no habrá impunidad en chile
Aun cuando su intervención en la inauguración del monumento ‘Un lugar para la memoria’, en recuerdo de Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, los tres profesionales comunistas asesinados el 29 de marzo de 1985 por carabineros de la Dicomcar, no estaba programada, la presidente Michelle Bachelet decidió que no podía estar ausente de lo que definió como la conmemoración de "uno de los momentos más tristes de mi vida". Por ello, frente a tres sillas escolares de metal, de diez metros de altura, que se encuentran en el kilómetro 18,5 de la avenida Américo Vespucio, la Presidenta Bachelet reiteró su compromiso con que se logre "el máximo de la verdad y la justicia, sin excepción" en los casos de violaciones de derechos humanos.
"Sabemos que los tribunales van a continuar estableciendo la verdad y la justicia sin excepción, porque la dignidad de Chile así lo exige. La memoria de miles no admite ningún punto final", aseguró, estableciendo así de paso lo que será su política en materia de derechos humanos delante de familiares y dirigentes políticos, incluyendo una amplia delegación del Partido Comunista.
Consciente de la necesidad de avanzar en esta materia, la presidente Bachelet afirmó que -tal como lo señala su plataforma- se desarrollará un Programa Nacional de Derechos Humanos: "Preservaremos la memoria como lo hacemos hoy, con este hermoso memorial. Propiciaremos más medidas de reencuentro, pero también de reparación. Queremos acordar entre todos un Programa Nacional de Derechos Humanos, que sea una política de estado", explicó.
La idea -precisó luego- es impulsar "con mucha fuerza" la educación de los derechos humanos en los colegios, la creación de la figura del Defensor de la Ciudadanía, que velará por el cumplimiento de las garantías fundamentales, y del Instituto de Derechos Humanos, medida anunciada por el ex presidente Ricardo Lagos en su propuesta "No hay mañana sin ayer" y cuya legislación se discute en el Congreso.
"Los chilenos ya no aceptemos explicaciones ni justificaciones en esta materia. Los derechos humanos se respetan sí o sí", aseveró Bachelet.
En La Moneda, el ministro portavoz, Ricardo Lagos, explicó que "el tema de los derechos humanos no se cierra nunca" y precisó que la política de la gestión Bachelet es "mantener este tema en la agenda". Para ello, dijo, se buscará "la colaboración con la justicia para que culminen los juicios pendientes, dando respuesta satisfactoria a todos los familiares de detenidos desaparecidos".
Agregó que además del Instituto de Derechos Humanos y la creación de un archivo que preserve la memoria, se buscará "continuar, en la medida de lo posible, con las reparaciones que se han venido realizando. No hay leyes de punto final".
"Un país que quiere mirar hacia adelante tiene que reencontrarse con su historia", afirmó Lagos Weber.
Cercanía
En la ceremonia, donde no estuvieron ausentes las lágrimas de la Presidenta, ésta -que se fundió en un estrecho abrazo con su gran amiga Estela Ortiz, viuda de Parada- apeló a su cercanía con la gente, al señalar que "a veces la formalidad del protocolo esconde los sentimientos, pero creo que es sano para la democracia que los ciudadanos conozcan las tristezas, las alegrías, pero también las esperanzas de sus gobernantes".
A renglón seguido, recordó que la muerte de Nattino, Guerrero y Parada le provocó "una situación de horror, impotencia, ganas de creer que el drama que se vivía en nuestro país no era cierto, ganas de creer que se trataba de un mal sueño, de una pesadilla de la cual íbamos a despertar cualquier día".
No obstante, destacó que se ha avanzado mucho en los 16 años de gobiernos de la Concertación, lo que se refleja en que "hemos empezado a sanar nuestra alma. El país del odio, la nación de enemigos, como decía un autor, ha quedado atrás. Hoy nuestros hijos conviven en paz, pero no en cualquier paz, sino que es una paz no fundada en el olvido, en colocar debajo de la alfombra aquello que no nos enorgullece como sociedad, sino que fundada en la memoria de los nuestros, en la memoria del dolor, de la esperanza que nunca se perdió".
Asimismo, la Jefa de Estado instó a trabajar para crear un país inclusivo que permita "construir una patria mejor. Creo que hay condiciones, están soplando vientos distintos". En este sentido, afirmó, "de uno de los días más tristes de mi vida surge este memorial y toda una enseñanza para las futuras generaciones, porque estoy convencida que aunque quisiéramos que eso nunca hubiera sucedido, aunque estamos comprometidas a luchar para siempre para que nunca vuelva a suceder, el dolor y la tristeza no han sido infecundos: Chile es hoy más libre y más justo".
El Fuerte Recuerdo del Hijo de Guerrero
En representación de los familiares de Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, habló el hijo de este último, que realizó un emotivo recuerdo de ese día. "Ese 29 de marzo, que cayó día viernes el año ‘85, yo había llegado al colegio, tenía 14 años, y vi en la puerta a mi padre", quien le comunicó que habían secuestrado a militantes comunistas y que en cada uno de los actos ‘los aprehensores preguntaron por mí’". Guerrero recordó que le dijo "escóndete, ándate del país" y por respuesta encontró un "no, yo ya salí una vez del país. Ya viví el exilio. Yo de aquí no me muevo".
"No pude entender. Él estaba con una tranquilidad máxima", agregó, al tiempo que recordó que tras escuchar balazos y gritos supo de inmediato que "se habían llevado a mi papá". Recordó también que -cuando encontraron a su padre- debió averiguar el significado de "degollado". "Me fui a la casa. América, mi hermanita de ocho años, estaba viendo monitos animados, y le dije ‘está muerto el papá’ y le tuve que enseñar a una niña de ocho años lo que es degollar… No, nadie se merece eso, nadie".
A pesar del dolor, Guerrero señaló que "aquí estamos sin odio, porque creemos en el ser humano, incluso en aquellos que estuvieron acá asesinando. Estamos por la justicia, no vamos a parar, vamos a continuar hasta que aparezcan todos nuestros tíos detenidos desaparecidos, hasta que se haga justicia plena".
30 de marzo de 2006
©la nación 
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