gobierno alemán espía a periodistas
[Jeffrey Fleishman] Servicio secreto alemán espía a periodistas. El servicio de inteligencia también tiene periodistas en su planilla de pagos para que espíen a sus colegas.
Berlín, Alemania. El servicio alemán de contraespionaje ha sido acusado de llevar expedientes sobre periodistas y pagar a reporteros para que espiaran a sus colegas, en un creciente escándalo que evoca los días de los expedientes secretos de la Guerra Fría.
La acusación, contenida en un informe confidencial del gobierno, ha exasperado a las organizaciones de medios de comunicación y dañado todavía más la reputación de la agencia de contraespionaje, que también está siendo investigada por el parlamento por su papel en la guerra de Iraq. Partes del informe se filtraron a los diarios durante el fin de semana, y los legisladores acusaron rápidamente a la agencia de violar la libertad de prensa.
Los periodistas exigen que el informe sea hecho público para sopesar el alcance del espionaje y proteger la credibilidad de las organizaciones de prensa. El escándalo ha hecho evocar a la Stasi, la temida policía secreta de Alemania del este que infiltraba todas los aspectos de la vida durante el período comunista. También ha levantado preguntas sobre la culpabilidad de los periodistas, incluyendo a uno que presuntamente recibió 375 mil dólares por fisgonear a sus colegas durante dieciséis años.
"No sabemos hasta dónde llega", dijo Nicole Sauer, miembro de la Asociación de Periodistas Alemanes. "Debería sonar la alarma, pero todavía no sabemos qué es verdad y qué no".
Gerhard Schaefer, ex juez y autor del informe de 170 páginas, dijo en una entrevista publicada hace poco que la práctica era "desproporcionada y claramente ilegal".
Un portavoz de la canciller Ángela Merkel no quiso comentar las revelaciones del lunes, pero dijo: "Les aseguro que el gobierno alemán ha defendido siempre la libertad de información y la libertad de prensa como derechos fundamentales de nuestra democracia".
La controversia se centra en intentos de agencia de contraespionaje, conocida como BND, de descubrir la fuente de filtraciones en su propia organización después de varias embarazosas historias, incluyendo acusaciones de que sus propios agentes estuvieron implicados en el contrabando de plutonio. Comenzado hace décadas, el programa de vigilancia reclutó poco a poco a periodistas como informantes para que espiaran a otros periodistas que cubren a la comunidad de la inteligencia.
"El objetivo de los contactos era prevenir la publicación de artículos perjudiciales y descubrir cómo obtenían sus informaciones los periodistas dentro del BND", dijo al Berliner Zeitung un ex alto funcionario de inteligencia, Volker Foertsch.
Las sospechas sobre el espionaje arreciaron en 2005 cuando el presidente del BND, August Hanning, pidió disculpas por la vigilancia del periodista Erich Schmidt-Eenboom en los años noventa. El libro del periodista, ‘Undercover', criticó a la agencia. Excusas similares fueron ofrecidas a Jozef Hufelschulte, un periodista de la revista Focus.
Wolfgang Krach, un redactor del diario Sueddeutsche Zeitung, fue uno de los periodistas vigilados.
"Me sorprendió cuando lo descubrí", dijo Krach a medios alemanes. "He investigado y escrito un montón sobre el BND. Pero nunca pensé que era posible que fueran a vigilar a periodistas en Alemania -y nunca pensé que yo sería uno de ellos".
Varios supuestos espías escribían para revistas importantes; otros eran periodistas investigativos independientes. La agencia tenía mucho interés en el trabajo de los redactores y escritores de Der Spiegel, la publicación más respetada del país. "Con la ayuda de varios periodistas, las autoridades trataron de conseguir una variedad de informaciones internas", escribió Der Spiegel en un reportaje publicado el lunes.
El periodista investigativo Hans Leyendecker dijo que no creía que el espionaje fuera sistemático. Sin embargo, agregó que sus artículos sobre el contrabando de plutonio en los años noventa precipitó los intentos del BND de descubrir sus fuentes. "Estaban buscando la filtración", dijo Letyendecker. "Estaban tratando de descubrirla, pero no lo lograron".
El informe agrega más intriga a la pesquisa parlamentaria del BND después de revelaciones antes este año de que operativos de la agencia en Oriente Medio, incluyendo Bagdad, compartieron información con fuerzas militares estadounidenses antes y durante la invasión americana de 2003 de Iraq.
Alemania se opuso a la guerra y la cooperación del BND con Estados Unidos es vista por muchos legisladores como un acto de traición a las intenciones del país.
Muchos periodistas y políticos están también preguntándose por qué una agencia de inteligencia extranjera estaba preocupada con vigilar a los periodistas en casa.
