laboratorios secretos del ejército
[Jorge Molina Sanhueza] Cómo el juez Madrid descubrió laboratorio secreto del ejército investigando el caso Frei. Producción de toxinas y armas químicas engrosan capítulo desconocido de la causa.
Pese a que los especialistas que operaron al ex mandatario declaran que el fallecimiento se puede explicar por causas médicas y no por acción de terceros, lo conocido públicamente es sólo una parte del expediente y faltan aún cerca de doce tomos que permanecen en la caja fuerte del magistrado.
Una reunión reservada llevada a cabo el 13 de octubre de 2000 en La Moneda, dio inicio al capítulo más secreto de la investigación que sustancia el ministro en visita Alejandro Madrid por la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva. Ese día, el entonces subsecretario del Interior, Jorge Burgos, el ex director de Investigaciones Nelson Mery y María Teresa Muñoz, actual procuradora fiscal de Santiago del Consejo de Defensa del Estado (CDE), generaron una fórmula de trabajo para establecer si el ex mandatario había muerto por acción de un agente patógeno externo.
Mery, unos días más tarde, se reunió con la ex presidenta del CDE, Clara Szczaranski y el propio Burgos y los detectives Nelson Jofré y Rafael Castillo, para iniciar esta inédita línea investigativa sin sospechar que meses más tarde se encontrarían con un secreto de estado guardado en la memoria de personas cuyo perfil se funda en la gélida reserva de sus acciones.
En una primera instancia, la indagatoria se realizó ‘de oficio' y el policía Jofré se dirigió hasta el Instituto de Salud Pública (ex Bacteriológico) para que los profesionales que allí laboran contaran cómo el organismo, manejado por oficiales de ejército desde 1973 hasta 1990, había realizado actividades secretas cuyos fines, hasta ese momento, eran desconocidos.
Pruebas Perdidas
Así fue como se descubrió que en junio de 1981 llegó a Chile un cargamento de toxina botulínica. Hasta ese momento nadie sabía realmente para qué, pero se sospechaba que había sido usada para envenenar a cuatro miristas, en diciembre del mismo año en la cárcel pública.
Sin embargo, a poco andar, Jofré obtuvo la declaración de la infectóloga María Eugenia Valenzuela Montero, especializada en bacterias anaeróbicas, como el botulismo, quien le aseguró que mientras Frei estuvo internado en la clínica Santa María, llegaron muestras de hemocultivo para ser analizadas, pero que ya no quedaban registros de los resultados.
Pese a este dato, la toxina botulínica seguía en el limbo de la investigación.
Pasaron así casi dos años, hasta que la familia Frei se hizo parte en el proceso por el homicidio del químico de la DINA, Eugenio Berríos Sagredo, cuando el nexo con la indagatoria del ex mandatario pareció aclararse.
Recinto Secreto
El primero en entregar la información fue el coronel (R) del ejército de la sección sanidad,. Sergio Rosende Oyarzu, estampado a fojas 313 del caso Frei. El profesional confirmó que la toxina había sido traída especialmente para el Laboratorio de Guerra Bacteriológica y que el responsable de la "importación" era su jefe.
Este último era el doctor que trabajaba para la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) Eduardo Arriagada Rehren, quien consiguió traer la mortal enfermedad gracias a los oficios del director del Bacteriológico, coronel Joaquín Larraín Gana y al representante en Chile de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Virgilio Scutia.
Arriagada Rehren tardó más de un año en prestar declaración ante el ministro Madrid, aunque los detectives establecieron que en 1982 el recinto que dirigía y que se ubicaba nada menos que en Carmen 339, pleno centro de Santiago, estaba en plena producción.
Las sospechas que desde este lugar pudieron haber salido las toxinas con las cuales se habría infectado a Frei y acelerar su muerte se acrecentaron con que el mismo laboratorio fue cambiado a los terrenos de la Escuela de Inteligencia del Ejército, ubicada en San Bernardo y porque el chofer de Frei Montalva era agente de la CNI.
