autonomía crea tensiones
[Richard A. Oppel Jr. y Abdul Razzaq al-Saiedi] Proyecto de estados autónomos crea tensiones en Iraq.
Bagdad, Iraq. Un acuerdo alcanzado hace once meses entre dirigentes chiíes y kurdos para conseguir el respaldo de los árabes sunníes para aprobar la nueva constitución se está deshilachando, provocando desasosiego entre algunos líderes políticos porque podría poner en peligro la frágil coalición del gobierno de Iraq.
La disputa alcanzó un punto álgido el domingo cuando la importante facción chií insistió en la rápida aprobación de una ley que otorga a las provincias autoridad para crear estados autónomos, que algunos poderosos chiíes están tratando de conseguir para el sur de Iraq. Legisladores sunníes y otros que se oponen al proyecto, se negaron a asistir al congreso el domingo, y advirtieron que el plan podría socavar gravemente el gobierno de unidad del país.
Legisladores chiíes dijeron el domingo temprano que habían alcanzado un acuerdo con los sunníes y otras coaliciones políticas para postergar el debate sobre el proyecto hasta el 19 de septiembre. Pero horas después los legisladores dijeron que el acuerdo había fracasado, y que no estaba claro si los chiíes votarían por su aplazamiento.
Una facción de chiíes dirigida por Abdul Aziz al-Hakim, presidente del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Iraq, un poderoso partido con estrechos lazos con Irán, quiere leyes que establezcan un mecanismo para que las provincias empiecen el proceso de creación de estados semi-independientes. Las nuevas regiones tendrían amplias atribuciones para controlar su propia seguridad y los recursos provenientes del petróleo.
Durante el fin de semana, Hakim renovó su llamado a formar una extensa región autónoma en el sur de Iraq que incluiría a gran parte de la población chií de Iraq y los campos de petróleo. Los kurdos en el nordeste ya tienen una región semiautónoma. Los sunníes temen que la aprobación de esas leyes les prive de su legítima cuota de los ingresos por el petróleo del país, ya que el occidente y centro-norte de Iraq, donde viven los sunníes, no cuentan con grandes depósitos de petróleo. Los sunníes acusan a algunos líderes chiíes de romper una promesa del año pasado a cambio del respaldo sunní a una enmienda de la constitución que permite al parlamento renegociar el tema.
Un líder del principal bloque político sunní, Adnan al-Dulaimi, denunció la legislación propuesta por Hakim y llamó a "los iraquíes -sunníes, chiíes, árabes, kurdos, turcomanos, musulmanes o cristianos- a oponerse a esta estratagema".
Afirmó que era un error debatir una propuesta que podría conducir a la creación de regiones autónomas si el parlamento no tenía la oportunidad de volver a redactar partes de la constitución. Fue respaldado por un funcionario de la coalición laica del ex primer ministro interino, Ayad Allawi. Algunos legisladores chiíes del Partido Fadhila y la coalición leal al clérigo militante Moqtada al-Sáder también expresaron su respaldo a los sunníes, diciendo que estaban preocupados de que el partido de Hakim esté avanzando demasiado rápidamente.
La constitución aprobada en octubre exige que el parlamento forme rápidamente una comisión que tomaría cuatro meses en proponer reformas a la constitución. La constitución también llama al parlamento a aprobar, dentro de seis meses, una ley que defina los medios por los cuales las provincias podrían formar regiones autónomas. Nada de eso ha ocurrido.
Los chiíes dirigidos por Hakim, y apoyados por los kurdos, pueden tener los votos que son necesarios para aprobar por simple mayoría el proyecto de ley que crea las regiones autónomas. Pero los sunníes cuentan con poderosos aliados que quieren aplazar el tema, incluyendo a miembros de la coalición de Allawi y algunos de los bloques Fadhila y Sáder, dando a los sunníes esperanzas de que pueden bloquear, de momento, ese proyecto.
"La mayoría de los miembros parlamento están con nosotros en su rechazo de esta propuesta", dijo Dhafir al-Ani, miembro sunní del parlamento.
