poligamia cristiana en utah
[Kirsten Scharnberg y Manya A. Brachear] Un estilo de vida prohibido por la ley, pero tolerado.
Eagle Mountain, Utah, Estados Unidos. El vecindario se ve como cualquier otro suburbio de clase media alta: enormes casas con balancines en los jardines, con el césped perfectamente cortado y sembrado de bicicletas de niños.
Pero debajo de ese barniz típicamente estadounidense, todo lo demás es diferente en este elegante vecindario a 65 kilómetros al sur de Salt Lake City.
"Aquí casi todos son polígamos", dice Mary, una mujer que organizó hace poco un recorrido de la zona y es ella misma la segunda esposa de un hombre de Utah. Como otras polígamas entrevistadas para este reportaje, pidió ser identificada solamente con su nombre de pila por miedo a tener líos con la justicia. "Hay una o dos casas que no lo son, pero prácticamente todas las familias son de las nuestras".
En las semanas que han pasado desde la detención de Warren Jeffs, el líder mormón fundamentalista que estuvo en la lista de los cien más buscados por el FBI tras ser acusado de haber facilitado la violación y matrimonio de niñas menores de edad, han habido persistentes preguntas sobre la verdadera extensión y peligrosidad de la poligamia en Utah.
Mormones tradicionalistas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con doce millones de miembros en todo el mundo, han afirmado que todas las denominaciones polígamas -incluyendo la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de Jeffs- son aberraciones en un estado donde la influyente Iglesia Mormona suspendió la práctica de la poligamia hace más de un siglo. Pero el fiscal general de Utah, activistas pro-poligamia y otros expertos calculan en 40 mil las personas que viven en familias polígamas y comunidades semejantes en todo el occidente de Estados Unidos. Una gran parte de ellas viven en los suburbios de Utah.
Aunque es raro que las acusaciones de abuso sean tan sistemáticas y atroces como las reportadas en las comunidades dirigidas por Jeffs, prácticamente todas las sectas polígamas de Utah han sido vinculadas con conductas económicas, sexuales y espirituales indecentes. Jurados federales en Arizona e investigadores del estado en Nevada están escudriñando las prácticas polígamas en esos estados, de acuerdo a informes de la prensa.
A principios de mes, el líder de la minoría en el senado, Harry Reid (demócrata de Nevada), mormón él mismo, pidió al fiscal general Alberto Gonzales, la creación de un destacamento federal para que investigue las sectas polígamas en el occidente de Estados Unidos, especialmente la iglesia de Jeffs, un grupo en el que niñas de hasta trece años son casadas y cientos de niños han sido excomulgados y separados de sus padres en una supuesta campaña para reducir la competencia por esposas entre los adultos. Sin embargo, en su carta, los comentarios de Reid dejaron en claro que se refería a la subcultura de la poligamia en Utah en general, así como a la comunidad de Jeffs a lo largo de la frontera entre Utah y Arizona.
"Durante demasiado tiempo, esta escandalosa actividad ha estado oculta bajo la máscara de la libertad de religión", escribió. "Pero los abusos contra los niños y la servidumbre humana no tienen nada que ver con la libertad religiosa y no han de ser tolerados".
Defendiendo Su Fe
Debido a esos comentarios, los polígamos de Utah han salido con inusitada energía en defensa de su fe, valores y estilo de vida. Dicen que el matrimonio plural cumple con la misión de todos los mormones de ser prolíficos y multiplicarse y ascender a los más altos escalones del cielo. Dicen que les rompe el corazón que la iglesia tradicional abandonara en 1890 la poligamia -o lo que un experto llamó "el proceso de pulir el alma"- para aplacar al gobierno federal y garantizar que Utah obtuviera la condición de estado. Mencionan comunidades como Eagle Mountain y Rocky Ridge, donde las familias polígamas parecen ser felices y prósperas, a menudo formadas por un marido con múltiples esposas que viven en lujosas casas con patios adyacentes.
