chávez contra la dea
[Indira A.R. Lakshmanan] Presidente venezolano terminará colaboración anti-drogas con Estados Unidos.
Caracas, Venezuela. En el último signo de las deterioradas relaciones con Estados Unidos, el presidente Hugo Chávez de Venezuela ha prometido cortar toda la cooperación bilateral anti-drogas y expulsar a la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos DEA de un país cuyas porosas fronteras lo convierten en un importante punto de embarque de cocaína y heroína de la vecina Colombia hacia Estados Unidos y Europa.
El miércoles, el director de la agencia antinarcóticos de Venezuela dijo que los agentes de la DEA y sus equipos habían sido desalojados de su cuartel. El anuncio se produjo tras acusaciones de Chávez en un discurso la semana pasada de que agentes de la DEA estaban espiando para su gobierno. En el mismo discurso dijo que había decidido suspender toda la cooperación bilateral en la lucha contra el tráfico de drogas. Dos ayudantes de Chávez acusaron más tarde a agentes norteamericanos de desviar drogas confiscadas para operaciones ilegales de espionaje y de realizar allanamientos sin la presencia de autoridades venezolanas.
Washington negó vehementemente los cargos, y un funcionario norteamericano en Caracas dijo ayer que los agentes de la DEA nunca tuvieron un despacho en la agencia antinarcóticos venezolana y no han perdido, como afirmaron funcionarios venezolanos, sus privilegios diplomáticos.
"Tenemos ocho agentes de la DEA en Venezuela y todos ellos están aquí en la embajada haciendo su trabajo", dijo el funcionario, que habló a condición de conservar el anonimato debido a que no era un comentario autorizado.
Sin embargo, la amenaza de expulsar a la DEA se produce poco después de que Chávez suspendiera la cooperación militar bilateral, un precedente que sugiere que Chávez cumplirá su promesa de expulsar también a la DEA.
La medida no sólo enturbiará más las ponzoñosas relaciones con Washington, que depende de Venezuela en un 15 por ciento de sus importaciones de petróleo, sino también estropeará los intentos norteamericanos de 3 billones de dólares de los últimos años de erradicar y extirpar las drogas en Colombia, que comparte con Venezuela una frontera de 2.100 kilómetros flojamente controlada.
Esta no es la primera vez que Chávez entorpece las campañas antinarcóticos de Estados Unidos; en 1999 prohibió los vuelos antinarcóticos norteamericanos en el espacio aéreo venezolano, calificando las misiones de violación de la soberanía. A pesar de la espiral descendente en las relaciones desde que Chávez acusara a Washington de planear su derrocamiento en 2002, su decisión de terminar toda colaboración con Estados Unidos contra el tráfico de drogas es una sorpresa.
Hace apenas dos meses, el ministro del Interior venezolano, Jesse Chacón, prometió públicamente: "Por supuesto seguiremos trabajando con la DEA".
Gracias a controles más flojos de pasajeros y carga en Venezuela, el país es una importante ruta para el contrabando de drogas colombianas hacia Europa, dijo Alejandro Reyes, investigador del Centro de Estudios y Observación de las Drogas en la Universidad del Rosario, en Bogotá. La costa venezolana también ha sido usada por contrabandistas en lanchas rápidas.
Entretanto, mientras las campañas antidrogas financiadas por Estados Unidos florecen en Colombia, analistas han observado un "efecto balón", y los cultivos ilegales se han extendido hacia países vecinos, incluyendo Venezuela y Ecuador.
Elsa Cardozo, profesora de relaciones internacionales en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, interpreta la amenaza de Chávez como "un medio de presentar su gobierno como uno que puede retar a Estados Unidos del modo que quiera, y que Estados Unidos no puede hacer nada para evitarlo... Pero [terminar la colaboración en antinarcóticos con Estados Unidos] podría tener efectos desastrosos para Venezuela misma, incluso si el motivo es político, ya que se trata de fastidiar a Estados Unidos".
El problema interno de Venezuela con las drogas parece haber empeorado últimamente, con una duplicación de las confiscaciones en los últimos cuatro años, de acuerdo a cifras oficiales, y con acusaciones de corrupción asociada al tráfico de drogas contra oficiales militares venezolanos sospechosos de enviar drogas a Estados Unidos.
Otra consecuencia inquietante de una cooperación reducida podría ser un repunte del contrabando a través de Venezuela de los agentes químicos que son usados en la elaboración de cocaína en Colombia, dijo Reyes.
Adam Isacson, especialista en seguridad latinoamericana en el Centro de Política Internacional de Washington, un laboratorio ideológico independiente, dijo que "esa frontera ha sido siempre un tamiz", debido al pobre control en Venezuela y Colombia, y "unos pocos tipos de la DEA no van a hacer mucho sobre eso, de todos modos". El término de la cooperación bilateral, agregó, "hará un poco más difícil extirpar las drogas, pero creo que el impacto político será mayor".
La semana pasada el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Adam Ereli, calificó las acusaciones de Chávez contra la DEA como "un intento de ocultar una cooperación cada vez más deficiente" y dijo que cortar los vínculos antinarcóticos afectará la revisión anual, el próximo mes, que debe certificar si Venezuela está o no colaborando en la lucha contra las drogas.
Perder la certificación implica sanciones, incluyendo un recorte de gran parte de la ayuda militar y económica, pero Venezuela no ha sido beneficiaria de esas ayudas desde que terminara la cooperación militar, dijo Isacson. Estados Unidos también podría vetar préstamos internacionales a Venezuela, que ha pedido un crédito de 1.5 billones de dólares al Bando Interamericano de Desarrollo.
