fuertes críticas contra mal holandés'
Holanda está enferma de odio y xenofobia. Furiosa reacción de prensa extranjera.
Amsterdam, Holanda. El diario conservador Die Welt y otros renombrados periódicos han criticado duramente a Holanda tras el anuncio de Ayaan Hirsi Ali de que abandonará el país.
Bajo el titular ‘Holandeses Hacen Polvo a Crítica del Islam', Die Welt barre el suelo con lo que describe como "la venganza de los provocados".
Esos son los holandeses, en todas las acepciones de la palabra, que consideran a Hirsi Ali como una molestia y se alegran de su anunciada emigración, según el tenor de un largo y severo artículo en el diario alemán.
La partida de Hirsi Ali es en realidad una huida, según el comentarista Jan Kanter. La política holandesa más famosa de su historia debe abandonar el país "donde con sus reproches contra el arcaico mundo musulmán dominado por los hombres, también provocaba e irritaba a los holandeses".
Según Die Welt el error de Hirsi Ali fue pecar contra la tolerancia de las minorías impuesta desde arriba en Holanda.
"La partida de Ayaan Hirsi Ali es una vergüenza para Holanda, que no pudo proteger a una voz independiente", según Die Welt.
El diario esboza un clima de descontento con las minorías "que atraviesa Holanda desenfrenadamente". También Ayaan Hirsi Ali es una víctima de esto.
En Holanda los debates en torno a Hirsi Ali fueron en los últimos días, según Die Welt, "particularmente desagradables". Tocó fondo cuando la obligaron a mudarse. "Sus vecinos en La Haya se habían quejado de que sus casas tenían ahora menos valor debido a su vecina".
‘El Mal Holandés', tituló en primera página el Wall Street Journal. "Holanda fue conocida durante siglos como el refugio de disidentes, pero hoy hay una disidente holandesa la que debe partir buscando refugio", según el diario. También aquí se menciona a sus vecinos. "La falta de solidaridad de los vecinos de Hirsi Ali es un reflejo de la creciente ola de insultos contra Hirsi Ali en los medios holandeses", constata el diario financiero estadounidense.
El diario británico The Guardian opina que el VVD ha utilizado a Hirsi Ali como fachada política durante largo tiempo. "Sus aliados políticos, sin embargo, le dieron la espalda después del programa de Zembla", según el redactor de The Guardian.
El escritor Geert van Istendael afirma en el Nieuwsblad van Vlaanderen: "Su partida le hace bien a la política holandesa. Tenía muy pocos pelos en la lengua".
Bajo el titular ‘Holandeses Hacen Polvo a Crítica del Islam', Die Welt barre el suelo con lo que describe como "la venganza de los provocados".
Esos son los holandeses, en todas las acepciones de la palabra, que consideran a Hirsi Ali como una molestia y se alegran de su anunciada emigración, según el tenor de un largo y severo artículo en el diario alemán.
La partida de Hirsi Ali es en realidad una huida, según el comentarista Jan Kanter. La política holandesa más famosa de su historia debe abandonar el país "donde con sus reproches contra el arcaico mundo musulmán dominado por los hombres, también provocaba e irritaba a los holandeses".
Según Die Welt el error de Hirsi Ali fue pecar contra la tolerancia de las minorías impuesta desde arriba en Holanda.
"La partida de Ayaan Hirsi Ali es una vergüenza para Holanda, que no pudo proteger a una voz independiente", según Die Welt.
El diario esboza un clima de descontento con las minorías "que atraviesa Holanda desenfrenadamente". También Ayaan Hirsi Ali es una víctima de esto.
En Holanda los debates en torno a Hirsi Ali fueron en los últimos días, según Die Welt, "particularmente desagradables". Tocó fondo cuando la obligaron a mudarse. "Sus vecinos en La Haya se habían quejado de que sus casas tenían ahora menos valor debido a su vecina".
‘El Mal Holandés', tituló en primera página el Wall Street Journal. "Holanda fue conocida durante siglos como el refugio de disidentes, pero hoy hay una disidente holandesa la que debe partir buscando refugio", según el diario. También aquí se menciona a sus vecinos. "La falta de solidaridad de los vecinos de Hirsi Ali es un reflejo de la creciente ola de insultos contra Hirsi Ali en los medios holandeses", constata el diario financiero estadounidense.
El diario británico The Guardian opina que el VVD ha utilizado a Hirsi Ali como fachada política durante largo tiempo. "Sus aliados políticos, sin embargo, le dieron la espalda después del programa de Zembla", según el redactor de The Guardian.
El escritor Geert van Istendael afirma en el Nieuwsblad van Vlaanderen: "Su partida le hace bien a la política holandesa. Tenía muy pocos pelos en la lengua".
16 de mayo de 2006
©het parool
©traducción mQh
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