choques entre chiíes
[Borzou Daragahi y Raheem Salman] En Nayaf. Los enfrentamientos se cobran seis vidas.
Bagdad, Iraq. El miércoles hubo enfrentamientos entre seguidores de un clérigo radical chií y sus rivales en la ciudad santa de Nayaf, en Iraq, que dejaron seis muertos y veintenas de heridos durante una violenta jornada en todo el país en vísperas de la votación sobre la nueva constitución de la Asamblea Nacional.
En la capital, unos 40 hombres armados y terroristas kamikaze montaron un intrépido ataque diurno contra la policía, que dejó al menos 15 muertos y 56 heridos.
Los insurgentes lanzaron tres ataques en la ciudad de Baquba y alrededores, a unos 56 kilómetros al nordeste de Bagdad, que se cobraron la vida de al menos 8 iraquíes, y atacaron la casa de un comando policial en Samarra, a unos 100 kilómetros al noroeste de la capital, ejecutando públicamente a uno de sus familiares antes de volar la casa.
La violencia se produce en momentos en que aumentan las tensiones políticas y sectarias en vísperas de la probable votación de hoy en la Asamblea Nacional provisional sobre el borrador de constitución. Aunque se cree que el documento cuenta con el apoyo de la mayoría de los legisladores, introduce un grado de federalismo y otras disposiciones que han provocado una fuerte oposición de algunos iraquíes.
Un oficial militar norteamericano en Bagdad, que habló el miércoles a condición de conservar el anonimato, dijo que creía que hoy habría todavía más violencia, cuando se reuniera la asamblea.
"Creemos que el enemigo continúa tratando de influir en la redacción de la constitución y tiene planes para realizar algunas operaciones de gran escala en Bagdad y otros lugares", dijo a periodistas.
La policía cerró calles e impuso un toque de queda en Nayaf, una ciudad santuario a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad que había estado tranquila desde los enfrentamientos entre tropas norteamericanas y miembros del Ejército Al Mahdi, una milicia leal al clérigo Muqtada Sáder, que ha criticado el borrador de constitución. A la caída de la noche, sólo tropas iraquíes recorrían las calles normalmente animadas de la Ciudad Vieja.
Los seguidores de Sáder dijeron que fueron víctimas de un ataque no provocado de saqueadores que trataran de quemar el despacho del clérigo en Nayaf. Testigos dijeron que manifestantes que protestaban contra el aumento de las actividades políticas en la Ciudad Vieja y alrededores, que muchos residentes y clérigos de Nayaf consideran sagrada. Los dos lados terminaron enfrentándose a golpes, interviniendo la policía.
Los seguidores de Sáder culparon a un grupo chií rival de los enfrentamientos y anunciaron que retirarían del gobierno a su bloque de al menos 20 legisladores y tres ministros. Dijeron que habían movilizado su milicia, cuyos enfrentamientos armados con tropas estadounidenses hace un año traumatizaron al país.
Seguidores de Sáder están ansiosos de vengarse del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, el partido político rival de Abdelaziz Hakim, que controla el ministerio del Interior, dijo Fatah Sheik, líder del bloque parlamentario de Sáder.
"Están pescando en aguas turbias para implicar al movimiento Sáder en un conflicto y apartarlo del proceso político", dijo, refiriéndose al partido de Hakim.
Un testigo dijo que también ha habido recientemente choques entre la policía iraquí y seguidores de Sáder en Amarah, a unos 300 kilómetros al sudeste de Bagdad.
Los seguidores de Sáder han estado insinuando que se opondrán a la constitución propuesta porque instala un sistema federal que reduciría el poder del gobierno central. Pero Baha Araji, otro líder del movimiento Sáder, y miembro del comité constitucional, dijo el miércoles que creía que los enfrentamientos no estaban relacionados con las diferencias sobre la constitución.
En una entrevista por televisión el miércoles noche, el líder de la milicia de Hakim, Hadel Amari, condenó el ataque contra las oficinas de Sáder y prometió una investigación.
