ha visto obstaculizado por discusiones entre chiíes y árabes sunníes sobre cuántos sunníes incluir en la comisión. Sin embargo, no es todavía un acuerdo final, ya que los líderes políticos no han logrado acordar qué sunníes serían miembros.
La oferta -15 escaños adicionales y 10 posiciones de asesoría para árabes sunníes- fue hecha por primera vez la semana pasada, pero fue rechazada por muchos sunníes, que dijeron que querían más escaños. Desde entonces, los miembros chiíes de la comisión suavizado la propuesta, diciendo que la comisión aprobaría por consenso y no por voto la nueva constitución, haciendo menos importante el número preciso de escaños de cada grupo.
El acuerdo sobre la constitución se produce cuando fuerzas militares americanas en Mosul anunciaron la captura de un líder de la resistencia identificado como Mohammed Sharkawa, un lugarteniente de Abu Musab al-Zarqawi, el militante más buscado de Iraq.
Los militares estadounidenses dijeron que un soldado americano, el sargento Alberto B. Martínez, 37, de la División de Infantería 42, de la Guardia Nacional del Ejército en Nueva York, ha sido acusado de la muerte el 7 de junio de dos soldados en una base militar en Tikrit, al norte de Bagdad. Está detenido en un centro militar de Kuwait.
Los dos soldados, el capitán Phillip T. Esposito, y el teniente primero Louis E. Allen, murieron después de ser impactados por lo que los investigadores pensaban inicialmente que era fuego indirecto en una ventana en el edificio donde se encontraban. Después de una pesquisa ulterior, "se determinó que la explosión no era consistente con un ataque de morteros", dice la declaración de los militares.
La violencia insurgente continuó en Iraq, con más ataques contra las fuerzas de seguridad e informes sobre la muerte de seis militares norteamericanos que murieron el miércoles cerca de Ramadi. Funcionarios americanos y europeos han expresado su esperanza de una mayor participación de los sunníes en el proceso político ayudará a apagar la resistencia, cuya fuerza motor proviene de los márgenes violentos de la comunidad árabe sunní.
Bahaa al-Aaraji, miembro de la comisión, dijo el jueves noche que los líderes chiíes habían insistido ante los sunníes en que su oferta era la última.
"Les dijimos, si llegan tarde no será una buena noticia para vosotros, porque empezaremos a trabajar y no esperaremos", dijo. "Es por eso que accedieron tan rápidamente. Ahora está todo en orden. Hoy, todo el mundo está contento".
Líderes sunníes planean reunirse el sábado para discutir sobre posibles candidatos para la comisión, dijo Mejbel al-Sheik Isa, miembro del Consejo del Diálogo Nacional y uno de los seis sunníes que elegirá a los nuevos miembros. La iniciativa podría tomar tiempo. El gobierno iraquí pasó por un proceso similar a la búsqueda de candidatos sunníes apropiados para el gabinete, y las conversaciones se estiraron durante semanas.
Pero incluso si se decide rápidamente sobre los nuevos miembros, no está claro cómo hará la comisión para dirigir el difícil y contencioso proceso de redactar la primera guía legal permanente del país sin la herramienta del voto. Temas como cuánto poder otorgar a los gobiernos regionales y el papel del islam son debatidos acaloradamente, y resolver esos problemas sin votar puede resultar imposible.
Formalmente el gobierno instaló lo que es esencialmente un nuevo cuerpo de 71 miembros del que participan 55 miembros de la comisión original y los nuevos miembros sunníes, y un representante de una pequeña secta religiosa, agregado la semana pasada.
La comisión original estaba formada por diputados elegidos en enero, con 28 miembros del principal bloque chií, y otros 27, incluyendo a 15 kurdos y un cristiano. Hay dos sunníes en la comisión de 55 miembros: uno es independiente; el otro es miembro del partido de Ayad Allawi, el ex primer ministro chií laico.
De acuerdo a las reglas que están siendo redactadas, los nuevos miembros sunníes de la comisión no serán escogidos de entre miembros del parlamento.
De muchos modos, el acuerdo es un nuevo principio para los desplazados árabes sunníes, que se han aislado cada vez más desde que se negaran a participar en las elecciones de enero. Los chiíes, que se hicieron con el poder en las elecciones, han estado bajo presión de americanos y europeos para ofrecer a los sunníes un papel de mayor importancia en la política.
