Blogia
mQh

ministro dirige escuadrón de la muerte


[Solomon Moore] Según declaraciones de policías detenidos. Oficiales estadounidenses dicen que sospechan que la policía de tráfico de Iraq, compuesta en gran parte por chiíes, está profundamente implicada en torturas y asesinatos.
Bagdad, Iraq. Un cuerpo de la policía iraquí de 1500 hombres, con estrechos lazos con milicias chiíes, ha emergido como uno de los escuadrones de la muerte que operan dentro del ministerio del Interior iraquí.
La patrulla nacional de carreteras de Iraq fue fundada en gran parte para hacer frente a los ataques de los insurgentes en las calles. Pero oficiales militares estadounidenses, entrevistados en el curso de los últimos días, dicen que sospechan que la patrulla está profundamente involucrada en detenciones ilegales, torturas y asesinatos extrajudiciales. Los oficiales dijeron que en los últimos meses Estados Unidos ha retirado de manera substancial el apoyo financiero y la asesoría a la patrulla, en un intento por distanciar las campañas de adiestramiento estadounidense de lo que consideran es una fuerza renegada.
"No los adiestramos, no les damos equipos, no hacemos patrullas con ellos. Es gente mala, criminales", dijo un oficial militar estadounidense de alto rango que asesora al ministerio del Interior. El oficial fue uno de los tres funcionarios que habló a condición de conservar el asesinato, diciendo que querían mantener las relaciones con oficiales de la policía iraquí y evitar la venganza de sus superiores en las fuerzas armadas estadounidenses.
El mes pasado soldados del ejército iraquí hicieron parar a un escuadrón de 22 agentes uniformados de la policía de carreteras en un puesto de control nocturno al norte de Bagdad, y descubrieron a un hombre en su custodia que les dijo que la policía planeaba matarlo. Sus temores fueron confirmados por confesiones de agentes del escuadrón, dijeron asesores estadounidenses.
Los oficiales estadounidenses han llamado 2006 el "año de la policía" y han colocado un renovado énfasis en el adiestramiento de agentes. El gobierno de Bush ha dicho repetidas veces que el desarrollo de las fuerzas de seguridad de Iraq debe ocurrir antes de que pueda comenzar la retirada de tropas estadounidenses.
Los militares norteamericanos trabajan estrechamente con unidades del ejército iraquí, realizando operaciones conjuntas y compartiendo el espacio en algunas bases militares. En contraste, las fuerzas policiales se han desarrollado de manera más independiente en aproximadamente 11 mil comisarías y puestos en todo el país.
El resultado es una variopinta conglomeración de agencias dependientes del ministerio del Interior con jurisdicciones yuxtapuestas y funciones pobremente definidas.
"Está el servicio de protección de instalaciones, las brigadas del orden público, los comandos, la patrulla de tráfico, la policía regular, la policía de carreteras, los agentes patrulleros", dijo un segundo oficial norteamericano.
"¿Quién sabe quiénes son? Nadie los controla, excepto el ministro", dijo el oficial, refiriéndose al ministro del Interior, Bayan Jabr.
Jabr, un chií con estrechos vínculos con la Brigada Báder, un grupo paramilitar, ha sido el blanco de las acusaciones de maltratos en las fuerzas de seguridad iraquíes. El ministro se hizo más notorio el año pasado cuando empezaron a aparecer los cuerpos de cientos de hombres, la mayoría de ellos árabes sunníes, en plantas de tratamiento de aguas, vertederos y barrancos en el desierto. La mayoría de los cuerpos presentaban signos de tortura y parecían haber sido ejecutados. Muchas familias de los difuntos dijeron que sus familiares habían sido vistos por última vez en la parte de atrás de vehículos policiales.
Los chiíes, que constituyen un 60 por ciento de la población iraquí, fueron duramente reprimidos durante el régimen de Saddam Hussein, que favorecía a la minoría sunní. Los chiíes llegaron al poder en las secuelas de la invasión norteamericana en marzo de 2003. La resistencia dirigida por los sunníes ha llevado a cabo una campaña de atentados con bomba y asesinatos contra el gobierno.
En los últimos dos años las milicias chiíes dentro de las fuerzas de seguridad de Iraq han sido acusadas de montar represalias por los atentados sunníes. Importantes figuras sunníes han culpado de las represalias a Jabr. Los partidos políticos sunníes han convertido su remoción del cargo en un tema clave de las negociaciones sobre si tomarán o no parte en un gobierno chií.
En una entrevista reciente, el general de división del ejército Joseph Peterson, que dirige la campaña de varios millares de dólares para adiestrar y equipar a las fuerzas policiales iraquíes, defendió enérgicamente al ministro y dijo que se sentía animado por el juramento de Jabr de investigar completamente los casos de abusos.
