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secuestros y desapariciones en china


[Philip P. Pan] 24 disidentes detenidos o desaparecidos en vísperas de congreso.
Pekín, China. China ha lanzado una dura represión de las actividades políticas adelantándose a la sesión de este mes del parlamento nacional y ha hecho desaparecer o ha secuestrado al menos a dos docenas de participantes de una huelga de hambre a nivel nacional contra los abusos del gobierno en las últimas dos semanas, de acuerdo a amigos y familiares.
Cientos de firmantes de una petición que habían viajado a Pekín para quejarse de los funcionarios locales, fueron también obligados a abandonar la capital en los últimos días, dijeron varios de ellos en entrevistas, y otros han sido impedidos de entrar a la ciudad.
El Partido Comunista refuerza rutinariamente la seguridad antes de la sesión anual del cosmético Congreso Nacional del Pueblo, pero parece estar tomando precauciones especiales en anticipación de la sesión de este año, que empieza el domingo, en respuesta al creciente descontento social en el campo y a una campaña cada vez más asertiva de activistas por los derechos sociales en varias ciudades.
La represión empezó a mediados de febrero después de que un prominente abogado de Pekín, Gao Zhisheng, montara una huelga de hambre de dos días para llamar la atención sobre la golpiza propinada a un colega activista por los derechos humanos, Yang Maodong, por matones que resultaron haber sido contratados por la policía. Gao dijo que dejó de comer para protestar contra el creciente uso por parte del gobierno de "tácticas mafiosas" para reprimir los esfuerzos de los ciudadanos de proteger sus derechos.
La noticia de la huelga de hambre de Gao se extendió rápidamente por internet, y partidarios en unas quince provincias pronto acordaron hacer turnos para ayunar en solidaridad con él. No está claro cuántos se han unido a la huelga de hambre, pero Gao dijo que ha recibido llamadas telefónicas y mensajes electrónicos de al menos 450 personas que se han ofrecido voluntariamente para ayunar al menos durante 24 horas.
La escala de las protestas y la velocidad con la que se ha organizado pareció alarmar a los ministerios de la seguridad chinos, que en las semanas siguientes movilizó a agentes en ciudades en todo el país para interrogar, acosar y detener a los participantes.
El gobierno se muestra muy sensible sobre la huelgas de hambre porque los estudiantes universitarios las usaron para reunir al público y montar manifestaciones en favor de la democracia en la Plaza de Tiananmen en 1989. Esas protestas terminaron cuando las tropas abrieron fuego y mataron a cientos, quizás miles de manifestantes.
Varios individuos que han participado en la huelga de hambre el mes pasado siguen desaparecidos, incluyendo a Hu Jia, 31, un activista del SIDA en Pekín que desempeñó un importante papel en la denuncia de la epidemia de SIDA en China central causada por traficantes de sangre respaldados por el gobierno que utilizaban métodos de recolección antihigiénicos.
La esposa de Hu, Zeng Jinyan, se negó a ser entrevistada, pero escribió en su bitácora que Hu estaba bajo arresto domiciliario cuando ella salió hacia su trabajo el 16 de febrero y que cuando volvió, ya no estaba en casa.
Desde entonces, Zeng ha utilizado su bitácora para informar de sus esfuerzos por encontrarlo. El 27 de febrero describió un encuentro con agentes de policía que negaron que su marido estuviera detenido y se negaron a aceptar medicinas que necesita para el tratamiento de su hígado.
"Su actitud fría y distante me dejó triste y muda", escribió. "Todavía no me siento bien. Después de almorzar, tuve que vomitar".
También ha desaparecido, el 16 de febrero, Qi Zhiyong, 49, un ex obrero de la construcción cuyas piernas fueron amputadas después de ser atacado en la masacre de Tiananmen,y Quyang Xiaorong, un ingeniero de software del sudeste de China que viajó a Pekín para ayudar a Gao a coordinar la huelga de hambre, dijeron varios de sus amigos.
