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rumores de hambruna


[Barbara Demick] Corea del Norte moviliza a millones de personas hacia el campo entre rumores de posible hambruna.
Haegumgang, Corea del Norte. Desde las primeras luces de la mañana los soldados se agachan en los campos, muchos de ellos en camiseta. A ellos se unen mujeres con bebé amarrados a sus espaldas, niños que debieran estar en la escuela y ancianos con un pañuelo atado en la cabeza para protegerse del sol.
En Corea del Norte es el punto álgido de la temporada de siembra y el régimen ha movilizado a millones de personas para aprovechar el momento. Hasta oficinistas de la ciudad están gastando sus fines de semana en el campo, plantando arroz y otros cultivos.
En Corea del Norte, la movilización de masas ha sido durante décadas una costumbre de todos los años -es usualmente tanto un método para inculcar valores colectivistas como para salvar las cosechas.
Pero este año, es más grande que en el pasado y ha revestido una particular urgencia a medida que crecen los temores de que Corea del Norte pueda hacer frente a una hambruna tan grande como la que mató a unos 2 millones de personas a mediados de los años noventa.
La cosecha del año pasado no estuvo a la altura de las expectativas y se supone que este año será especialmente magro debido a la primavera anormalmente fría y a los retrasos en los embarques humanitarios de fertilizantes desde Corea del Sur.
"La gente va a pasar hambre", dijo Kang Jong Man, un funcionario surcoreano de agricultura y pesca que visitó el área de Corea del Norte justo al sur del Monte Kumgang que está abierto a los turistas.
Aparte del mal tiempo, los problemas con los alimentos en Corea del Norte parecen haber aumentado con el poco favorable clima político. El intento del régimen de producir armas nucleares no ha sido bien recibido por la comunidad internacional y la ayuda humanitaria ha disminuido agudamente.
Incluso con el anuncio de Washington el miércoles, de que Estados Unidos donará este año 50.000 toneladas de alimentos, el Programa de Alimentación Mundial de Naciones Unidas dice que tendrá de reducir un 80 por ciento de sus 6.5 millones de dólares de beneficiarios en Corea del Norte.
Corea del Sur, molesta por la retirada de Corea del Norte de las conversaciones de seis países sobre el tema de la energía nuclear, paralizó el envió de fertilizantes hasta mayo.
Aunque esta región llana y temperada cerca de la zona desmilitarizada se adapta mejor a la agricultura que las regiones más montañesas del país, la cosecha es patentemente sombría para el ojo experimentado.
Cuando Kang mira desde un autobús lo que se supone que es la mejor tierra agrícola del país, sacude su cabeza con gesto de desaprobación y enumera las deficiencias.
Los arrozales son angostos y desiguales. Las plantas de patatas están amarillas y marchitas. Los campos no han sido nivelados. La cebada todavía en sus tallos debería haber sido cosechada semanas atrás, de modo que los mismos campos pudieran ser usados para el arroz.
Apenas se ven tractores, sólo bueyes -y parecen demasiado pequeños y débiles para labrar la tierra.
"Necesitas capital y un presupuesto para tener un campo decente. Necesitas mantener tu suelo. Los norcoreanos claramente no tiene nada de eso. La cosecha no valdrá toda la fuerza de trabajo que están enviando", dijo Kang.
En las mejores circunstancias, este es tradicionalmente el mes magro en Corea del Norte debido a que a esta altura las cosechas básicas del año anterior -arroz y maíz- ya han sido usadas y las nuevas cosecha no empezarán sino en agosto.
Pero este año, el alimento parece escasear, dijo gente que trabaja y vive en el país.
"A los norcoreanos no les gusta decir que algo no marcha... Pero tengo la impresión de que están teniendo enormes problemas con el alimento este año y está empeorando", dijo Yang Yung Min, un ejecutivo norcoreano que ha vivido durante casi dos años cerca del Monte. Kumgang trabajando para Hyundia Asan Corp., la firma que gestiona las excursiones en la región.
En el estilo típicamente secreto del gobierno de Corea del Norte, no se ha dicho nada públicamente sobre la escasez de alimentos. Pero la oficina del Programa Mundial de Alimentación en Pyongyang, la capital norcoreana, realizó recientemente una serie de charlas con familias, que se quejaron sobre el fuerte aumento de los precios de los alimentos. La restructuración económica implementada en 2002 obliga a las familias a comprar gran parte de su alimento en el mercado abierto, pero los precios del arroz y del maíz se han triplicado el año pasado, dijo Richard Ragan, director del Programa Mundial de Alimentación para Corea del Norte.
"Lo que la gente nos está diciendo es que la producción de alimentos el año pasado no fue tan alta como todos pensábamos", dijo Ragan en una entrevista telefónica desde Pyongyang.
"También estamos observando lo que parece ser un montón menos de ganado y menos cereales para alimentarlo", dijo.
La gente que trabaja en otros lugares en Corea del Norte hizo la misma evaluación.
"Mi impresión es que este año va a ser muy, muy malo. La primavera fue fría y la siembra se retrasó. No tienen suficientes fertilizantes", dijo Pilju Kim Jo, un agrónomo de Minnesota que visitó en junio granjas en la provincia del Hwanghae del Norte y del Sur, al oeste del país.
Lee Young Hwa, que dirige Osaka, el grupo de derechos humanos de Japón que mantiene contactos con gente dentro de Corea del Norte, sospecha que el régimen está almacenando alimentos en previsión de que pudiera sufrir sanciones internacionales debido a su programa nuclear.
"La situación del alimento se deterioró repentinamente a principios de junio", dijo Lee, de Rescue the North Korean People. "Una explicación puede ser la acumulación".
El presidente de Corea del Norte, Kim Jong Il, mencionó en su discurso de Año Nuevo el aumento de la producción de granos como la principal prioridad de 2005. Analistas surcoreanos han observado que en el pasado esos pronunciamientos reflejaban la conciencia de una mala cosecha y se producía antes de meses de hambruna.
A juzgar por la propaganda, el régimen aparentemente cree que es necesaria una gran cosecha debido a las crecientes tensiones con Estados Unidos.
"Nuestra arma y poder es el arroz", dijo un editorial en enero en el principal diario oficial, Rodong Shinmun.
En mayo, el régimen ordenó una movilización inhabitualmente grande de soldados, funcionarios de gobierno y oficinistas para ayudar en tarea tales como construir canales de irrigación, desmalezar, construir arrozales y transportar las semillas.
La prensa controlada por el estado dijo que se movilizó a dos veces más personas que el año anterior.

4 de julio de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

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