"En realidad somos asquerosamente aburridos", dijo Jane, otra esposa del mismo marido que Mary. "No tenemos dramas. Somos los vecinos -simplemente otra gente como nosotros".
Durante la campaña para fiscal general de 2004, la poligamia fue llamada ‘el pequeño secreto sucio' del estado y los candidatos para la posición policial más alta debatieron cómo hacer frente al asunto. Ganó Mark Shurtleff y desde entonces ha implementado una política que consiste esencialmente en no molestar a los polígamos, a menos que cometan simultáneamente otros delitos. Aunque el acto de tener más de una esposa es un delito punible con hasta cinco años de cárcel en Utah, hace tiempo que las autoridades dejaron de perseguir activamente a los polígamos.
"No tenemos recursos, ni pienso que debamos usar nuestros recursos, para condenar a todos los polígamos de Utah, meterlos en la cárcel y colocar a 20 mil niños en hogares adoptivos", dijo Shurtleff hace poco a un periodista canadiense cuando le preguntó sobre las medidas adoptadas en el estado para reprimir la poligamia. "Nos estamos concentrando en crímenes contra las mujeres y niños y en la evasión de los impuestos y otros delitos que implican el mal uso de dineros fiscales".
En realidad, mucho antes de que Jeffs fuera arrestado en una autopista en las afueras de Las Vegas, esos delitos eran evidentes. Por ejemplo:
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días Viva y Verdadera fue objeto de fuertes críticas cuando una joven mujer huyó de la comunidad y se acercó a las autoridades alegando que había sido obligada para casarse con su padrastro después de años de adoctrinamiento en los que le dijeron que si lo hacía ardería en el infierno, de acuerdo a un libro que detalla el caso. El fiscal general de Utah resolvió no procesar al hombre, un carismático predicador que afirma ser la reencarnación del profeta mormón Joseph Smith, porque la mujer tenía 20 años y se la consideraba una adulta consintiente.
Los Hermanos Apostólicos Unidos, una comunidad polígama en Utah con 7.500 miembros, un bonito complejo suburbano con canchas de atletismo, un salón de baile al aire libre y una escuela privada, fueron condenados por haber estafado más de un millón y medio de dólares a un miembro adinerado, y el juez resolvió que la secta y sus líderes debían devolver ese dinero.
En la Sociedad Cooperativa del Condado de Davis, una comunidad polígama al norte de Salt Lake City, la familia principal, los Kingston, poseían según los fiscales del estado capitales por sobre los 150 millones de dólares. Sin embargo, declaraciones en un caso reciente sobre abuso infantil y custodia revelaron que uno de los patriarcas de la comunidad dijo que no podía pagar la pensión alimenticia mensual dictaminada por el juez para los hijos de una de sus varias esposas. Otro de los líderes de la secta fue condenado en 1999 por incesto tras tomar a su sobrina de 16 años como su esposa número quince.
Sin embargo, incluso los críticos más ruidosos se cuidan de decir que todos los polígamos sean culpables de abusos similares.
"Escucha", dice John Llewellyn, uno de los principales críticos de la poligamia en Utah hoy. "Yo soy un ex policía, un ex polígamo y ahora estoy trabajando contra la poligamia. He visto este asunto desde todos los lados. Lo esencial es que hay un montón de polígamos que son buenos y honestos. Lamentablemente también hay muchos que están cometiendo todo tipo de abusos terribles".
Los Hermanos Apostólicos Unidos, cuyos miembros viven dispersos por los suburbios de Salt Lake City tales como Eagle Mountain, son considerados por las autoridades e incluso por varios críticos de la poligamia como Llewellyn como un grupo donde no ocurren abusos ni se toleran.