En Bagdad, hubo tenderos y transeúntes entre las bajas del asalto de la policía contra el vecindario de Jamiya. Los atacantes, supuestamente rebeldes árabes sunníes, estaban armados con coches-bomba, proyectiles y ametralladoras, dijo la policía.
El objetivo aparente, un jefe de policía de Samarra de visita, sobrevivió el ataque. La policía y soldados iraquíes así como tropas norteamericanas se apresuraron hacia el área para evitar nuevos ataques. La mayoría de los atacantes logró escapar, pero dos sospechosos que acarreaban lanzagranadas fueron detenidos, dijo un oficial de policía.
También en la capital, el vice-ministro de Justicia, Busho Ibrahim, escapó por poco a un intento de asesinato, el segundo contra él en dos días.
Cerca de Baquba, una capital provincial que se cree que es un bastión de los combatientes leales al militante jordano Abu Musab Zarqawi, hombres armados abrieron el fuego contra un autobús con peregrinos chiíes que volvían a casa después de visitar lugares santos en Irán, matando a cuatro de ellos. En Oudiam, a 65 kilómetros al norte de Baquba, una bomba improvisada mató a cuatro ingenieros iraquíes que trabajaban para una compañía de teléfonos móviles.
Los árabes sunníes, que dominaban las fuerzas de seguridad y los rangos más altos del gobierno de Bagdad durante Saddam Hussein, están indignados con elementos del borrador de constitución, que dicen que da demasiada influencia a las provincias y regiones de Iraq.
Mientras combaten la resistencia sunní y protegen al naciente gobierno, las fuerzas estadounidenses e iraquíes deben enfrentarse a dos elecciones en el futuro, el referéndum del 15 de octubre sobre la constitución y la votación del 15 de diciembre para elegir un nuevo congreso. Una mayoría de dos tercios de votos "No" en cualquiera de tres provincias rechazaría la constitución y desencadenaría nuevas elecciones nacionales.
Los árabes sunníes boicotearon en gran parte las elecciones del 30 de enero, pero parecen mostrarse más entusiastas de la votación ahora. La Comisión Electoral Independiente emitió un comunicado el miércoles llamando a la población en las provincias predominantemente sunníes como Al Tamin, Al Anbar, Nineveh y Salahuddin a inscribirse para votar.
Saad Fakhrildeen in Najaf contribuyó a este reportaje.
25 de agosto de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
En la capital, unos 40 hombres armados y terroristas kamikaze montaron un intrépido ataque diurno contra la policía, que dejó al menos 15 muertos y 56 heridos.
Los insurgentes lanzaron tres ataques en la ciudad de Baquba y alrededores, a unos 56 kilómetros al nordeste de Bagdad, que se cobraron la vida de al menos 8 iraquíes, y atacaron la casa de un comando policial en Samarra, a unos 100 kilómetros al noroeste de la capital, ejecutando públicamente a uno de sus familiares antes de volar la casa.
La violencia se produce en momentos en que aumentan las tensiones políticas y sectarias en vísperas de la probable votación de hoy en la Asamblea Nacional provisional sobre el borrador de constitución. Aunque se cree que el documento cuenta con el apoyo de la mayoría de los legisladores, introduce un grado de federalismo y otras disposiciones que han provocado una fuerte oposición de algunos iraquíes.
Un oficial militar norteamericano en Bagdad, que habló el miércoles a condición de conservar el anonimato, dijo que creía que hoy habría todavía más violencia, cuando se reuniera la asamblea.
"Creemos que el enemigo continúa tratando de influir en la redacción de la constitución y tiene planes para realizar algunas operaciones de gran escala en Bagdad y otros lugares", dijo a periodistas.
La policía cerró calles e impuso un toque de queda en Nayaf, una ciudad santuario a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad que había estado tranquila desde los enfrentamientos entre tropas norteamericanas y miembros del Ejército Al Mahdi, una milicia leal al clérigo Muqtada Sáder, que ha criticado el borrador de constitución. A la caída de la noche, sólo tropas iraquíes recorrían las calles normalmente animadas de la Ciudad Vieja.
