pesimismo en iraq
[Jefferson Morley] Oscuras perspectivas para la constitución.
El martes, mientras la Asamblea Nacional Iraquí pondera el último borrador de la propuesta de constitución del país, los titulares en Bagdad daban la impresión de una ciudad cercana a su combustión.
Fue despedido el ministro de electricidad, anunció Al-Bayyna, un semanario publicado por el movimiento Hezbollah, porque el suministro de electricidad está 11 veces más fuera de servicio que en servicio. Los cortes de energía han causado la escasez de agua y paralizado completamente las exportaciones de petróleo desde la parte sur del país, de acuerdo a traducciones del Monitor de la Prensa Iraquí.
Y el independiente Addustour agregó que el clérigo radical Moqtada Sáder ha llamado a una protesta silenciosa contra los deficientes servicios públicos del país.
Casi la única buena noticia fue el informe de Addaawa de que la primera fase de la investigación de los crímenes de guerra de Saddam Hussein había concluido. Pero fue compensada por la historia de Al Mashriq, de que el Comité Nacional de Desbaazificación, que se supone que purga al país de la influencia de Hussein, ha sido cesado.
Este retrato del Iraq de hoy, compilado por iraquíes, subraya el pesimismo, entre iraquíes y observadores no-iraquíes en Bagdad, que saludaron la noticia de que la Asamblea Nacional votará el jueves la nueva constitución nacional.
La combinación de dos fechas límites no alcanzadas, la continuada violencia, el muy visible papel del embajador norteamericano, Zalmay Khalilzad, y las objeciones de los sunníes laicos y de los grupos de derechos de la mujer, explica por qué la reacción en Bagdad ignora las declaraciones optimistas que emanan de Washington.
"No hay ninguna duda de que la guerra norteamericana contra Iraq todavía sigue y que son las botas de las tropas extranjeras las que gobiernan, y no el gobierno nacional", escribió el martes el columnista Fatih Abdulsalam, en Azzman, uno de los diarios de mayor circulación de la ciudad. "¿Es correcto redactar una constitución en tales circunstancias?"
"Imaginad los alemanes y los japoneses escribiendo una nueva constitución mientas todavía seguían los combates en todo el país y sus principales ciudades estaban a merced de la violencia y de los ataques de la resistencia", escribió.
"Pero eso es exactamente lo que está ocurriendo en Iraq. El presidente George W. Bush y el primer ministro Tony Blair, que invadieron el país, saben que la guerra todavía sigue, pero actúan como si no".
"El punto es cómo parar esta guerra y traer paz y estabilidad al país. Tememos que una constitución escrita en tales circunstancias no lo hará", dijo.
"En ese caso, no nos quedará más que una alternativa: un calendario para una rápida retirada de las tropas de ocupación americanas y británicas", concluyó Abdulsalam.
El bloguero iraquí Raed Jarrar se quejó la semana pasada de que "el embajador norteamericano en Iraq asiste a todas las reuniones sobre la constitución y entrega a las partes interesadas iraquíes sugerencias' impresas para romper el impasse, mientras los asesinatos de la resistencia iraquí y los ataques se hacen más efectivos y potentes".
"Los encargados norteamericanos todavía se niegan a ver la verdad", escribió desde su casa en Amman, Jordania. "Las elecciones prematuras de este año fueron más que suficientes para convencer a cualquiera del hecho de que Iraq no será reconstruido si continuamos avanzando en el mismo sendero: El sendero de Bush de mentiras y fracasos.
"La constitución iraquí no debe ser aprobada apresuradamente. Los iraquíes tienen el derecho a tomarse todo el tiempo que necesiten para escribir la constitución del país", dijo.
Los corresponsales ingleses también sonaron escépticos sobre la constitución montada el lunes por la noche por políticos chiíes y kurdos con mínima participación de la antaño dominante minoría sunní del país.
"Lejos de cauterizar la era post-Saddam, el borrador parece estar fracturando a toda velocidad el frágil edificio del gobierno", dijo el Independent, de Londres, "con partidos chiíes y kurdos declarando que estaban dispuestos a usar su mayoría parlamentaria para hacer que la oposición sunní se tragara el documento".
El documento, dijo el corresponsal del diario bagdadí, está amenazando con "arrastrar al país a una guerra civil".
Los líderes kurdos se mostraron inflexibles y dijeron que no harían más concesiones antes de la votación del jueves, de acuerdo a la Agence France Press publicada por un sitio de noticias kurdo.
La enfurecida oposición de los líderes políticos sunníes, dijo el Financial Times, es "un revés para la política exterior norteamericana".
Saleh al-Mutlek, el más ruidoso de los representantes sunníes, dijo que haría campaña contra la constitución cuando se pida su aprobación en un referéndum nacional.
La reacción más positiva provino del sur chií, informa el Washington Post, y desde Irán y el Líbano, países que, como Iraq, tienen una considerable población chií.
El Daily Star del Líbano sugirió que el borrador de constitución era mejor que nada y acusó a los dirigentes sunníes de "exagerando sus cartas" diciendo que la nueva constitución podría provocar una guerra civil.
"Esas advertencias agresivas no contribuyen a aumentar la estabilidad y seguridad en el país y constituyen poco más que tácticas de presión de inspiración autoritaria", dijeron los editores.
En Irán, un portavoz de gobierno también expresó su apoyo de la nueva constitución, calificándola de "un paso valioso e importante para conservar la independencia e integridad territorial, ayudar a estabilizar la seguridad e imponer la paz, y consolidar el derecho indisputable de Iraq a determinar su propio destino".
En resumen, la constitución de Iraq, que los funcionarios norteamericanos habían esperado que forjara la unidad nacional, ha creado en cambio la solidaridad entre chiíes y kurdos y un mal presentimiento sobre el futuro de Iraq.
