decapitan a policías en méxico
Retan narcotraficantes al gobierno: decapitan a policías en Acapulco. Asegura el procurador Cabeza de Vaca que los autores de estas ejecuciones quieren sembrar la desconfianza, y con esos mensajes desean hacer pensar a la sociedad mexicana que están rebasando al Estado de derecho.
Acapulco, Guerrero., Dos elementos de la Policía Preventiva de Acapulco que participaron en la balacera del 27 de enero en la colonia La Garita, donde cuatro personas perdieron la vida, fueron decapitados y sus cabezas abandonadas en el exterior de las oficinas de la Secretaría de Finanzas de Guerrero.
La Secretaría de Protección y Vialidad del municipio(SPyV), informó que en el lugar dejaron también una cartulina color roja con la leyenda: "para que aprendan a respetar", con referencia a la muerte de los cuatro presuntos narcotraficantes.
Una fuente oficial que pidió el anonimato precisó que una de las cabezas decapitadas fue la de Mario Núñez Magaña, de 35 años, quien fuera comandante del grupo Relámpago de la Policía Preventiva de Acapulco y saliera ileso de la balacera de enero.
La otra cabeza, que también se encontraba dentro de una bolsa de plástico color negra, es la de un elemento de la corporación policíaca que participó también en el enfrentamiento, pero hasta el momento no se ha precisado su identidad.
De acuerdo con la fuente el hallazgo se realizó hoy a las 02:30 de la madrugada.
Mario Núñez Magaña, fue ‘levantado’ ayer por la tarde entre las calles Cinco y Seis de la colonia Ejido, cerca de las tres de la tarde cuando era acompañado por su padre, de quien no proporcionaron su nombre, informó el portavoz de la SPyV.
Ambas cabezas fueron abandonadas en una barda de las oficinas de la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Guerrero, que fungía como Delegación de Comunicación Social durante el sexenio de Rene Juárez Cisneros.
En el lugar se encontraron restos de los uniformes, aunque hasta el momento no se han hallado los cuerpos de los policías decapitados.
Extraoficialmente se logró conocer que Mario Genchi López, de quien no se sabe si es ciudadano o policía, fue también interceptado junto con el Comandante del Grupo Relámpago.
Esta persona fue quien llevó el mensaje y la advertencia a la policía municipal de Acapulco.
Cabe recordar que el pasado 27 de enero, en el entronque de las avenidas Cuauhtémoc y Farallón, en la populosa colonia La Garita, se registró una balacera que dejó un saldo de cuatro personas muertas, todos presuntos narcotraficantes.
En ese enfrentamiento cuatro policías municipales y tres transeúntes resultaron heridos y se lograron decomisar cinco rifles AK-47 y dos AR-15, junto con dos granadas de fragmentación útiles.
El 27 de enero pasado, cuatro narcotraficantes murieron en un enfrentamiento armado con policías, incluidos Núñez Magaña e Ibarra Velásquez, frente al departamento de finanzas, localizado a unos dos kilómetros de la principal zona turística de la ciudad, detalló la Fiscalía.
Colegas policiales comentaron informalmente que Núñez Magaña e Ibarra Velásquez habían sido secuestrados en sus residencias por hombres armados, mientras se preparaban para ir a trabajar. Pero la policía dijo que no tenía información sobre cómo ni cuándo los agentes habían desaparecido.
El descubrimiento del jueves tuvo lugar pocas horas después de que el gobernador del estado de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, anunció una operación de 120 millones de pesos (12 millones de dólares) para adquirir armas pesadas, chalecos antibalas y radios modernas para la fuerza policial.
Torreblanca Galindo advirtió públicamente ``que se cuiden los delincuentes porque ya vienen las buenas armas’’.
Acapulco, que está en el estado de Guerrero, ha sido sacudido este año por más de una docena de asesinatos armados y ataques con granadas a comisarías policiales.
Los investigadores federales relacionan la violencia con una guerra que libran pandillas de narcotraficantes en el norte de México para controlar las rutas del contrabando a Estados Unidos.
La Secretaría de Protección y Vialidad del municipio(SPyV), informó que en el lugar dejaron también una cartulina color roja con la leyenda: "para que aprendan a respetar", con referencia a la muerte de los cuatro presuntos narcotraficantes.
Una fuente oficial que pidió el anonimato precisó que una de las cabezas decapitadas fue la de Mario Núñez Magaña, de 35 años, quien fuera comandante del grupo Relámpago de la Policía Preventiva de Acapulco y saliera ileso de la balacera de enero.
La otra cabeza, que también se encontraba dentro de una bolsa de plástico color negra, es la de un elemento de la corporación policíaca que participó también en el enfrentamiento, pero hasta el momento no se ha precisado su identidad.
De acuerdo con la fuente el hallazgo se realizó hoy a las 02:30 de la madrugada.
Mario Núñez Magaña, fue ‘levantado’ ayer por la tarde entre las calles Cinco y Seis de la colonia Ejido, cerca de las tres de la tarde cuando era acompañado por su padre, de quien no proporcionaron su nombre, informó el portavoz de la SPyV.
Ambas cabezas fueron abandonadas en una barda de las oficinas de la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Guerrero, que fungía como Delegación de Comunicación Social durante el sexenio de Rene Juárez Cisneros.
En el lugar se encontraron restos de los uniformes, aunque hasta el momento no se han hallado los cuerpos de los policías decapitados.
Extraoficialmente se logró conocer que Mario Genchi López, de quien no se sabe si es ciudadano o policía, fue también interceptado junto con el Comandante del Grupo Relámpago.
Esta persona fue quien llevó el mensaje y la advertencia a la policía municipal de Acapulco.
Cabe recordar que el pasado 27 de enero, en el entronque de las avenidas Cuauhtémoc y Farallón, en la populosa colonia La Garita, se registró una balacera que dejó un saldo de cuatro personas muertas, todos presuntos narcotraficantes.
En ese enfrentamiento cuatro policías municipales y tres transeúntes resultaron heridos y se lograron decomisar cinco rifles AK-47 y dos AR-15, junto con dos granadas de fragmentación útiles.
El 27 de enero pasado, cuatro narcotraficantes murieron en un enfrentamiento armado con policías, incluidos Núñez Magaña e Ibarra Velásquez, frente al departamento de finanzas, localizado a unos dos kilómetros de la principal zona turística de la ciudad, detalló la Fiscalía.
Colegas policiales comentaron informalmente que Núñez Magaña e Ibarra Velásquez habían sido secuestrados en sus residencias por hombres armados, mientras se preparaban para ir a trabajar. Pero la policía dijo que no tenía información sobre cómo ni cuándo los agentes habían desaparecido.
El descubrimiento del jueves tuvo lugar pocas horas después de que el gobernador del estado de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, anunció una operación de 120 millones de pesos (12 millones de dólares) para adquirir armas pesadas, chalecos antibalas y radios modernas para la fuerza policial.
Torreblanca Galindo advirtió públicamente ``que se cuiden los delincuentes porque ya vienen las buenas armas’’.
Acapulco, que está en el estado de Guerrero, ha sido sacudido este año por más de una docena de asesinatos armados y ataques con granadas a comisarías policiales.
Los investigadores federales relacionan la violencia con una guerra que libran pandillas de narcotraficantes en el norte de México para controlar las rutas del contrabando a Estados Unidos.
22 de abril de 2006
©milenio
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