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eeuu no tiene opciones


[Ron Hutcheson] Una retirada inmediata parece impensable; también parecen impensables la escalada o seguir el curso actual.
Washington, Estados Unidos. El agitado debate sobre Iraq, todos están de acuerdo en una cosa: No hay un modo fácil de salir.
Todo intento de terminar con la intervención de Estados Unidos, corre el riesgo de que los ambiciosos esfuerzos para transplantar la democracia finalicen en caos y creen un refugio rico en petróleo para los terroristas. Incluso las predicciones más esperanzadoras prevén una democracia frágil luchando por derrotar a los despiadados insurgentes y superar las tensiones internas.

"No hay buenas opciones", dice Christopher Preble, un especialista en seguridad nacional del Instituto Cato, un laboratorio ideológico liberal. "Creo que la retirada es la opción menos mala de un conjunto de malas opciones".
Los partidarios de otras estrategias, incluyendo a los que piensan que Bush hace lo correcto, reconocen los riesgos de sus propias opciones.
"Va a haber miles de bajas más y vamos a gastar entre 4 y 8 billones de dólares al mes en los próximos meses", dijo el experto en seguridad nacional, Anthony Cordesman, que respalda los planes de Bush pero acusa al presidente de minimizar los costes humanos y económicos. "Va a tomar años".
Las opciones militares en discusión dentro del gobierno, en el congreso y en varios laboratorios ideológicos se inscriben en cuatro amplias categorías: retirada rápida, retirada gradual, escalada militar y mantener el curso estipulado por Bush. Aquí hay algunos de los pro y contras de cada una.

Retirada Rápida
Los partidarios de una salida pronta dicen que es el modo más rápido para detener la pérdida de vidas estadounidenses y evitar un pantano al estilo de Vietnam. También obligaría a los iraquíes a tomar control de su destino y acallar los rumores de que Estados Unidos tiene objetivos imperialistas en Iraq.
En estos momentos en Iraq hay unos 139.000 soldados norteamericanos.
"Al retirarse militarmente de Iraq, Estados Unidos diría al mundo -y en particular a los mundos árabe y musulmán- que Estados Unidos no tiene planes para controlar Oriente Medio ni quiere de otra manera imponer su voluntad sobre los pueblos de la región", escribió Preble en el sitio en internet de Cato. "Ese mensaje minaría seriamente los atormentados reclamos de los terroristas".
El antiguo senador George McGovern, el candidato demócrata en las presidenciales de 1972 que hizo campaña prometiendo sacar a las tropas norteamericanas de Vietnam, dijo que el debate sobre Iraq es una repetición de esa controversia.
"Los llamados a mantener el status quo repiten los mismos argumentos utilizados para mantenernos en Vietnam", escribió McGovern en un artículo de opinión con el parlamentario demócrata Jim McGovern (no es familiar del ex senador). "Creemos que el prestigio del país se reforzaría enormemente si demostramos suficiente seso como para terminar un curso imprudente".
Los que se oponen a una retirada rápida dicen que la partida de las tropas americanas condenarían Iraq al caos, con peligrosas consecuencias a largo plazo.
"Tendríamos una sucia guerra civil y casi ciertamente otro dictador", dijo Cordesman, un investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un laboratorio ideológico conservador.
Un vacío de poder en Iraq también podría invitar a inmiscuirse a los vecinos de Iraq, especialmente Irán y Turquía. Irán mantiene estrechos lazos con los chiíes de Iraq y Turquía quiere erradicar todo intento de autonomía kurda que pudiera despertar a los kurdos turcos.
Otros temen la emergencia de un estado terrorista, siguiendo el modelo de Afganistán durante los talibanes y Osama bin Laden.
"No estoy llamando a la retirada porque crea que la retirada sea una panacea", dijo Preble. "Hay un montón de riesgos. Simplemente creo que los riesgos son menores".

