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abortan a niñas en india


[John Donnelly] Según un estudio se han abortado diez millones de fetos de niñas.
Hyderabad, India. Rajitha Kunchala, madre de tres niñas, abortó a su feto hace más de un año, después de que un doctor, utilizando imágenes de ultrasonido, encontrara anormalidades en el feto. Pero Kunchala dijo que ella habría abortado de todos modos, porque no quería tener otra niña.
"Realmente queríamos un niño", dijo la semana pasada, con las manos sobre su abdomen. Estaba de seis meses. "Ahora estoy otra vez preocupada -todavía queremos un niño. Un niño se ocupa de sus padres, no se va de casa, y no hay que pagar una dote" cuando se casa, como es el caso de las mujeres.
De acuerdo a varios especialistas en India, en los últimos años las mujeres indias han abortado un número indeterminado de fetos femeninos simplemente porque la familia quería un niño. La práctica se ha propagado con la proliferación de máquinas de ultrasonido, las que después de 14 a 16 semanas de gestación pueden normalmente determinar el sexo del feto.
La revista médica británica The Lancet publicó ayer un estudio cuantificando el fenómeno: El informe calcula que las mujeres indias abortaron entre 1978 y 1998 la asombrosa cifra de 10 millones de niñas. El estudio, que analiza datos de un censo nacional de 1.1 millones de hogares, estimó que en India se abortan cada año medio millón de fetos de niñas.
El ‘déficit de niñas’, como lo llamó el estudio, estaba más extendido entre mujeres educadas y no variaba según la religión, constató el estudio.
"Lo que más me sorprendió fue que los datos sugieren que es un problema en toda la sociedad, especialmente entre las elites, que tienen mayor acceso a equipos de ultrasonido y tienen más dinero", dijo el doctor Prabhat, del Hospital de St. Michael, de la Universidad de Toronto, uno de los autores del estudio, en una entrevista telefónica desde Nueva Delhi.
"Podrías pensar que quizás esto está ocurriendo en estados más represivos hacia las mujeres, pero está pasando en todas partes en India".
Especialistas de la salud están conscientes del problema de la selección sexual pre-natal en India, y varios otros países asiáticos, desde los años ochenta, cuando la tecnología para hacerlo se hizo más asequible. Pero ningún estudio ha usado esos datos detallados para determinar su impacto en India, un país de mil millones de habitantes.
Los niños son preferidos en muchos países asiáticos, en gran parte debido a que proveen mayor seguridad económica a los padres en su vejez, y viven a menudo en casa de sus padres cuando se casan, y los mantienen. Las niñas, por otro lado, casi siempre dejan la casa de sus padres al casarse, y no se espera que presten ayuda económica a sus padres. Y en estas sociedades fuertemente patriarcales, los niños conservan el apellido así como los derechos de herencia.
De acuerdo al censo indio de 2001, había 932 niñas por cada mil niños de menos de seis años, pero en algunas partes de India la ratio es inclusive más sesgada hacia los niños. En el estado de Daman y Diu, al norte de la ciudad de Mumbai, por ejemplo, la ratio de niñas a niños era de 710 por cada mil.
El estudio publicado en The Lancet constató también que en las familias donde el hijo anterior era una niña, la ratio de niñas a niños del siguiente nacimiento era de 759 a mil. En familias donde los dos hijos anteriores eran niñas, la ratio de niñas a niños del siguiente nacimiento era todavía menor: 719 por cada mil.
En un intento de reducir la práctica, India aprobó en 1994 una ley federal que convierte en ilegal que los operadores de ultrasonido digan a las familias el sexo del feto. La ley también exige que el profesional de la salud requiera el test ultrasonido sólo por razones específicas, que incluyen la edad de la madre, la historia personal de abortos espontáneos, y posible anormalidades cromosomáticas en el feto.