El Cielo Más Elevado
Charles, 41, programador, con tres esposas y 14 hijos, vive en Utah central y dice que sólo quiere llevar a cabo el plan divino. Él y su primera esposa se unieron a los Hermanos Apostólicos Unidos y más tarde tomó sus segunda y tercera esposas, Jeni y Alorah.
"Creemos que el propósito del matrimonio plural es atraer a espíritus que esperan nacer en familias decentes que les enseñen los evangelios", dijo. "Un montón de gente de por aquí quiere vivir en matrimonios plurales porque así pueden ascender al cielo más alto. Cuando yo veo lo que el Salvador ha hecho por mí, simplemente querrías pagarle y hacer lo que él dice".
Pero no es algo que pueda hacer cualquier mormón. La tercera esposa de Charles, Alorah, dijo que su madre era la tercera de cuatro esposas y sin embargo su decisión de sellar un matrimonio plural exigió intensas oraciones.
"Hay un dicho que nos contamos las chicas de este grupo, que si puedes tener el diez por ciento de un hombre que es cien por ciento hombre, en lugar del cien por ciento de un hombre que es diez por ciento hombre, ¿qué elegirías?"
Con el tiempo, las comunidades polígamas han florecido en todo el estado, y continúan creciendo debido a que los polígamos forman familias numerosas.
Mary y Jane están las dos casadas con un miembro de la secta Hermanos Apostólicos Unidos, un hombre de edad mediana que es casi el equivalente en la vida real de Bill Henrickson, el personaje de la serie de la HBO ‘Big Love', que vive en los suburbios de Salt Lake City con sus tres esposas, siete hijos y cuentas cada vez más abultadas.
Durante la cena en un restaurante marítimo suburbano, Jane y Mary se burlan ambas de su marido mientras él ríe de buen humor con sus ocurrencias. Las mujeres rechazan las preguntas sobre los celos entre ellas, diciendo que no valen la pena como para pelearse por ellos, pero más tarde disertan sobre el principio mormón de construir familias numerosas en la Tierra que puedan replicarse en el cielo.
La familia explica la mecánica de sus vidas: Las dos mujeres viven en casas vecinas. (Jane se queja, en broma, de que Mary tiene el mejor jardín). El marido, que pidió no ser identificado, pasa tres noches de la semana con cada esposa y familia).
La familia entristece cuando comentan las acusaciones de que los abusos están inexorablemente unidos a la poligamia. Enfatizan que su comunidad desalienta fuertemente los matrimonios de menores de dieciocho años. Mary se ve claramente orgullosa cuando cuenta que uno de sus hijos descubrió a un hombre en la comunidad que estaba abusando de una niña menor de edad y lo denunció a la policía.
"Lo esencial", dice, "es que si despiertas a una niña de trece en mitad de la noche y la casas con un hombre veinte años mayor, eso es abuso. Definitivamente".
Son familias como estas las que sirven de ejemplo cuando los partidarios de la poligamia esgrimen su argumento más frecuente: la descriminalización. Dicen que si se retira el miedo a ser procesados, los grupos polígamos podrían dejar de vivir recluidos y clandestinamente, las condiciones que a menudo permiten esos abusos. Incluso más, piensan que tendrían menos temor de acercarse a las autoridades para denunciar los abusos cometidos entre sus filas.
"Se trata de perseguir los delitos, no la cultura", dice Anne Wilde, una ex esposa plural que es ahora viuda y la co-directora de Principle Voices, un grupo a favor de la poligamia.
Sin embargo, los activistas contra la poligamia se muestran igualmente inflexibles en que la cultura conduce invariablemente a problemas. Dicen que como mínimo las mujeres son marginadas por una doctrina religiosa que las convierte en un moderno harén de sus maridos. Hablan de matrimonios en los que el marido tenía más hijos de los que podía mantener, provocando que las mujeres tuvieran que depender de la seguridad social. Lo peor, dicen, es que la cultura tiene una larga tradición de abusos físicos, violación, incesto y matrimonios precoces, y es una tradición persistente.
