otro crimen militar impune
[Jorge Escalante] Única causa en que oficial acusó a Pinochet. Sin culpables crimen de intendente de Talca..
El crimen del intendente socialista de Talca durante el gobierno de Allende, Germán Castro, fue sobreseído definitivamente sin responsables por la ministra de la Corte de Apelaciones de Talca, Juana Venegas. Lo curioso, a juicio de los querellantes, es que este es el único caso, de los centenares de procesos por violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, en que un oficial de ejército acusó a Augusto Pinochet de ordenar la muerte del intendente por teléfono.
Según el oficial, la orden la impartió Pinochet días después del golpe militar de 1973, al entonces comandante de la Tercera División del Ejército en Concepción, general Washington Carrasco.
En una declaración ante la Comisión Rettig de fecha 18 de agosto de 1990 foliada con los números 200530 al 200532, el entonces auditor de la Tercera División, Gonzalo Urrejola Arrau, afirmó: "Sé que Germán Castro, intendente de Talca, fue ejecutado en el regimiento Chorrillos de esa ciudad, antes de que terminara la tramitación de su respectivo proceso. Esta ejecución se efectuó por orden telefónica de Augusto Pinochet Ugarte. Yo me trasladé a Talca a corregir la anormalidad del procedimiento y se dictó una sentencia post-mortem".
No Hay Delito
Sin embargo, la jueza Venegas consideró para sobreseer que "no existe delito, porque se le dio muerte cumpliendo una sentencia de un tribunal militar".
Pinochet declaró en mayo pasado en el proceso que nunca supo de la existencia de Germán Castro: "No lo recuerdo, tampoco su nombre", dijo el ex dictador a la jueza Venegas.
Según el abogado querellante Rodrigo Román, lamentablemente el ex auditor Urrejola ya murió, y el general (R) Carrasco "mantiene hasta ahora su negativa a reconocer la orden que le dio Pinochet". El abogado criticó la decisión de la magistrada que actúa como ministra de fuero, expresando que "la ministra no hizo más que transcribir lo que en su momento dijo la justicia militar, a través de un consejo de guerra que nunca existió. Además, la jueza a Pinochet le tomó declaración sólo como testigo, cuando es el principal imputado en la querella en su contra, y cuando existe un documento en el cual el ex auditor del Ejército de la Tercera División, Urrejola, lo acusó de ordenar por teléfono la muerte del intendente Castro".
Todo Cocinado
En la noche del 26 de septiembre de 1973, en el regimiento se reunió un grupo de oficiales para realizar un supuesto consejo de guerra al intendente, pero según el coronel (R) Olagier Benavente, quien era el segundo comandante del regimiento en Talca y actuaba como fiscal militar "el consejo estaba cocinado porque había mucha presión desde Santiago y Concepción (...) Yo le había dicho a mi mujer que a las doce de la noche íbamos a matar a Castro". Las declaraciones de Benavente figuran igualmente en los archivos reservados de la Comisión Rettig.
Quien era el comandante del regimiento de Talca, el coronel Efraín Jaña, declaró ante la Comisión Rettig y en el proceso que "el general Washington Carrasco me dijo uno o dos días antes de la ejecución del intendente que matara a todos los integrantes del grupo de Castro detenidos con él", a lo que Jaña dijo que se negó.
Para los querellantes, esta sería la razón por la cual Jaña fue destituido de su cargo y tomado preso por el general Sergio Arellano, por orden de Pinochet, cuando cuatro días después de la muerte de Castro llegó hasta Talca la Caravana de la Muerte el domingo 30 de septiembre.
En su declaración de mayo pasado, Pinochet trasladó la responsabilidad de la muerte del intendente de Talca al general Carrasco. "Cada uno guarda las cosas para sí mismo y estas cosas no se comentan", dijo.
Los querellantes apelarán del sobreseimiento a comienzos de la próxima semana.
Según el oficial, la orden la impartió Pinochet días después del golpe militar de 1973, al entonces comandante de la Tercera División del Ejército en Concepción, general Washington Carrasco.
En una declaración ante la Comisión Rettig de fecha 18 de agosto de 1990 foliada con los números 200530 al 200532, el entonces auditor de la Tercera División, Gonzalo Urrejola Arrau, afirmó: "Sé que Germán Castro, intendente de Talca, fue ejecutado en el regimiento Chorrillos de esa ciudad, antes de que terminara la tramitación de su respectivo proceso. Esta ejecución se efectuó por orden telefónica de Augusto Pinochet Ugarte. Yo me trasladé a Talca a corregir la anormalidad del procedimiento y se dictó una sentencia post-mortem".
No Hay Delito
Sin embargo, la jueza Venegas consideró para sobreseer que "no existe delito, porque se le dio muerte cumpliendo una sentencia de un tribunal militar".
Pinochet declaró en mayo pasado en el proceso que nunca supo de la existencia de Germán Castro: "No lo recuerdo, tampoco su nombre", dijo el ex dictador a la jueza Venegas.
Según el abogado querellante Rodrigo Román, lamentablemente el ex auditor Urrejola ya murió, y el general (R) Carrasco "mantiene hasta ahora su negativa a reconocer la orden que le dio Pinochet". El abogado criticó la decisión de la magistrada que actúa como ministra de fuero, expresando que "la ministra no hizo más que transcribir lo que en su momento dijo la justicia militar, a través de un consejo de guerra que nunca existió. Además, la jueza a Pinochet le tomó declaración sólo como testigo, cuando es el principal imputado en la querella en su contra, y cuando existe un documento en el cual el ex auditor del Ejército de la Tercera División, Urrejola, lo acusó de ordenar por teléfono la muerte del intendente Castro".
Todo Cocinado
En la noche del 26 de septiembre de 1973, en el regimiento se reunió un grupo de oficiales para realizar un supuesto consejo de guerra al intendente, pero según el coronel (R) Olagier Benavente, quien era el segundo comandante del regimiento en Talca y actuaba como fiscal militar "el consejo estaba cocinado porque había mucha presión desde Santiago y Concepción (...) Yo le había dicho a mi mujer que a las doce de la noche íbamos a matar a Castro". Las declaraciones de Benavente figuran igualmente en los archivos reservados de la Comisión Rettig.
Quien era el comandante del regimiento de Talca, el coronel Efraín Jaña, declaró ante la Comisión Rettig y en el proceso que "el general Washington Carrasco me dijo uno o dos días antes de la ejecución del intendente que matara a todos los integrantes del grupo de Castro detenidos con él", a lo que Jaña dijo que se negó.
Para los querellantes, esta sería la razón por la cual Jaña fue destituido de su cargo y tomado preso por el general Sergio Arellano, por orden de Pinochet, cuando cuatro días después de la muerte de Castro llegó hasta Talca la Caravana de la Muerte el domingo 30 de septiembre.
En su declaración de mayo pasado, Pinochet trasladó la responsabilidad de la muerte del intendente de Talca al general Carrasco. "Cada uno guarda las cosas para sí mismo y estas cosas no se comentan", dijo.
Los querellantes apelarán del sobreseimiento a comienzos de la próxima semana.
24 de agosto de 2006
©la nación
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