tribunales secretos
[The Associated Press] Gran Bretaña podría crear tribunales especiales antiterroristas.
Londres, Gran Bretaña. El gobierno británico está considerando la creación de tribunales especiales antiterroristas, a puertas cerradas, para las vistas preli-minares en las que se determinará el tiempo que pueden estar detenidos sin cargos los sospechosos, dijeron el martes el ministerio del Interior y boletines de prensa.
Sospechosos de terrorismo pueden ahora ser detenidos sin cargos durante 14 días, pero -en medio de las investigaciones del atentado del 7 de julio y del atentado frustrado el 21 de julio en el sistema de transporte público de Londres -la policía ha pedido al gobierno que extienda este período a tres meses.
Una portavoz del ministerio del Interior, que como todos los funcionarios públicos británicos no puede ser citada por su nombre, dijo que el gobierno estaba considerando un nuevo proceso preliminar, pero no entregó mayores detalles. Sin embargo, el Guardian informó el martes que los nuevos tribunales se reunirían en privado para ver casos contra sospechosos de terrorismo y determinar el tiempo en que pueden estar detenidos. El diario mencionó fuentes del ministerio del Interior.
La semana pasada el ministro Tony Blair anunció una serie de severas nuevas medidas destinadas a combatir el terrorismo y erradicar el extremismo islamita. Hacia fines de año, el gobierno quiere aprobar leyes que penalizarían la "incitación indirecta" al terrorismo -teniendo como blanco a los clérigos islámicos que exaltan actos de terrorismo y seducen a los impresionables jóvenes musulmanes.
Blair también dijo que su gobierno intenta prohibir la entrada a Gran Bretaña de clérigos musulmanes radicales, cerrar mezquitas vinculadas al extremismo, y si fuera necesario reformar las leyes de derechos humanos para facilitar la deportación de nacionales extranjeros sospechosos de tener lazos con el terrorismo.
El martes, uno de los tres clérigos musulmanes fundamentalistas criticados por el gobierno confirmó que había salido temporalmente de Gran Bretaña para residir en el Líbano. El jeque Omar Bakri, fundador y líder espiritual del grupo islamita al-Muhajirou, ahora disuelto, dijo a la BBC que volvería en cuatro o seis semanas, a menos que el gobierno lo declarara indeseable.
Bakri, que llegó a Gran Bretaña en 1985 y posee la doble ciudadanía libanesa-siria, no pudo ser localizado.
El vice-primer ministro de Gran Bretaña, John Prescot, instó a Bakri a no volver al país. "Disfrute de sus vacaciones -y que sean largas", dijo Prescott el martes en una rueda de prensa cuando se le preguntó sobre Bakri.
El despacho del fiscal jefe también está considerando revivir una antigua ley, que hace posible presentar cargos de traición contra los que elogian actos de terrorismo. La ley, que se remonta a la Edad Media, no ha sido usada casi nunca desde la Segunda Guerra Mundial.
Los atentados kamikaze del 7 de julio en tres rutas del Metro de Londres y en un autobús de dos pisos mataron a 56 personas, incluyendo a los cuatro atacantes. Exactamente dos semanas después, el 21 de julio, bombas colocadas en tres trenes y un autobús detonaron parcialmente, sin causar víctimas pero alarmando aún más a la ya traumatizada capital británica.
La policía cree que ya ha capturado a los cuatro atacantes del 21 de julio después de una serie de dramáticas detenciones el mes pasado. Muktar Said Ibrahim, 27, Ramzi Mohammed, 23, y Yassin Hassan Omar, 24, deberán permanecer bajo custodia hasta el 14 de noviembre por cargos de intento de homicidio, conspiración para asesinar, posesión y fabricación de explosivos y conspiración para usar explosivos. Pueden ser condenados a cadena perpetua.
Detectives británicos interrogaron el martes al cuarto atacante sospechoso, Hamdi Isaac, también conocido como Osmar Hussain, en Roma. Gran Bretaña ha pedido su extradición.
La abogado de Isaac, Antonietta Sonnessa, dijo que el interrogatorio británico se había "concentrado en las circunstancias del acto y sus motivos".
A Isaac le mostraron fotos de otros sospechosos de los atentados de Londres, dijo la abogado, pero no dijo si había reconocido a alguno.
Sonnessa dijo que Isaac había repetido sus declaraciones de que el intento de atentado "debía llamar la atención y por lo que sé el contenido de la mochila no causaría daño a nadie, tampoco a mí".
