estados unidos denuncia a policía iraquí
[Brian Knowlton] Informe estadounidense sobre derechos humanos critica a policía iraquí.
Washington, Estados Unidos. Las unidades de la policía iraquí, a menudo infiltradas e incluso dominadas por miembros de milicias religiosas, continúan estando vinculadas a detenciones arbitrarias, torturas, violaciones y a veces asesinatos de detenidos, informó hoy el ministerio de Asuntos Exteriores estadounidense.
"La gran mayoría de las violaciones de derechos humanos presuntamente cometidas por agentes del gobierno, son atribuibles a la policía", dijo el ministerio.
El informe, emitido como parte de la revisión anual del ministerio sobre los derechos humanos en el mundo, menciona a Corea del Norte, Burma, Irán, Zimbabue, China y Cuba entre los peores violadores de derechos humanos.
Las críticas estadounidenses sobre el empeoramiento de las condiciones de los derechos en Irán se produce cuando el gobierno de Bush presiona a Teherán en términos cada vez más enérgicos para que refrene sus ambiciones nucleares.
El informe sobre derechos humanos también describe serios problemas en países con estrechos vínculos con Estados Unidos, incluyendo las torcidas elecciones en Egipto, las golpizas y detenciones arbitrarias en Arabia Saudí y los azotes en los Emiratos Árabes Unidos.
El informe dice que la represión en China ha empeorado, con "un aumento del acoso, detención y encarcelamiento" de críticos del gobierno, una reforzada censura de los medios de comunicación y a veces la represión violenta de las protestas. En general, dice que la situación de los derechos humanos en China "sigue siendo pobre".
Esa crítica puede ser delicada ahora que el presidente Hu Jintato se propone visitar la Casa Blanca el próximo mes.
El ministerio no está facultado para revisar los abusos de derechos humanos en Estados Unidos y el informe no menciona directamente la controvertida práctica de la entrega -enviar a sospechosos de terrorismo a terceros países para que sean interrogados.
El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional atacó el informe hoy por lo que dijo que era una "manifiesta omisión".
Amnistía observó que el informe criticaba el tratamiento de los detenidos en Egipto y Jordania, países a los que Estados Unidos se dice que envía a detenidos para que sean interrogados.
Por ejemplo en Jordania, el informe dice que "los métodos de tortura citados más frecuentemente son las palizas, la privación del sueño, prolongados períodos de confinamiento y suspensión física".
La revisión anual reconoce a dos países europeos presuntamente vinculados a centros de detención secretos de la CIA, Polonia y Rumania, por haber intentado tratar problemas en torno a los derechos humanos. Pero dice que la policía rumana maltrata a los detenidos.
Barry Lowenkron, secretario de estado para la democracia, los derechos humanos y el trabajo, fue interrogado en una rueda de prensa sobre lo que un periodista sugirió que era el problemático tratamiento de la entrega.
"Déjeme ser claro", replicó. "Nosotros no enviamos a detenidos a países donde creamos que los detenidos van a ser torturados. Esa ha sido nuestra política".
Interrogado sobre cómo el gobierno de Bush quiere cuadrar esa afirmación con sus denuncias de abusos en países como Egipto y Jordania, Lowerkron replicó: "Se hace caso por caso".
"En algunos países que no tienen prácticas completamente democráticas, si nos dan pruebas sólidas, y si hay precedentes -y tenemos ejemplos-, entonces confiamos y lo hacemos. Pero si no, no lo hacemos".
Pero el informe trata en algún detalle las acusaciones de extendidos abusos por la policía iraquí -y mucho menos por el ejército de ese país.
Los abusos de la policía, dice el informe, "incluyen amenazas, intimidación, golpizas y suspensión de brazos o piernas, así como el uso de taladros eléctricos y cuerdas y la aplicación de descargas eléctricas".
En un clima de extremada violencia, dice, hubo "informes sobre un aumento de los asesinatos cometidos por el gobierno y sus agentes que pueden tener motivaciones políticas". Los rebeldes y delincuentes comunes a veces ocultan su identidad tras uniformes de policía o del ejército, socavando la confianza de la opinión pública, dice la revisión.
