barrida contra pandilla de la calle 18
[Richard Winton] Cae pandilla especializada en extorsiones y tráfico de drogas.
Fiscales federales acusaron formalmente a dieciocho miembros de la pandilla de la Calle 18, incluyendo a un cabecilla encarcelado de la mafia mexicana, por cargos de extorsión, conspiración y tráfico de drogas en una trama en la que presuntamente vendían a narcotraficantes calles en zonas de Wilshire, Koreatown y Pico Union a tarifas semanales y mensuales.
La organización criminal, dicen los fiscales, era dirigida por Rubén ‘Night Owl' [Búho] Castro, un capo de la mafia mexicana y jefe de la pandilla de la Calle 18, desde su celda en una prisión federal, con la ayuda de su novia. En 1997, Castro fue condenado en el primer caso federal contra la pandilla por la Ley de Extorsión y Organizaciones Corruptas [Racketeering Influenced and Corrupt Organizations Act, RICO].
En una barrida en California del Sur esta mañana, personal de agencias policiales federales y locales arrestaron a diez miembros de dos poderosos grupos de la pandilla de la Calle 18 conocidos como los Hoover Locos y los Shatto Park Locos. Los fiscales dicen que los grupos de la pandilla de la Calle 18 en esas zonas obedecen a Castro y sus recaudadores cobraban un llamado "impuesto" o "renta" a narcotraficantes por el derecho a vender narcóticos en calles específicas con la garantía de que serían protegidos por los matones de la pandilla de la Calle 18.
"Es una forma anticuada de crimen organizado. Los narcotraficantes compraban una calle, digamos la sección que va de Alvarado hasta las calles 3 o 4", dice Bruce Riordan, fiscal federal.
Castro estaba internado en una cárcel federal de Colorado durante el período en que dirigía supuestamente la organización apodada la ‘organización de Rubén Castro' por los fiscales. Las autoridades admitieron que incluso una de las prisiones más duras no impidió que Castro dirigiera sus negocios delictivos. "No importa qué hagamos, algunas personas empecinadas en cometer delitos, los cometerán", dijo George S. Cardona, fiscal federal jefe.
En una acusación de 71 páginas presentada hoy, los fiscales aseveran que la pandilla operaba un negocio delictivo con Castro a través de su novia Jesusita Ramírez, 62, dando órdenes a los recaudadores que cobraban miles de dólares a la semana entre narcotraficantes. La negativa a pagar a las pandillas podían resultar en multas, tasas más altas y finalmente actos de violencia, dicen los fiscales.
Los jefes de los grupos pandilleros viven a menudo en suburbios, como Ontario, El Monte y Temple City, antes que en las calles donde desarrollan sus actividades criminales, dijeron los fiscales.
La novia de Castro es una de los cuatro sospechosos que siguen fugitivos. Está acusada de participar en una conspiración RICO y en dos tramas para el tráfico de narcóticos. Su posición, dijo Riordan, refleja un creciente fenómeno en la mafia mexicana, en el que por primera vez las mujeres ocupan posiciones de autoridad.
"El respeto permite que lleguen a niveles de autoridad", dijo.
También fugitivos se encuentran Noé Chávez, ‘Lil Duster', 23, de Los Angeles; la vendedora de narcóticos Juana Fuentes, ‘Mani', 24, de Los Angeles, y el vendedor de narcóticos al por mayor, Edwin Schaad, 41, conocido como ‘Chaparro'.
Los diez detenidos incluyen a Mervin Nelson Sánchez, ‘Chivo', 35, de Ontario, supuestamente un gángster de Shatto Place que supervisaba las operaciones de la pandilla. Araceli Bravo, 33, conocida como ‘Traviesa', cabecilla de un grupo Hoover que dirigía sus operaciones.
Los otros detenidos son: Michael Pineda, 28, de Hollywood del Norte; José Juan Álvarez, 29, de Los Angeles; Efraín Ruiz Torres, 34, de Temple City; José Morales Pérez, 26, de Los Angeles; Melida Flores, 48, de Palmdale; Juan Manuel Montes, 38, de El Monte; Marlon David Penate, 29, de Los Angeles; y Jorge Sánchez Monroy, 33, de Los Angeles.
Otros tres hombres, además de Castro, se encuentran en prisión por cargos previos: Elvin Ambrocio, 36, y Ronaldo Cruz, 34, los dos cumpliendo sentencia por volver a entrar ilegalmente al país después de ser deportados como inmigrantes ilegales, mientras que Luis Castro, 42, está en una penitenciaría del estado cumpliendo una condena por receptación de artículos robados.
