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cuando la cocina asustaba


[William Grimes] Memorias de Julia Childs cuando la cocina francesa asustaba.
En 1948, una desgarbada californiana con una voz ridículamente aflautada llegó tropezando a París, equilibrándose sobre un cuerpo demasiado grande. Recién casada y completamente despistada, sólo conocía unas pocas palabras de francés. No sabía cocinar. Pero gracias a una milagrosa transformación, en los siguientes quince años Julia Child se convertiría en toda una autoridad de la cocina francesa, la principal autora del clásico ‘Mastering the Art of Cooking' y, tras volver a Estados Unidos, en la muy encomiada estrella del exitoso programa de cocina, ‘The French Chef'.
‘My Life in France', escrita con Alex Prud'homme, es la exuberante, cariñosa e infinitamente encantadora versión de Child de esa transformación. Hace la crónica, con detalles que hacen agua la boca, de las comidas y mercados que despertaron su interés en la cocina francesa, y su aprecio cada vez mayor de todo lo francés. También es la historia de la inspirada asociación entre Child, que murió el año pasado, y su marido Paul, un hombre hedonista y cosmopolita que animó a su esposa en cada paso del camino, degustó todos sus experimentos en la cocina y compartió con ella su considerable conocimiento del vino y la cultura franceses.
Como lo dijo Child, en un considerable subentendido: "Éramos un buen equipo".
Child tenía que aprender un montón. "¿Qué es un chalote?", preguntó, cuando se sentó a probar una de sus primeras cenas francesas en Rouen. No importa. En cierto sentido, la ignorancia era uno de sus puntos fuertes, ya que la acompañaba la férrea determinación de llegar al fondo de todos los misterios de la cultura francesa que encontrara en su camino. Era metódica y rigurosa, cualidades que le sirvieron mucho cuando trabajó para la Oficina de Servicios Estratégicos durante la guerra, y que definirían su método de codificación de la cocina francesa. "Yo podía ser exageradamente emocional, pero tuve la suerte de tener el tipo de mente ordenada que funciona bien a la hora de clasificar las cosas", escribe.
También poseía una personalidad extrovertida y una genuina fascinación por los ingredientes y métodos culinarios franceses, conquistando a los cocineros y vendedores del mercado a los que bombardeaba con preguntas en su francés cada vez más fluido. En la escuela de cocina Cordon Blue, dirigida por la odiosa Madame Brassart, Child se formó bajo la tutela del chef Max Bugnard. Aunque era preciosista en cuanto a la técnica, Bugnard se mantenía fiel al principio del placer en la cocina, diciendo a su pupila: "¡Sí, Madame Scheeld, diviértase!" o simplemente: "¡Disfrútelo!"
Los hechos principales en la ascensión de Child a la fama, son bien conocidos: el aprendizaje en la academia Cordon Blue; la creación de su propia escuela de cocina con Simone Beck, conocida como Simca, y Louisette Bertholle; el largo y meticuloso proceso que llevó a ‘Mastering the Art of French Cooking'. Lo que ofrece ‘My Life and France' es el prólogo y las tentativas desechadas, las personalidades y las aventuras que ayudan a explicar tanto el libro de cocina como la mujer detrás de él. Una generosa selección de fotografías de Paul Child redondea el volumen.
Es siempre un placer mirar a Francia a través de un par de ojos frescos. Child saboreaba cada vista, sonido, sabor y olor de este exótico nuevo mundo.
Había llegado a una excitante calle dedicada enteramente a los burdeles", escribe sobre sus primeras excursiones en Marsella. ¡Yupi!, diría Child.
La prosa, directa y enérgica, abunda en recapitulaciones de una palabra, como ¡cuentos chinos!, ¡maravilloso!, ¡puaj!, y ¡ñam! En Francia, cada nuevo día le procuraba un excitante descubrimiento, pero la capacidad de asombro y disfrute de Child coexistía con una actitud escéptica. Cuando una mujer en Marsella trata de convencerla de que la verdadera bouillabaisse nunca, nunca incluía tomates, arroja esa opinión directamente a la basura.
Ese dogmatismo, fundado en la ignorancia y expresado con una ráfaga de aire caliente, me irritó", escribe.
Infatigable investigadora, Child no dejó nunca que su admiración por Francia fuera un obstáculo para obtener una respuesta clara a sus preguntas. Sobrepasaba en sistematicidad a los franceses famosos por ser sistemáticos, cuyas virtudes y vicios se podían encontrar ambos en Beck, la principal colaboradora del libro de cocina de Child. Se cobra cuentas por el dolor y sufrimiento que debió soportar en manos de su terca, a veces caprichosa y a menudo altanera socia, la que, con el paso del tiempo, trató de poner a Child en su lugar informándole que sus ideas no eran francesas. "Era una buena amiga, pero terriblemente caótica y más bien engreída", escribe Child sobre la mujer a la que apodó ‘La Super-Française' y que parece haber sido terriblemente antipática.
En contraste, la angelical Avis DeVoto, esposa del famoso editor Bernard DeVoto, emerge como la desconocida heroína que llevó ‘Mastering the Art of French Cooking' a la imprenta. Su habilidoso manejo de sus contactos puso finalmente el abultado y terriblemente ambicioso manuscrito en manos de una joven editora en Knopf, Judith Jones.
La lucha por publicar ‘Mastering' es un relato fascinante. Una comisión editorial compuesta solamente por hombres en Houghton Mifflin rechazó el libro (desechando la recomendación de una editora), en la creencia de que las mujeres americanas preferían recetas simples y fáciles, preferentemente con mezclas.
Incluso en Knopf, el libro parecía que era un enorme riesgo. Otros títulos anteriores incluían ‘Method in Cuisine Madness' y ‘French Magicians in the Kitchen'. Cuando Alfred A. Knopf oyó por primera vez hablar de ‘Mastering the Art of French Cooking', dijo: "Me comeré el sombrero si alguien compra un libro con ese título". ¡Bon appétit!
'My Life in France' fue escrito por una especie de alquimia. Child pensó primero en escribir sus memorias en 1969, cuando su marido empezó a revisar los cientos y cientos de cartas que había escrito a su hermano gemelo, Charles, contándole sobre la vida que llevaban en Francia. El señor Prud'homme, el nieto de Charles, convenció a Child para que colaboraran en 2003 y logró, pegoteando entrevistas y cartas, construir una historia coherente y fluida, editada la mayor parte por Child, que suena absolutamente fiel al sonido de su voz. Es una composición maravillosa del más exitoso producto de exportación americana a Francia desde Benjamín Franklin.

8 de abril de 2006
©new york times
©traducción mQh
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