desenfrenada corrupción en iraq
[William Branigin] Funcionario iraquí advierte a comité de la Cámara que la corrupción crece firmemente.
Iraq/Estados Unidos. Un ex investigador iraquí de la corrupción dijo hoy a un comité de la Cámara que en el gobierno iraquí la corrupción es "desenfrenada", le ha costado al erario nacional unos dieciocho mil millones de dólares en los últimos tres años y está empeorando firmemente en medio de la violencia y amenazas dirigidas contra funcionarios encargadas de combatirla.
Radhi Hamza al-Radhi, un juez iraquí que presidía la Comisión sobre Integridad Pública instalada por las autoridades norteamericanas en 2004, declaró ante el Comité de Control y Reforma del Gobierno de la Cámara, que 31 empleados de la comisión y al menos 12 de sus familiares han sido asesinados en un intento por detener sus investigaciones sobre corrupción.
"En varios casos, mi personal y sus familiares han sido secuestrados o detenidos y torturados antes de ser ultimados", dijo Radhi. Entre los asesinados, dijo, se encuentra un miembro del personal que fue matado a balazos con su mujer, que llevaba siete meses de embarazo, y el padre de su jefe de seguridad, cuyo cuerpo fue encontrado colgando de un gancho de carnicero.
Radhi denunció que la corrupción llega a los niveles más altos del gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, sobre el que dijo que había suspendido las investigaciones sobre el desvío de miles de millones de dólares. Dijo que no podía afirmar si Maliki está implicado personalmente en el desfalco, pero denunció que el primer ministro "ha protegido a algunos de sus familiares implicados en casos de corrupción", incluyendo a un ex ministro de Transporte.
Radhi dijo que las crecientes amenazas contra él y su familia le obligaron a buscar asilo en Estados Unidos. Llegó en agosto como director de una delegación que debía participar en jornadas de adiestramiento forense y de recabamiento de evidencias del ministerio norteamericano de Justicia.
También declararon hoy ante el comité David Walker, el contralor general de Estados Unidos, y Stuart Bowen, inspector general especial para la reconstrucción de Iraq. Confirmaron el carácter desenfrenado de la corrupción en Iraq hoy y expresaron su frustración de que Estados Unidos no haya definido una estrategia coordinada para combatirla.
La audiencia se realizó después de un altercado entre el presidente del comité, el representante Henry A. Waxman (demócrata de California) y la secretario de Estado, Condeleezza Rice, por la petición de Waxman de acceder a documentos y testimonios de funcionarios del departamento de Estado sobre la corrupción en Iraq.
La semana pasada Waxman acusó a Rice de interferir el trabajo del comité después de que la secretario intentara excluir amplias áreas de la investigación.
En un e-mail al comité poco antes de las entrevistas programadas con funcionarios del ministerio la semana pasada, el departamento de Estado advirtió que no se podrían cruzar ciertas líneas en el interrogatorio sobre la corrupción iraquí. Dice que las áreas restringidas incluyen: "amplias declaraciones/evaluaciones que juzguen o definan la calidad de la gobernabilidad en Iraq o la capacidad/determinación del gobierno iraquí de combatir la corrupción, incluyendo las acusaciones de que las investigaciones han sido desbaratadas/ahogadas por razones políticas; y declaraciones/acusaciones sobre acciones de individuos específicos, como el primer ministro u otros funcionarios del gobierno iraquí, o con respecto a investigaciones de esos funcionarios".
La riña surgió en agosto cuando la revista Nation publicó una versión de un memorándum interno de la embajada norteamericana en Bagdad. El documento en borrador de 82 páginas, que fue subsecuentemente ampliamente filtrado hacia la prensa, dice que el gobierno iraquí no ha "sido capaz ni de la implementación más rudimentaria" de sus propias leyes contra la corrupción y no cumpliría con "ningún calendario razonable" para introducir mejoras.
En una declaración hoy, Waxman dijo que el comité estaba realizando una investigación en vistas del hecho de que habían muerto más de 3.800 soldados norteamericanos, 28 mil habían resultado heridos y se habían gastado en Iraq, en el intento de convertirlo en una democracia operacional, más de 450 mil millones de dólares. Ese esfuerzos está siendo amenazado por una "epidemia de corrupción" que está "socavando la reconciliación política, colocando a iraquíes corrientes contra el gobierno y alimentando a la resistencia", dijo.
