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tres reportajes mexicanos


1. Banda criminal arroja cinco cabezas humanas a pista de baile. 2. Barrio de Tepito tiene la calle más peligrosa. 3. Desnutrición y obesidad de niños mexicanos.
[Jaime Márquez] Morelia, México. Las cabezas de cinco personas -tres ya identificadas- fueron arrojadas por miembros de un grupo armado a la pista de baile de un bar de Uruapan, ayer en la madrugada. Con este hecho, suman siete decapitados en esta semana y 13 en lo que va del año en la entidad.
El procurador del estado, Juan Antonio Magaña de la Mora, confirmó que a la una de la mañana, 20 personas armadas, vestidas de negro y pasamontañas, llegaron al bar Sol y Sombra, dispararon al techo y exigieron que todos los presentes se tiraran al suelo.
Después de amagar a clientes y bailarinas, integrantes del grupo arrojaron al centro de la pista de baile, ubicada en el segundo piso del lugar, bolsas negras de plástico con las cinco cabezas.
Los sicarios, antes de retirarse, dejaron una cartulina con la siguiente leyenda: La familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, se muere quien deve (sic) morir, sépanlo toda la gente, esto es justicia divina.
Después, el comando se retiró del lugar, en donde había unas 100 personas, en una pick-up gris y otras dos camionetas Jeep Cherokee verde oscuro.
El procurador informó que tres de los decapitados ya fueron identificados. Se trata de Martín Valerio Moreno, quien el martes pasado fue reportado como desaparecido, David González Gómez y Cristian M. Reyes.

Flaquezas
El secretario de gobierno, Enrique Bautista, admitió que la administración estatal, encabezada por Lázaro Cárdeans, ha sido rebasada para frenar la ola de ejecuciones en el estado.
Sobre el contenido del mensaje dejado en el bar, el procurador explicó que analizan grafología y el contenido de los mismos, ya que quienes han decapitado y ejecutado "tratan de desviar la atención de las investigaciones e inculpar a otros".
Sobre el avance de la investigación de los hechos de ayer, el procurador informó que ya declararon meseras y clientes que estaban en el bar, así como el encargado del negocio y el jefe de vigilancia.
El bar Sol y Sombra se localiza en la carretera Uruapan-Pátzcuaro, en la colonia Bellavista, a 50 metros de la central camionera. Agotado el esquema de combate
Ante la violencia sin freno que registra la entidad, el funcionario michoacano admitió que el esquema de combate a la delincuencia organizada está agotado, no sólo en Michoacán, sino en todo el país, por lo que es necesaria una reingeniería total y replantear otro sistema, no sólo desde el esquema táctico, sino del legal.
Adelantó que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), dependiente de la PGR, participará en la investigación para aclarar esta múltiple decapitación.
De hecho, cuando ingresaron los sicarios con las cabezas había unas 100 personas.

Otros Crímenes
También ayer, en el tramo carretero Acalpican-Caleta de Campos, de Lázaro Cárdenas, Leopoldo Landa González y su hijo de 16 años, fueron ejecutados a balazos con rifle AK-47 cuando viajaban en un vehículo Nissan tipo Sentra. En Tacámbaro, se localizó el cadáver de una persona con un balazo en la nuca.

7 de septiembre de 2006
©el universal gráfico
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tepito tiene la calle más peligrosa


Se cometieron en el área 14 asesinatos de enero a julio de 2006; compuesta por nueve bloques, las vecindades más peligrosas ocupan las tres primeras direcciones de Jesús Carranza.
Ciudad de México, México. La calle Jesús Carranza, en el corazón de Tepito, tiene un récord poco envidiable: concentra al mayor número de vecinos presos en las cárceles capitalinas. Actualmente 80 reclusos proceden de esa calle y de 2004 a la fecha han sido beneficiados con la libertad anticipada 244, es decir, un total de324 procesados.
En la calle que lleva el nombre de quien fuera hermano del líder revolucionario Venustiano Carranza, hasta el mes de julio de 2006 habían ocurrido 14 homicidios, la mayoría con arma de fuego, y uno a golpes, según datos de la Procuraduría capitalina.
Compuesta por nueve bloques, las vecindades más peligrosas ocupan las tres primeras direcciones de Jesús Carranza. Los números 6, 15, 21, 25 y 33, así como el 69, son las que más están copadas por distribuidores de todo tipo de drogas.
Recargadas en una motocicleta, tres muchachas, de entre 16 y 20 años, ofrecen droga.
"¿Qué es lo que buscas, amiga?", dicen casi al unísono, y luego continúan con su plática.
Ellas provienen de una familia como muchas de las que hay en Jesús Carranza, cuyos miembros se dedican a alguna actividad delictiva, criminógena, como las definen los especialistas en la materia.
En casi un año mataron a tres de los integrantes de la familia, hermanos ellas, dedicados a la venta de drogas; uno identificado como El Loco y otro como El Karateca.
La imagen de las vendedoras de drogas, apostadas a unos metros de la estación del metro Lagunilla, de la Línea B, entre Jesús Carranza y el eje 1 Norte, Granaditas, es el preludio de lo que sucede en esta calle considerada no sólo las más peligrosa del Distrito Federal sino del país, según autoridades de la Procuraduría capitalina.
Los habitantes de esta calle que han estado tras las rejas han sido procesados por robo, lesiones y homicidio, además de que algunos también han sido acusados de algún un ilícito del fuero federal, ya sea por portar arma de fuego de uso exclusivo del ejército o por distribución de droga, según autoridades de la Procuraduría capitalina dedicadas a la investigación de la delincuencia en esta zona de la delegación Cuauhtémoc.

