más iraquíes con zarqawi
[Greg Miller y Tyler Marshall] Sintiéndose acosados, muchos sunníes incluso laicos se acercan a la red terrorista.
Washington, Estados Unidos. El principal operativo de Al Qaeda en Iraq atrae a un creciente número de nacionales iraquíes a su organización, aumentando su alcance y la amenaza del grupo insurgente, que ha sido responsable de muchos de los más devastadores ataques en el país, dicen funcionarios norteamericanos y personeros del gobierno iraquí.
El grupo, encabezado por el extremista jordano Abu Musab Zarqawi, se componía previamente casi exclusivamente de militantes de otros países árabes, y ha servido de símbolo para la dimensión extranjera de una pertinaz resistencia que lucha para expulsar a las tropas americanas.
Pero Zarqawi "está atrayendo a más combatientes iraquíes a sus filas", dijo un funcionario norteamericano, agregando que los iraquíes ahora constituían "más de la mitad de la organización".
Aunque se cree que Zarqawi cuenta con menos de 1.000 combatientes, la osadía y mortífera naturaleza de sus atentados, y los vínculos de Zarqawi con la red terrorista de Al Qaeda, lo han convertido en uno de los personajes más infames de la resistencia iraquí.
Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares por Zarqawi, cuya organización es responsable de una serie de decapitaciones, atentados suicidas y otros ataques espeluznantes.
El grupo de Zarqawi ha reivindicado responsabilidad por la campaña de atentados con bomba de esta semana que ha causado la muerte de al menos 169 personas en Bagdad, aparentemente en represalia por la campaña americana-iraquí contra rebeldes en la norteña ciudad de Tall Afar. Uno de los terroristas llamó a unos jornaleros a que se acercaran a su vehículo, diciéndoles que buscaba trabajadores. No quedó claro si se trataba de un iraquí.
Detalles sobre la creciente dimensión iraquí del grupo de Zarqawi fueron proporcionados por tres funcionarios norteamericanos con acceso a informaciones de inteligencia clasificadas y que hablaron a condición de conservar el anonimato debido a la sensibilidad del tema. Sus comentarios reflejan el último intento del gobierno de terminar con una resistencia de varios niveles que a menudo ha confundido a las fuerzas y agencias de inteligencia norteamericanas.
Los funcionarios americanos indicaron que la incorporación de iraquíes, incluyendo aparentemente a ex miembros del servicio de inteligencia y de las fuerzas armadas iraquíes, representa un cambio en la composición del grupo, más que una expansión importante.
Un componente iraquí significativo en el grupo de Zarqawi tienen ominosas implicaciones, tanto para el gobierno de Bush como para el naciente gobierno elegido en las urnas que respalda en Bagdad.
Los iraquíes en el grupo de Zarqawi le pueden proporcionar mejores datos de inteligencia y dar legitimidad al grupo, que es considerado por muchos iraquíes como compuesto por extranjeros indeseables. Además, los reclutas iraquíes están expuestos a las operaciones de un grupo extremistas musulmán de gran eficiencia.
La incorporación de iraquíes también reduciría el efecto sobre la capacidad de la resistencia con el control más estrecho de las fronteras -un objetivo clave del gobierno de Bush.
La inteligencia americana sobre Iraq ha mostrado frecuentemente ser equivocada. Sin embargo, dos factores dan credibilidad a los informes sobre la fluctuante composición del grupo de Zarqawi: Varios de sus lugartenientes importantes han sido capturados por fuerzas americanas en los últimos meses y algunos según se dice han hablado extensamente durante los interrogatorios.
Funcionarios iraquíes de alto rango han dicho que han presenciado el mismo desarrollo.
Mowaffak Rubaie, asesor de seguridad nacional de Iraq y ex activista chíi, dijo que "no hay dudas" de que elementos nacionalistas de la resistencia se estaban acercando a Zarqawi y su extremista secta musulmana salafita.