"Yo he vivido en esa vida", dice Vicky Prunty, co-directora de Tapestry Against Polygamy, el grupo anti-poligamia más activo del estado. "Cualquiera que te diga que las mujeres no son maltratadas -obligadas a aceptar que sus maridos toman otras esposas en nombre de la religión, obligadas a casarse demasiado jóvenes con hombres mucho más viejos, golpeadas o peor todavía-, no está diciendo la verdad".
Elaine Tyler, voluntaria de la organización The HOPE, un grupo que se dedica a ayudar a las mujeres que abandonan las comunidades polígamas, ha visto de primera mano los efectos que tiene el modo de vida polígamo sobre algunos de sus miembros.
Tyler conoce a decenas de mujeres, muchas de las cuales fueron obligadas a casarse con hombres mucho mayores antes de cumplir los dieciséis, la edad mínima para casarse en Utah. Además, muchas dijeron que fueron abusadas por familiares en las comunidades Jeffs de Colorado City, Arizona, y Hildale, Utah, donde el incesto está tan extendido que el grupo sufre la que se cree que es la tasa más alta del mundo en deficiencia de fumarasa, una rara enfermedad genética que causa un profundo retardo mental.
"Los abusos son espantosos", dijo Tyler. "La mayoría de las mujeres que emergen de esas comunidades no tienen ni idea de lo inaceptable que es lo que les ha pasado. Si todo lo que han visto en su vida es que su hermana está siendo molestada en la cama, cuando les empieza a pasar a ellas no piensan: ‘Hey, esto está mal', sino que: ‘Ahora me toca a mí'".
Testigos A Regañadientes
De hecho, convencer a testigos para que declaren en casos de abusos es siempre la parte más difícil de los procesos de poligamia. Llewellyn, ex teniente en el Despacho del Alguacil del Condado de Salt Lake, que vivió en secreto con tres esposas antes de convertirse en autor y declarado crítico de la poligamia, dijo que una de las razones claves por las que desaprueba el estilo de vida fue ver cómo las comunidades polígamas se niegan a declarar contra aquellos de su propio redil que cometen delitos.
"Supongo que lo que espero es pagar por algunas de las cosas que he hecho y de las que formado parte", dijo Llewellyn, que escribió ‘Polygamy's Rape of Rachel Strong', un libro que hace la crónica de una joven mujer que abandonó una severa comunidad polígama, pero sólo después de ser presionada para casarse con su padrastro, un hombre de edad mediana. Llewellyn dice en el libro que el padrastro de Strong, el conocido polígamo de Utah, James Harmston, la obligó a casarse y a tener sexo mediante una campaña de coacción espiritual tan "efectiva como apuntarte a la cabeza con una pistola". Harmston ha llamado a Strong una persona mentalmente enferma y negó haberla obligado a casarse.
Un viernes noche hace poco, cuando el frío del otoño empezaba a arrastrarse en el aire de la montaña, los adolescentes de una comunidad polígama en las afueras de Salt Lake City se reunieron para un baile en un granero.
Erin Thompson, 15, tipificó a los jóvenes de la comunidad que estaban allí como inteligentes y optimistas. Habló sobre sus planes de estudiar en la universidad, y convertirse quizás en dentista. Mirando hacia el futuro, habló sobre el matrimonio y los hijos, y, sin titubeos, dijo que quería ser una esposa plural. Dijo que sentía la obligación religiosa de hacerlo, y creía que tener que compartir un marido le enseñaría todo sobre el sacrificio y la impediría ponerlo a él en el centro de su universo.
"En todas las comunidades ocurren cosas malas, sean polígamas o no", dijo. "Yo sé eso. Pero creo que este estilo de vida puede traer más felicidad de lo que imaginas, si se lo vive correctamente, y creo que si se lo vive incorrectamente, puede causar la misma cantidad de dolor".
