mujer terrorista en tal afar
[Lee Keath] Mata a seis reclutas.
Bagdad, Iraq. Una mujer con bata de hombre y turbante se introdujo el miércoles en una cola de reclutas del ejército e hizo detonar los explosivos que llevaba amarrados a su cuerpo, matando al menos a seis reclutas y dejando heridos a otros 35 -el primer atentado terrorista suicida realizado por una mujer de la insurgencia iraquí.
El atentado en Tal Afar, cerca de la frontera siria, parece destinado a demostrar que los militantes todavía pueden golpear en una ciudad que las ofensivas iraquíes y americanas desalojaron de milicianos hace sólo dos semanas. Probablemente eligieron a una mujer terrorista para que pudiera eludir los puestos de control -donde las mujeres son rara vez checadas-, luego se colocó el disfraz para unirse a la cola de hombres, dijeron oficiales iraquíes.
El más notorio grupo insurgente de Iraq, al-Qaeda en Iraq, reivindicó responsabilidad por el atentado en una declaración en internet, diciendo que fue llevado a cabo por una "hermana bendita".
El atentado se produjo un día después de que funcionarios norteamericanos e iraquíes anunciaran que sus fuerzas mataron al lugarteniente de al-Qaeda en Iraq, Abdullah Abu Azzam, en un allanamiento en Bagdad el fin de semana pasado. Su muerte no ha disminuido la violencia insurgente; desde el domingo han muerto en atentados al menos 84 personas, incluyendo a 7 militares norteamericanos.
El presidente Bush advirtió que la violencia aumentará en los días previos al decisivo referéndum del 15 de octubre sobre la nueva constitución, un documento que ha dividido severamente a la mayoría chií de Iraq y la minoría sunní, que forman la espina dorsal de la resistencia.
"Creemos que van a hacer todo lo que esté en su poder para detener la marcha hacia la libertad", dijo Bush. "Y nuestras tropas están listas".
Las fuerzas armadas americanas anunciaron el miércoles que otros dos soldados y un aviador americano fueron asesinados en incidentes violentos; un marine murió por un disparo en un incidente no relacionado con el combate. Las muertes llevan el total de bajas de militares norteamericanos a 1.929 desde que empezara la guerra de Iraq en marzo de 2003, de acuerdo a un conteo de la Associated Press.
En la ciudad santa de Nayaf, al sur de Bagdad, un atacante provocó una explosión en la casa de un guardaespaldas del clérigo radical chií Moqtada al-Sáder el miércoles, matando a dos personas e hiriendo a cinco, dijeron ayudantes de al-Sáder y un funcionario del hospital.
En el ataque contra el centro de reclutamiento de Tal Afar, la terrorista suicida llevaba una bata dishdasha blanca tradicional y un pañuelo de cabeza kaffiya a cuadros -sólo usado por los hombres- para fundirse en la cola de solicitantes iraquíes, dijo el mayor Jamil Mohammed Saleh.
Hizo detonar los explosivos, inflada de bolas de metal escondidas debajo de la ropa, dijo Saleh. Murieron 6 reclutas y 35 quedaron heridos, dijeron funcionarios del hospital en Tal Afar, a 420 kilómetros al noroeste de Bagdad.
En una foto de la cabeza de la atacante tomada por Saleh y mostrada a la AP, la mujer parece estar en sus veinte y tenía los ojos oscuros, la piel clara y el pelo castaño. Saleh dijo que no sabía si era iraquí.
Tropas norteamericanas e iraquíes barrieron Tal Afar en la ofensiva del 8 al 12 de septiembre, y las autoridades iraquíes dijeron que habían matado a cerca de 200 militantes y capturado a otros 315, aunque escaparon muchos de los rebeldes de la ciudad. Desde entonces se ha retirado el grueso de las fuerzas que participaron en la ofensiva, aunque sigue ahí una base americana.
Es la primera vez que una mujer comete un atentado terrorista en Iraq desde que empezara la resistencia, aunque no fue el primer intento.