La implementación de la ley ha sido extremadamente floja en gran parte del país. El distrito más agresivo en el país a la hora de tratar de frenar los abortos basados en el sexo es Hyderabad, una ciudad del sur central conocida globalmente por sus centros de alta tecnología. El progreso obtenido contra los abortos es atribuido en gran parte a las campañas de Arvind Kumar, el principal funcionario de gobierno en la ciudad, de acuerdo a activistas que trabajan en el problema en todo India.
"Es horrible", dijo Kumar. "Estamos tratando de hacer todo lo que esté en nuestro poder para parar esta selección sexual, que provoca que tengamos menos niñas".
En Hyderabad, dijo Kumar cuando empezó su trabajo en septiembre de 2004, había escaso control de los 389 operadores de ultrasonido de la ciudad, y el problema estaba empeorando. En el censo de 1991 la ratio de niñas a niños era de 963 por cada mil, y el censo de 2001 constató 942 niñas por cada mil niños. En un distrito, ese año hubo apenas 838 niñas por cada mil niños.
En su segundo mes en el trabajo, invitó a los operadores de ultrasonido de la ciudad a un taller de todo el día sobre la ley, durante el cual les advirtió que las reglas debían ser implementadas. Pero cuando pidió a los operadores que se inscribieran en su oficina, de los 389 sólo accedieron 245.
Después de varios meses de aproximación, 53 operadores todavía se negaban a registrarse. "Así que les dijimos que estaban cometiendo un delito y que aplicaríamos la ley".
Pocos meses después suspendió la licencia de 91 centros que habían accedido sólo parcialmente o se habían negado a inscribirse. Sus empleados confiscaron 72 máquinas de ultrasonido. Y el mes pasado presentó cargos contra cuatro centros. "Estamos tratando de que lo tenga claro todo el mundo, que deben acatar la ley, y eso significa no decir a las mujeres el sexo del feto", dijo.
Sabu George, un investigador de la salud pública, de Nueva Delhi, que se especializa en abortos con selección de sexo, dijo que otros distritos podrían imitar fácilmente el enfoque de Hyderabad e iniciar cargos contra los operadores recalcitrantes. Pero dijo que las causas del problema no desaparecerán rápidamente.
"Vivimos en una sociedad muy desigual", dijo. "Las mujeres no son iguales a ningún nivel... En nuestra sociedad, también aceptamos la violencia contra las mujeres. La violencia en Estados Unidos es abierta. En India, se mantiene a menudo como algo de la familia. Matar a nuestras niñas es socialmente aceptado".
La decreciente ratio entre niñas y niños también ha empezado a provocar cambios en la sociedad, dijeron varios funcionarios de la salud. En algunas áreas, los jóvenes que quieren casarse deben viajar lejos de casa a áreas tribales para encontrar mujeres de castas inferiores. Y en algunos casos, la tradición de pagar el precio de la novia a la familia del novio se ha invertido: Muchos novios pagan ahora el precio de la novia.
A medida que la campaña en Hyderabad contra los abortos por selección de sexo gana en ímpetu, se advierten signos de progreso.
En una guardería pre-escolar en un barrio de clase media de Hyderabad, Rajitha Kunchala, 24, madre embarazada, dijo que esta vez no sabe el sexo de su feto. "Los doctores no nos lo pueden decir", dijo. "Nos gustaría saberlo, pero es ilegal".
Junto a Kunchala estaba otra madre, Sandhya Yangal, 22, en cuyos brazos dormía su bebita de 2 meses, Yasasvini. Era su segunda hija. Meses antes de que diera a luz, las mujeres de su barrio le dijeron que ellas sabían que estaba embarazada de una niña. Yangal, su marido, y la familia de su marido consideraron hacerla abortar.
Pero Yangal también acudió a una educadora local, Kadari Anitha, 29, ella misma madre de dos niñas, a pedir consejo. "Le dije a Sandhya que niños y niñas son iguales", dijo Anitha la semana pasada. "Le dije que en estos días las niñas tienen más derechos, así que siguiera con su niña".
La educadora dijo que visitó la casa día por medio durante dos semanas hasta que la familia cedió y optaron por el alumbramiento, no por el aborto.
"Al principio quería abortar, pero ella me convenció", dijo Yangal sobre la educadora. "Estoy muy feliz de tener mi hija, pero cuando nació me dio pena que no fuera un niño".

Se puede escribir a John Donnelly a donnelly@globe.com

10 de enero de 2006

©boston globe
©traducción mQh

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