violencia contra alcaldes en holanda
Los alcaldes son a menudo acosados y amenazados. Gafe del oficio.
Rotterdam, Holanda. Más de la mitad de los alcaldes en Holanda son amenazados. Se trata a menudo de violencia verbal, pero también de disparos, violencia física, destrozos, cartas con amenazas y enfadados mensajes de correo electrónico.Los datos provienen de una encuesta que realizó el NRC-Handelsblad entre todos los alcaldes de Holanda. Casi la mitad de los alcaldes rellenó el formulario.
Algunas amenazas son llamativas: un alcalde fue amenazado con una serpiente constrictora, a otro le rompieron los frenos de su coche, la tumba de la esposa de un tercero fue destruida. A veces se trata de amenazas de ocurrencia única, pero en muchos casos los alcaldes viven durante bastante tiempo con acosos y amenazas.
La mayoría de los alcaldes dicen no sufrir con las amenazas. Es parte del trabajo, es una opinión que se oye a menudo. "Cualquier alcalde resuelto se va a enfrentar de vez en vez con resistencia", dice, por ejemplo, Sjoerd Kremer, alcalde de De Wolden.
Con ello desmienten los alcaldes las conclusiones del criminalista Frank Boverkerk, que en un estudio exploratorio del año pasado llamó a la idea de que las amenazas son parte del oficio, una "idea anticuada".
Los alcaldes no siempre denuncian las amenazas. Cuando ocurre, tienen a menudo la sensación de que nunca se llegará a detener a nadie. En casos de amenazas de muerte creíbles, u otras amenazas graves, muestran la inclinación a denunciar las amenazas a la policía.
Según muchos alcaldes los ciudadanos les amenazan cuando no reciben lo que quieren. Eso ocurre a menudo entre visitantes de los servicios sociales, habitantes de parques de caravanas y fanáticos del fútbol. Con las amenazas esperan recibir atención para sus problemas.
Esta gente, piensan los alcaldes, no quieren realmente provocar daños, pero se dejan dominar por sus emociones, y por eso hay que ayudarles. "A veces una taza de café hace milagros", dice el alcalde Donders, de Geldrop-Mierlo.
Otro alcalde constata un aumento de las amenazas, y las atribuye a un endurecimiento de la sociedad, aunque muchos colegas opinan que es algo de todas las épocas.
Rotterdam, Holanda. Más de la mitad de los alcaldes en Holanda son amenazados. Se trata a menudo de violencia verbal, pero también de disparos, violencia física, destrozos, cartas con amenazas y enfadados mensajes de correo electrónico.Los datos provienen de una encuesta que realizó el NRC-Handelsblad entre todos los alcaldes de Holanda. Casi la mitad de los alcaldes rellenó el formulario.Algunas amenazas son llamativas: un alcalde fue amenazado con una serpiente constrictora, a otro le rompieron los frenos de su coche, la tumba de la esposa de un tercero fue destruida. A veces se trata de amenazas de ocurrencia única, pero en muchos casos los alcaldes viven durante bastante tiempo con acosos y amenazas.
La mayoría de los alcaldes dicen no sufrir con las amenazas. Es parte del trabajo, es una opinión que se oye a menudo. "Cualquier alcalde resuelto se va a enfrentar de vez en vez con resistencia", dice, por ejemplo, Sjoerd Kremer, alcalde de De Wolden.
Con ello desmienten los alcaldes las conclusiones del criminalista Frank Boverkerk, que en un estudio exploratorio del año pasado llamó a la idea de que las amenazas son parte del oficio, una "idea anticuada".
Los alcaldes no siempre denuncian las amenazas. Cuando ocurre, tienen a menudo la sensación de que nunca se llegará a detener a nadie. En casos de amenazas de muerte creíbles, u otras amenazas graves, muestran la inclinación a denunciar las amenazas a la policía.
Según muchos alcaldes los ciudadanos les amenazan cuando no reciben lo que quieren. Eso ocurre a menudo entre visitantes de los servicios sociales, habitantes de parques de caravanas y fanáticos del fútbol. Con las amenazas esperan recibir atención para sus problemas.
Esta gente, piensan los alcaldes, no quieren realmente provocar daños, pero se dejan dominar por sus emociones, y por eso hay que ayudarles. "A veces una taza de café hace milagros", dice el alcalde Donders, de Geldrop-Mierlo.
Otro alcalde constata un aumento de las amenazas, y las atribuye a un endurecimiento de la sociedad, aunque muchos colegas opinan que es algo de todas las épocas.
[Este es un fenómeno que se ha agravado en los últimos diez años. Según otras investigaciones -de 2004 y 2005- casi un tercio de los ediles han renunciado a sus cargos tras recibir amenazas. En la mayoría de los casos, se trata de amenazas de grupos de extrema derecha, que dominan la política local en el campo holandés].
25 februari 2006
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
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