Dice que las unidades de policía a menudo son dominadas por miembros de milicias religiosas, entre ellas dos grupos chiíes, la Organización Báder y el Ejército de Mahdi. Estos grupos a veces abusan de su poder por motivos personales, de partido o de secta religiosa.
La evaluación subraya las dificultades que han tenido las fuerzas estadounidenses en el adiestramiento de remplazos iraquíes fiables de las tropas y personal de seguridad estadounidenses.
Citó notables avances democráticos en Iraq, incluyendo la elección en diciembre de los miembros de la nueva legislatura. Pero también menciona serios problemas, incluyendo "una extendida corrupción a todos los niveles de gobierno".
Gran de la revisión había sido mencionada previamente, pero agrega detalles y algunos seguimientos.
Incluye cuatro incidentes graves en los que la policía -u otros utilizando uniformes de policías- detuvo a más de 60 iraquíes, que fueron más tarde encontrados muertos. Las investigaciones prometidas por el ministerio del Interior no han producido ningún resultado.
El informe cita a un ex ministro iraquí de derechos humanos, Baktiar Amin, que dijo el 6 de febrero de 2005, que en los centros de detención del ministerio del Interior se "violaban los derechos humanos", incluyendo torturas sistemáticas.
Un centro de detención del ministerio del Interior en Bagdad, el Búnker Jadiriyah, fue cerrado después de que se encontraran en él en noviembre 169 detenidos, la mayoría de ellos sunníes, con claros signos de tortura.
Un equipo de inspección de varias agencias formado subsecuentemente por el gobierno encontró en un edificio de la policía en Bagdad, el 8 de diciembre, a 625 detenidos "en condiciones de tal hacinamiento que los detenidos no podían tenderse todos al mismo tiempo". Varios de ellos, según los informes de prensa citados, mostraban signos de graves torturas, y a algunos les había arrancado las uñas.
El informe dice que las condiciones en las cárceles civiles "mejoraron significativamente durante el año".
Pero agrega, con poca elaboración, que "existen otros centros de detención sobre los se sabe muy poco". Entre ellos se incluye a cinco centros de ese tipo en el norte kurdo, donde se detiene a prisioneros de otras etnias.
Se sospecha además que la CIA tiene algunos centros de detención secretos en Iraq y Afganistán.
"La gran mayoría de las violaciones de derechos humanos presuntamente cometidas por agentes del gobierno, son atribuibles a la policía", dijo el ministerio.
El informe, emitido como parte de la revisión anual del ministerio sobre los derechos humanos en el mundo, menciona a Corea del Norte, Burma, Irán, Zimbabue, China y Cuba entre los peores violadores de derechos humanos.
Las críticas estadounidenses sobre el empeoramiento de las condiciones de los derechos en Irán se produce cuando el gobierno de Bush presiona a Teherán en términos cada vez más enérgicos para que refrene sus ambiciones nucleares.
El informe sobre derechos humanos también describe serios problemas en países con estrechos vínculos con Estados Unidos, incluyendo las torcidas elecciones en Egipto, las golpizas y detenciones arbitrarias en Arabia Saudí y los azotes en los Emiratos Árabes Unidos.
El informe dice que la represión en China ha empeorado, con "un aumento del acoso, detención y encarcelamiento" de críticos del gobierno, una reforzada censura de los medios de comunicación y a veces la represión violenta de las protestas. En general, dice que la situación de los derechos humanos en China "sigue siendo pobre".
Esa crítica puede ser delicada ahora que el presidente Hu Jintato se propone visitar la Casa Blanca el próximo mes.
El ministerio no está facultado para revisar los abusos de derechos humanos en Estados Unidos y el informe no menciona directamente la controvertida práctica de la entrega -enviar a sospechosos de terrorismo a terceros países para que sean interrogados.
El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional atacó el informe hoy por lo que dijo que era una "manifiesta omisión".
Amnistía observó que el informe criticaba el tratamiento de los detenidos en Egipto y Jordania, países a los que Estados Unidos se dice que envía a detenidos para que sean interrogados.
Por ejemplo en Jordania, el informe dice que "los métodos de tortura citados más frecuentemente son las palizas, la privación del sueño, prolongados períodos de confinamiento y suspensión física".