"Existe la tendencia a ver la resistencia como algo religioso", dijo. "La religión es un motivo importante. No te va a ser fácil encontrar a alguien que muera por los baazistas. Pero los salafitas tienen un mensaje muy fuerte. Si usas el Corán de manera selectiva, lo puedes convertir en un arma de destrucción masiva".
Pocos iraquíes comparten el objetivo de Zarqawi de establecer un país musulmán radical, pero pequeños contingentes de iraquíes recalcitrantes se sienten aparentemente atraídos por la efectividad del grupo de Zarqawi."Es el grupo mejor organizado del país", dijo un funcionario norteamericano, que agregó que la red de Zarqawi era también una "organización bien financiada que está dispuesta a pagar a la gente por su trabajo" en momentos en que muchos iraquíes, especialmente la policía, ganan muy poco o nada.
Los funcionarios observaron que la policía de tres ciudades, incluyendo Mosul, no está siendo pagada. No mencionaron las otras ciudades.
Funcionarios dijeron que no estaba claro lo leales que eran estos iraquíes hacia la causa más amplia de Al Qaeda, o si estarían dispuestos a viajar fuera del país para realizar atentados terroristas en países árabes u occidentales.
Zarqawi escapó de ser capturado en febrero pasado cerca de la ciudad de Ramadi, dicen las autoridades. Huyó a pie cuando las fuerzas de la coalición en un puesto de control interceptaron un camión con un ordenador y documentos. Desde entonces las tropas de la coalición han matado o capturado a varios de sus lugartenientes. El último de esos incidentes fue anunciado el 9 de septiembre cuando un oficial militar americano dijo que un ayudante de alto rango fue matado al oeste del país.
Pero los funcionarios estadounidenses familiarizados con la inteligencia sobre al grupo de Zarqawi dijeron que la organización ha demostrado una extraordinaria flexibilidad y estaba organizada para soportar pérdidas de líderes claves, incluyendo a Zarqawi.
Uno de los funcionarios observó que las fuerzas de la coalición pensaban que habían dado un golpe importante en enero con la captura del principal fabricante de bombas de Zarqawi en Bagdad. Pero desde entonces, dijo el funcionario, "los atentados con coches-bomba han aumentado en Bagdad".
En general, dijeron los funcionarios, la resistencia en Iraq se divide en tres grupos': extremistas religiosos como Zarqawi; ex miembros del Partido Baaz de Saddam Hussein; y grupos disparatados iraquíes que actúan al margen de intereses locales o nacionales.
Los funcionarios dijeron que hay un constante flujo de saudíes, yemeníes y otros nacionales árabes hacia y fuera del país. Pero los funcionarios dijeron que los combatientes extranjeros constituyen menos del 10 por ciento de los rebeldes en Iraq.
Los logros de Zarqawi en el reclutamiento de iraquíes para su causa se deriva de una creciente frustración entre la minoría árabe sunní, que temen quedar marginados en un Iraq democrático y están dispuestos a impedir su emergencia.
La CIA y otras agencias han resistido presiones para proporcionar una estimación del número de insurgentes en Iraq, en parte debido a la preocupación de que pueda hacer surgir la impresión de que se trata de una población finita que puede ser exterminada.
Más bien, los funcionarios dijeron que los analistas de inteligencia habían observado que había unos 800.000 a 1 millones de árabes sunníes iraquíes en edad militar que representan una fuente de insurgentes potenciales. Cuántos se inclinarán hacia la violencia depende de varios factores, empezando con el grado de satisfacción de los sunníes con su participación en cualquier nuevo gobierno.
Algunos sunníes han hecho objeciones al borrador de constitución que será presentado a los iraquíes en el referéndum nacional el próximo mes. La sensación de enajenación de la comunidad aumentará si el documento es aprobado, como es probable, por encima de sus objeciones.
"Se van a llevar una tremenda decepción cuando fracasen, y van a creer que es el resultado de fraude y que han sido privados de lo que merecen", dijo uno de los funcionarios estadounidenses. "En el proceso, los sunníes se alejarán todavía más".
