se entrega fugitivo serbio
Era buscado por crímenes de guerra. Pero el gobierno serbio se niega a entregar a otros criminales identificados.
Belgrado/La Haya, Holanda. El serbo-bosnio Sredoje Lukic, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal de Yugoslavia, se ha entregado a las autoridades de la República Serbia. El tribunal lo espera dentro de unos días en La Haya.
Sredoje Lukic, 44, es uno de los últimos ocho sospechosos fugitivos del Tribunal. Fue acusado en 1998, con su sobrino Milan Lukic, por crímenes de guerra en Visegrad, al este de Bosnia, en 1992.
El agente de policía Sredoje Lukic se habría unido a la milicia paramilitar Águilas Blancas de su sobrino Milan, que entre mayo de 1992 y octubre de 1994 se hizo culpable de limpiezas étnicas. De ese modo, en junio de ese año los primos capturaron dos veces a un grupo de unos 70 musulmanes bosnios -entre ellos mujeres, niños y ancianos- y los encerraron en una casa en Visegrad, para quemarlos vivos. En esta ocasión Sredoje disparó con su arma automática contra los que trataban de escapar por una ventana.
El mes pasado se detuvo en Argentina al fugitivo Milan Lukic. Debido a que Serbia también había pedido la extradición de Lukic, un juez argentino deberá determinar dentro de poco a qué petición de extradición será entregado.
Serbia está bajo fuerte presión de colaborar con el tribunal para asegurar su ingreso a la Unión Europea y la OTAN. La fiscal jefe Carla del Ponte insistió ayer ante Belgrado que entregue a los dos criminales de guerra más buscados -el líder serbo-bosnio Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic- antes del 5 de octubre, el quinto aniversario de la caída del presidente Slobodan Milosevic en 2000. Las autoridades serbias lo habían prometido en su visita anterior en junio. Si a fin de año no se les detiene, el tribunal no alcanzará a juzgarlo antes del plazo impuesto por el Consejo de Seguridad. Para 2010, el tribunal deberá haber terminado su trabajo.
16 de septiembre de 2005
©volkskrant
©traducción mQh
Sredoje Lukic, 44, es uno de los últimos ocho sospechosos fugitivos del Tribunal. Fue acusado en 1998, con su sobrino Milan Lukic, por crímenes de guerra en Visegrad, al este de Bosnia, en 1992.
El agente de policía Sredoje Lukic se habría unido a la milicia paramilitar Águilas Blancas de su sobrino Milan, que entre mayo de 1992 y octubre de 1994 se hizo culpable de limpiezas étnicas. De ese modo, en junio de ese año los primos capturaron dos veces a un grupo de unos 70 musulmanes bosnios -entre ellos mujeres, niños y ancianos- y los encerraron en una casa en Visegrad, para quemarlos vivos. En esta ocasión Sredoje disparó con su arma automática contra los que trataban de escapar por una ventana.
El mes pasado se detuvo en Argentina al fugitivo Milan Lukic. Debido a que Serbia también había pedido la extradición de Lukic, un juez argentino deberá determinar dentro de poco a qué petición de extradición será entregado.
Serbia está bajo fuerte presión de colaborar con el tribunal para asegurar su ingreso a la Unión Europea y la OTAN. La fiscal jefe Carla del Ponte insistió ayer ante Belgrado que entregue a los dos criminales de guerra más buscados -el líder serbo-bosnio Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic- antes del 5 de octubre, el quinto aniversario de la caída del presidente Slobodan Milosevic en 2000. Las autoridades serbias lo habían prometido en su visita anterior en junio. Si a fin de año no se les detiene, el tribunal no alcanzará a juzgarlo antes del plazo impuesto por el Consejo de Seguridad. Para 2010, el tribunal deberá haber terminado su trabajo.
16 de septiembre de 2005
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