nueve sentencias por apología de la yihad
[Toby Sterling] Acusados árabes condenados a largas penas de prisión por delitos terroristas y por leer y fomentar literatura prohibida por leyes holandesas.
Amsterdam, Holanda. Jueces holandeses condenaron el viernes a nueve hombres por pertenencia a un grupo terrorista, un histórico veredicto que concluye que fomentar la versión violenta del islam puede ser en sí mismo un acto de terrorismo.
El caso abre nuevos caminos para que los fiscales puedan detener a potenciales terroristas y para que Holanda pueda hacer frente al problema mayor de la difusión del radicalismo entre la juventud musulmana.
Los abogados dijeron que los acusados recurrirán la sentencia.
Dos hombres fueron condenados a penas de 15 y 13 años de cárcel por intento de homicidio después de un enfrentamiento con la policía durante su detención. Uno fue condenado a cinco años por posesión de una ametralladora cargada.
Los demás fueron sentenciados hasta dos años de prisión. Todos fueron declarados culpables de difundir propaganda de odio entre sus amigos y en internet, alentando a los musulmanes a unirse en una guerra santa contra Occidente.
Aunque la mayoría de las sentencias fueron breves, el juicio fue demoledor.
"Todo aquel que predique el odio y la violencia sienta las bases para la comisión de delitos dirigidos a provocar el temor entre la gente y destruir la democracia holandesa", dijo el juez Rene Elkerbout, al leer la sentencia del tribunal de tres jueces.
"Es a esto a lo que han contribuido los acusados. El tribunal lo considera muy grave".
Las condenas se lograron sobre la base de las nuevas leyes que otorgan más poder a las agencias policiales para investigar a sospechosos de terrorismo, incluyendo la interceptación de teléfonos e internet, y aumentando las penas para delitos relacionados con el terrorismo.
El primer ministro Jan Peter Balkenende elogió a "la policía y fiscales por obtener una condena".
"Esto demuestra que las nuevas leyes que hemos aprobado tienen efecto", dijo en su rueda de prensa semanal. Ser miembro de una organización terrorista es un delito según una nueva ley decretada en agosto de 2004.
"Es la primera vez que un grupo ha sido declarado ser una organización criminal con el propósito de cometer un acto terrorista, y los acusados han recibido sentencias más pesadas debido a eso", dijo el portavoz de la fiscalía Wim de Bruin.
Digna van Boetzelaer, portavoz de la fiscalía, agregó que la decisión "nos ayudará en futuros casos de terrorismo".
Los condenados, conocidos como el Grupo Hofstad, incluye a Mohammed Bouyeri, que está cumpliendo una sentencia a perpetua por el asesinato del cineasta Theo van Gogh en 2004.
El asesinato sacudió a Holanda, en el pasado renombrada por su tranquilidad y tolerancia, y provocó una ola de violencia contra mezquitas que fueron destruidas en atentados.
Bouyeri fue declarado culpable de ser el cabecilla del grupo, pero los jueces no pudieron agregar años a su sentencia.
Dos musulmanes holandeses, Ismael Aknikh y Jason Walters, recibieron las sentencias más pesadas por arrojar una granada de mano durante su detención el 10 de noviembre de 2004, que dejó heridos a cinco agentes. Walters, un converso al islam, es hijo de una soldado norteamericano y una madre holandesa.
El ministro del Interior dice que los dos son del grupo de 150 musulmanes radicales en Holanda que están en estado de realizar atentados terroristas. Calcula en varios miles a los jóvenes que simpatizan con la causa de los militantes y son susceptibles de ser reclutados.
Los musulmanes constituyen el 6 por ciento de la población holandesa.
Loa fiscales argumentaron que el grupo Hofstad era terrorista en naturaleza porque en su visión del islam la violencia misma es un objetivo.
Pero el tribunal rechazó el alegato. Sacando conclusiones que no fueron defendidas por los fiscales, los jueces dijeron que el grupo debe ser considerado una organización terrorista porque "incitaba a la violencia o difundía el odio o amenazas" contra no-musulmanes.
Citaron como ejemplo el mensaje que Bouyeri clavó con un cuchillo en el cuerpo de Van Gogh. Amenazaba de muerte a políticos holandeses y de destrucción a los gobiernos occidentales.
Textos similares fueron encontrados en posesión de otros miembros del grupo, en los que "se discute directamente el asesinato de no-creyentes en general y de algunos políticos en particular", dice la condena.
"Además, hablan del temor que causarán sus actos. No puede haber otra conclusión que estas son amenazas de asesinato con un motivo terrorista, en particular la destrucción de estructuras políticas y constitucionales y provocar un enorme temor en la población", dice el veredicto.
Los miembros del grupo asistieron a reuniones sectarias en la casa de Bouyeri bajo la guía de un líder espiritual, Redouan al-Issar, que huyó del país poco antes del asesinato de Van Gogh y se cree que está ahora en una cárcel siria.
El abogado de la defensa, Ronald van der Horst, calificó la condena de "escandalosa". Dijo que según el razonamiento de los jueces "puedes ser encarcelado durante años simplemente por tener papeles que las autoridades dicen que no deberías tener".
Van der Horst, que defendió a Aknikh, dijo que aparte de Bouyeri, ninguno de los acusados estuvo involucrado en el asesinato de Van Gogh y eran simplemente un grupo suelto de amigos.
Pero Geert Wilders, un político contra la inmigración que es amenazado en la carta de Bouyeri, dijo que la condena era demasiado leve.
