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traición, violencia y venganza


[Alessandra Stanley] Un gángster que mira el canal de historia.

Un inquieto empleado hereda algo de dinero y le pide permiso a su patrón para retirarse con su familia a Florida. "¿Qué es lo que eres? ¿Un jugador de hockey?", replica Tony Soprano. "Hiciste un juramento. Aquí no existe la jubilación".
La fantasía escapista del gángster es una pequeña trama secundaria en el primer episodio de la sexta temporada de ‘Los Soprano’, pero sirve como una broma entre los ejecutivos de la HBO. El creador de la serie, David Chase, no ha ocultado el hecho de que la HBO ha hecho todo lo posible, excepto pegarle un balazo en la rodilla, para impedir que termine la serie. El aparte sobre Florida sirve como un irónico recordatorio a sus patrones de que sabe lo que dice cuando dice que quiere terminarla. (Y quizás para llamar su atención, incluso da a un personaje menor el nombre de un ejecutivo de la HBO).
Es también una metáfora de los apuros de Tony al final de la saga de su familia. En lo que se supone que será el último capítulo en la vida y tiempos de una familia mafiosa de Nueva Jersey, Tony (James Gandolfini) está completamente de vuelta: expresando sus ansiedades y ambivalencias sobre sus opciones en la consulta de un psiquiatra. Después de todas las cosas por las que ha pasado, en terapia y fuera de ella, la doctora Jennifer Melfi (Lorraine Bracco) no tiene pelos en la lengua. "Después de todo este tiempo todavía no puedes aceptar que tuviste una madre que no te quería", lo regaña. Le explica que él todavía se reprocha a sí mismo y repite, "de nuevo, después de todo este tiempo".
De nuevo, después de todo este tiempo, ‘Los Soprano’ vuelve a los elementos básicos que han hecho tan irresistible a la serie. Los grandes temas psicológicos están entretejidos fluidamente en detalles triviales que son cómicos hasta que giran repentinamente y estallan en brutales actos de violencia. (La regla usual es que alguien tenga un roce después de las cenas).
Las mejores series de la televisión son aquellas en las que dos cosas opuestas son al mismo tiempo verdaderas, y ‘Los Soprano’ son un ejemplo perfecto: ha agotado el material y sigue siendo sorprendentemente fresca. Es muy divertida, excepto que también es terriblemente seria. Esta temporada es como las otras, excepto que es diferente y puede ser la más creativa y rica que se ha imaginado hasta el momento: empieza revisando terreno conocido y sin embargo ocurre algo nuevo y totalmente sorprendente.
El primer episodio empieza con una extraña música premonitoria, pero en la superficie, las cosas se ven bastante bien para los Soprano. La temporada pasada terminó con una nota oscura, con el asesinato de Adriana (Drea de Matteo), la detención de Johnny Sack y Tony corriendo en la nieve como un oso desvencijado para escapar de la redada del FBI.
Ahora Johnny (Vince Curatola) está en la cárcel, y Tony y Carmela (Edie Falco) están de vuelta en sincronía después de que ella convenciera a Tony de darle el dinero que necesita para empezar su propio negocio en la construcción. Hablan fácilmente y comparten cenas con sushi y camaradería en un restaurante elegante. A.J. (Robert Iler) todavía está, por supuesto, hecho un lío, pero Meadow (Jamie-Lynn Sigler) ha salido bien. Janice (Aida Turturro) y Bobby (Steve R. Schirripa) tienen una bebita, y Janice es tan deliciosamente insoportable como nueva madre que como solterona. Tío Junior, sin embargo, está peor: es todavía vicioso, pero su memoria y cordura están más carcomidos por la demencia. Janice y los otros quieren colocar a Tío Junior (Dominic Chianese) en una residencia, pero Tony resiste enfadado por lealtad familiar y sentimientos de culpa, o lo que la doctora Melfu llamó, algo despectivamente, su "alta sensiblería".
Chase a menudo hace un tímido uso de los televisores en su plató, señalando rápidamente el tema de una escena mostrando una escena cómicamente adecuada o incongruente de una vieja película o espectáculo de televisión. La temporada pasada, en un momento en que Tony estaba haciendo frente a una rebelión de sus tropas, miró cautivado un documental sobre Rommel en el History Channel. En esta temporada llega a casa del Tío Junior para encontrarse con el viejo desplomado en un sofá, mirando ausentemente ‘Senderos de gloria’. La cámara muestra un fragmento de una escena donde el frío y traicionero general (Adolphe Menjou) reprende al personaje de Kirk Douglas. "Por revolcarte en la sensiblería, has despilfarrado el entusiasmo de tu mente", dice el general bruscamente. "Eres un idealista, y te tengo tanta lástima como al tonto del pueblo".
La muerte ha sido siempre parte del trabajo de todos los días; ahora es más una preocupación escatológica, al menos para los hombres. Tony y Carmela se llevan bien, pero las diferencias entre los sexos en la tierra de los Soprano son más marcadas. Las esposas están obsesionadas con los coches, las propiedades inmobiliarias y la posición y poder de sus maridos en la organización, mientras los hombres, Tony y los otros, incluyendo, de todo el mundo, a Paulie, están sufriendo crisis existenciales.
La serie se ha distinguido siempre por la calidad de sus actores, pero esta temporada Falso describe más profundamente que antes, si acaso es posible, todas las gamas de angustia de una madre y esposa.
Las secuencias oníricas pueden pueden ser veneno para la taquilla, pero Chase no le teme a nada: incluso Carmela tiene un sueño en el que ofrece a Adriana un tour de su espectacular casa.
Tony tiene sueños más prolongados y más complicados que sacan a relucir temores sobre la identidad, la fe y la muerte -y sin embargo incluso en su turbio subconsciente hay humor. En su sueño, Tony se encuentra a sí mismo a la deriva en un paisaje surrealista patas arriba donde él es un vendedor de suaves modales (un vendedor que asciende de muebles de patio a óptica de precisión) y los monjes budistas se vuelven agresivos e incluso violentos.
Lamentablemente, este episodio marca el principio del fin. La buena noticia son que empieza con un estruendo.

Los Soprano
Producción Ejecutiva
David Chase, Brad Grey, Ilene S. Landress, Terence Winter Co-Productores Ejecutivos Henry J. Bronchtein y Matthew Weiner Productores Supervisores Diane Frolov y Andrew Schneider Productores Martin Bruestle y Gianna Smart. Una producción de HBO Original Programming, Brad Grey Television y Chase Films.

Reparto James Gandolfini (Tony Soprano), Edie Falco (Carmela Soprano), Lorraine Bracco (Dr. Jennifer Melfi), Michael Imperioli (Christopher Moltisanti), Dominic Chianese (Uncle Junior), Robert Iler (Anthony Soprano Jr.), Jamie-Lynn Sigler (Meadow Soprano), Tony Sirico (Paulie Walnuts), Steven Van Zandt (Silvio Dante), Vince Curatola (Johnny Sack), Aida Turturro (Janice), Steve R. Schirripa (Bobby) y Joe Gannascoli (Vito Spatafore).

10 de marzo de 2006
©new york times
©traducción mQh
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