"Todavía muchas cosas pueden salir mal", dijo aquí el jueves moche un diplomático occidental. "Este es definitivamente un paso adelante, pero creo que la gente no lo dirá mientras no se hayan puesto de acuerdo en todos los nombres".
Líderes iraquíes han prometido que no recurrirán a una extensión legal de la fecha cierra del 15 de agosto para redactar la constitución, y los legisladores se están esforzando por terminar a tiempo. Los iraquíes la votarán en octubre, y se convocará a elecciones nacionales en diciembre.
"No tenemos semanas y semanas", dijo el diplomático.
Los negociadores sunníes dijeron que habían acordado aceptar la oferta chií del jueves noche cuando, en una reunión en casa de uno de los negociadores, decidieron que todo atraso podría interrumpir las elecciones de diciembre y prolongar el actual gobierno de transición, algo que quieren evitar. Quizás más importante, creyeron que si rechazar la oferta simplemente cimentaría su ausencia del proceso político.
"No había alternativa", dijo Saleh Mutlak, miembro del Consejo del Diálogo Nacional, un grupo árabe sunní que ha exigido un mayor papel. "Es una de dos cosas, o nos integramos al proceso político o nos quedamos fuera".
Incluso así, el acuerdo permite alguna flexibilidad. "Todavía nos podemos retirar en cualquier momento", dijo.
Mutlak dijo que una de las preocupaciones de los sunníes era el calendario. Dos meses es muy poco tiempo para redactar una constitución permanente, dijo. Los sunníes pedirán que se extienda la fecha límite. "No quiero poner mi firma a una constitución que se escriba en dos semanas", dijo.
Mutlak e Isa dijeron que los sunníes sólo aceptaron la propuesta después de que los chiíes se comprometieran a tomar decisiones por consenso antes que por votación.
De las seis nuevas bajas norteamericanos, cinco eran marines que murieron cerca de Ramadi el miércoles cuando una bomba improvisada de carretera destrozó su vehículo, dijeron los militares. Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, es una área árabe sunní escasamente poblada que se ha opuesto furiosamente a la ocupación americana. Los marines han realizado dos grandes ataques en la parte occidental de la provincia en los últimos dos meses. La ciudad misma, a unos 110 kilómetros al oeste de Bagdad, no ha sido atacada.
"La situación en Ramadi refleja el tipo de situación cíclica que tenemos", dijo en una sesión informativa el general de brigada de la Fuerza Aérea, Don Alston, portavoz de la Fuerza Multinacional en Iraq.
En una demostración de su poderío en Ramadi, docenas de hombres encapuchados rodearon el jueves una mezquita del centro de la ciudad para impedir una reunión de políticos y líderes tribales, informó la Associated Press.
Los insurgentes también se cobraron algunas vidas en Bagdad, con la muerte de al menos 6 agentes de policía y 27 heridos cuando un terrorista kamikaze que conducía un sedán se incrustó en su convoy en la peligrosa carretera del aeropuerto, dijo un funcionario del ministerio del Interior. En Bacuba, al norte de Bagdad, una bomba improvisada de calle mató a tres civiles, incluyendo a dos niños, y en Kirkuk otro terrorista suicida dejó heridos a cuatros soldados y cuatro civiles, incluyendo a un niño de 6 años.
Los ataques insurgentes contra blancos civiles han crecido en los últimos meses y funcionarios norteamericanos e iraquíes dicen que son señales de un enemigo cada vez más desesperados.
"Con los recientes ataques de Zarqawi, han aumentado enormemente las bajas civiles", dijo el general Alston.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo el jueves que el primer ministro Ibrahim al-Jaafari visitará al presidente Bush el 24 de junio para tratar los "progresos en la preparación de las fuerzas de seguridad iraquíes", entre otras cosas. Oficiales norteamericanos han defendido enérgicamente a las tropas iraquíes, cuyo funcionamiento ha sido calificado por otros como insuficiente.
Abdul Razzaq al-Saiedy contribuyó a este reportaje.
17 de junio de 2005
©new york times
©traducción mQh
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