"Los escuadrones de la muerte son un problema real", dijo Peterson. "Pero puedo decirles que hemos capturado nuestro primer escuadrón de la muerte", dijo, refiriéndose a la unidad que fue aprehendida el mes pasado. "El ministro del Interior está eufórico de que los hayamos capturado", agregó.
Peterson dijo que funcionarios estadounidenses y del ministerio del Interior estaban investigando la patrulla de carreteras para determinar "de dónde venían estos tipos y cómo se habían organizado y quién los dirigía y cuál era su propósito".
El general de división del ejército Rick Lynch, un portavoz militar estadounidense, dijo que el ministerio del Interior estaba dirigiendo la investigación sobre el escuadrón de la muerte.
Ali Hussein Kamal, el jefe de inteligencia del ministerio del Interior, dijo en una entrevista el domingo que los investigados también estaban tratando de determinar si el general iraquí a cargo de la patrulla de carreteras estaba implicado en el escuadrón.
"Si descubrimos que estas acusaciones de que está implicado son verdaderas, tomaremos medidas muy severas contra él", dijo Kamal. "Pero hablando en general, los oficiales de alto nivel son normalmente ignorantes de lo que hacen sus oficiales de rango más bajo".
Personal de Estados Unidos que han estado adiestrando a agentes de policía iraquí dijeron que habían sospechado desde hacía tiempo de realizar allanamientos ilegales y asesinatos, pero tenía poca supervisión del cuerpo.
Los agentes de la patrulla de carreteras, de uniforme negro, asisten rara vez a las academias de policía financiadas por Estados Unidos destinadas a mejorar el profesionalismo y la conciencia sobre derechos humanos dentro de las fuerzas de seguridad iraquíes, dijeron asesores de la policía, y se han negado a compartir información sobre sus actividades.
Asesores policiales estadounidenses dijeron que la patrulla de carreteras estaba formada casi enteramente por chiíes e incluía un núcleo de unos 400 a 800 miembros de las milicias de Báder, que componen las patrullas de la Cuarta Compañía, que fue creada el año pasado.
"La 4ª Compañía está llena de gente con lazos poco convencionales con la milicia", dijo un oficial americano que asesora al ministerio del Interior. "Los apoya el ministro Jabr. El general a cargo de la patrulla de carreteras les ha prestado todo su apoyo".
Después de que el escuadrón de la muerte fuera parado el mes pasado, asesores policiales estadounidenses dijeron que cuatro miembros del escuadrón confesaron varios crímenes sectarios.
Los agentes de la patrulla de carreteras fueron interrogados sobre de quién recibían órdenes, dijo un tercer oficial estadounidense que está involucrado en el adiestramiento de tropas iraquíes y tiene conocimiento de los interrogatorios del escuadrón de la muerte. "Y nos dijeron que recibían órdenes de Jabr". El resto del escuadrón ha sido dejado en libertad.
Los líderes árabes sunníes se quejan de que una investigación anterior sobre los abusos todavía debe mostrar sus resultados.
En noviembre una unidad del ejército norteamericano descubrió un centro de detención e instalación de torturas clandestino dirigido por agentes de policía asociados a la milicia Báder. En total había 169 personas detenidas en la prisión secreta, y las fotos mostraban que algunos reclusos habían sido severamente golpeados y mal alimentados.
Javr juró investigar el origen del recinto de detención y la posible existencia de otras prisiones secretas, incluso cuando dudaba que se hubiesen cometido abusos en ellas.
"Sí, había signos de tortura... pero no ha habido asesinatos ni decapitaciones, como dijeron algunos", dijo Jabr a periodistas en noviembre.
Pero los reclusos en el búnker compilaron una lista de 18 detenidos que dijeron que había sido torturados hasta su muerte.
Dos funcionarios de la embajada norteamericana dijeron que las autoridades iraquíes estaban realizando visitas a cárceles del ministerio del Interior, pero se negaron a brindar detalles sobre esas instalaciones.
Kamal, el jefe de inteligencia del ministerio, dijo sobre la pesquisa que "todavía estamos investigando, pero es mejor que lo hagamos discretamente, sin la prensa".
Peterson, el oficial estadounidense a cargo del adiestramiento de la policía iraquí dijo que de momento no se han descubierto otras cárceles clandestinas. Oficiales estadounidenses estaban tratando de ayudar al ministerio del Interior a centralizar y actualizar su sistema de detenciones, dijo, de modo que fuera transparente y aceptable en términos internacionales.
"He visto los informes que dicen que hay cárceles secretas", dijo Peterson. "¿Pero dónde están? Nosotros no las hemos encontrado. Hemos salido a controlar. ¿Existen? Bueno, el búnker existía, así que sí, existen. ¿Y está el ministerio tratando de descubrir estas cosas? Bueno, sí, lo está intentando".

21 de febrero de 2006

©los angeles times
©traducción mQh

rss

0 comentarios