constitución divide a iraq
Guerra civil parece inevitable.
La constitución propuesta -y el proceso de su redacción- han profundizado la división entre los grupos iraquíes y probablemente desencadenarán una guerra civil, a menos que se negocie rápidamente cambios para incorporar a los musulmanes sunníes, advirtió un nuevo informe del Grupo Internacional de Crisis.
El informe sale a la luz menos de tres semanas antes del referéndum del 15 de octubre sobre la propuesta de constitución en Iraq. El GIC llama al gobierno inglés a iniciar un "último esfuerzo determinado" para alcanzar un compromiso entre los tres principales grupos étnicos y religiosos del país.
"Si en las próximas semanas no se corrigen las fallas en el borrador de la constitución antes de que los iraquíes voten, es probable que Iraq se deslice hacia una guerra civil abierta y la desintegración del país", dice el GIC, una organización no-gubernamental sin fines de lucro que trabaja en la resolución de conflictos en 50 países de cuatro continentes.
El grupo dice que la constitución fue apresurada, que significó la pérdida de toda posibilidad de consenso. Partes críticas de la constitución -especialmente las estructuras federales que descentralizarán el poder- son tan vagas que ya contienen en sí "las semillas de desacuerdos futuros", dice el informe.
Debido a que los recursos petrolíferos de Iraq yacen enteramente en el sur chií y en el norte dominado por los kurdos, los sunníes se sienten marginados y enfrentándose a un futuro en una región sin acceso al mar y desprovista de recursos naturales, dice.
"El principal peligro es que la constitución ratifique y exacerbe las divisiones confesionales en el país", dijo en una entrevista ayer Robert Malley, director del programa Oriente Medio del GIC. "Tanto el proceso con el que se hizo como el contenido están ahondando las divisiones entre kurdos y chiíes por un lado, y los sunníes por otro. Si la constitución es aprobada por sólo dos de las tres comunidades, no será más que una confirmación de las divisiones confesionales y étnicas de Iraq, antes que un intento de superarlas. Esto no ha ayudado al proceso de reconciliación; es... en realidad un retroceso".
Debido a que es probable que la constitución sea aprobada, el informe concluye que la única opción que queda es un esfuerzo concertado de parte de Estados Unidos para alcanzar un nuevo acuerdo político sobre las medidas que han de tomarse tras el proceso político del referéndum de octubre y de las elecciones de diciembre para un gobierno permanente. El acuerdo podría entonces ser implementado sea a través de una enmienda constitucional o nuevas leyes, propone el GIC.
27 de septiembre de 2005
©washington post
©traducción mQh
El informe sale a la luz menos de tres semanas antes del referéndum del 15 de octubre sobre la propuesta de constitución en Iraq. El GIC llama al gobierno inglés a iniciar un "último esfuerzo determinado" para alcanzar un compromiso entre los tres principales grupos étnicos y religiosos del país.
"Si en las próximas semanas no se corrigen las fallas en el borrador de la constitución antes de que los iraquíes voten, es probable que Iraq se deslice hacia una guerra civil abierta y la desintegración del país", dice el GIC, una organización no-gubernamental sin fines de lucro que trabaja en la resolución de conflictos en 50 países de cuatro continentes.
El grupo dice que la constitución fue apresurada, que significó la pérdida de toda posibilidad de consenso. Partes críticas de la constitución -especialmente las estructuras federales que descentralizarán el poder- son tan vagas que ya contienen en sí "las semillas de desacuerdos futuros", dice el informe.
Debido a que los recursos petrolíferos de Iraq yacen enteramente en el sur chií y en el norte dominado por los kurdos, los sunníes se sienten marginados y enfrentándose a un futuro en una región sin acceso al mar y desprovista de recursos naturales, dice.
"El principal peligro es que la constitución ratifique y exacerbe las divisiones confesionales en el país", dijo en una entrevista ayer Robert Malley, director del programa Oriente Medio del GIC. "Tanto el proceso con el que se hizo como el contenido están ahondando las divisiones entre kurdos y chiíes por un lado, y los sunníes por otro. Si la constitución es aprobada por sólo dos de las tres comunidades, no será más que una confirmación de las divisiones confesionales y étnicas de Iraq, antes que un intento de superarlas. Esto no ha ayudado al proceso de reconciliación; es... en realidad un retroceso".
Debido a que es probable que la constitución sea aprobada, el informe concluye que la única opción que queda es un esfuerzo concertado de parte de Estados Unidos para alcanzar un nuevo acuerdo político sobre las medidas que han de tomarse tras el proceso político del referéndum de octubre y de las elecciones de diciembre para un gobierno permanente. El acuerdo podría entonces ser implementado sea a través de una enmienda constitucional o nuevas leyes, propone el GIC.
27 de septiembre de 2005
©washington post
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