"Los periodistas no deben hacerse cómplices del servicio secreto para resolver sus propios problemas", dijo Hubert Burda, presidente de una asociación alemana de editores de revistas. "Si resulta ser verdad, sería terriblemente escandaloso que el servicio de contraespionaje esté vigilando a periodistas en el país".
La acusación, contenida en un informe confidencial del gobierno, ha exasperado a las organizaciones de medios de comunicación y dañado todavía más la reputación de la agencia de contraespionaje, que también está siendo investigada por el parlamento por su papel en la guerra de Iraq. Partes del informe se filtraron a los diarios durante el fin de semana, y los legisladores acusaron rápidamente a la agencia de violar la libertad de prensa.
Los periodistas exigen que el informe sea hecho público para sopesar el alcance del espionaje y proteger la credibilidad de las organizaciones de prensa. El escándalo ha hecho evocar a la Stasi, la temida policía secreta de Alemania del este que infiltraba todas los aspectos de la vida durante el período comunista. También ha levantado preguntas sobre la culpabilidad de los periodistas, incluyendo a uno que presuntamente recibió 375 mil dólares por fisgonear a sus colegas durante dieciséis años.
"No sabemos hasta dónde llega", dijo Nicole Sauer, miembro de la Asociación de Periodistas Alemanes. "Debería sonar la alarma, pero todavía no sabemos qué es verdad y qué no".
Gerhard Schaefer, ex juez y autor del informe de 170 páginas, dijo en una entrevista publicada hace poco que la práctica era "desproporcionada y claramente ilegal".
Un portavoz de la canciller Ángela Merkel no quiso comentar las revelaciones del lunes, pero dijo: "Les aseguro que el gobierno alemán ha defendido siempre la libertad de información y la libertad de prensa como derechos fundamentales de nuestra democracia".
La controversia se centra en intentos de agencia de contraespionaje, conocida como BND, de descubrir la fuente de filtraciones en su propia organización después de varias embarazosas historias, incluyendo acusaciones de que sus propios agentes estuvieron implicados en el contrabando de plutonio. Comenzado hace décadas, el programa de vigilancia reclutó poco a poco a periodistas como informantes para que espiaran a otros periodistas que cubren a la comunidad de la inteligencia.
"El objetivo de los contactos era prevenir la publicación de artículos perjudiciales y descubrir cómo obtenían sus informaciones los periodistas dentro del BND", dijo al Berliner Zeitung un ex alto funcionario de inteligencia, Volker Foertsch.
Las sospechas sobre el espionaje arreciaron en 2005 cuando el presidente del BND, August Hanning, pidió disculpas por la vigilancia del periodista Erich Schmidt-Eenboom en los años noventa. El libro del periodista, ‘Undercover', criticó a la agencia. Excusas similares fueron ofrecidas a Jozef Hufelschulte, un periodista de la revista Focus.
Wolfgang Krach, un redactor del diario Sueddeutsche Zeitung, fue uno de los periodistas vigilados.
"Me sorprendió cuando lo descubrí", dijo Krach a medios alemanes. "He investigado y escrito un montón sobre el BND. Pero nunca pensé que era posible que fueran a vigilar a periodistas en Alemania -y nunca pensé que yo sería uno de ellos".
Varios supuestos espías escribían para revistas importantes; otros eran periodistas investigativos independientes. La agencia tenía mucho interés en el trabajo de los redactores y escritores de Der Spiegel, la publicación más respetada del país. "Con la ayuda de varios periodistas, las autoridades trataron de conseguir una variedad de informaciones internas", escribió Der Spiegel en un reportaje publicado el lunes.
El periodista investigativo Hans Leyendecker dijo que no creía que el espionaje fuera sistemático. Sin embargo, agregó que sus artículos sobre el contrabando de plutonio en los años noventa precipitó los intentos del BND de descubrir sus fuentes. "Estaban buscando la filtración", dijo Letyendecker. "Estaban tratando de descubrirla, pero no lo lograron".
El informe agrega más intriga a la pesquisa parlamentaria del BND después de revelaciones antes este año de que operativos de la agencia en Oriente Medio, incluyendo Bagdad, compartieron información con fuerzas militares estadounidenses antes y durante la invasión americana de 2003 de Iraq.
Alemania se opuso a la guerra y la cooperación del BND con Estados Unidos es vista por muchos legisladores como un acto de traición a las intenciones del país.
Muchos periodistas y políticos están también preguntándose por qué una agencia de inteligencia extranjera estaba preocupada con vigilar a los periodistas en casa.
"Los periodistas no deben hacerse cómplices del servicio secreto para resolver sus propios problemas", dijo Hubert Burda, presidente de una asociación alemana de editores de revistas. "Si resulta ser verdad, sería terriblemente escandaloso que el servicio de contraespionaje esté vigilando a periodistas en el país".
16 de mayo de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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