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agentes matan a hombre esposado


[Jessica Garrison y Adrian G. Uribarri] Testigos refutan versión policial sobre la muerte de un hombre.
[Los Angeles, Estados Unidos] Tres mujeres dicen que Mauricio Cornejo fue golpeado después de ser esposado. Los agentes lo niegan. El hombre murió durante su detención. Tres versiones considerablemente diferentes de cómo murió un hombre de 31 años durante su detención por la policía surgieron el martes -una del Departamento de Policía de Los Angeles, y las otras de tres personas que dijeron que ellas vieron cómo los agentes golpeaban al hombre esposado.
La muerte de Mauricio Cornejo, 31, ha desencadenado tensiones en el proyecto urbano Ramona Gardens, donde decenas de policías con equipos anti-disturbios convergieron sobre una multitud el martes noche en un túnel de lavado improvisado para recolectar fondos para su funeral.
Un borroso corto de celular que circuló en los telediarios del martes muestra lo que un abogado que representa a la familia de Cornejo dijo es un agente golpeando a Cornejo con una porra. Pero el video, proporcionado por el abogado Umberto Guizar, es tan oscuro y breve que es difícil distinguir qué pasa en la pantalla.
Cornejo fue declarado muerto el sábado noche, después de ser detenido tras una persecución a pie en el proyecto.
En respuesta a preguntas de la comunidad, el LAPD dio a conocer el martes una versión más detallada de lo que dijeron los agentes que había ocurrido durante las últimas horas de Cornejo. Los funcionarios reconocieron que los agentes golpearon al detenido con una porra, pero dijeron que eso pasó después de que Cornejo ignorara órdenes de no alejarse y empezó a pelear con ellos.
Agentes de policía dijeron que Cornejo, al que describieron como un pandillero, fue detenido por una luz trasera rota a eso de las 6:40 de la tarde, y que inicialmente se mostró cooperativo, aunque después trató de escapar.
Uno de los agentes corrió tras él mientras el otro lo seguía en una patrullera.
El agente dice que Cornejo sacó un revólver calibre 45, y luego "se volvió y se enfrentó" al agente que lo perseguía, de acuerdo al teniente Paul Vernon.
Vernon dijo que el agente ordenó a Cornejo que se detuviera, y cuando no lo hizo, sacó una porra flexible y lo golpeó en brazos y piernas.
Vernon dijo que Cornejo parecía "insensible" a los golpes, alejándose del agente a pesar de las órdenes de este.
Entonces el agente le proporcionó unos "golpes adicionales" mientras el otro llamaba pidiendo refuerzos, dijo la policía. Varios oficiales rodearon entonces a Cornejo en una pasarela cerca del proyecto.

La policía dijo que, aunque esposado, seguía tratando de pegarles.
En la comisaría, dijo Vernon, los agentes observaron que Cornejo tenía problemas para respirar. Llamaron a los paramédicos.
Pero a las 7 y media de la tarde, lo declararon muerto. La autopsia terminó el martes, pero no se ha determinado aún la causa de su muerte.
Tres testigos, dos en Ramona Gardens y uno en la comisaría de policía de Hollenbeck, refutan parte de la versión policial y dicen que los agentes maltrataron a Cornejo.
Norma Picasso dice que vio a los agentes cuando golpeaban a Cornejo en la cabeza y el cuerpo después de haber sido esposado en los estacionamientos de Ramona Gardens.
"Fue algo muy violento", dijo, en español. "También le pegaron en el aparcadero y luego lo llevaron al puente y empezaron a pegarle, aunque él estaba en el suelo".
Picasso fue presentada al Times por un abogado que estaba ese lunes en Ramona Gardens, Luis Carrillo.
Otra mujer referida por Carrillo, Yolanda Puente, dijo que ella vio la detención desde una fiesta de barbacoa a unos siete metros.
Dijo que vio cómo la policía pateaba a Cornejo en la cabeza y costillas y le golpeaban con porras.
Tras ser esposado, los policías continuaron golpeándolo durante más o menos un minuto, dijo, mientras Cornejo pedía ayuda.
Otra mujer dijo el martes que ella estaba en una celda en la comisaría de Hollenbeck y vio morir a Cornejo a través del ventanuco en la puerta de su celda.
La mujer, que pidió que no se mencionara su nombre por temor a represalias, dijo que ella vio a los agentes arrastrar a Cornejo por el pasillo. Dijo que él estaba esposado y vio que los agentes lo patearon al menos dos veces.
Entonces, dijo, lo metieron a una celda adyacente. Dijo que minutos más tarde llegaron los paramédicos y lo sacaron de la celda.
Dijo que los paramédicos trataron de reanimarlo, pero no lo lograron.
La mujer dijo que oyó decir a alguien: "Está muriendo".
Dijo que la policía la llevó a la comisaría después de que los agentes tuvieran una reyerta con su hija, una chica de quince, embarazada, que sufre de trastornos del estado de ánimo.
La policía dijo el martes que no podían determinar si era la madre o la hija la que estaba en la comisaría ese día, aunque una fuente policial dijo que había una mujer en la zona en ese momento.

El video de celular de un residente de Ramona Gardens arroja poca luz sobre el incidente.
Grabado a través de una ventana, parece mostrar a un agente dándole un golpe a un hombre con camiseta blanca. Luego muestra la cámara pasando por la casa, quizás cuando el fotógrafo corría hacia otro cuarto para seguir filmando.
Ramona Gardens es un terreno de austeros y pálidos edificios, algunos decorados con coloridos murales. Un letrero hecho en casa que colgaba el martes en la pared de un centro recreacional, decía: "En Cariñosa Memoria de Mauricio Cornejo".
Las tensiones en el vecindario escalaron durante el día a medida que unas cuarenta personas se reunían frente al centro recreacional para consolar a los familiares de Cornejo y lavaban coches con cubo y esponja para recolectar dinero para su funeral.
Muchos en la multitud estaban bebiendo cerveza y fumando marihuana mientras la policía sobrevolaba haciendo círculos. Agentes de policía dijeron que la multitud ignoró varios llamados a dispersarse.
"No están colaborando con nosotros", dijo el ayudante de sheriff Cayler Carter, parado a unos metros de la multitud. Detrás de él había hileras de agentes, algunos armados con escopetas.
Policías y vecinos hicieron videos y se fotografiaron unos a otros mientras duraba el empate. Finalmente, después de recibir la certeza de que los vecinos volverían a sus casas, Carter ordenó a los agentes que se marcharan.
Sin embargo, muchos de la multitud se quedaron rondando durante la noche.
Varios vecinos dijeron que las relaciones entre la policía y el vecindario estaban tensas desde hacía tiempo.
Varios dijeron que eran rutinariamente acosados por los agentes, incluyendo dos involucrados en la detención de Cornejo.
"Lo primero que sabes, es que pusieron a todo el mundo con las manos contra la pared", dice Joe Martínez, 56, que dijo que ha vivido en Ramona Gardens la mayor parte de su vida.
"Se está poniendo peor", dijo un amigo, Alan Ballentine, 50.
Martínez y Ballentine dijeron que conocían a Cornejo y que era un hombre reservado. "Era un tipo muy discreto", dijo Martínez.

jessica.garrison@latimes.com
adrian.uribarri@latimes.com

Richard Winton y Paul Pringle contribuyeron a este reportaje.

©los angeles times
©traducción mQh
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