El juicio de Hussein, programado para principios del próximo mes, es probable que avive la sensación de victimización entre los sunníes, dicen analistas.
Borzou Daragahi en Baghdad contribuyeron a este reportaje.
16 de septiembre de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
El grupo, encabezado por el extremista jordano Abu Musab Zarqawi, se componía previamente casi exclusivamente de militantes de otros países árabes, y ha servido de símbolo para la dimensión extranjera de una pertinaz resistencia que lucha para expulsar a las tropas americanas.
Pero Zarqawi "está atrayendo a más combatientes iraquíes a sus filas", dijo un funcionario norteamericano, agregando que los iraquíes ahora constituían "más de la mitad de la organización".
Aunque se cree que Zarqawi cuenta con menos de 1.000 combatientes, la osadía y mortífera naturaleza de sus atentados, y los vínculos de Zarqawi con la red terrorista de Al Qaeda, lo han convertido en uno de los personajes más infames de la resistencia iraquí.
Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares por Zarqawi, cuya organización es responsable de una serie de decapitaciones, atentados suicidas y otros ataques espeluznantes.
El grupo de Zarqawi ha reivindicado responsabilidad por la campaña de atentados con bomba de esta semana que ha causado la muerte de al menos 169 personas en Bagdad, aparentemente en represalia por la campaña americana-iraquí contra rebeldes en la norteña ciudad de Tall Afar. Uno de los terroristas llamó a unos jornaleros a que se acercaran a su vehículo, diciéndoles que buscaba trabajadores. No quedó claro si se trataba de un iraquí.
Detalles sobre la creciente dimensión iraquí del grupo de Zarqawi fueron proporcionados por tres funcionarios norteamericanos con acceso a informaciones de inteligencia clasificadas y que hablaron a condición de conservar el anonimato debido a la sensibilidad del tema. Sus comentarios reflejan el último intento del gobierno de terminar con una resistencia de varios niveles que a menudo ha confundido a las fuerzas y agencias de inteligencia norteamericanas.
Los funcionarios americanos indicaron que la incorporación de iraquíes, incluyendo aparentemente a ex miembros del servicio de inteligencia y de las fuerzas armadas iraquíes, representa un cambio en la composición del grupo, más que una expansión importante.
Un componente iraquí significativo en el grupo de Zarqawi tienen ominosas implicaciones, tanto para el gobierno de Bush como para el naciente gobierno elegido en las urnas que respalda en Bagdad.
Los iraquíes en el grupo de Zarqawi le pueden proporcionar mejores datos de inteligencia y dar legitimidad al grupo, que es considerado por muchos iraquíes como compuesto por extranjeros indeseables. Además, los reclutas iraquíes están expuestos a las operaciones de un grupo extremistas musulmán de gran eficiencia.
La incorporación de iraquíes también reduciría el efecto sobre la capacidad de la resistencia con el control más estrecho de las fronteras -un objetivo clave del gobierno de Bush.
La inteligencia americana sobre Iraq ha mostrado frecuentemente ser equivocada. Sin embargo, dos factores dan credibilidad a los informes sobre la fluctuante composición del grupo de Zarqawi: Varios de sus lugartenientes importantes han sido capturados por fuerzas americanas en los últimos meses y algunos según se dice han hablado extensamente durante los interrogatorios.
Funcionarios iraquíes de alto rango han dicho que han presenciado el mismo desarrollo.
Mowaffak Rubaie, asesor de seguridad nacional de Iraq y ex activista chíi, dijo que "no hay dudas" de que elementos nacionalistas de la resistencia se estaban acercando a Zarqawi y su extremista secta musulmana salafita.
"Existe la tendencia a ver la resistencia como algo religioso", dijo. "La religión es un motivo importante. No te va a ser fácil encontrar a alguien que muera por los baazistas. Pero los salafitas tienen un mensaje muy fuerte. Si usas el Corán de manera selectiva, lo puedes convertir en un arma de destrucción masiva".