Retirada Gradual

Los planes para una retirada gradual incluyen generalmente un calendario suelto para retirar las tropas norteamericanas sin una fecha límite fija. El objetivo es sacar beneficios políticos de la retirada sin minimizar los riesgos de salir muy pronto.
Los proponentes contienden que declarar la intención de partir podría debilitar a la resistencia, aumentar la presión sobre los iraquíes para que se hagan responsables de sus asuntos y reasegurar a los estadounidenses que el final está a la vista.
"Manteniendo nuestras tropas en Iraq indefinidamente, les estamos pidiendo que resuelvan problemas políticos y sociales que deben ser resueltas por los iraquíes mismos. Eso es injusto para las tropas, sus familias y el país", dijo el diputado demócrata de Hawai, Neil Abercrombie, que se unió a un comité bipartidista de legisladores que auspician un proyecto de ley que pide la retirada de las tropas a partir de octubre de 2006.
La fecha de partida propuesta pretende dar tiempo a las fuerzas de seguridad iraquíes para que se preparen para el traspaso.
"Si para entonces no pueden", dijo Abercrombie, "tendremos que reconocer que estaremos empantanados allá por mucho, mucho tiempo".
Otros han propuesto variaciones sobre la idea. Michael O'Hanlon, especialista de seguridad nacional de la Brookings Institution, un laboratorio ideológico de centro-izquierda, ha propuesto reducir la presencia americana a menos de 40.000 tropas, de aquí a 18 meses y dos años.
Steven Clemons, experto en política exterior de la Fundación Nueva América, un centro de investigación de centro, dice que Bush podría anunciar su intención de retirarse, sin fijar un calendario, como palanca para involucrar a países europeos y los vecinos musulmanes de Iraq en la reconstrucción.
Bush se opone inflexiblemente a fijar una fecha de retirada.
"Fijar un calendario artificial sería interpretado erróneamente por los iraquíes, que necesitan saber que Estados Unidos no se retirará sino hasta que hayamos terminado el trabajo. Enviaría un mensaje equivocado a nuestras tropas, que tienen que sabe que somos serios de que queremos completar la misión... Y enviaría un mensaje equivocado al enemigo, que entonces sabrían que todo lo que tienen que hacer es sentarse a esperar que nos marchemos", dijo en un discurso por cadena nacional el 28 de junio.
Cordesman, que es partidario de mantener el curso actual, puso en duda que un calendario ofrezca incentivos adicionales a las fuerzas de seguridad iraquíes.
"Ya están siendo bastante presionados", dijo.

Más Tropas
Una escalada militar en Iraq puede ser muy difícil de defender políticamente, pero no es una idea nueva. Semanas antes del inicio de la guerra, el general de ejército Eric Shinseki dijo a un comité del congreso que pacificar Iraq requeriría "varios cientos de miles" de tropas.
Sus comentarios molestaron al ministro de Defensa, Donald Rumsfeld, que lo reprochó públicamente, pero algunos miembros del congreso creen que Shinseki tenía razón. En su opinión, lo que se juega en Iraq exige un compromiso absoluto.
"Siempre he creído que necesitamos más tropas", dijo el senador John McCain (republicano de Arizona). "Creo que es una de las principales razones de por qué hemos tenido tantas dificultades".
Los partidarios de la escalada dicen que los generales en Iraq necesitan más tropas para parar la infiltración de yihadistas extranjeros y mantener áreas de donde se ha erradico temporalmente a los insurgentes.
"Sigo estando preocupado de si en este momento tenemos suficientes tropas... Ellos ocupan una ciudad, pero no tiene suficiente gente para dejar atrás sea de nuestra coalición o de las fuerzas de seguridad iraquíes, para protegerla. Entonces los insurgentes, los terroristas vuelven", dijo el mes pasado en una audiencia del senado el senador Joseph Lieberman (demócrata de Connecticut).
Pero enviar más tropas puede no ser una opción realista porque los militares están ya bastante estirados. Casi la mitad de las tropas en Iraq son de la Guardia Nacional y unidades de reservistas, y algunos soldados llevan ya su tercer período de servicio. Los reclutadores militares están teniendo dificultades en alcanzar sus metas de reclutamiento para una fuerza de voluntarios.
El ex asesor de seguridad nacional, Zbigniew Brzezinski, dijo que el gobierno probablemente tendrá que reimplantar el servicio militar obligatorio para llegar a las 500.000 tropas que calcula que se necesitarían para mantener Iraq. Bush y Rumsfeld han excluido esa opción.
Para dar al Pentágono más flexibilidad, el senador Jack Reed (demócrata de Rhode Island, y el senador Chuck Hagel (republicano de Nebraska), han propuesto una ley que aumentaría el nivel de tropas de las fuerzas armadas voluntarias. El Ejército obtendría 30.000 soldados adicionales, para llegar a un total de 532.800; el Cuerpo de Marines recibiría 5.000 marines más, para un total de 183.000.
Bush dice que la escalada enviaría una señal equivocada a las fuerzas de seguridad iraquíes y los insurgentes.
"Enviar más americanos socavaría nuestra estrategia de alentar a los iraquíes a llevar la delantera en esta guerra", dijo Bush. "Y enviar más americanos sugeriría que queremos quedarnos para siempre".
Otros detractores dijeron que más tropas no harían una gran diferencia porque derrotar a los insurgentes es tanto un problema militar como político.