"El gobierno de Maliki es nuestro aliado en Iraq", dijo Waxman. "Pero tenemos que preguntarnos: ¿Es el gobierno de Maliki demasiado corrupto como para triunfar? Y si el gobierno de Maliki es corrupto, necesitamos preguntarnos en buena conciencia, si podemos seguir sacrificando nuestra sangre y nuestro dinero para apuntalar a su régimen".
Dijo que Rice y el departamento de Estado no quieren que el comité plantee estas preguntas. Dijo que el departamento "incluso ha convertido en confidenciales retrospectivamente algunos memoranda sobre la corrupción en Iraq después de que los solicitara el comité". Denunció que los intentos de acallar la pesquisa eran "un completo bochorno".
En entrevistas en las últimas semanas con funcionarios del departamento de Estado a cargo de los programas contra la corrupción en Iraq, el comité sin embargo se ha enterado de que "esos programas se encuentran en un estado de completa confusión", dijo Waxman. "La investigación del comité ha revelado que los programas contra la corrupción son disfuncionales, subfinanciados y han sido clasificados como de baja prioridad".
El representante Thomas M. Davis III (republicano de Virginia), el republicano más importante de la comisión, dijo que tenía "algunas preocupaciones" sobre la dirección que estaban tomando las audiencias porque los iraquíes que luchan por la democracia "no necesitan recibir lecciones de este comité", sino que "necesitan nuestra ayuda'. Dijo que los legisladores "no pueden permitirse ser ingenuos" sobre la corrupción en Iraq.
"Nosotros no llevamos la corrupción a Iraq, y no dejará de existir cuando nos marchemos", dijo.
Otros republicanos han tratado de desacreditar a Radhi y han descrito la corrupción en este país como un legado del régimen de Saddam Hussein, que fue derrocado por la invasión norteamericana de marzo de 2003.
El representante Darrell Issa (republicano de California) preguntó cuando pidió Radhi por primera vez que los nueve miembros de su familia fueran "traídos como refugiados a Estados Unidos". Radhi dijo que no quería hablar sobre su familia, pero dijo que él no podía volver a su país.
El representante Dan Burton (republicano de Indiana) dijo a Radhi que "sus antecedentes demuestran que usted trabajó para el régimen de Saddam Hussein de 1979 a 1992 y que usted era un fiscal público". Preguntó: "¿Cómo obtuvo usted esa posición?"
Radhi dijo que él se había ocupado de la gestión de fondos para delincuentes juveniles y huérfanos y que había sido fiscal "en el tribunal para delitos menores". Dijo que había sido nombrado pese a no ser miembro del partido pan-árabe Baaz, de Hussein, y que había sido detenido y "torturado" en dos ocasiones.
Radhi Hamza al-Radhi, un juez iraquí que presidía la Comisión sobre Integridad Pública instalada por las autoridades norteamericanas en 2004, declaró ante el Comité de Control y Reforma del Gobierno de la Cámara, que 31 empleados de la comisión y al menos 12 de sus familiares han sido asesinados en un intento por detener sus investigaciones sobre corrupción.
"En varios casos, mi personal y sus familiares han sido secuestrados o detenidos y torturados antes de ser ultimados", dijo Radhi. Entre los asesinados, dijo, se encuentra un miembro del personal que fue matado a balazos con su mujer, que llevaba siete meses de embarazo, y el padre de su jefe de seguridad, cuyo cuerpo fue encontrado colgando de un gancho de carnicero.
Radhi denunció que la corrupción llega a los niveles más altos del gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, sobre el que dijo que había suspendido las investigaciones sobre el desvío de miles de millones de dólares. Dijo que no podía afirmar si Maliki está implicado personalmente en el desfalco, pero denunció que el primer ministro "ha protegido a algunos de sus familiares implicados en casos de corrupción", incluyendo a un ex ministro de Transporte.
Radhi dijo que las crecientes amenazas contra él y su familia le obligaron a buscar asilo en Estados Unidos. Llegó en agosto como director de una delegación que debía participar en jornadas de adiestramiento forense y de recabamiento de evidencias del ministerio norteamericano de Justicia.
También declararon hoy ante el comité David Walker, el contralor general de Estados Unidos, y Stuart Bowen, inspector general especial para la reconstrucción de Iraq. Confirmaron el carácter desenfrenado de la corrupción en Iraq hoy y expresaron su frustración de que Estados Unidos no haya definido una estrategia coordinada para combatirla.
La audiencia se realizó después de un altercado entre el presidente del comité, el representante Henry A. Waxman (demócrata de California) y la secretario de Estado, Condeleezza Rice, por la petición de Waxman de acceder a documentos y testimonios de funcionarios del departamento de Estado sobre la corrupción en Iraq.
