crímenes religiosos en iraq
[Solomon Moore] Crímenes religiosos desestabilizan la unidad de Iraq. El presidente Jalal Talabani advierte que la tendencia es tan peligrosa como el terrorismo. La morgue de la capital reportó más mil civiles muertos en abril.
Bagdad, Iraq. La morgue de la ciudad aquí recibió en abril a 1.091 víctimas de asesinatos, la mayoría de ellos el resultado de asesinatos religiosos que se han convertido en "no menos peligrosos que el terrorismo", dijo ayer el presidente de Iraq.
"Estos crímenes diarios crearán un ambiente de sospechas mutuas entre los hijos de nuestra nación y desestabilizarán la unidad nacional", advirtió el presidente Jalal Talabani en una declaración emitida por su despacho. Cada víctima deja atrás "un huérfano, una madre desconsolada, un padre o una esposa devastados", dijo.
Talabani reconoció que las estadísticas de la morgue sólo incluyen los cuerpos hallados en Bagdad y alrededores y que la cifra total de bajas civiles era probablemente mucho más alta.
Durante los primeros tres meses del año, al menos 3.800 civiles fueron asesinados en Bagdad, de acuerdo a estadísticas compiladas por Los Angeles Times, con base a informaciones de la morgue y policía y funcionarios de hospitales. Es la cifra más alta de civiles asesinados desde que la invasión estadounidense derrocara a Saddam Hussein hace más de tres años.
La mayoría de las víctimas de los últimos meses son sunníes. Líderes comunitarios afirman que escuadrones de la muerte asociados a milicias chiíes han estado realizando secuestros y asesinatos en sus vecindarios.
La urgencia de la advertencia de Talabani fue subrayada por la persistente violencia el martes y miércoles y las tensiones religiosas que llegaron hasta el parlamento iraquí.
El Consejo de Diputados, que se reúne en la fuertemente fortificada Zona Verde de Bagdad, ha estado luchando por llegar a un acuerdo sobre el nombramiento de ministerios de gobierno claves, la última fase en la formación de un gobierno de unidad que los políticos esperan que ayude a estabilizar el país.
Los legisladores se distrajeron esta semana después de que una riña provocada por un timbre de llamada dejó en evidencias las persistentes tensiones entre los bloques sunní y chií.
Una riña estalló el lunes en el vestíbulo del edificio del parlamento después de que el celular de una legisladora chií empezara a sonar con una oración chií. Aparentemente interrumpió una entrevista de radio con el orador del parlamento, Mahmoud Mashadani, que es sunní. Un guardaespaldas fue enviado a apagar el teléfono atacó presuntamente al ayudante de la legisladora, que tenía el teléfono.
El incidente provocó dos días de recriminaciones, que culminaron el miércoles en un airado intercambio de palabras entre la legisladora Ghufran Saidi, y Mashadani, que suspendió brevemente la sesión parlamentaria, provocando la ira de los diputados chiíes.
El orador reveló más tarde que uno de sus guardaespaldas había sido agredido el martes, provocando especulaciones de que fue atacado en venganza por la riña del día anterior. Pero los diputados desecharon esa teoría.
El miércoles Saidi la empredió contra Mashadani y sus guardaespaldas, cuya conducta, dijo, le "hacía recordar al régimen anterior, cuando violaban la dignidad de nuestras casas".
Entretanto la violencia continuó en Iraq.
Los trabajadores de una planta eléctrica en Baqubah descubrieron el miércoles cuatro cuerpos dentro de un coche aparcado, dijo el teniente de policía Mohammed Hadi. Cuando la policía llegó a investigar, el coche explotó, matando a seis trabajadores y un agente de policía.
Justo al norte de la ciudad, hombres armados emboscaron y mataron a un agente de inteligencia del ministerio del Interior y sus dos guardaespaldas, dijo Hadi.
En Mosul, estallaron dos coches bomba durante el paso de convoyes militares norteamericanos, matando a un transeúnte iraquí.
En Ramadi, un centro de la resistencia sunní al oeste de Iraq, cuatro agentes de policía fuera de servicio fueron asesinados el miércoles. Agentes de policía fuera de servicio, a quienes no se permite portar armas, son blancos frecuentes.
En Bagdad un prominente miembro del antiguo Partido Baaz fue asesinado en Ciudad Sáder, un enorme barrio chií controlado por la milicia Al Mahdi, de Muqtada Sáder.
Al este de Bagdad detonó una bomba al paso de un comando policial iraquí matando a un agente.
Y en barrio de Shaab, al nordeste de Bagdad, las autoridades descubrieron un cuerpo no identificado, que llevaba los ojos vendados y estaba esposado. Fue asesinado de un balazo en la cabeza.
Funcionarios kurdos en Sulaymaniya anunciaron el miércoles la fuga de cinco sospechosos de terrorismo de un complejo penitenciario fuertemente custodiado. La prisión es administrada por militares norteamericanos y custodiada por gendarmes iraquíes y soldados estadounidenses.
Un portavoz del gobierno kurdo dijo que los escapados eran tres iraquíes, un palestino y un sirio.