Los seguidores de Sáder dijeron que fueron víctimas de un ataque no provocado de saqueadores que trataran de quemar el despacho del clérigo en Nayaf. Testigos dijeron que manifestantes que protestaban contra el aumento de las actividades políticas en la Ciudad Vieja y alrededores, que muchos residentes y clérigos de Nayaf consideran sagrada. Los dos lados terminaron enfrentándose a golpes, interviniendo la policía.
Los seguidores de Sáder culparon a un grupo chií rival de los enfrentamientos y anunciaron que retirarían del gobierno a su bloque de al menos 20 legisladores y tres ministros. Dijeron que habían movilizado su milicia, cuyos enfrentamientos armados con tropas estadounidenses hace un año traumatizaron al país.
Seguidores de Sáder están ansiosos de vengarse del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, el partido político rival de Abdelaziz Hakim, que controla el ministerio del Interior, dijo Fatah Sheik, líder del bloque parlamentario de Sáder.
"Están pescando en aguas turbias para implicar al movimiento Sáder en un conflicto y apartarlo del proceso político", dijo, refiriéndose al partido de Hakim.
Un testigo dijo que también ha habido recientemente choques entre la policía iraquí y seguidores de Sáder en Amarah, a unos 300 kilómetros al sudeste de Bagdad.
Los seguidores de Sáder han estado insinuando que se opondrán a la constitución propuesta porque instala un sistema federal que reduciría el poder del gobierno central. Pero Baha Araji, otro líder del movimiento Sáder, y miembro del comité constitucional, dijo el miércoles que creía que los enfrentamientos no estaban relacionados con las diferencias sobre la constitución.
En una entrevista por televisión el miércoles noche, el líder de la milicia de Hakim, Hadel Amari, condenó el ataque contra las oficinas de Sáder y prometió una investigación.
En Bagdad, hubo tenderos y transeúntes entre las bajas del asalto de la policía contra el vecindario de Jamiya. Los atacantes, supuestamente rebeldes árabes sunníes, estaban armados con coches-bomba, proyectiles y ametralladoras, dijo la policía.
El objetivo aparente, un jefe de policía de Samarra de visita, sobrevivió el ataque. La policía y soldados iraquíes así como tropas norteamericanas se apresuraron hacia el área para evitar nuevos ataques. La mayoría de los atacantes logró escapar, pero dos sospechosos que acarreaban lanzagranadas fueron detenidos, dijo un oficial de policía.
También en la capital, el vice-ministro de Justicia, Busho Ibrahim, escapó por poco a un intento de asesinato, el segundo contra él en dos días.
Cerca de Baquba, una capital provincial que se cree que es un bastión de los combatientes leales al militante jordano Abu Musab Zarqawi, hombres armados abrieron el fuego contra un autobús con peregrinos chiíes que volvían a casa después de visitar lugares santos en Irán, matando a cuatro de ellos. En Oudiam, a 65 kilómetros al norte de Baquba, una bomba improvisada mató a cuatro ingenieros iraquíes que trabajaban para una compañía de teléfonos móviles.
Los árabes sunníes, que dominaban las fuerzas de seguridad y los rangos más altos del gobierno de Bagdad durante Saddam Hussein, están indignados con elementos del borrador de constitución, que dicen que da demasiada influencia a las provincias y regiones de Iraq.
Mientras combaten la resistencia sunní y protegen al naciente gobierno, las fuerzas estadounidenses e iraquíes deben enfrentarse a dos elecciones en el futuro, el referéndum del 15 de octubre sobre la constitución y la votación del 15 de diciembre para elegir un nuevo congreso. Una mayoría de dos tercios de votos "No" en cualquiera de tres provincias rechazaría la constitución y desencadenaría nuevas elecciones nacionales.
Los árabes sunníes boicotearon en gran parte las elecciones del 30 de enero, pero parecen mostrarse más entusiastas de la votación ahora. La Comisión Electoral Independiente emitió un comunicado el miércoles llamando a la población en las provincias predominantemente sunníes como Al Tamin, Al Anbar, Nineveh y Salahuddin a inscribirse para votar.
Saad Fakhrildeen in Najaf contribuyó a este reportaje.
25 de agosto de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
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