sheriff debe pagar dieciocho millones
[Héctor Becerra y Jack Leonard] Una comisión federal resuelve que un detective retuvo evidencias que probaban que un profesor de Bellflower no había secuestrado y agredido a una chica adolescente.
Una jurado de un tribunal federal condenó el miércoles a la Oficina del Sheriff del condado de Los Angeles a pagar una indemnización de 18 millones de dólares a un profesor de secundaria que dijo que un detective le había acusado falsamente de agredir a un chica adolescente y ocultó evidencias que demostraban su inocencia.
Raúl Ramírez, 29, de Bellflower, fue acusado por los fiscales de agresión y secuestro de una chica de 16, pero declarado inocente. Más tarde un juez determinó que Ramírez era "fácticamente inocente", un raro hallazgo en los anales de la justicia criminal.
Ramírez demandó entonces a la Oficina del Sheriff, alegando que un detective había retenido evidencias claves, incluyendo las transacciones de una máquina contadora automatizada y transmisiones de teléfono celular que demostraban que en el momento de la agresión se encontraba a kilómetros de distancia, y un retrato hablado del sospechoso que no se parecía en nada a Ramírez.
Funcionarios del condado dijeron que el jurado podía ordenar al detective de la oficina del sheriff a pagar a Ramírez más dinero hoy cuando el juicio entre en su etapa punitiva -aunque el juez puede reducir la indemnización. La indemnización del miércoles cubre los daños compensatorios.
El veredicto eclipsa el récord previo en casos civiles contra la oficina. En 1995 un jurado ordenó al condado pagar 15.9 millones de dólares a 36 personas que habían sido arrestadas en una boda en Cerritos seis años antes. El jurado otorgó entre 35 mil y 3.8 millones de dólares a los juerguistas. Para cuando el condado pago la condena, la sentencia había aumentado a 25 millones, incluyendo intereses, gastos de abogado y otros costes.
La última indemnización es más de cuatro veces los 3.9 millones de dólares pagados por la ciudad de Los Angeles a Rodney G. King. La golpiza que propinó la policía de Los Angeles a King en 1991, que fue grabada en video, provocó indignación nacional y contribuyó a desatar los disturbios de 1992.
El condado no tiene seguro, pero paga sus propios acuerdos y fallos. Eso significa que la indemnización, si se mantiene, debe ser pagada por la Oficina del Sheriff en momentos en que el sheriff Lee Baca se está quejando de que carece de fondos para mantener a los reclusos el tiempo necesario en la cárcel para que cumplan sus sentencias o para contar con suficientes ayudantes y celdas para aumentar la seguridad de la cárcel.
El abogado interino del condado, Roger Granbo, dijo que los funcionarios del sheriff creían que deberían haber sido liberados de responsabilidad porque los fiscales habían revisado el caso contra Ramírez y decidido que había suficientes pruebas para presentar cargos criminales contra él.
"Estamos muy decepcionados con el veredicto", dijo. "El fiscal de distrito conocía los problemas y aspectos positivos del caso y tomó su decisión de acusarlo independientemente".
El juicio civil federal se centró en las acusaciones de que un detective del sheriff construyó un caso falso contra Ramírez y que el despacho del sheriff no hizo nada para impedirlo.
El detective, Frank Bravo, "detuvo a Ramírez y básicamente destruyó su vida basándose en identificaciones poco fiables de una chica adolescente que se equivocó", dijo el abogado del demandante, Michael Artan. "Luego ocultó evidencias que podrían haber exonerado a Ramírez"
Pero los funcionarios del sheriff ponen en duda esa versión, diciendo que ellos y los fiscales confiaron en las palabras de la víctima, que identificó consistentemente a Ramírez como su agresor.
"Era una chica de 16 que dijo que fue secuestrada y amordazada por Ramírez", dijo el sheriff Bill McSweeney, que supervisa el litigio en el que está involucrado el despacho. "Dos fiscales de distrito y una víctima de secuestro de 16 años creen en nuestra versión, y también nosotros".
Bravo, que lleva 20 años asignado a la Comisaría Century en Lynwood, no pudo ser alcanzado para pedirle un comentario.
Ramírez no quiere hacer comentarios sino hasta que se haya completado la fase punitiva, dijo Artan.