La fortaleza prisión del Castillo de Susa, a unos 24 kilómetros al noroeste de Sulaymaniya, está protegida por cinco cordones de seguridad. Funcionarios estadounidenses e iraquíes dijeron que estaban investigando la fuga.
"Estos crímenes diarios crearán un ambiente de sospechas mutuas entre los hijos de nuestra nación y desestabilizarán la unidad nacional", advirtió el presidente Jalal Talabani en una declaración emitida por su despacho. Cada víctima deja atrás "un huérfano, una madre desconsolada, un padre o una esposa devastados", dijo.
Talabani reconoció que las estadísticas de la morgue sólo incluyen los cuerpos hallados en Bagdad y alrededores y que la cifra total de bajas civiles era probablemente mucho más alta.
Durante los primeros tres meses del año, al menos 3.800 civiles fueron asesinados en Bagdad, de acuerdo a estadísticas compiladas por Los Angeles Times, con base a informaciones de la morgue y policía y funcionarios de hospitales. Es la cifra más alta de civiles asesinados desde que la invasión estadounidense derrocara a Saddam Hussein hace más de tres años.
La mayoría de las víctimas de los últimos meses son sunníes. Líderes comunitarios afirman que escuadrones de la muerte asociados a milicias chiíes han estado realizando secuestros y asesinatos en sus vecindarios.
La urgencia de la advertencia de Talabani fue subrayada por la persistente violencia el martes y miércoles y las tensiones religiosas que llegaron hasta el parlamento iraquí.
El Consejo de Diputados, que se reúne en la fuertemente fortificada Zona Verde de Bagdad, ha estado luchando por llegar a un acuerdo sobre el nombramiento de ministerios de gobierno claves, la última fase en la formación de un gobierno de unidad que los políticos esperan que ayude a estabilizar el país.
Los legisladores se distrajeron esta semana después de que una riña provocada por un timbre de llamada dejó en evidencias las persistentes tensiones entre los bloques sunní y chií.
Una riña estalló el lunes en el vestíbulo del edificio del parlamento después de que el celular de una legisladora chií empezara a sonar con una oración chií. Aparentemente interrumpió una entrevista de radio con el orador del parlamento, Mahmoud Mashadani, que es sunní. Un guardaespaldas fue enviado a apagar el teléfono atacó presuntamente al ayudante de la legisladora, que tenía el teléfono.
El incidente provocó dos días de recriminaciones, que culminaron el miércoles en un airado intercambio de palabras entre la legisladora Ghufran Saidi, y Mashadani, que suspendió brevemente la sesión parlamentaria, provocando la ira de los diputados chiíes.
El orador reveló más tarde que uno de sus guardaespaldas había sido agredido el martes, provocando especulaciones de que fue atacado en venganza por la riña del día anterior. Pero los diputados desecharon esa teoría.
El miércoles Saidi la empredió contra Mashadani y sus guardaespaldas, cuya conducta, dijo, le "hacía recordar al régimen anterior, cuando violaban la dignidad de nuestras casas".
Entretanto la violencia continuó en Iraq.
Los trabajadores de una planta eléctrica en Baqubah descubrieron el miércoles cuatro cuerpos dentro de un coche aparcado, dijo el teniente de policía Mohammed Hadi. Cuando la policía llegó a investigar, el coche explotó, matando a seis trabajadores y un agente de policía.
Justo al norte de la ciudad, hombres armados emboscaron y mataron a un agente de inteligencia del ministerio del Interior y sus dos guardaespaldas, dijo Hadi.
En Mosul, estallaron dos coches bomba durante el paso de convoyes militares norteamericanos, matando a un transeúnte iraquí.
En Ramadi, un centro de la resistencia sunní al oeste de Iraq, cuatro agentes de policía fuera de servicio fueron asesinados el miércoles. Agentes de policía fuera de servicio, a quienes no se permite portar armas, son blancos frecuentes.
En Bagdad un prominente miembro del antiguo Partido Baaz fue asesinado en Ciudad Sáder, un enorme barrio chií controlado por la milicia Al Mahdi, de Muqtada Sáder.
Al este de Bagdad detonó una bomba al paso de un comando policial iraquí matando a un agente.
Y en barrio de Shaab, al nordeste de Bagdad, las autoridades descubrieron un cuerpo no identificado, que llevaba los ojos vendados y estaba esposado. Fue asesinado de un balazo en la cabeza.
Funcionarios kurdos en Sulaymaniya anunciaron el miércoles la fuga de cinco sospechosos de terrorismo de un complejo penitenciario fuertemente custodiado. La prisión es administrada por militares norteamericanos y custodiada por gendarmes iraquíes y soldados estadounidenses.
Un portavoz del gobierno kurdo dijo que los escapados eran tres iraquíes, un palestino y un sirio.
La fortaleza prisión del Castillo de Susa, a unos 24 kilómetros al noroeste de Sulaymaniya, está protegida por cinco cordones de seguridad. Funcionarios estadounidenses e iraquíes dijeron que estaban investigando la fuga.
Caesar Ahmed, Shamil Aziz y Saif Rasheed en Baghdad contribuyeron a este reportaje.
11 de mayo de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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