La revisión anual reconoce a dos países europeos presuntamente vinculados a centros de detención secretos de la CIA, Polonia y Rumania, por haber intentado tratar problemas en torno a los derechos humanos. Pero dice que la policía rumana maltrata a los detenidos.
Barry Lowenkron, secretario de estado para la democracia, los derechos humanos y el trabajo, fue interrogado en una rueda de prensa sobre lo que un periodista sugirió que era el problemático tratamiento de la entrega.
"Déjeme ser claro", replicó. "Nosotros no enviamos a detenidos a países donde creamos que los detenidos van a ser torturados. Esa ha sido nuestra política".
Interrogado sobre cómo el gobierno de Bush quiere cuadrar esa afirmación con sus denuncias de abusos en países como Egipto y Jordania, Lowerkron replicó: "Se hace caso por caso".
"En algunos países que no tienen prácticas completamente democráticas, si nos dan pruebas sólidas, y si hay precedentes -y tenemos ejemplos-, entonces confiamos y lo hacemos. Pero si no, no lo hacemos".
Pero el informe trata en algún detalle las acusaciones de extendidos abusos por la policía iraquí -y mucho menos por el ejército de ese país.
Los abusos de la policía, dice el informe, "incluyen amenazas, intimidación, golpizas y suspensión de brazos o piernas, así como el uso de taladros eléctricos y cuerdas y la aplicación de descargas eléctricas".
En un clima de extremada violencia, dice, hubo "informes sobre un aumento de los asesinatos cometidos por el gobierno y sus agentes que pueden tener motivaciones políticas". Los rebeldes y delincuentes comunes a veces ocultan su identidad tras uniformes de policía o del ejército, socavando la confianza de la opinión pública, dice la revisión.
Dice que las unidades de policía a menudo son dominadas por miembros de milicias religiosas, entre ellas dos grupos chiíes, la Organización Báder y el Ejército de Mahdi. Estos grupos a veces abusan de su poder por motivos personales, de partido o de secta religiosa.
La evaluación subraya las dificultades que han tenido las fuerzas estadounidenses en el adiestramiento de remplazos iraquíes fiables de las tropas y personal de seguridad estadounidenses.
Citó notables avances democráticos en Iraq, incluyendo la elección en diciembre de los miembros de la nueva legislatura. Pero también menciona serios problemas, incluyendo "una extendida corrupción a todos los niveles de gobierno".
Gran de la revisión había sido mencionada previamente, pero agrega detalles y algunos seguimientos.
Incluye cuatro incidentes graves en los que la policía -u otros utilizando uniformes de policías- detuvo a más de 60 iraquíes, que fueron más tarde encontrados muertos. Las investigaciones prometidas por el ministerio del Interior no han producido ningún resultado.
El informe cita a un ex ministro iraquí de derechos humanos, Baktiar Amin, que dijo el 6 de febrero de 2005, que en los centros de detención del ministerio del Interior se "violaban los derechos humanos", incluyendo torturas sistemáticas.
Un centro de detención del ministerio del Interior en Bagdad, el Búnker Jadiriyah, fue cerrado después de que se encontraran en él en noviembre 169 detenidos, la mayoría de ellos sunníes, con claros signos de tortura.
Un equipo de inspección de varias agencias formado subsecuentemente por el gobierno encontró en un edificio de la policía en Bagdad, el 8 de diciembre, a 625 detenidos "en condiciones de tal hacinamiento que los detenidos no podían tenderse todos al mismo tiempo". Varios de ellos, según los informes de prensa citados, mostraban signos de graves torturas, y a algunos les había arrancado las uñas.
El informe dice que las condiciones en las cárceles civiles "mejoraron significativamente durante el año".
Pero agrega, con poca elaboración, que "existen otros centros de detención sobre los se sabe muy poco". Entre ellos se incluye a cinco centros de ese tipo en el norte kurdo, donde se detiene a prisioneros de otras etnias.
Se sospecha además que la CIA tiene algunos centros de detención secretos en Iraq y Afganistán.
8 de marzo de 2006
©new york times
©traducción mQh
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