La semana pasada Waxman acusó a Rice de interferir el trabajo del comité después de que la secretario intentara excluir amplias áreas de la investigación.
En un e-mail al comité poco antes de las entrevistas programadas con funcionarios del ministerio la semana pasada, el departamento de Estado advirtió que no se podrían cruzar ciertas líneas en el interrogatorio sobre la corrupción iraquí. Dice que las áreas restringidas incluyen: "amplias declaraciones/evaluaciones que juzguen o definan la calidad de la gobernabilidad en Iraq o la capacidad/determinación del gobierno iraquí de combatir la corrupción, incluyendo las acusaciones de que las investigaciones han sido desbaratadas/ahogadas por razones políticas; y declaraciones/acusaciones sobre acciones de individuos específicos, como el primer ministro u otros funcionarios del gobierno iraquí, o con respecto a investigaciones de esos funcionarios".
La riña surgió en agosto cuando la revista Nation publicó una versión de un memorándum interno de la embajada norteamericana en Bagdad. El documento en borrador de 82 páginas, que fue subsecuentemente ampliamente filtrado hacia la prensa, dice que el gobierno iraquí no ha "sido capaz ni de la implementación más rudimentaria" de sus propias leyes contra la corrupción y no cumpliría con "ningún calendario razonable" para introducir mejoras.
En una declaración hoy, Waxman dijo que el comité estaba realizando una investigación en vistas del hecho de que habían muerto más de 3.800 soldados norteamericanos, 28 mil habían resultado heridos y se habían gastado en Iraq, en el intento de convertirlo en una democracia operacional, más de 450 mil millones de dólares. Ese esfuerzos está siendo amenazado por una "epidemia de corrupción" que está "socavando la reconciliación política, colocando a iraquíes corrientes contra el gobierno y alimentando a la resistencia", dijo.
"El gobierno de Maliki es nuestro aliado en Iraq", dijo Waxman. "Pero tenemos que preguntarnos: ¿Es el gobierno de Maliki demasiado corrupto como para triunfar? Y si el gobierno de Maliki es corrupto, necesitamos preguntarnos en buena conciencia, si podemos seguir sacrificando nuestra sangre y nuestro dinero para apuntalar a su régimen".
Dijo que Rice y el departamento de Estado no quieren que el comité plantee estas preguntas. Dijo que el departamento "incluso ha convertido en confidenciales retrospectivamente algunos memoranda sobre la corrupción en Iraq después de que los solicitara el comité". Denunció que los intentos de acallar la pesquisa eran "un completo bochorno".
En entrevistas en las últimas semanas con funcionarios del departamento de Estado a cargo de los programas contra la corrupción en Iraq, el comité sin embargo se ha enterado de que "esos programas se encuentran en un estado de completa confusión", dijo Waxman. "La investigación del comité ha revelado que los programas contra la corrupción son disfuncionales, subfinanciados y han sido clasificados como de baja prioridad".
El representante Thomas M. Davis III (republicano de Virginia), el republicano más importante de la comisión, dijo que tenía "algunas preocupaciones" sobre la dirección que estaban tomando las audiencias porque los iraquíes que luchan por la democracia "no necesitan recibir lecciones de este comité", sino que "necesitan nuestra ayuda'. Dijo que los legisladores "no pueden permitirse ser ingenuos" sobre la corrupción en Iraq.
"Nosotros no llevamos la corrupción a Iraq, y no dejará de existir cuando nos marchemos", dijo.
Otros republicanos han tratado de desacreditar a Radhi y han descrito la corrupción en este país como un legado del régimen de Saddam Hussein, que fue derrocado por la invasión norteamericana de marzo de 2003.
El representante Darrell Issa (republicano de California) preguntó cuando pidió Radhi por primera vez que los nueve miembros de su familia fueran "traídos como refugiados a Estados Unidos". Radhi dijo que no quería hablar sobre su familia, pero dijo que él no podía volver a su país.
El representante Dan Burton (republicano de Indiana) dijo a Radhi que "sus antecedentes demuestran que usted trabajó para el régimen de Saddam Hussein de 1979 a 1992 y que usted era un fiscal público". Preguntó: "¿Cómo obtuvo usted esa posición?"
Radhi dijo que él se había ocupado de la gestión de fondos para delincuentes juveniles y huérfanos y que había sido fiscal "en el tribunal para delitos menores". Dijo que había sido nombrado pese a no ser miembro del partido pan-árabe Baaz, de Hussein, y que había sido detenido y "torturado" en dos ocasiones.
9 de octubre de 2007
4 de octubre de 2007
©washington post
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