No se ha acusado a nadie de los atentados del 7 de julio. Se cree que murieron todos los atacantes.
9 de agosto de 2005
©new york times
©traducción mQh
Sospechosos de terrorismo pueden ahora ser detenidos sin cargos durante 14 días, pero -en medio de las investigaciones del atentado del 7 de julio y del atentado frustrado el 21 de julio en el sistema de transporte público de Londres -la policía ha pedido al gobierno que extienda este período a tres meses.
Una portavoz del ministerio del Interior, que como todos los funcionarios públicos británicos no puede ser citada por su nombre, dijo que el gobierno estaba considerando un nuevo proceso preliminar, pero no entregó mayores detalles. Sin embargo, el Guardian informó el martes que los nuevos tribunales se reunirían en privado para ver casos contra sospechosos de terrorismo y determinar el tiempo en que pueden estar detenidos. El diario mencionó fuentes del ministerio del Interior.
La semana pasada el ministro Tony Blair anunció una serie de severas nuevas medidas destinadas a combatir el terrorismo y erradicar el extremismo islamita. Hacia fines de año, el gobierno quiere aprobar leyes que penalizarían la "incitación indirecta" al terrorismo -teniendo como blanco a los clérigos islámicos que exaltan actos de terrorismo y seducen a los impresionables jóvenes musulmanes.
Blair también dijo que su gobierno intenta prohibir la entrada a Gran Bretaña de clérigos musulmanes radicales, cerrar mezquitas vinculadas al extremismo, y si fuera necesario reformar las leyes de derechos humanos para facilitar la deportación de nacionales extranjeros sospechosos de tener lazos con el terrorismo.
El martes, uno de los tres clérigos musulmanes fundamentalistas criticados por el gobierno confirmó que había salido temporalmente de Gran Bretaña para residir en el Líbano. El jeque Omar Bakri, fundador y líder espiritual del grupo islamita al-Muhajirou, ahora disuelto, dijo a la BBC que volvería en cuatro o seis semanas, a menos que el gobierno lo declarara indeseable.
Bakri, que llegó a Gran Bretaña en 1985 y posee la doble ciudadanía libanesa-siria, no pudo ser localizado.
El vice-primer ministro de Gran Bretaña, John Prescot, instó a Bakri a no volver al país. "Disfrute de sus vacaciones -y que sean largas", dijo Prescott el martes en una rueda de prensa cuando se le preguntó sobre Bakri.
El despacho del fiscal jefe también está considerando revivir una antigua ley, que hace posible presentar cargos de traición contra los que elogian actos de terrorismo. La ley, que se remonta a la Edad Media, no ha sido usada casi nunca desde la Segunda Guerra Mundial.
Los atentados kamikaze del 7 de julio en tres rutas del Metro de Londres y en un autobús de dos pisos mataron a 56 personas, incluyendo a los cuatro atacantes. Exactamente dos semanas después, el 21 de julio, bombas colocadas en tres trenes y un autobús detonaron parcialmente, sin causar víctimas pero alarmando aún más a la ya traumatizada capital británica.
La policía cree que ya ha capturado a los cuatro atacantes del 21 de julio después de una serie de dramáticas detenciones el mes pasado. Muktar Said Ibrahim, 27, Ramzi Mohammed, 23, y Yassin Hassan Omar, 24, deberán permanecer bajo custodia hasta el 14 de noviembre por cargos de intento de homicidio, conspiración para asesinar, posesión y fabricación de explosivos y conspiración para usar explosivos. Pueden ser condenados a cadena perpetua.
Detectives británicos interrogaron el martes al cuarto atacante sospechoso, Hamdi Isaac, también conocido como Osmar Hussain, en Roma. Gran Bretaña ha pedido su extradición.
La abogado de Isaac, Antonietta Sonnessa, dijo que el interrogatorio británico se había "concentrado en las circunstancias del acto y sus motivos".
A Isaac le mostraron fotos de otros sospechosos de los atentados de Londres, dijo la abogado, pero no dijo si había reconocido a alguno.
Sonnessa dijo que Isaac había repetido sus declaraciones de que el intento de atentado "debía llamar la atención y por lo que sé el contenido de la mochila no causaría daño a nadie, tampoco a mí".
No se ha acusado a nadie de los atentados del 7 de julio. Se cree que murieron todos los atacantes.
9 de agosto de 2005
©new york times
©traducción mQh
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