Pocos iraquíes comparten el objetivo de Zarqawi de establecer un país musulmán radical, pero pequeños contingentes de iraquíes recalcitrantes se sienten aparentemente atraídos por la efectividad del grupo de Zarqawi."Es el grupo mejor organizado del país", dijo un funcionario norteamericano, que agregó que la red de Zarqawi era también una "organización bien financiada que está dispuesta a pagar a la gente por su trabajo" en momentos en que muchos iraquíes, especialmente la policía, ganan muy poco o nada.
Los funcionarios observaron que la policía de tres ciudades, incluyendo Mosul, no está siendo pagada. No mencionaron las otras ciudades.
Funcionarios dijeron que no estaba claro lo leales que eran estos iraquíes hacia la causa más amplia de Al Qaeda, o si estarían dispuestos a viajar fuera del país para realizar atentados terroristas en países árabes u occidentales.
Zarqawi escapó de ser capturado en febrero pasado cerca de la ciudad de Ramadi, dicen las autoridades. Huyó a pie cuando las fuerzas de la coalición en un puesto de control interceptaron un camión con un ordenador y documentos. Desde entonces las tropas de la coalición han matado o capturado a varios de sus lugartenientes. El último de esos incidentes fue anunciado el 9 de septiembre cuando un oficial militar americano dijo que un ayudante de alto rango fue matado al oeste del país.
Pero los funcionarios estadounidenses familiarizados con la inteligencia sobre al grupo de Zarqawi dijeron que la organización ha demostrado una extraordinaria flexibilidad y estaba organizada para soportar pérdidas de líderes claves, incluyendo a Zarqawi.
Uno de los funcionarios observó que las fuerzas de la coalición pensaban que habían dado un golpe importante en enero con la captura del principal fabricante de bombas de Zarqawi en Bagdad. Pero desde entonces, dijo el funcionario, "los atentados con coches-bomba han aumentado en Bagdad".
En general, dijeron los funcionarios, la resistencia en Iraq se divide en tres grupos': extremistas religiosos como Zarqawi; ex miembros del Partido Baaz de Saddam Hussein; y grupos disparatados iraquíes que actúan al margen de intereses locales o nacionales.
Los funcionarios dijeron que hay un constante flujo de saudíes, yemeníes y otros nacionales árabes hacia y fuera del país. Pero los funcionarios dijeron que los combatientes extranjeros constituyen menos del 10 por ciento de los rebeldes en Iraq.
Los logros de Zarqawi en el reclutamiento de iraquíes para su causa se deriva de una creciente frustración entre la minoría árabe sunní, que temen quedar marginados en un Iraq democrático y están dispuestos a impedir su emergencia.
La CIA y otras agencias han resistido presiones para proporcionar una estimación del número de insurgentes en Iraq, en parte debido a la preocupación de que pueda hacer surgir la impresión de que se trata de una población finita que puede ser exterminada.
Más bien, los funcionarios dijeron que los analistas de inteligencia habían observado que había unos 800.000 a 1 millones de árabes sunníes iraquíes en edad militar que representan una fuente de insurgentes potenciales. Cuántos se inclinarán hacia la violencia depende de varios factores, empezando con el grado de satisfacción de los sunníes con su participación en cualquier nuevo gobierno.
Algunos sunníes han hecho objeciones al borrador de constitución que será presentado a los iraquíes en el referéndum nacional el próximo mes. La sensación de enajenación de la comunidad aumentará si el documento es aprobado, como es probable, por encima de sus objeciones.
"Se van a llevar una tremenda decepción cuando fracasen, y van a creer que es el resultado de fraude y que han sido privados de lo que merecen", dijo uno de los funcionarios estadounidenses. "En el proceso, los sunníes se alejarán todavía más".
El juicio de Hussein, programado para principios del próximo mes, es probable que avive la sensación de victimización entre los sunníes, dicen analistas.
Borzou Daragahi en Baghdad contribuyeron a este reportaje.
16 de septiembre de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
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