Un Barniz de Realidad
Si bien hasta ahora sólo se conoce parte de expediente –unas mil fojas- el magistrado guarda celosamente 10 tomos cuyo contenido es secreto y ni el CDE ni el abogado de la familia Frei, Álvaro Varela, tienen conocimiento.
Una de las declaraciones que consta en dicha causa, como también en el expediente de Berríos es la de quien fuera durante años la secretaria de quien ocupara el puesto de jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), Kathia Medina.
La mujer confirmó que en el recinto secreto mencionado se fabricaban poderosas toxinas como armas químicas y que éstas habrían sido usadas para otros fines, aunque no arriesgó a decir si fueron usadas en el caso específico de la muerte de Frei Montalva.
Hasta ahora en la causa los médicos que operaron a Frei, como los que participaron de un u otra manera en el tiempo en que estuvo internado, aseguran que el deceso del ex mandatario se explica perfectamente por causas médicas y no por agentes externos.
Sin embargo, existen demasiadas coincidencias que de seguro Madrid tiene aclaradas en los diez tomos que mantiene en su caja fuerte y cuya llave mantiene siempre consigo.
Frei Se Reúne Con Comandante en Jefe del Ejército
El ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle sostendrá hoy una reunión con el comandante en jefe del ejército, general Oscar Izurieta, en las dependencias de este último en calle Zenteno. En la cita, agendada para las 8:45 horas, el actual senador expondrá las dudas que la familia posee sobre la muerte del patriarca demócrata cristiano y solicitará una mayor colaboración castrense para lograr dilucidar lo ocurrido con Frei Montalva en enero de 1982.
Posteriormente, a las 10 horas, se reunirá con el director de Investigaciones, Arturo Herrera, en la sede del ex Congreso en Santiago, y luego, en reuniones sucesivas, con los principales dirigentes del Colegió Médico y de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Esta avanzada se produce tras las afirmaciones del ex mandatario sobre la "convicción moral" a la que habría arribado la familia respecto de la acción de terceros en la muerte del líder falangista, acontecida el 22 de enero de 1982 en la Clínica Santa María, causa que es sustanciada en la actualidad por el ministro en visita Alejandro Madrid. Dichas afirmaciones derivaron en una serie de reuniones sostenidas ayer en la sede del senado con dirigentes políticos de distinta matriz ideológica.
La más importante de las citas fue la que unió cerca del mediodía a Frei Ruiz-Tagle con los ex presidentes Patricio Aylwin y Ricardo Lagos con motivo de una sesión fotográfica. Al concluir, Lagos afirmó escuetamente que "sin duda" este es un momento difícil para la familia del ex mandatario, y agregó que sólo ellos están en condiciones de "evaluar" el dolor que puedan sentir frente a los nuevos antecedentes que han surgido en relación a la extraña muerte del patriarca DC. "No creo que necesite el apoyo de nadie el (ex) presidente (Frei)", afirmó al ser consultado sobre si el clan necesita de su respaldo en estos momentos.
Poco antes, varios diputados de la DC –encabezados por Pablo Lorenzzini- llegaron al despacho del actual presidente del Senado a brindarle su respaldo y sumarse a la idea expresada por la timonel falangista, Soledad Alvear, de establecer un equipo de abogados que apoye la gestión que lleva a cabo el abogado defensor de la familia Frei, Álvaro Varela. A la cita asistieron dirigentes de todas las corrientes internas, poniendo fin al amago de conflicto entre ‘colorines' y ‘alvearistas' que supuso la divergencia de opiniones entre el ex ministro Patricio Rojas y el clan Frei.
Sumario Ético
El Colegio Médico iniciará un sumario ético a propósito de la muerte de Frei Montalva. Por esta razón se reunirá hoy también con el hijo del ex mandatario, Eduardo Frei y presidente del senado. La indagatoria surgió a raíz de que algunos médicos que trabajaron en la DINA, pudieron haber tenido alguna injerencia en la muerte del ex mandatario, como también el trabajo realizado por el ahora general (R) Eduardo Arriagada Rehren, jefe del Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército. Uno de las principales informaciones con que contará este sumario ético es la edición del 27 de agosto de La Nación Domingo, donde se dio a conocer el listado de los médicos, enfermeras, agentes y funcionarios civiles que trabajaron en las clínicas Santa Lucía y London de la DINA.