Pero debajo de ese barniz típicamente estadounidense, todo lo demás es diferente en este elegante vecindario a 65 kilómetros al sur de Salt Lake City.
"Aquí casi todos son polígamos", dice Mary, una mujer que organizó hace poco un recorrido de la zona y es ella misma la segunda esposa de un hombre de Utah. Como otras polígamas entrevistadas para este reportaje, pidió ser identificada solamente con su nombre de pila por miedo a tener líos con la justicia. "Hay una o dos casas que no lo son, pero prácticamente todas las familias son de las nuestras".
En las semanas que han pasado desde la detención de Warren Jeffs, el líder mormón fundamentalista que estuvo en la lista de los cien más buscados por el FBI tras ser acusado de haber facilitado la violación y matrimonio de niñas menores de edad, han habido persistentes preguntas sobre la verdadera extensión y peligrosidad de la poligamia en Utah.
Mormones tradicionalistas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con doce millones de miembros en todo el mundo, han afirmado que todas las denominaciones polígamas -incluyendo la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de Jeffs- son aberraciones en un estado donde la influyente Iglesia Mormona suspendió la práctica de la poligamia hace más de un siglo. Pero el fiscal general de Utah, activistas pro-poligamia y otros expertos calculan en 40 mil las personas que viven en familias polígamas y comunidades semejantes en todo el occidente de Estados Unidos. Una gran parte de ellas viven en los suburbios de Utah.
Aunque es raro que las acusaciones de abuso sean tan sistemáticas y atroces como las reportadas en las comunidades dirigidas por Jeffs, prácticamente todas las sectas polígamas de Utah han sido vinculadas con conductas económicas, sexuales y espirituales indecentes. Jurados federales en Arizona e investigadores del estado en Nevada están escudriñando las prácticas polígamas en esos estados, de acuerdo a informes de la prensa.
A principios de mes, el líder de la minoría en el senado, Harry Reid (demócrata de Nevada), mormón él mismo, pidió al fiscal general Alberto Gonzales, la creación de un destacamento federal para que investigue las sectas polígamas en el occidente de Estados Unidos, especialmente la iglesia de Jeffs, un grupo en el que niñas de hasta trece años son casadas y cientos de niños han sido excomulgados y separados de sus padres en una supuesta campaña para reducir la competencia por esposas entre los adultos. Sin embargo, en su carta, los comentarios de Reid dejaron en claro que se refería a la subcultura de la poligamia en Utah en general, así como a la comunidad de Jeffs a lo largo de la frontera entre Utah y Arizona.
"Durante demasiado tiempo, esta escandalosa actividad ha estado oculta bajo la máscara de la libertad de religión", escribió. "Pero los abusos contra los niños y la servidumbre humana no tienen nada que ver con la libertad religiosa y no han de ser tolerados".
Defendiendo Su Fe
Debido a esos comentarios, los polígamos de Utah han salido con inusitada energía en defensa de su fe, valores y estilo de vida. Dicen que el matrimonio plural cumple con la misión de todos los mormones de ser prolíficos y multiplicarse y ascender a los más altos escalones del cielo. Dicen que les rompe el corazón que la iglesia tradicional abandonara en 1890 la poligamia -o lo que un experto llamó "el proceso de pulir el alma"- para aplacar al gobierno federal y garantizar que Utah obtuviera la condición de estado. Mencionan comunidades como Eagle Mountain y Rocky Ridge, donde las familias polígamas parecen ser felices y prósperas, a menudo formadas por un marido con múltiples esposas que viven en lujosas casas con patios adyacentes.
"En realidad somos asquerosamente aburridos", dijo Jane, otra esposa del mismo marido que Mary. "No tenemos dramas. Somos los vecinos -simplemente otra gente como nosotros".