Wen Haibo, un abogado que trabaja con Gao, dijo por teléfono que él y un colega, Ma Wendu, también fueron detenidos el 16 de febrero, pero que han sido colocados desde entonces bajo arresto domiciliario "indefinido". [Gao mismo fue detenido el sábado por policías de paisano, dijo un colega].
En Shanghai han desaparecido al menos 15 participantes de la huelga de hambre, la mayoría de ellos residentes que habían estado protestando por las demoliciones ilegales de sus casas por agentes inmobiliarios con lazos con funcionarios del partido, de acuerdo a amigos y familiares.
Uno de ellos, Liu Xinjuan, 49, fue detenido el 22 de febrero en Pekín, trasladado de vuelta a Shanghai e internado a la fuerza en un hospital psiquiátrico, de acuerdo a su hijo Fen Lianxi. "Por supuesto, no sufre de ninguna enfermedad mental", dijo. "Pero cuando fui al asilo, me dijeron que no podían liberar sin una orden de la policía".
Alcanzados por teléfono, otros dijeron que estaban retenidos en hoteles aislados en islas cerca de Shanghai para lo que durara la sesión parlamentaria, que termina el 14 de marzo. Pero al menos uno de los huelguistas, Wang Lizhuang, ha sido acusado de interferir en asuntos públicos, dijo su hermana, Wang Liqing, que agregó que ella estaba bajo arresto domiciliario.
En Changsha, la capital de la provincia de Hunan, la policía arrestó a Yu Zhijian, ex maestro que pasó 11 años en la cárcel por arrojar pintura contra un retrato de Mao Tse-Tung durante las protestas de Tiananmen. Su novia, Su Gu, dijo que la policía lo detuvo el 18 de febrero después de su huelga de hambre y lo acusó de subversión.
Otro veterano de las protestas de 1989, Zhao Zin, 38, presidente del grupo de derechos humanos de Pekín, el Instituto de Derechos y Desarrollo [Empowerment and Rights Institute], fue sacado el 21 de febrero de casa de sus padres en la provincia de Yunnan, después de que se uniera a la huelga de hambre, según informó su padre, Zhao Yuanhe.
Al día siguiente, un abogado que lo visitó, Liao Shuangyan, desapareció en Chengdu, la capital de la vecina provincia de Sichuan, después de que su esposa, que habló a condición de mantener el anonimato. También dijo que Liao había firmado una carta abierta apoyando la huelga de hambre, pero que no había participado en ella.
Interrogada sobre las detenciones, la oficina de información del gobierno emitió una breve declaración: "China es país con un estado de derecho, y garantiza los derechos de los ciudadanos de acuerdo a la ley. La llamada persecución no existe".
Interrogada sobre si las huelgas de hambre eran ilegales en China, la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Liu Jianchao, dijo a periodistas el martes que las protestas "debían ser realizadas en el marco legal".
Pero un funcionario del ministerio de Seguridad Pública, Xu Hu, confirmó en una rueda de prensa el jueves que la policía estaba deteniendo a "elementos perniciosos" de Pekín adelantándose a la sesión parlamentaria. "No estamos deteniendo a personas específicas. Sólo queremos mantener el orden público", dijo, de acuerdo a la prensa del estado.
Una importante disidente, Ding Zilin, líder de un grupo de madres que perdieron a sus hijos en la masacre de Tiananmen, publicó una carta pública el mes pasado instando a Gai a terminar la huelga de hambre, diciendo que los riesgos para los participantes eran demasiado altos. Lo instó a continuar tratando de recurrir a tribunales para defender sus derechos civiles en lugar de adoptar tácticas políticas.
Gao respondió diciendo que los ciudadanos tienen derecho a participar en política y que el partido había "bloqueado" los canales legales al cerrar su bufete de abogados, encarcelando a los abogados y utilizando la violencia contra los que trataban de usar el sistema jurídico para impugnar medidas oficiales.
Pero la semana pasada, en una medida descrita como un gesto de conciliación, Gao llamó a poner fin a la huelga de hambre nacional y dijo que sólo él y otros seis activistas continuarían ayunando, cada uno un día de la semana.

4 de marzo de 2006
©washington post
©traducción mQh
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