Incluso más importante, dijo Isacson, una bofetada más de Chávez a la cara de Washington "aumentará los llamados en Estados Unidos a cambiar el régimen venezolano, y los que hagan esos llamados utilizarán el ángulo del narcotráfico".
20 de agosto de 2005
©boston globe
©traducción mQh
El miércoles, el director de la agencia antinarcóticos de Venezuela dijo que los agentes de la DEA y sus equipos habían sido desalojados de su cuartel. El anuncio se produjo tras acusaciones de Chávez en un discurso la semana pasada de que agentes de la DEA estaban espiando para su gobierno. En el mismo discurso dijo que había decidido suspender toda la cooperación bilateral en la lucha contra el tráfico de drogas. Dos ayudantes de Chávez acusaron más tarde a agentes norteamericanos de desviar drogas confiscadas para operaciones ilegales de espionaje y de realizar allanamientos sin la presencia de autoridades venezolanas.
Washington negó vehementemente los cargos, y un funcionario norteamericano en Caracas dijo ayer que los agentes de la DEA nunca tuvieron un despacho en la agencia antinarcóticos venezolana y no han perdido, como afirmaron funcionarios venezolanos, sus privilegios diplomáticos.
"Tenemos ocho agentes de la DEA en Venezuela y todos ellos están aquí en la embajada haciendo su trabajo", dijo el funcionario, que habló a condición de conservar el anonimato debido a que no era un comentario autorizado.
Sin embargo, la amenaza de expulsar a la DEA se produce poco después de que Chávez suspendiera la cooperación militar bilateral, un precedente que sugiere que Chávez cumplirá su promesa de expulsar también a la DEA.
La medida no sólo enturbiará más las ponzoñosas relaciones con Washington, que depende de Venezuela en un 15 por ciento de sus importaciones de petróleo, sino también estropeará los intentos norteamericanos de 3 billones de dólares de los últimos años de erradicar y extirpar las drogas en Colombia, que comparte con Venezuela una frontera de 2.100 kilómetros flojamente controlada.
Esta no es la primera vez que Chávez entorpece las campañas antinarcóticos de Estados Unidos; en 1999 prohibió los vuelos antinarcóticos norteamericanos en el espacio aéreo venezolano, calificando las misiones de violación de la soberanía. A pesar de la espiral descendente en las relaciones desde que Chávez acusara a Washington de planear su derrocamiento en 2002, su decisión de terminar toda colaboración con Estados Unidos contra el tráfico de drogas es una sorpresa.
Hace apenas dos meses, el ministro del Interior venezolano, Jesse Chacón, prometió públicamente: "Por supuesto seguiremos trabajando con la DEA".
Gracias a controles más flojos de pasajeros y carga en Venezuela, el país es una importante ruta para el contrabando de drogas colombianas hacia Europa, dijo Alejandro Reyes, investigador del Centro de Estudios y Observación de las Drogas en la Universidad del Rosario, en Bogotá. La costa venezolana también ha sido usada por contrabandistas en lanchas rápidas.
Entretanto, mientras las campañas antidrogas financiadas por Estados Unidos florecen en Colombia, analistas han observado un "efecto balón", y los cultivos ilegales se han extendido hacia países vecinos, incluyendo Venezuela y Ecuador.
Elsa Cardozo, profesora de relaciones internacionales en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, interpreta la amenaza de Chávez como "un medio de presentar su gobierno como uno que puede retar a Estados Unidos del modo que quiera, y que Estados Unidos no puede hacer nada para evitarlo... Pero [terminar la colaboración en antinarcóticos con Estados Unidos] podría tener efectos desastrosos para Venezuela misma, incluso si el motivo es político, ya que se trata de fastidiar a Estados Unidos".
El problema interno de Venezuela con las drogas parece haber empeorado últimamente, con una duplicación de las confiscaciones en los últimos cuatro años, de acuerdo a cifras oficiales, y con acusaciones de corrupción asociada al tráfico de drogas contra oficiales militares venezolanos sospechosos de enviar drogas a Estados Unidos.
Otra consecuencia inquietante de una cooperación reducida podría ser un repunte del contrabando a través de Venezuela de los agentes químicos que son usados en la elaboración de cocaína en Colombia, dijo Reyes.
Adam Isacson, especialista en seguridad latinoamericana en el Centro de Política Internacional de Washington, un laboratorio ideológico independiente, dijo que "esa frontera ha sido siempre un tamiz", debido al pobre control en Venezuela y Colombia, y "unos pocos tipos de la DEA no van a hacer mucho sobre eso, de todos modos". El término de la cooperación bilateral, agregó, "hará un poco más difícil extirpar las drogas, pero creo que el impacto político será mayor".
La semana pasada el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Adam Ereli, calificó las acusaciones de Chávez contra la DEA como "un intento de ocultar una cooperación cada vez más deficiente" y dijo que cortar los vínculos antinarcóticos afectará la revisión anual, el próximo mes, que debe certificar si Venezuela está o no colaborando en la lucha contra las drogas.
Perder la certificación implica sanciones, incluyendo un recorte de gran parte de la ayuda militar y económica, pero Venezuela no ha sido beneficiaria de esas ayudas desde que terminara la cooperación militar, dijo Isacson. Estados Unidos también podría vetar préstamos internacionales a Venezuela, que ha pedido un crédito de 1.5 billones de dólares al Bando Interamericano de Desarrollo.
Incluso más importante, dijo Isacson, una bofetada más de Chávez a la cara de Washington "aumentará los llamados en Estados Unidos a cambiar el régimen venezolano, y los que hagan esos llamados utilizarán el ángulo del narcotráfico".
20 de agosto de 2005
©boston globe
©traducción mQh
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