En marzo, cuatro mujeres enviadas, según se dice, por el grupo rebelde Ejército Islámico de Iraq, fueron capturadas en una ciudad al sur de la capital antes de que pudieran hacer detonar los cinturones explosivos que llevaban. En los últimos días del régimen de Saddam Hussein, justo antes de la caída de Bagdad en otoño de 2003, dos mujeres detonaron su coche cerca de la ciudad de Haditha, matando a tres soldados americanos.
El general Ahmed Mohammed Khalaf, el jefe de la policía regional, dijo que los insurgentes estaban utilizando el hecho de que las mujeres no eran revisadas en los puestos de control "debido a tradiciones religiosas y sociales".Mujeres y niños no pueden ser checados en los puestos de control de Tal Afar, dijo.
Sin embargo, el atentado planteó la prospectiva de que la resistencia utilice a más mujeres terroristas, una táctica contra la que será difícil defenderse, especialmente durante el referéndum. Hombres y mujeres participaron masivamente en las elecciones parlamentarias de enero, y las imágenes de mujeres con velos mostrando sus relampagueantes dedos manchados de tinta después de la votación se convirtieron en un símbolo de las esperanzas de democracia.
El general de brigada Hussein Ali Kamal, director de inteligencia del ministerio iraquí del Interior, dijo que el atentado de Tal Afar "hacía sonar la alarma de peligro" y exigía nuevos métodos, incluyendo la cacheo de mujeres en sitios sensibles.
"Pero esto será un problema, porque las mujeres participan en nuestra nueva vida política y encontrar a suficientes mujeres para funciones de agentes de seguridad no será nada fácil", dijo a la Associated Press.
En el pasado, las mujeres han jugado solamente un rol de apoyo en la resistencia, ayudando a transportar materiales o alimentar, acoger y dar tratamiento médico a los milicianos, dijo Nora Bensahel, una experta en la insurgencia de la Rand Corp., una organización sin fines de lucro de Santa Mónica, California.
"Esto podría ser una señal de que la insurgencia está recibiendo mayor apoyo entre un segmento más grande de la población, que las mujeres se están volviendo más militantes y dispuestas a participar en funciones más importantes", dijo Bensahel. "También puede ser un signo de que los insurgentes están teniendo problemas con el reclutamiento de hombres".
Omar Sinan en Bagdad y Jim Krane en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, contribuyeron a este reportaje.
29 de septiembre de 2005
©chicago tribune
©traducción mQh
El atentado en Tal Afar, cerca de la frontera siria, parece destinado a demostrar que los militantes todavía pueden golpear en una ciudad que las ofensivas iraquíes y americanas desalojaron de milicianos hace sólo dos semanas. Probablemente eligieron a una mujer terrorista para que pudiera eludir los puestos de control -donde las mujeres son rara vez checadas-, luego se colocó el disfraz para unirse a la cola de hombres, dijeron oficiales iraquíes.
El más notorio grupo insurgente de Iraq, al-Qaeda en Iraq, reivindicó responsabilidad por el atentado en una declaración en internet, diciendo que fue llevado a cabo por una "hermana bendita".
El atentado se produjo un día después de que funcionarios norteamericanos e iraquíes anunciaran que sus fuerzas mataron al lugarteniente de al-Qaeda en Iraq, Abdullah Abu Azzam, en un allanamiento en Bagdad el fin de semana pasado. Su muerte no ha disminuido la violencia insurgente; desde el domingo han muerto en atentados al menos 84 personas, incluyendo a 7 militares norteamericanos.
El presidente Bush advirtió que la violencia aumentará en los días previos al decisivo referéndum del 15 de octubre sobre la nueva constitución, un documento que ha dividido severamente a la mayoría chií de Iraq y la minoría sunní, que forman la espina dorsal de la resistencia.
"Creemos que van a hacer todo lo que esté en su poder para detener la marcha hacia la libertad", dijo Bush. "Y nuestras tropas están listas".
Las fuerzas armadas americanas anunciaron el miércoles que otros dos soldados y un aviador americano fueron asesinados en incidentes violentos; un marine murió por un disparo en un incidente no relacionado con el combate. Las muertes llevan el total de bajas de militares norteamericanos a 1.929 desde que empezara la guerra de Iraq en marzo de 2003, de acuerdo a un conteo de la Associated Press.