Disputas Territoriales
Las indagatorias judiciales indican que en casi cada una de sus vecindades, en puestos informales, en locales y hasta en los changarros fritangas, se vende droga. Sin lugar a dudas la competencia es mucha y la pelea por el mercado también lo es.
Las jóvenes mujeres que venden droga pertenecen a la casa con el número 6, mientras que en el 21 se sabe que quien manda es un hombre conocido como El Jorge, señalado como el autor de los homicidios de Érick Hernández González y Érick Flores Villanueva, de 23 y 21 años.
El hecho registrado el pasado abril habría sido perpetrado al interior de la vivienda de este hombre, quien luego mandó a tirarlos en el patio, según fuentes del gobierno del DF.
Del número 15 de Jesús Carranza, el líder es un presunto delincuente apodado El Armadillo, así como El Chiquis, cómplice de Fernando Ruiz Baltazar, alias El Colchón, asesinado el pasado 30 de agosto, en pleno tianguis de Tepito; ambos estaban relacionados con otros presuntos narcotraficantes asesinados en Tecamachalco.
Como El 33 o El 40 se conoce a la vecindad que ha sido objeto de más operativos de la Agencia Federal de Investigación y la Secretaría de Seguridad Pública local.

7 de septiembre de 2006
©el universal
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epidemia de niños desnutridos y obesos


[Ruth Rodríguez] Recomiendan crear buenos hábitos alimenticios desde la infancia.
Cancún, Quintana Roo, México. Los niños indígenas consumen más refres cos que leche. Toman hasta dos veces más bebidas gaseosas que los que viven en las zonas urbanas, de acuerdo con la Primera Evaluación de Desayunos Escolares 2004 elaborada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición ‘Salvador Zubirán' (INCMSZ) y el DIF nacional.
Expertos advierten que México comienza a enfrentar una ‘epidemia' de niños desnutridos y obesos por la falta de una buena alimentación des de sus primeros años de vida, al participar en el II Congreso Internacional de Alimentación Escolar para América Latina organizado por la Red de Alimentación Escolar para América Latina y el Caribe (La Rae).
"A todo el mundo le parece normal que un niño tome un litro de refresco diario, sin imaginar que se está me tiendo 50 gramos de azúcar refinada, lo que representa un golpe metabólico tremendo", afirmó Abelardo Ávila, responsable del procesamiento de los Censos Nacionales de Talla 1999 y 2004, quien añadió que un pequeño que careció en su infancia de micronutrientes es un seguro candidato a que en la edad adulta presente problemas cardiovasculares, diabetes, hipertensión y obesidad.
Ana Rosa Payán, directora del DIF nacional, convocó a las instituciones de salud y educativas a combatir no sólo la desnutrición, sino también la malnutrición, pues los hábitos alimentarios inadecuados han propiciado serias contradicciones que coexisten y necesitan ser combatidos.
El diagnóstico de la Secretaría de Salud revela que 85% de la población escolar urbana y rural lleva dinero para comprar dulces y refrescos en la es cuela, lo que genera un mercado de ‘alimentos chatarra' de mil a tres mil millones de dólares anuales.
"Los niños están invirtiendo dinero para poder generarse diabetes, infartos y accidentes cardiovasculares dentro de 40 años o antes si continúa este patrón de alimentación", alertó Abelardo Ávila, a la vez que denunció que las empresas utilizan publicidad engañosa para que los niños enloquezcan por este tipo de comida.
Por su parte, Adolfo Chávez Villa sana, jefe del área de nutrición del IN CMSZ, afirmó que la desnutrición infantil sigue siendo un problema grave en México, principalmente en las zonas indígenas, rurales y marginadas.
Con una experiencia de más de 50 años en temas de nutrición, el especia lista afirmó que tendrán que pasar 80 años para que la desnutrición se acabe en nuestro país, y criticó que el gobierno federal hable del problema como un asunto resuelto cuando recordó que 30% de los niños que viven en zonas indígenas y rurales están desnutridos, mientras que en el medio urbano este porcentaje se ubica en 7%.
Incluso, comentó que hay comunidades donde el nivel de desnutrición de su población infantil es semejante a la de algunos países africanos.
El también maestro en salud pública explicó que si bien en los últimos 10 años se logró reducir la desnutrición, "hay que recordar que durante este periodo mucha gente emigró, por lo que el número de población desnutrida se redujo considerablemente".
Los resultados de la Primera Evaluación de Desayunos Escolares 2004 fueron aplicados a 4.5 millones de niños de nivel primario, así como una encuesta a siete mil 500 familias en su casa realizada en el 2004.
Entre los resultados que destaca se encuentra que una familia indígena gasta un promedio de 20.7 pesos se manales para adquirir refrescos y 9.7 en la compra de leche.
Mientras que los hogares urbanos invierten 44 pesos para bebidas gaseosas y 32.2 pesos para leche.
De igual forma, en un hogar indígena se consumen casi tres litros de refresco por semana y 1.42 de leche; en las zonas urbanas la proporción es de seis litros de bebidas gaseosas por cuatro de leche.

7 de septiembre de 2006
©el universal
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