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jueces contra tiranía


En Holanda, los jueces mantienen distancia con nuevas leyes del gobierno contra la libertad de expresión.
La Haya, Holanda. El proyecto de ley que penaliza el ensalzamiento, justificación, subestimación y negación de, entre otras cosas, actos terroristas, puede colocar a los jueces en una difícil posición. Los jueces se dan cuenta de la necesidad de combatir el terrorismo, pero creen que el proyecto de ley -la llamada prohibición de la apología- va demasiado lejos.
Un portavoz del Consejo de la Jurisprudencia confirmaron el sábado este punto de vista después de algunas noticias en el diario NRC-Handelsblad.
En ‘casos de apología' semejantes el juez debe dar una respuesta a la pregunta de si determinados acontecimientos históricos pueden ser considerados como un delito internacional o terrorista. Con ello existe el peligro de que un juez de lo penal "en esencia" deba dirimir controversias históricas, religiosas y políticas, según el consejo. Además es "altamente improbable" que el juez cuente con suficientes materiales como para dictar sentencia, porque las pesquisas policiales no están enfocadas hacia ese aspecto.
El Consejo de la Jurisprudencia ha expresado sus críticas en una recomendación que fue enviada hace poco al ministro de Justicia, Donner.
Según el consejo de las informaciones sobre el proyecto de ley se deduce que la intención del gobierno es castigar las expresiones públicas que pudieran causar intranquilidad en la opinión pública. Pero en la ley no se menciona que uno de sus requisitos es que la intención de causar intranquilidad sea intencionada. Por esa razón las nuevas medidas legales adquieren "un alcance tan amplio que afecta inclusive a las publicaciones periodísticas y científicas", escribe el consejo en su recomendación. "Por ello el debate social corre el riesgo de ser suprimido en lugar de deshacerse solamente de los excesos que causan intranquilidad". Por esa razón, el consejo, sigue con atención los desarrollos en torno a la libertad de expresión.

4 de octubre de 2005
©volkskrant
©traducción mQh

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