Una reunión reservada llevada a cabo el 13 de octubre de 2000 en La Moneda, dio inicio al capítulo más secreto de la investigación que sustancia el ministro en visita Alejandro Madrid por la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva. Ese día, el entonces subsecretario del Interior, Jorge Burgos, el ex director de Investigaciones Nelson Mery y María Teresa Muñoz, actual procuradora fiscal de Santiago del Consejo de Defensa del Estado (CDE), generaron una fórmula de trabajo para establecer si el ex mandatario había muerto por acción de un agente patógeno externo.
Mery, unos días más tarde, se reunió con la ex presidenta del CDE, Clara Szczaranski y el propio Burgos y los detectives Nelson Jofré y Rafael Castillo, para iniciar esta inédita línea investigativa sin sospechar que meses más tarde se encontrarían con un secreto de estado guardado en la memoria de personas cuyo perfil se funda en la gélida reserva de sus acciones.
En una primera instancia, la indagatoria se realizó ‘de oficio' y el policía Jofré se dirigió hasta el Instituto de Salud Pública (ex Bacteriológico) para que los profesionales que allí laboran contaran cómo el organismo, manejado por oficiales de ejército desde 1973 hasta 1990, había realizado actividades secretas cuyos fines, hasta ese momento, eran desconocidos.
Pruebas Perdidas
Así fue como se descubrió que en junio de 1981 llegó a Chile un cargamento de toxina botulínica. Hasta ese momento nadie sabía realmente para qué, pero se sospechaba que había sido usada para envenenar a cuatro miristas, en diciembre del mismo año en la cárcel pública.
Sin embargo, a poco andar, Jofré obtuvo la declaración de la infectóloga María Eugenia Valenzuela Montero, especializada en bacterias anaeróbicas, como el botulismo, quien le aseguró que mientras Frei estuvo internado en la clínica Santa María, llegaron muestras de hemocultivo para ser analizadas, pero que ya no quedaban registros de los resultados.
Pese a este dato, la toxina botulínica seguía en el limbo de la investigación.
Pasaron así casi dos años, hasta que la familia Frei se hizo parte en el proceso por el homicidio del químico de la DINA, Eugenio Berríos Sagredo, cuando el nexo con la indagatoria del ex mandatario pareció aclararse.
Recinto Secreto
El primero en entregar la información fue el coronel (R) del ejército de la sección sanidad,. Sergio Rosende Oyarzu, estampado a fojas 313 del caso Frei. El profesional confirmó que la toxina había sido traída especialmente para el Laboratorio de Guerra Bacteriológica y que el responsable de la "importación" era su jefe.
Este último era el doctor que trabajaba para la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) Eduardo Arriagada Rehren, quien consiguió traer la mortal enfermedad gracias a los oficios del director del Bacteriológico, coronel Joaquín Larraín Gana y al representante en Chile de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Virgilio Scutia.
Arriagada Rehren tardó más de un año en prestar declaración ante el ministro Madrid, aunque los detectives establecieron que en 1982 el recinto que dirigía y que se ubicaba nada menos que en Carmen 339, pleno centro de Santiago, estaba en plena producción.
Las sospechas que desde este lugar pudieron haber salido las toxinas con las cuales se habría infectado a Frei y acelerar su muerte se acrecentaron con que el mismo laboratorio fue cambiado a los terrenos de la Escuela de Inteligencia del Ejército, ubicada en San Bernardo y porque el chofer de Frei Montalva era agente de la CNI.
Un Barniz de Realidad
Si bien hasta ahora sólo se conoce parte de expediente –unas mil fojas- el magistrado guarda celosamente 10 tomos cuyo contenido es secreto y ni el CDE ni el abogado de la familia Frei, Álvaro Varela, tienen conocimiento.