Durante un momento el domingo pareció que se hacían progresos. Un legislador chií, Sami al-Askari, dijo que se había llegado a un acuerdo para aplazar el debate hasta la próxima semana para permitir al parlamento estudiar los cambios constitucionales buscados por los sunníes. Khalid al-Atiya, chií y presidente del parlamento, dijo que el debate sobre el proyecto chií empezaría en una semana a partir del martes, con una votación seis días después.
Pero más tarde el mismo domingo un ayudante dio a conocer una declaración de Atiya diciendo que los líderes políticos habían rechazado ese acuerdo. Sayed Ayyad Jamaladin, un político de la coalición de Allawi que ha estado involucrado en el tema, dijo que "no hay acuerdo" y contendió que los que apoyaban la propuesta chií estaban tratando impropiamente de apresurar la aprobación del proyecto de ley en el parlamento "tan rápidamente como pueden".
Si el partido de Hakim fuera a acelerar la propuesta a través del parlamento, podría socavar el consenso de gobierno que tanto costó crear a chiíes y kurdos este año. En el otoño pasado, los líderes sunníes se jugaron su credibilidad con el compromiso constitucional que pedía al parlamento que permitiera una renegociación rápida en el tema de las regiones autónomas.
Los líderes sunníes se apresuran a señalar lo central que era esa promesa para apoyar la constitución y unirse al gobierno. Ani dijo que la aprobación del proyecto de Hakim sin resolver primero estos problemas haría "abortar el plan de reconciliación nacional y haría fracasar al gobierno de unidad nacional".
Además, se muestra escéptico de las garantías del partido de Hakim de que esperarán un año o dos antes de dar pasos para formar regiones autónomas. "Si se apruebe este proyecto, se dará luz verde a la formación inmediata de esas regiones", dijo.
Algunos chiíes responden que la supervivencia a largo plazo de un Iraq unificado se vería garantizada, no perjudicada, si Iraq transfiriera autoridad a estados regionales.
Algunos partidos están tratando de "engañar a la gente cuando dicen que el federalismo fragmentará a Iraq", dice la declaración dada a conocer por el ayudante de Atiya. Dijo que un gobierno central que cediese poco poder a las regiones corre un riesgo mayor de incitar movimientos hacia la secesión de Iraq.
La disputa alcanzó un punto álgido el domingo cuando la importante facción chií insistió en la rápida aprobación de una ley que otorga a las provincias autoridad para crear estados autónomos, que algunos poderosos chiíes están tratando de conseguir para el sur de Iraq. Legisladores sunníes y otros que se oponen al proyecto, se negaron a asistir al congreso el domingo, y advirtieron que el plan podría socavar gravemente el gobierno de unidad del país.
Legisladores chiíes dijeron el domingo temprano que habían alcanzado un acuerdo con los sunníes y otras coaliciones políticas para postergar el debate sobre el proyecto hasta el 19 de septiembre. Pero horas después los legisladores dijeron que el acuerdo había fracasado, y que no estaba claro si los chiíes votarían por su aplazamiento.
Una facción de chiíes dirigida por Abdul Aziz al-Hakim, presidente del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Iraq, un poderoso partido con estrechos lazos con Irán, quiere leyes que establezcan un mecanismo para que las provincias empiecen el proceso de creación de estados semi-independientes. Las nuevas regiones tendrían amplias atribuciones para controlar su propia seguridad y los recursos provenientes del petróleo.
Durante el fin de semana, Hakim renovó su llamado a formar una extensa región autónoma en el sur de Iraq que incluiría a gran parte de la población chií de Iraq y los campos de petróleo. Los kurdos en el nordeste ya tienen una región semiautónoma. Los sunníes temen que la aprobación de esas leyes les prive de su legítima cuota de los ingresos por el petróleo del país, ya que el occidente y centro-norte de Iraq, donde viven los sunníes, no cuentan con grandes depósitos de petróleo. Los sunníes acusan a algunos líderes chiíes de romper una promesa del año pasado a cambio del respaldo sunní a una enmienda de la constitución que permite al parlamento renegociar el tema.