"Esta es una condena digna de una república bananera: muy débil, inaceptable", dijo, agregando que los jueces "no entienden la amenaza que representa el extremismo musulmán".
El caso abre nuevos caminos para que los fiscales puedan detener a potenciales terroristas y para que Holanda pueda hacer frente al problema mayor de la difusión del radicalismo entre la juventud musulmana.
Los abogados dijeron que los acusados recurrirán la sentencia.
Dos hombres fueron condenados a penas de 15 y 13 años de cárcel por intento de homicidio después de un enfrentamiento con la policía durante su detención. Uno fue condenado a cinco años por posesión de una ametralladora cargada.
Los demás fueron sentenciados hasta dos años de prisión. Todos fueron declarados culpables de difundir propaganda de odio entre sus amigos y en internet, alentando a los musulmanes a unirse en una guerra santa contra Occidente.
Aunque la mayoría de las sentencias fueron breves, el juicio fue demoledor.
"Todo aquel que predique el odio y la violencia sienta las bases para la comisión de delitos dirigidos a provocar el temor entre la gente y destruir la democracia holandesa", dijo el juez Rene Elkerbout, al leer la sentencia del tribunal de tres jueces.
"Es a esto a lo que han contribuido los acusados. El tribunal lo considera muy grave".
Las condenas se lograron sobre la base de las nuevas leyes que otorgan más poder a las agencias policiales para investigar a sospechosos de terrorismo, incluyendo la interceptación de teléfonos e internet, y aumentando las penas para delitos relacionados con el terrorismo.
El primer ministro Jan Peter Balkenende elogió a "la policía y fiscales por obtener una condena".
"Esto demuestra que las nuevas leyes que hemos aprobado tienen efecto", dijo en su rueda de prensa semanal. Ser miembro de una organización terrorista es un delito según una nueva ley decretada en agosto de 2004.
"Es la primera vez que un grupo ha sido declarado ser una organización criminal con el propósito de cometer un acto terrorista, y los acusados han recibido sentencias más pesadas debido a eso", dijo el portavoz de la fiscalía Wim de Bruin.
Digna van Boetzelaer, portavoz de la fiscalía, agregó que la decisión "nos ayudará en futuros casos de terrorismo".
Los condenados, conocidos como el Grupo Hofstad, incluye a Mohammed Bouyeri, que está cumpliendo una sentencia a perpetua por el asesinato del cineasta Theo van Gogh en 2004.
El asesinato sacudió a Holanda, en el pasado renombrada por su tranquilidad y tolerancia, y provocó una ola de violencia contra mezquitas que fueron destruidas en atentados.
Bouyeri fue declarado culpable de ser el cabecilla del grupo, pero los jueces no pudieron agregar años a su sentencia.
Dos musulmanes holandeses, Ismael Aknikh y Jason Walters, recibieron las sentencias más pesadas por arrojar una granada de mano durante su detención el 10 de noviembre de 2004, que dejó heridos a cinco agentes. Walters, un converso al islam, es hijo de una soldado norteamericano y una madre holandesa.
El ministro del Interior dice que los dos son del grupo de 150 musulmanes radicales en Holanda que están en estado de realizar atentados terroristas. Calcula en varios miles a los jóvenes que simpatizan con la causa de los militantes y son susceptibles de ser reclutados.
Los musulmanes constituyen el 6 por ciento de la población holandesa.
Loa fiscales argumentaron que el grupo Hofstad era terrorista en naturaleza porque en su visión del islam la violencia misma es un objetivo.
Pero el tribunal rechazó el alegato. Sacando conclusiones que no fueron defendidas por los fiscales, los jueces dijeron que el grupo debe ser considerado una organización terrorista porque "incitaba a la violencia o difundía el odio o amenazas" contra no-musulmanes.
Citaron como ejemplo el mensaje que Bouyeri clavó con un cuchillo en el cuerpo de Van Gogh. Amenazaba de muerte a políticos holandeses y de destrucción a los gobiernos occidentales.
Textos similares fueron encontrados en posesión de otros miembros del grupo, en los que "se discute directamente el asesinato de no-creyentes en general y de algunos políticos en particular", dice la condena.
"Además, hablan del temor que causarán sus actos. No puede haber otra conclusión que estas son amenazas de asesinato con un motivo terrorista, en particular la destrucción de estructuras políticas y constitucionales y provocar un enorme temor en la población", dice el veredicto.
Los miembros del grupo asistieron a reuniones sectarias en la casa de Bouyeri bajo la guía de un líder espiritual, Redouan al-Issar, que huyó del país poco antes del asesinato de Van Gogh y se cree que está ahora en una cárcel siria.
El abogado de la defensa, Ronald van der Horst, calificó la condena de "escandalosa". Dijo que según el razonamiento de los jueces "puedes ser encarcelado durante años simplemente por tener papeles que las autoridades dicen que no deberías tener".
Van der Horst, que defendió a Aknikh, dijo que aparte de Bouyeri, ninguno de los acusados estuvo involucrado en el asesinato de Van Gogh y eran simplemente un grupo suelto de amigos.
Pero Geert Wilders, un político contra la inmigración que es amenazado en la carta de Bouyeri, dijo que la condena era demasiado leve.
"Esta es una condena digna de una república bananera: muy débil, inaceptable", dijo, agregando que los jueces "no entienden la amenaza que representa el extremismo musulmán".
11 de marzo de 2006
©chicago tribune
©traducción mQh
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