Rubén Castro, Ramírez, Sánchez Ambrocio, Bravo, Pineda, Cruz, Álvarez, Chávez, Torres y Pérez pueden ser condenados a cadena perpetua a firme si llegan a ser condenados por cargos de extorsión.
La organización criminal, dicen los fiscales, era dirigida por Rubén ‘Night Owl' [Búho] Castro, un capo de la mafia mexicana y jefe de la pandilla de la Calle 18, desde su celda en una prisión federal, con la ayuda de su novia. En 1997, Castro fue condenado en el primer caso federal contra la pandilla por la Ley de Extorsión y Organizaciones Corruptas [Racketeering Influenced and Corrupt Organizations Act, RICO].
En una barrida en California del Sur esta mañana, personal de agencias policiales federales y locales arrestaron a diez miembros de dos poderosos grupos de la pandilla de la Calle 18 conocidos como los Hoover Locos y los Shatto Park Locos. Los fiscales dicen que los grupos de la pandilla de la Calle 18 en esas zonas obedecen a Castro y sus recaudadores cobraban un llamado "impuesto" o "renta" a narcotraficantes por el derecho a vender narcóticos en calles específicas con la garantía de que serían protegidos por los matones de la pandilla de la Calle 18.
"Es una forma anticuada de crimen organizado. Los narcotraficantes compraban una calle, digamos la sección que va de Alvarado hasta las calles 3 o 4", dice Bruce Riordan, fiscal federal.
Castro estaba internado en una cárcel federal de Colorado durante el período en que dirigía supuestamente la organización apodada la ‘organización de Rubén Castro' por los fiscales. Las autoridades admitieron que incluso una de las prisiones más duras no impidió que Castro dirigiera sus negocios delictivos. "No importa qué hagamos, algunas personas empecinadas en cometer delitos, los cometerán", dijo George S. Cardona, fiscal federal jefe.
En una acusación de 71 páginas presentada hoy, los fiscales aseveran que la pandilla operaba un negocio delictivo con Castro a través de su novia Jesusita Ramírez, 62, dando órdenes a los recaudadores que cobraban miles de dólares a la semana entre narcotraficantes. La negativa a pagar a las pandillas podían resultar en multas, tasas más altas y finalmente actos de violencia, dicen los fiscales.
Los jefes de los grupos pandilleros viven a menudo en suburbios, como Ontario, El Monte y Temple City, antes que en las calles donde desarrollan sus actividades criminales, dijeron los fiscales.
La novia de Castro es una de los cuatro sospechosos que siguen fugitivos. Está acusada de participar en una conspiración RICO y en dos tramas para el tráfico de narcóticos. Su posición, dijo Riordan, refleja un creciente fenómeno en la mafia mexicana, en el que por primera vez las mujeres ocupan posiciones de autoridad.
"El respeto permite que lleguen a niveles de autoridad", dijo.
También fugitivos se encuentran Noé Chávez, ‘Lil Duster', 23, de Los Angeles; la vendedora de narcóticos Juana Fuentes, ‘Mani', 24, de Los Angeles, y el vendedor de narcóticos al por mayor, Edwin Schaad, 41, conocido como ‘Chaparro'.
Los diez detenidos incluyen a Mervin Nelson Sánchez, ‘Chivo', 35, de Ontario, supuestamente un gángster de Shatto Place que supervisaba las operaciones de la pandilla. Araceli Bravo, 33, conocida como ‘Traviesa', cabecilla de un grupo Hoover que dirigía sus operaciones.
Los otros detenidos son: Michael Pineda, 28, de Hollywood del Norte; José Juan Álvarez, 29, de Los Angeles; Efraín Ruiz Torres, 34, de Temple City; José Morales Pérez, 26, de Los Angeles; Melida Flores, 48, de Palmdale; Juan Manuel Montes, 38, de El Monte; Marlon David Penate, 29, de Los Angeles; y Jorge Sánchez Monroy, 33, de Los Angeles.
Otros tres hombres, además de Castro, se encuentran en prisión por cargos previos: Elvin Ambrocio, 36, y Ronaldo Cruz, 34, los dos cumpliendo sentencia por volver a entrar ilegalmente al país después de ser deportados como inmigrantes ilegales, mientras que Luis Castro, 42, está en una penitenciaría del estado cumpliendo una condena por receptación de artículos robados.
Rubén Castro, Ramírez, Sánchez Ambrocio, Bravo, Pineda, Cruz, Álvarez, Chávez, Torres y Pérez pueden ser condenados a cadena perpetua a firme si llegan a ser condenados por cargos de extorsión.
richard.winton@latimes.com
12 de septiembre de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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