El supuesto secuestro ocurrió el 16 de mayo de 2002, mientras la chica esperaba el bus escolar cerca de la Escuela Secundadia Charles R. Drew, en Compton.
Las autoridades dijeron que un sospechoso la secuestró a punta de pistola hacia las 5:45 de la mañana, la condujo a otro sitio y le pidió que realizara un acto sexual. La chica logró escapar a pesar de que el sospechoso la roció con gas paralizante.
Meses más tarde, la chica y su madre vieron un coche que pensaron que era el coche del sospechoso, de acuerdo a la demanda de Ramírez. Lo vieron varias veces y finalmente dieron el número de la matrícula a Bravo. La información condujo a Ramírez, profesor de la Escuela Secundaria Drew.
Ramírez fue detenido y se le impuso una fianza de 5 millones de dólares. Pero de acuerdo a su demanda federal, Bravo tenía información que pudo haber aclarado la situación del profesor.
Esta información incluía que la chica había dicho que el hombre que la atacó tenía una cicatriz en su mejilla derecha y una arruga en su barbilla. Ramírez no tiene nada. Bravo retuvo esa información hasta justo antes del juicio, casi un año después.
Los abogados de Ramírez sostuvieron que Bravo también mantuvo oculta la existencia de una mochila que la chica había abandonado, que fue encontrada minutos después en la esquila de 52nd Place y Central Avenue. En la mochila no se encontraron huellas dactilares de Ramírez, dice la demanda.
Artan, que fue también abogado de la defensa de Ramírez, dijo que la defensa fue finalmente capaz de aportar archivos bancarios y del teléfono celular que mostraban que Ramírez estaba lejos del lugar de los hechos. La mochila fue encontrada a 25 kilómetros de distancia del sitio donde Ramírez hizo un giro de dinero en un cajero automático casi a la misma hora, de acuerdo a la demanda.
La chica finalmente escogió la fotografía de Ramírez de un grupo de fotos como "la persona que ella pensaba que más se parecía al hechor", dice la demanda. La demanda dice que el detective le dijo que había "escogido al hombre correcto", pero funcionarios del sheriff dijeron que él en realidad le dijo que había elegido al dueño del coche.
Un prominente abogado de la defensa dijo que ella se sorprendió del monto del veredicto.
"Eso es un resultado terrible", dijo Gigi Gordon, la abogada que representa a las víctimas de la mala conducta policial.
Raúl Ramírez, 29, de Bellflower, fue acusado por los fiscales de agresión y secuestro de una chica de 16, pero declarado inocente. Más tarde un juez determinó que Ramírez era "fácticamente inocente", un raro hallazgo en los anales de la justicia criminal.
Ramírez demandó entonces a la Oficina del Sheriff, alegando que un detective había retenido evidencias claves, incluyendo las transacciones de una máquina contadora automatizada y transmisiones de teléfono celular que demostraban que en el momento de la agresión se encontraba a kilómetros de distancia, y un retrato hablado del sospechoso que no se parecía en nada a Ramírez.
Funcionarios del condado dijeron que el jurado podía ordenar al detective de la oficina del sheriff a pagar a Ramírez más dinero hoy cuando el juicio entre en su etapa punitiva -aunque el juez puede reducir la indemnización. La indemnización del miércoles cubre los daños compensatorios.
El veredicto eclipsa el récord previo en casos civiles contra la oficina. En 1995 un jurado ordenó al condado pagar 15.9 millones de dólares a 36 personas que habían sido arrestadas en una boda en Cerritos seis años antes. El jurado otorgó entre 35 mil y 3.8 millones de dólares a los juerguistas. Para cuando el condado pago la condena, la sentencia había aumentado a 25 millones, incluyendo intereses, gastos de abogado y otros costes.
La última indemnización es más de cuatro veces los 3.9 millones de dólares pagados por la ciudad de Los Angeles a Rodney G. King. La golpiza que propinó la policía de Los Angeles a King en 1991, que fue grabada en video, provocó indignación nacional y contribuyó a desatar los disturbios de 1992.
El condado no tiene seguro, pero paga sus propios acuerdos y fallos. Eso significa que la indemnización, si se mantiene, debe ser pagada por la Oficina del Sheriff en momentos en que el sheriff Lee Baca se está quejando de que carece de fondos para mantener a los reclusos el tiempo necesario en la cárcel para que cumplan sus sentencias o para contar con suficientes ayudantes y celdas para aumentar la seguridad de la cárcel.