Seguir el Curso Actual
Bush y sus partidarios señalan signos de progreso en Iraq como evidencia de que la operación está en buen camino.
Las elecciones iraquíes en enero fueron un logro más allá de las expectativas; votaron más de 8 millones de iraquíes. El primer ministro iraquí Ibrahim al Jafaari dice que está seguro de que una nueva constitución estará lista para la fecha límite del 15 de agosto, allanando el camino para su ratificación en octubre y las nuevas elecciones nacionales en diciembre.
A pesar de sus esfuerzos, insurgentes y terroristas han fracasado en sus intentos de provocar una guerra civil entre los rivales musulmanes sunníes y chiíes. Los sunníes están jugando un mayor papel en el proceso político, alimentando las esperanzas de que se volverán contra la resistencia.
En el frente de la seguridad, comandantes militares estadounidenses dicen que han adiestrado a 169.000 tropas de seguridad iraquíes. (Se niegan a decir cuántos de ellos están en condiciones de pelear por sí mismos, y cálculos independientes van de 2.500 a 40.000. Cordesman, que apoya a Bush, concedió que las fuerzas iraquíes "tienen problemas serios con el liderazgo, las deserciones y la efectividad").
Funcionarios de gobierno dicen que los únicos ingredientes que faltan son tiempo y paciencia. "Iraq está mejor, poco a poco", dijo el general George Casey, el comandante en jefe en Iraq, a un comité del senado el mes pasado. "Estoy más convencido que nunca de que nuestra misión es realista y realizable".
Muchos de los críticos demócratas de Bush han propuesto alternativas que son poco más que variaciones de la posición del presidente. La mayoría pide más ayuda internacional, pero otros países no han mostrado interés en enviar tropas a Iraq.
El senador Joseph Biden (demócrata de Delaware), dice que Bush quiere desplegar 3.000 a 5.000 fuerzas de la OTAN en la frontera siria-iraquí y estimular a otros países a adiestrar a fuerzas de seguridad iraquíes fuera de Iraq. Los detalles tácticos difieren de los de Bush, pero la estrategia es básicamente la misma -combatir a los insurgentes, preparar a los iraquíes para que se ocupen ellos y ayudar a los iraquíes a desarrollar instituciones democráticas.
Mientras Bush puede señalar signos de progreso, sus críticos puede encontrar abundantes evidencias de que Iraq va encaminado en la dirección equivocada. Los extremistas extranjeros siguen infiltrándose en el país, la resistencia es más fuerte que nunca y el número de bajas sigue subiendo.
La economía de Iraq es un desastre. Se calcula el desempleo de los jóvenes en un 40 por ciento en las áreas sunníes, el ingreso anual per cápita descendió fuertemente de 137 dólares en 2003, a 77 dólares el año pasado, la electricidad sigue siendo esporádica y sólo un 37 por ciento de las familias iraquíes están conectadas a la red del alcantarillado, desde 75 por ciento en los años ochenta.
Mientras las opiniones difieren sobre cómo seguir en Iraq, hay un amplio consenso de que la victoria de los insurgentes sería un terrible golpe a la credibilidad de los estadounidenses y un estímulo para la moral de los extremistas islámicos. Nadie parece esperar la emergencia de una democracia estable, al estilo americano, dentro de poco.
"No podemos perder, pero no sabemos qué vamos a ganar", dijo Reed, el senador de Rhode Island. "Podría ser muy poco".

Para más información
El plan de retirada de Cristopher Preble está disponible en el sitio en la red del Instituto Cato, http://www.cato.org/
El llamado de Michael O'Hanlon para un calendario de retirada y la crítica del senador Joseph Biden a la estrategia de Bush se encuentran en la Brookings Institution en http://www.brookings.edu
Un análisis de preguerra de la Academia de Guerra del Ejército que pedía un "compromiso masivo" de tropas y recursos financieros, está disponible en www.carlisle.army.mil/ssi/pubs/2003/reconirq/reconirq.htm
Se encuentra más información sobre la estrategia del presidente Bush en el sitio web de la Casa Blanca, http://www.whitehouse.gov/infocus/iraq
La defensa de Anthony Cordesman de la estrategia de Bush está disponible en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en http://www.csis.org/

8 de julio de 2005
©miami herald
©traducción mQh

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