En la ciudad santa de Nayaf, al sur de Bagdad, un atacante provocó una explosión en la casa de un guardaespaldas del clérigo radical chií Moqtada al-Sáder el miércoles, matando a dos personas e hiriendo a cinco, dijeron ayudantes de al-Sáder y un funcionario del hospital.
En el ataque contra el centro de reclutamiento de Tal Afar, la terrorista suicida llevaba una bata dishdasha blanca tradicional y un pañuelo de cabeza kaffiya a cuadros -sólo usado por los hombres- para fundirse en la cola de solicitantes iraquíes, dijo el mayor Jamil Mohammed Saleh.
Hizo detonar los explosivos, inflada de bolas de metal escondidas debajo de la ropa, dijo Saleh. Murieron 6 reclutas y 35 quedaron heridos, dijeron funcionarios del hospital en Tal Afar, a 420 kilómetros al noroeste de Bagdad.
En una foto de la cabeza de la atacante tomada por Saleh y mostrada a la AP, la mujer parece estar en sus veinte y tenía los ojos oscuros, la piel clara y el pelo castaño. Saleh dijo que no sabía si era iraquí.
Tropas norteamericanas e iraquíes barrieron Tal Afar en la ofensiva del 8 al 12 de septiembre, y las autoridades iraquíes dijeron que habían matado a cerca de 200 militantes y capturado a otros 315, aunque escaparon muchos de los rebeldes de la ciudad. Desde entonces se ha retirado el grueso de las fuerzas que participaron en la ofensiva, aunque sigue ahí una base americana.
Es la primera vez que una mujer comete un atentado terrorista en Iraq desde que empezara la resistencia, aunque no fue el primer intento.
En marzo, cuatro mujeres enviadas, según se dice, por el grupo rebelde Ejército Islámico de Iraq, fueron capturadas en una ciudad al sur de la capital antes de que pudieran hacer detonar los cinturones explosivos que llevaban. En los últimos días del régimen de Saddam Hussein, justo antes de la caída de Bagdad en otoño de 2003, dos mujeres detonaron su coche cerca de la ciudad de Haditha, matando a tres soldados americanos.
El general Ahmed Mohammed Khalaf, el jefe de la policía regional, dijo que los insurgentes estaban utilizando el hecho de que las mujeres no eran revisadas en los puestos de control "debido a tradiciones religiosas y sociales".Mujeres y niños no pueden ser checados en los puestos de control de Tal Afar, dijo.
Sin embargo, el atentado planteó la prospectiva de que la resistencia utilice a más mujeres terroristas, una táctica contra la que será difícil defenderse, especialmente durante el referéndum. Hombres y mujeres participaron masivamente en las elecciones parlamentarias de enero, y las imágenes de mujeres con velos mostrando sus relampagueantes dedos manchados de tinta después de la votación se convirtieron en un símbolo de las esperanzas de democracia.
El general de brigada Hussein Ali Kamal, director de inteligencia del ministerio iraquí del Interior, dijo que el atentado de Tal Afar "hacía sonar la alarma de peligro" y exigía nuevos métodos, incluyendo la cacheo de mujeres en sitios sensibles.
"Pero esto será un problema, porque las mujeres participan en nuestra nueva vida política y encontrar a suficientes mujeres para funciones de agentes de seguridad no será nada fácil", dijo a la Associated Press.
En el pasado, las mujeres han jugado solamente un rol de apoyo en la resistencia, ayudando a transportar materiales o alimentar, acoger y dar tratamiento médico a los milicianos, dijo Nora Bensahel, una experta en la insurgencia de la Rand Corp., una organización sin fines de lucro de Santa Mónica, California.
"Esto podría ser una señal de que la insurgencia está recibiendo mayor apoyo entre un segmento más grande de la población, que las mujeres se están volviendo más militantes y dispuestas a participar en funciones más importantes", dijo Bensahel. "También puede ser un signo de que los insurgentes están teniendo problemas con el reclutamiento de hombres".
Omar Sinan en Bagdad y Jim Krane en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, contribuyeron a este reportaje.
29 de septiembre de 2005
©chicago tribune
©traducción mQh
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