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más iraníes en huelga


[Karin Sitalsing] Se suman a otros refugiados deportados.
Groningen, Holanda. Tras otros cinco compatriotas, tres iraníes deportados más han empezado una huelga de hambre en el campo de deportación de Ter Apel. Los tres decidieron el viernes iniciar una huelga de hambre tras una reunión sobre su situación en el ayuntamiento de Vlagtwedde.
Los huelguistas protestan contra la política de asilo de Holanda. Fueron deportados a Iraq, pero dicen que no pueden volver a su país porque corren allá peligro. Los huelguistas dicen que están decididos a continuar su protesta, aun si mueren. La muerte sobreviene a los 60 días.
Los tres dicen no haberse inspirado en los cinco iraníes que dejaron de comer el 30 de junio. Su acción es independiente, aunque el objetivo es el mismo. Tres de los huelguistas han cancelado temporalmente su acción. Continuarán bebiendo alimentos líquidos hasta que se proporcione más claridad sobre las concesiones hechas por el Servicio de Inmigración y Naturalización.
Uno de los otros dos continúa su huelga de hambre; no está clara la condición del quinto huelguista. Según el médico de confianza Cees van Ree, ha terminado su protesta, porque él (o ella, pues entre los huelguistas hay una mujer y la médico se niega a revelar su identidad) recibió un permiso de residencia. El otro está considerando terminar igualmente su acción.
Según Hans Alderkamp, del grupo de trabajo Vluchtelingen Vrij [Libertad para los Refugiados], nadie ha terminado la huelga de hambre y los dos huelguistas continúan su acción. Dice no entender por qué dice la médico que alguien ha parado. Según él, los colaboradores del grupo de trabajo visitaron a los huelguistas el domingo en su nuevo centro en Leusden. "Yo sé lo que ocurre. Si yo no lo sé, no lo sabe nadie".
Los cinco huelguistas albergaron hasta la semana pasada en el centro de deportaciones. El martes pasado, la Autoridad Central para Refugiados COA [Centraal Orgaan Opvang Asielzoekers] los trasladó a diferentes campos en el país, según la COA para que recuperen fuerzas.
Uno de los huelguistas explicó el jueves, en una carta abierta al pueblo holandés, por qué había dejado de comer. "Sólo quiero seguridad y nada más", escribió. Entretanto, la carta ha sido traducida a varios idiomas y distribuida fuera de Holanda.

16 de agosto de 2005
©volkskrant
©traducción mQh


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