Una de las declaraciones que consta en dicha causa, como también en el expediente de Berríos es la de quien fuera durante años la secretaria de quien ocupara el puesto de jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), Kathia Medina.
La mujer confirmó que en el recinto secreto mencionado se fabricaban poderosas toxinas como armas químicas y que éstas habrían sido usadas para otros fines, aunque no arriesgó a decir si fueron usadas en el caso específico de la muerte de Frei Montalva.
Hasta ahora en la causa los médicos que operaron a Frei, como los que participaron de un u otra manera en el tiempo en que estuvo internado, aseguran que el deceso del ex mandatario se explica perfectamente por causas médicas y no por agentes externos.
Sin embargo, existen demasiadas coincidencias que de seguro Madrid tiene aclaradas en los diez tomos que mantiene en su caja fuerte y cuya llave mantiene siempre consigo.
Frei Se Reúne Con Comandante en Jefe del Ejército
El ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle sostendrá hoy una reunión con el comandante en jefe del ejército, general Oscar Izurieta, en las dependencias de este último en calle Zenteno. En la cita, agendada para las 8:45 horas, el actual senador expondrá las dudas que la familia posee sobre la muerte del patriarca demócrata cristiano y solicitará una mayor colaboración castrense para lograr dilucidar lo ocurrido con Frei Montalva en enero de 1982.
Posteriormente, a las 10 horas, se reunirá con el director de Investigaciones, Arturo Herrera, en la sede del ex Congreso en Santiago, y luego, en reuniones sucesivas, con los principales dirigentes del Colegió Médico y de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Esta avanzada se produce tras las afirmaciones del ex mandatario sobre la "convicción moral" a la que habría arribado la familia respecto de la acción de terceros en la muerte del líder falangista, acontecida el 22 de enero de 1982 en la Clínica Santa María, causa que es sustanciada en la actualidad por el ministro en visita Alejandro Madrid. Dichas afirmaciones derivaron en una serie de reuniones sostenidas ayer en la sede del senado con dirigentes políticos de distinta matriz ideológica.
La más importante de las citas fue la que unió cerca del mediodía a Frei Ruiz-Tagle con los ex presidentes Patricio Aylwin y Ricardo Lagos con motivo de una sesión fotográfica. Al concluir, Lagos afirmó escuetamente que "sin duda" este es un momento difícil para la familia del ex mandatario, y agregó que sólo ellos están en condiciones de "evaluar" el dolor que puedan sentir frente a los nuevos antecedentes que han surgido en relación a la extraña muerte del patriarca DC. "No creo que necesite el apoyo de nadie el (ex) presidente (Frei)", afirmó al ser consultado sobre si el clan necesita de su respaldo en estos momentos.
Poco antes, varios diputados de la DC –encabezados por Pablo Lorenzzini- llegaron al despacho del actual presidente del Senado a brindarle su respaldo y sumarse a la idea expresada por la timonel falangista, Soledad Alvear, de establecer un equipo de abogados que apoye la gestión que lleva a cabo el abogado defensor de la familia Frei, Álvaro Varela. A la cita asistieron dirigentes de todas las corrientes internas, poniendo fin al amago de conflicto entre ‘colorines' y ‘alvearistas' que supuso la divergencia de opiniones entre el ex ministro Patricio Rojas y el clan Frei.
Sumario Ético
El Colegio Médico iniciará un sumario ético a propósito de la muerte de Frei Montalva. Por esta razón se reunirá hoy también con el hijo del ex mandatario, Eduardo Frei y presidente del senado. La indagatoria surgió a raíz de que algunos médicos que trabajaron en la DINA, pudieron haber tenido alguna injerencia en la muerte del ex mandatario, como también el trabajo realizado por el ahora general (R) Eduardo Arriagada Rehren, jefe del Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército. Uno de las principales informaciones con que contará este sumario ético es la edición del 27 de agosto de La Nación Domingo, donde se dio a conocer el listado de los médicos, enfermeras, agentes y funcionarios civiles que trabajaron en las clínicas Santa Lucía y London de la DINA.
6 de septiembre de 2006
©la nación
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adrian -
Alexis -