El abogado interino del condado, Roger Granbo, dijo que los funcionarios del sheriff creían que deberían haber sido liberados de responsabilidad porque los fiscales habían revisado el caso contra Ramírez y decidido que había suficientes pruebas para presentar cargos criminales contra él.
"Estamos muy decepcionados con el veredicto", dijo. "El fiscal de distrito conocía los problemas y aspectos positivos del caso y tomó su decisión de acusarlo independientemente".
El juicio civil federal se centró en las acusaciones de que un detective del sheriff construyó un caso falso contra Ramírez y que el despacho del sheriff no hizo nada para impedirlo.
El detective, Frank Bravo, "detuvo a Ramírez y básicamente destruyó su vida basándose en identificaciones poco fiables de una chica adolescente que se equivocó", dijo el abogado del demandante, Michael Artan. "Luego ocultó evidencias que podrían haber exonerado a Ramírez"
Pero los funcionarios del sheriff ponen en duda esa versión, diciendo que ellos y los fiscales confiaron en las palabras de la víctima, que identificó consistentemente a Ramírez como su agresor.
"Era una chica de 16 que dijo que fue secuestrada y amordazada por Ramírez", dijo el sheriff Bill McSweeney, que supervisa el litigio en el que está involucrado el despacho. "Dos fiscales de distrito y una víctima de secuestro de 16 años creen en nuestra versión, y también nosotros".
Bravo, que lleva 20 años asignado a la Comisaría Century en Lynwood, no pudo ser alcanzado para pedirle un comentario.
Ramírez no quiere hacer comentarios sino hasta que se haya completado la fase punitiva, dijo Artan.
El supuesto secuestro ocurrió el 16 de mayo de 2002, mientras la chica esperaba el bus escolar cerca de la Escuela Secundadia Charles R. Drew, en Compton.
Las autoridades dijeron que un sospechoso la secuestró a punta de pistola hacia las 5:45 de la mañana, la condujo a otro sitio y le pidió que realizara un acto sexual. La chica logró escapar a pesar de que el sospechoso la roció con gas paralizante.
Meses más tarde, la chica y su madre vieron un coche que pensaron que era el coche del sospechoso, de acuerdo a la demanda de Ramírez. Lo vieron varias veces y finalmente dieron el número de la matrícula a Bravo. La información condujo a Ramírez, profesor de la Escuela Secundaria Drew.
Ramírez fue detenido y se le impuso una fianza de 5 millones de dólares. Pero de acuerdo a su demanda federal, Bravo tenía información que pudo haber aclarado la situación del profesor.
Esta información incluía que la chica había dicho que el hombre que la atacó tenía una cicatriz en su mejilla derecha y una arruga en su barbilla. Ramírez no tiene nada. Bravo retuvo esa información hasta justo antes del juicio, casi un año después.
Los abogados de Ramírez sostuvieron que Bravo también mantuvo oculta la existencia de una mochila que la chica había abandonado, que fue encontrada minutos después en la esquila de 52nd Place y Central Avenue. En la mochila no se encontraron huellas dactilares de Ramírez, dice la demanda.
Artan, que fue también abogado de la defensa de Ramírez, dijo que la defensa fue finalmente capaz de aportar archivos bancarios y del teléfono celular que mostraban que Ramírez estaba lejos del lugar de los hechos. La mochila fue encontrada a 25 kilómetros de distancia del sitio donde Ramírez hizo un giro de dinero en un cajero automático casi a la misma hora, de acuerdo a la demanda.
La chica finalmente escogió la fotografía de Ramírez de un grupo de fotos como "la persona que ella pensaba que más se parecía al hechor", dice la demanda. La demanda dice que el detective le dijo que había "escogido al hombre correcto", pero funcionarios del sheriff dijeron que él en realidad le dijo que había elegido al dueño del coche.
Un prominente abogado de la defensa dijo que ella se sorprendió del monto del veredicto.
"Eso es un resultado terrible", dijo Gigi Gordon, la abogada que representa a las víctimas de la mala conducta policial.
16 de febrero de 2006
©traducción mQh
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