Durante la campaña para fiscal general de 2004, la poligamia fue llamada ‘el pequeño secreto sucio' del estado y los candidatos para la posición policial más alta debatieron cómo hacer frente al asunto. Ganó Mark Shurtleff y desde entonces ha implementado una política que consiste esencialmente en no molestar a los polígamos, a menos que cometan simultáneamente otros delitos. Aunque el acto de tener más de una esposa es un delito punible con hasta cinco años de cárcel en Utah, hace tiempo que las autoridades dejaron de perseguir activamente a los polígamos.
"No tenemos recursos, ni pienso que debamos usar nuestros recursos, para condenar a todos los polígamos de Utah, meterlos en la cárcel y colocar a 20 mil niños en hogares adoptivos", dijo Shurtleff hace poco a un periodista canadiense cuando le preguntó sobre las medidas adoptadas en el estado para reprimir la poligamia. "Nos estamos concentrando en crímenes contra las mujeres y niños y en la evasión de los impuestos y otros delitos que implican el mal uso de dineros fiscales".
En realidad, mucho antes de que Jeffs fuera arrestado en una autopista en las afueras de Las Vegas, esos delitos eran evidentes. Por ejemplo:
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días Viva y Verdadera fue objeto de fuertes críticas cuando una joven mujer huyó de la comunidad y se acercó a las autoridades alegando que había sido obligada para casarse con su padrastro después de años de adoctrinamiento en los que le dijeron que si lo hacía ardería en el infierno, de acuerdo a un libro que detalla el caso. El fiscal general de Utah resolvió no procesar al hombre, un carismático predicador que afirma ser la reencarnación del profeta mormón Joseph Smith, porque la mujer tenía 20 años y se la consideraba una adulta consintiente.
Los Hermanos Apostólicos Unidos, una comunidad polígama en Utah con 7.500 miembros, un bonito complejo suburbano con canchas de atletismo, un salón de baile al aire libre y una escuela privada, fueron condenados por haber estafado más de un millón y medio de dólares a un miembro adinerado, y el juez resolvió que la secta y sus líderes debían devolver ese dinero.
En la Sociedad Cooperativa del Condado de Davis, una comunidad polígama al norte de Salt Lake City, la familia principal, los Kingston, poseían según los fiscales del estado capitales por sobre los 150 millones de dólares. Sin embargo, declaraciones en un caso reciente sobre abuso infantil y custodia revelaron que uno de los patriarcas de la comunidad dijo que no podía pagar la pensión alimenticia mensual dictaminada por el juez para los hijos de una de sus varias esposas. Otro de los líderes de la secta fue condenado en 1999 por incesto tras tomar a su sobrina de 16 años como su esposa número quince.
Sin embargo, incluso los críticos más ruidosos se cuidan de decir que todos los polígamos sean culpables de abusos similares.
"Escucha", dice John Llewellyn, uno de los principales críticos de la poligamia en Utah hoy. "Yo soy un ex policía, un ex polígamo y ahora estoy trabajando contra la poligamia. He visto este asunto desde todos los lados. Lo esencial es que hay un montón de polígamos que son buenos y honestos. Lamentablemente también hay muchos que están cometiendo todo tipo de abusos terribles".
Los Hermanos Apostólicos Unidos, cuyos miembros viven dispersos por los suburbios de Salt Lake City tales como Eagle Mountain, son considerados por las autoridades e incluso por varios críticos de la poligamia como Llewellyn como un grupo donde no ocurren abusos ni se toleran.
El Cielo Más Elevado
Charles, 41, programador, con tres esposas y 14 hijos, vive en Utah central y dice que sólo quiere llevar a cabo el plan divino. Él y su primera esposa se unieron a los Hermanos Apostólicos Unidos y más tarde tomó sus segunda y tercera esposas, Jeni y Alorah.
"Creemos que el propósito del matrimonio plural es atraer a espíritus que esperan nacer en familias decentes que les enseñen los evangelios", dijo. "Un montón de gente de por aquí quiere vivir en matrimonios plurales porque así pueden ascender al cielo más alto. Cuando yo veo lo que el Salvador ha hecho por mí, simplemente querrías pagarle y hacer lo que él dice".
