milicia chií ocupa ciudad
[Louise Roug] Aunque brevemente, la ciudad de Amarah, en el sur de Iraq, fue ocupada por milicia chií.
Bagdad, Iraq. Hoy el gobierno nacional envió a una delegación de alto nivel a la sureña ciudad de Amarah después de que milicianos chiíes la ocuparan tras dos días de combate y volaran varias comisarías de policía, haciendo huir a los agentes, dijeron testigos y oficiales.
Los agentes se atrincheraron en sus comisarías para hacer frente a los atacantes, pero finalmente huyeron tras quedarse sin municiones. Los milicianos, seguidores del clérigo chií Moqtada al-Sáder, ocuparon entonces las comisarías. En los combates murieron al menos 15 personas, y 90 resultaron heridas. Otras siete murieron ayer.
Sáder también envió representantes a la ciudad, de acuerdo a personeros de su organización.
La ofensiva de la milicia Ejército Mahdi de Sáder, destaca lo difícil que ha sido para el gobierno central y sus fuerzas de seguridad controlar a las milicias chiíes tanto en la capital como en el sur.
El primer ministro Nouri Maliki visitó a Sáder a principio de la semana en la ciudad santa de Nayaf para pedirle su apoyo en la represión de las bandas de milicias armadas que matan con total impunidad. Pero Maliki está siendo obstaculizado en sus tratos con el clérigo antinorteamericano del que depende por su apoyo político. El partido de Sáder controla 30 escaños en el parlamento.
En Amarah, su milicia transmitió por altavoces varios mensajes victoriosos cuando en agosto pasado se retiraron de la ciudad las tropas británicas.
"Esta es la primera ciudad iraquí que ha expulsado al invasor", decía un anuncio. "Tenemos que celebrarlo".
La abrupta retirada británica fue seguida inmediatamente de choques entre milicianos y soldados iraquíes, y un amplio saqueo y puesta a fuego de su base por saqueadores que portaban fotografías de Sáder.
El conflicto actual estalló tras el asesinato del director provincial de inteligencia antes esta semana, que murió junto a cinco de sus guardaespaldas en un atentado. Miembros de su tribu apuntan a la milicia de Sáder, y se vengaron secuestrando al hermano del cabecilla del Ejército Mahdi de la localidad.
Como en otras partes del sur, la situación de seguridad se ha deteriorado últimamente en esta ciudad de 300 mil habitantes, a unos 320 kilómetros al sudeste de Bagdad.
Cuando llegaron aquí las tropas británicas, el sur de Iraq era un lugar relativamente pacífico y las tropas patrullaban las calles sin chalecos antibala, llevando sombreros blandos en lugar de cascos. Pero la calma se evaporó poco a poco a medida que empezaron a actuar las milicias chiíes.
Para agosto de este año, justo antes de su partida, las tropas británicas en la base de Amarah eran constantemente atacadas con morteros y proyectiles.
En esa época, los oficiales dijeron que la retirada tenía por objeto liberar a tropas británicas para patrullar la frontera iraní y entregar a fuerzas iraquíes el control de la seguridad regional.
Los agentes se atrincheraron en sus comisarías para hacer frente a los atacantes, pero finalmente huyeron tras quedarse sin municiones. Los milicianos, seguidores del clérigo chií Moqtada al-Sáder, ocuparon entonces las comisarías. En los combates murieron al menos 15 personas, y 90 resultaron heridas. Otras siete murieron ayer.
Sáder también envió representantes a la ciudad, de acuerdo a personeros de su organización.
La ofensiva de la milicia Ejército Mahdi de Sáder, destaca lo difícil que ha sido para el gobierno central y sus fuerzas de seguridad controlar a las milicias chiíes tanto en la capital como en el sur.
El primer ministro Nouri Maliki visitó a Sáder a principio de la semana en la ciudad santa de Nayaf para pedirle su apoyo en la represión de las bandas de milicias armadas que matan con total impunidad. Pero Maliki está siendo obstaculizado en sus tratos con el clérigo antinorteamericano del que depende por su apoyo político. El partido de Sáder controla 30 escaños en el parlamento.
En Amarah, su milicia transmitió por altavoces varios mensajes victoriosos cuando en agosto pasado se retiraron de la ciudad las tropas británicas.
"Esta es la primera ciudad iraquí que ha expulsado al invasor", decía un anuncio. "Tenemos que celebrarlo".
La abrupta retirada británica fue seguida inmediatamente de choques entre milicianos y soldados iraquíes, y un amplio saqueo y puesta a fuego de su base por saqueadores que portaban fotografías de Sáder.
El conflicto actual estalló tras el asesinato del director provincial de inteligencia antes esta semana, que murió junto a cinco de sus guardaespaldas en un atentado. Miembros de su tribu apuntan a la milicia de Sáder, y se vengaron secuestrando al hermano del cabecilla del Ejército Mahdi de la localidad.
Como en otras partes del sur, la situación de seguridad se ha deteriorado últimamente en esta ciudad de 300 mil habitantes, a unos 320 kilómetros al sudeste de Bagdad.
Cuando llegaron aquí las tropas británicas, el sur de Iraq era un lugar relativamente pacífico y las tropas patrullaban las calles sin chalecos antibala, llevando sombreros blandos en lugar de cascos. Pero la calma se evaporó poco a poco a medida que empezaron a actuar las milicias chiíes.
Para agosto de este año, justo antes de su partida, las tropas británicas en la base de Amarah eran constantemente atacadas con morteros y proyectiles.
En esa época, los oficiales dijeron que la retirada tenía por objeto liberar a tropas británicas para patrullar la frontera iraní y entregar a fuerzas iraquíes el control de la seguridad regional.
roug@latimes.com
Raheem Salman en Baghdad y un corresponsal especial en Amarah contribuyeron a este reportaje.
20 de octubre de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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