Un líder del principal bloque político sunní, Adnan al-Dulaimi, denunció la legislación propuesta por Hakim y llamó a "los iraquíes -sunníes, chiíes, árabes, kurdos, turcomanos, musulmanes o cristianos- a oponerse a esta estratagema".
Afirmó que era un error debatir una propuesta que podría conducir a la creación de regiones autónomas si el parlamento no tenía la oportunidad de volver a redactar partes de la constitución. Fue respaldado por un funcionario de la coalición laica del ex primer ministro interino, Ayad Allawi. Algunos legisladores chiíes del Partido Fadhila y la coalición leal al clérigo militante Moqtada al-Sáder también expresaron su respaldo a los sunníes, diciendo que estaban preocupados de que el partido de Hakim esté avanzando demasiado rápidamente.
La constitución aprobada en octubre exige que el parlamento forme rápidamente una comisión que tomaría cuatro meses en proponer reformas a la constitución. La constitución también llama al parlamento a aprobar, dentro de seis meses, una ley que defina los medios por los cuales las provincias podrían formar regiones autónomas. Nada de eso ha ocurrido.
Los chiíes dirigidos por Hakim, y apoyados por los kurdos, pueden tener los votos que son necesarios para aprobar por simple mayoría el proyecto de ley que crea las regiones autónomas. Pero los sunníes cuentan con poderosos aliados que quieren aplazar el tema, incluyendo a miembros de la coalición de Allawi y algunos de los bloques Fadhila y Sáder, dando a los sunníes esperanzas de que pueden bloquear, de momento, ese proyecto.
"La mayoría de los miembros parlamento están con nosotros en su rechazo de esta propuesta", dijo Dhafir al-Ani, miembro sunní del parlamento.
Durante un momento el domingo pareció que se hacían progresos. Un legislador chií, Sami al-Askari, dijo que se había llegado a un acuerdo para aplazar el debate hasta la próxima semana para permitir al parlamento estudiar los cambios constitucionales buscados por los sunníes. Khalid al-Atiya, chií y presidente del parlamento, dijo que el debate sobre el proyecto chií empezaría en una semana a partir del martes, con una votación seis días después.
Pero más tarde el mismo domingo un ayudante dio a conocer una declaración de Atiya diciendo que los líderes políticos habían rechazado ese acuerdo. Sayed Ayyad Jamaladin, un político de la coalición de Allawi que ha estado involucrado en el tema, dijo que "no hay acuerdo" y contendió que los que apoyaban la propuesta chií estaban tratando impropiamente de apresurar la aprobación del proyecto de ley en el parlamento "tan rápidamente como pueden".
Si el partido de Hakim fuera a acelerar la propuesta a través del parlamento, podría socavar el consenso de gobierno que tanto costó crear a chiíes y kurdos este año. En el otoño pasado, los líderes sunníes se jugaron su credibilidad con el compromiso constitucional que pedía al parlamento que permitiera una renegociación rápida en el tema de las regiones autónomas.
Los líderes sunníes se apresuran a señalar lo central que era esa promesa para apoyar la constitución y unirse al gobierno. Ani dijo que la aprobación del proyecto de Hakim sin resolver primero estos problemas haría "abortar el plan de reconciliación nacional y haría fracasar al gobierno de unidad nacional".
Además, se muestra escéptico de las garantías del partido de Hakim de que esperarán un año o dos antes de dar pasos para formar regiones autónomas. "Si se apruebe este proyecto, se dará luz verde a la formación inmediata de esas regiones", dijo.
Algunos chiíes responden que la supervivencia a largo plazo de un Iraq unificado se vería garantizada, no perjudicada, si Iraq transfiriera autoridad a estados regionales.
Algunos partidos están tratando de "engañar a la gente cuando dicen que el federalismo fragmentará a Iraq", dice la declaración dada a conocer por el ayudante de Atiya. Dijo que un gobierno central que cediese poco poder a las regiones corre un riesgo mayor de incitar movimientos hacia la secesión de Iraq.
Ali Adeeb, Omar al-Neami y Hosham Hussein contribuyeron a este reportaje.
10 de septiembre de 2006
©new york times
©traducción mQh
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