Pero no es algo que pueda hacer cualquier mormón. La tercera esposa de Charles, Alorah, dijo que su madre era la tercera de cuatro esposas y sin embargo su decisión de sellar un matrimonio plural exigió intensas oraciones.
"Hay un dicho que nos contamos las chicas de este grupo, que si puedes tener el diez por ciento de un hombre que es cien por ciento hombre, en lugar del cien por ciento de un hombre que es diez por ciento hombre, ¿qué elegirías?"
Con el tiempo, las comunidades polígamas han florecido en todo el estado, y continúan creciendo debido a que los polígamos forman familias numerosas.
Mary y Jane están las dos casadas con un miembro de la secta Hermanos Apostólicos Unidos, un hombre de edad mediana que es casi el equivalente en la vida real de Bill Henrickson, el personaje de la serie de la HBO ‘Big Love', que vive en los suburbios de Salt Lake City con sus tres esposas, siete hijos y cuentas cada vez más abultadas.
Durante la cena en un restaurante marítimo suburbano, Jane y Mary se burlan ambas de su marido mientras él ríe de buen humor con sus ocurrencias. Las mujeres rechazan las preguntas sobre los celos entre ellas, diciendo que no valen la pena como para pelearse por ellos, pero más tarde disertan sobre el principio mormón de construir familias numerosas en la Tierra que puedan replicarse en el cielo.
La familia explica la mecánica de sus vidas: Las dos mujeres viven en casas vecinas. (Jane se queja, en broma, de que Mary tiene el mejor jardín). El marido, que pidió no ser identificado, pasa tres noches de la semana con cada esposa y familia).
La familia entristece cuando comentan las acusaciones de que los abusos están inexorablemente unidos a la poligamia. Enfatizan que su comunidad desalienta fuertemente los matrimonios de menores de dieciocho años. Mary se ve claramente orgullosa cuando cuenta que uno de sus hijos descubrió a un hombre en la comunidad que estaba abusando de una niña menor de edad y lo denunció a la policía.
"Lo esencial", dice, "es que si despiertas a una niña de trece en mitad de la noche y la casas con un hombre veinte años mayor, eso es abuso. Definitivamente".
Son familias como estas las que sirven de ejemplo cuando los partidarios de la poligamia esgrimen su argumento más frecuente: la descriminalización. Dicen que si se retira el miedo a ser procesados, los grupos polígamos podrían dejar de vivir recluidos y clandestinamente, las condiciones que a menudo permiten esos abusos. Incluso más, piensan que tendrían menos temor de acercarse a las autoridades para denunciar los abusos cometidos entre sus filas.
"Se trata de perseguir los delitos, no la cultura", dice Anne Wilde, una ex esposa plural que es ahora viuda y la co-directora de Principle Voices, un grupo a favor de la poligamia.
Sin embargo, los activistas contra la poligamia se muestran igualmente inflexibles en que la cultura conduce invariablemente a problemas. Dicen que como mínimo las mujeres son marginadas por una doctrina religiosa que las convierte en un moderno harén de sus maridos. Hablan de matrimonios en los que el marido tenía más hijos de los que podía mantener, provocando que las mujeres tuvieran que depender de la seguridad social. Lo peor, dicen, es que la cultura tiene una larga tradición de abusos físicos, violación, incesto y matrimonios precoces, y es una tradición persistente.
"Yo he vivido en esa vida", dice Vicky Prunty, co-directora de Tapestry Against Polygamy, el grupo anti-poligamia más activo del estado. "Cualquiera que te diga que las mujeres no son maltratadas -obligadas a aceptar que sus maridos toman otras esposas en nombre de la religión, obligadas a casarse demasiado jóvenes con hombres mucho más viejos, golpeadas o peor todavía-, no está diciendo la verdad".