24 de agosto de 2005
©washington post
©traducción mQh
"
Fue despedido el ministro de electricidad, anunció Al-Bayyna, un semanario publicado por el movimiento Hezbollah, porque el suministro de electricidad está 11 veces más fuera de servicio que en servicio. Los cortes de energía han causado la escasez de agua y paralizado completamente las exportaciones de petróleo desde la parte sur del país, de acuerdo a traducciones del Monitor de la Prensa Iraquí.
Y el independiente Addustour agregó que el clérigo radical Moqtada Sáder ha llamado a una protesta silenciosa contra los deficientes servicios públicos del país.
Casi la única buena noticia fue el informe de Addaawa de que la primera fase de la investigación de los crímenes de guerra de Saddam Hussein había concluido. Pero fue compensada por la historia de Al Mashriq, de que el Comité Nacional de Desbaazificación, que se supone que purga al país de la influencia de Hussein, ha sido cesado.
Este retrato del Iraq de hoy, compilado por iraquíes, subraya el pesimismo, entre iraquíes y observadores no-iraquíes en Bagdad, que saludaron la noticia de que la Asamblea Nacional votará el jueves la nueva constitución nacional.
La combinación de dos fechas límites no alcanzadas, la continuada violencia, el muy visible papel del embajador norteamericano, Zalmay Khalilzad, y las objeciones de los sunníes laicos y de los grupos de derechos de la mujer, explica por qué la reacción en Bagdad ignora las declaraciones optimistas que emanan de Washington.
"No hay ninguna duda de que la guerra norteamericana contra Iraq todavía sigue y que son las botas de las tropas extranjeras las que gobiernan, y no el gobierno nacional", escribió el martes el columnista Fatih Abdulsalam, en Azzman, uno de los diarios de mayor circulación de la ciudad. "¿Es correcto redactar una constitución en tales circunstancias?"
"Imaginad los alemanes y los japoneses escribiendo una nueva constitución mientas todavía seguían los combates en todo el país y sus principales ciudades estaban a merced de la violencia y de los ataques de la resistencia", escribió.
"Pero eso es exactamente lo que está ocurriendo en Iraq. El presidente George W. Bush y el primer ministro Tony Blair, que invadieron el país, saben que la guerra todavía sigue, pero actúan como si no".
"El punto es cómo parar esta guerra y traer paz y estabilidad al país. Tememos que una constitución escrita en tales circunstancias no lo hará", dijo.
"En ese caso, no nos quedará más que una alternativa: un calendario para una rápida retirada de las tropas de ocupación americanas y británicas", concluyó Abdulsalam.
El bloguero iraquí Raed Jarrar se quejó la semana pasada de que "el embajador norteamericano en Iraq asiste a todas las reuniones sobre la constitución y entrega a las partes interesadas iraquíes sugerencias' impresas para romper el impasse, mientras los asesinatos de la resistencia iraquí y los ataques se hacen más efectivos y potentes".
"Los encargados norteamericanos todavía se niegan a ver la verdad", escribió desde su casa en Amman, Jordania. "Las elecciones prematuras de este año fueron más que suficientes para convencer a cualquiera del hecho de que Iraq no será reconstruido si continuamos avanzando en el mismo sendero: El sendero de Bush de mentiras y fracasos.
"La constitución iraquí no debe ser aprobada apresuradamente. Los iraquíes tienen el derecho a tomarse todo el tiempo que necesiten para escribir la constitución del país", dijo.
Los corresponsales ingleses también sonaron escépticos sobre la constitución montada el lunes por la noche por políticos chiíes y kurdos con mínima participación de la antaño dominante minoría sunní del país.
"Lejos de cauterizar la era post-Saddam, el borrador parece estar fracturando a toda velocidad el frágil edificio del gobierno", dijo el Independent, de Londres, "con partidos chiíes y kurdos declarando que estaban dispuestos a usar su mayoría parlamentaria para hacer que la oposición sunní se tragara el documento".
El documento, dijo el corresponsal del diario bagdadí, está amenazando con "arrastrar al país a una guerra civil".
Los líderes kurdos se mostraron inflexibles y dijeron que no harían más concesiones antes de la votación del jueves, de acuerdo a la Agence France Press publicada por un sitio de noticias kurdo.
La enfurecida oposición de los líderes políticos sunníes, dijo el Financial Times, es "un revés para la política exterior norteamericana".
Saleh al-Mutlek, el más ruidoso de los representantes sunníes, dijo que haría campaña contra la constitución cuando se pida su aprobación en un referéndum nacional.
La reacción más positiva provino del sur chií, informa el Washington Post, y desde Irán y el Líbano, países que, como Iraq, tienen una considerable población chií.
El Daily Star del Líbano sugirió que el borrador de constitución era mejor que nada y acusó a los dirigentes sunníes de "exagerando sus cartas" diciendo que la nueva constitución podría provocar una guerra civil.
"Esas advertencias agresivas no contribuyen a aumentar la estabilidad y seguridad en el país y constituyen poco más que tácticas de presión de inspiración autoritaria", dijeron los editores.
En Irán, un portavoz de gobierno también expresó su apoyo de la nueva constitución, calificándola de "un paso valioso e importante para conservar la independencia e integridad territorial, ayudar a estabilizar la seguridad e imponer la paz, y consolidar el derecho indisputable de Iraq a determinar su propio destino".
En resumen, la constitución de Iraq, que los funcionarios norteamericanos habían esperado que forjara la unidad nacional, ha creado en cambio la solidaridad entre chiíes y kurdos y un mal presentimiento sobre el futuro de Iraq.
24 de agosto de 2005
©washington post
©traducción mQh
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