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lo mataron por encargo de putin


Ex espía acusa a Putin de haberlo envenenado. Murió tras días de agonía.
Londres, Gran Bretaña. El ex espía ruso que murió aparentemente envenenado, firmó una declaración en su lecho de muerte culpando al presidente ruso Vladimir Putin de su muerte, dijeron sus amigos el viernes.
La declaración, leída ante periodistas frente al hospital donde Alexander Litvinenko murió el jueves, acusa al presidente ruso de "no respetar la vida, ni la libertad ni ningún otro valor civilizado".
"Ha demostrado ser indigno de su cargo, indigno de la confianza de los hombres y mujeres civilizados del mundo", dice Litvinenko en una declaración leída por su amigo Alex Goldfarb.
"Puede lograr silenciar a un hombre, pero los aullidos de protesta se oirán en todo el mundo, señor Putin, y resonarán en sus oídos por el resto de su vida".
Goldfarb dijo que Litvinenko había dictado la declaración poco antes de perder la conciencia el martes, y la había firmado en presencia de su esposa, Marina.
El gobierno de Putin ha negado enérgicamente estar implicado en su muerte.
"Las acusaciones contra Rusia a este respecto son un sin sentido", dijo el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov, antes de que diera a conocer la declaración de Litvinenko.
"Es tan idiota e inverosímil que no vale la pena hacer comentarios", dijo Peskov en Helsinki, Finlandia, donde Putin asiste a una cumbre con presidentes de la Unión Europea.
"Ahora el caso será investigado por los servicios británicos relevantes y esperamos que los que sean responsables de este caso sean llevados a justicia", agregó.
Litvinenko, un elocuente crítico del gobierno ruso, sufrió un ataque al corazón el jueves pasado después de días en la unidad de cuidados intensivos, declaró el University College Hospital, de Londres. Los médicos dijeron que la causa de su muerte sigue siendo un misterio.
Su amigo Andrei Nekrasov, que habló con Litvinenko antes de perder la conciencia, dijo que el ex agente de la KGB acusó al servicio de inteligencia ruso de haberlo envenenado. Los amigos dijeron que Litvinenko estaba realizando una investigación para denunciar la corrupción en el Servicio de Seguridad Federal ruso, FSB, y desenmascarar a los asesinos de otra declarada crítica del gobierno de Putin, la periodista investigativa Anna Politkovskaya.
"Estaba completamente convencido de que fue el FSB. No tenía ninguna duda sobre los responsables de su muerte", dijo Nekrasov a la Associated Press.
Nekrasov dijo que Litvinenko le había dicho: "Esos desgraciados me agarraron, pero no podrán cogernos a todos".
El 1 de noviembre Litvinenko dijo a la policía que creía que había sido envenenado mientras investigaba el asesinato de Politkovskaya. Se le cayó el pelo, se le inflamó la garganta y sus sistemas nervioso e inmunológico fueron seriamente dañados.
El 17 de noviembre fue trasladado desde un hospital al norte de Londres al University College Hospital, cuando su estado empezó a deteriorarse.
Los médicos que lo trataron reconocieron que no podían explicar su rápido deterioro. Descartaron teorías de que Litvinenko, 43 y padre de tres hijos, hubiese sido envenenado con el metal tóxico talio o con una substancia radioactiva. El doctor Geoff Bellingan, director de cuidados intensivos del University College Hospital, reconoció que no tenía idea de la causa de su muerte.
La Policía Metropolitana de Londres confirmó que Litvinenko murió a las 9:21 de la tarde del jueves. Agentes antiterroristas estarían investigando el asunto como un caso de ‘muerte inexplicable'.
"Fue una muerte muy dolorosa y la soportó como un verdadero hombre", dijo el padre de Litvinenko, Walter, el viernes.
"Este régimen es un peligro mortal para el mundo", agregó, con la voz ahogada por la emoción.
Nekrasov dijo a la AP que el padre de Litvinenko, su esposa y su hijo Anatoli, 10, estuvieron a su lado cuando murió. Dijo que el ex espía había empezado a perder la conciencia el martes.
"Estaba en un cuarto a oscuras, y abría los ojos de vez en vez. Lo estábamos alentando, diciéndole que podría sobrevivir", dijo Nekrasov.
"Fue desgarrador. Su hijo estaba completamente choqueado. No sabía cómo interpretar todo eso. Su familia estaba acurrucada en un rincón del hospital -fue terrible".
Nekrasov dijo que Litvinenko creía que había sido elegido por el Kremlin debido a que había amenazado con revelar hechos comprometedores.
"La única lógica es la venganza. Lo consideraban enemigos -atacaba a Putin todas las semanas, era un crítico infatigable del régimen de Putin... Tenía la misión de denunciar lo que creía que eran los crímenes de Putin, su ex colega", dijo Nekrasov.
Litvinenko trabajó para la KGB y su sucesora, el FSB. En 1998 denunció públicamente a sus superiores de mandarlo a matar al magnate Boris Berezovsky y pasó nueve meses en la cárcel en 1999, acusado de abusar de su posición. Fue más tarde indultado y en 2000 pidió asilo en Gran Bretaña, donde Berezkovsky también vive en el exilio.
El día que se sintió enfermo, Litvinenko dijo que había tenido dos encuentros, el primero como un ruso no identificado y con Andrei Lugovoy, un colega de la KGB y guardaespaldas del ex primer ministro ruso Yegor Gaidar.
Más tarde cenó con el experto en seguridad italiano, Mario Scaramella, para charlar sobre el asesinato de Politkovskaya en octubre.
Scaramella dijo que le mostró a Litvinenko un e-mail que había recibido en el que se identificaba a los asesinos de Politkovskaya, y a futuras víctimas, incluyendo a Litvinenko y él mismo.

24 de noviembre de 2006
©new york times
©traducción mQh
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