Elaine Tyler, voluntaria de la organización The HOPE, un grupo que se dedica a ayudar a las mujeres que abandonan las comunidades polígamas, ha visto de primera mano los efectos que tiene el modo de vida polígamo sobre algunos de sus miembros.
Tyler conoce a decenas de mujeres, muchas de las cuales fueron obligadas a casarse con hombres mucho mayores antes de cumplir los dieciséis, la edad mínima para casarse en Utah. Además, muchas dijeron que fueron abusadas por familiares en las comunidades Jeffs de Colorado City, Arizona, y Hildale, Utah, donde el incesto está tan extendido que el grupo sufre la que se cree que es la tasa más alta del mundo en deficiencia de fumarasa, una rara enfermedad genética que causa un profundo retardo mental.
"Los abusos son espantosos", dijo Tyler. "La mayoría de las mujeres que emergen de esas comunidades no tienen ni idea de lo inaceptable que es lo que les ha pasado. Si todo lo que han visto en su vida es que su hermana está siendo molestada en la cama, cuando les empieza a pasar a ellas no piensan: ‘Hey, esto está mal', sino que: ‘Ahora me toca a mí'".
Testigos A Regañadientes
De hecho, convencer a testigos para que declaren en casos de abusos es siempre la parte más difícil de los procesos de poligamia. Llewellyn, ex teniente en el Despacho del Alguacil del Condado de Salt Lake, que vivió en secreto con tres esposas antes de convertirse en autor y declarado crítico de la poligamia, dijo que una de las razones claves por las que desaprueba el estilo de vida fue ver cómo las comunidades polígamas se niegan a declarar contra aquellos de su propio redil que cometen delitos.
"Supongo que lo que espero es pagar por algunas de las cosas que he hecho y de las que formado parte", dijo Llewellyn, que escribió ‘Polygamy's Rape of Rachel Strong', un libro que hace la crónica de una joven mujer que abandonó una severa comunidad polígama, pero sólo después de ser presionada para casarse con su padrastro, un hombre de edad mediana. Llewellyn dice en el libro que el padrastro de Strong, el conocido polígamo de Utah, James Harmston, la obligó a casarse y a tener sexo mediante una campaña de coacción espiritual tan "efectiva como apuntarte a la cabeza con una pistola". Harmston ha llamado a Strong una persona mentalmente enferma y negó haberla obligado a casarse.
Un viernes noche hace poco, cuando el frío del otoño empezaba a arrastrarse en el aire de la montaña, los adolescentes de una comunidad polígama en las afueras de Salt Lake City se reunieron para un baile en un granero.
Erin Thompson, 15, tipificó a los jóvenes de la comunidad que estaban allí como inteligentes y optimistas. Habló sobre sus planes de estudiar en la universidad, y convertirse quizás en dentista. Mirando hacia el futuro, habló sobre el matrimonio y los hijos, y, sin titubeos, dijo que quería ser una esposa plural. Dijo que sentía la obligación religiosa de hacerlo, y creía que tener que compartir un marido le enseñaría todo sobre el sacrificio y la impediría ponerlo a él en el centro de su universo.
"En todas las comunidades ocurren cosas malas, sean polígamas o no", dijo. "Yo sé eso. Pero creo que este estilo de vida puede traer más felicidad de lo que imaginas, si se lo vive correctamente, y creo que si se lo vive incorrectamente, puede causar la misma cantidad de dolor".
kscharnberg@tribune.com
mbrachear@tribune.com
24 de septiembre de 2006
©chicago tribune
©traducción mQh
10 comentarios
MAXIMO COLLA -
leonel ochoa -
abish -
yo -
Carla -
si no tienes hijos... adopta
si no te satisface... TE JODES!
... si te es infiel... QUE LE DEN!
Yo -
...INCREÍBLE
Julio marte -
alejandra -
Pedro -
Hay que respetar ese estilo de vida como cualquier otro.
nino -