atentado contra boda de agente
[Alexandra Zavis] Atentado en Iraq mata a los invitados a la boda de un agente de policía.
Bagdad, Iraq. Todo el mundo pensaba que el coche aparcado frente a la casa del novio pertenecía a un amigo o un pariente. Pero cuando la alegre y encintada caravana se acercó llevando a la novia a su nueva familia, el vehículo explotó con un arrasador estruendo.
Autoridades y testigos dijeron que cinco invitados murieron y diez resultaron heridos en la explosión el jueves en la boda de un agente de policía de Faluya, un semillero de la resistencia árabe sunní en la provincia de Al Anbar.
Los rumores del ataque se produjeron en momentos en que la policía iraquí afirmaba haber eliminado a ochenta miembros de Al Qaeda y detenido a otros cincuenta en enfrentamientos en las afueras de la ciudad el día anterior. Las cifras no pudieron ser verificadas independientemente.
Entretanto, militares norteamericanos anunciaron la muerte en combate de dos marines el miércoles, en Al Anbar. Al menos 3.164 militares norteamericanos han perdido la vida en Iraq desde el inicio de la guerra en 2003, de acuerdo a la página web icasualties.org, que lleva la cuenta de las bajas militares en Iraq y Afganistán.
En un instante, la explosión en Faluya convirtió una alegre celebración en una escena de horror. Las mujeres gemían y los hombres gritaban pidiendo ayuda mientras trataban de socorrer a los sobrevivientes.
"Había escombros por todas partes y polvo mezclado con charcos de sangre", dijo el teniente de policía Wissam Mohammed, un invitado a la boda.
La novia y el novio sobrevivieron, pero Mohammed dijo que al menos cinco personas perdieron la vida. Un empleado del hospital dijo más tarde que los muertos eran tres.
Funcionarios policiales y del gobierno dijeron que han sugido profundas divisiones entre los habitantes de Faluya que apoyan a las nuevas autoridades de la ciudad y los que apoyan a la resistencia anti-norteamericana.
El miércoles hombres armados atacaron la cercana Ameriyat Faluya, que el coronel Abdullah Mohammed, jefe de policía de Faluya, describió como un enclave de partidarios del gobierno en una zona dominada por los militantes.
La policía iraquí respondió intercambiando fuego con los asaltantes durante horas, dijo el general de división Abdul Karim Khalaf, portavoz del ministerio del Interior que supervisa a la policía. Se encontraron varios combatientes extranjeros entre los aproximadamente ochenta muertos y cincuenta detenidos, incluyendo afganos y árabes, dijeron Mohammed y Khalaf. Los oficiales no proporcionaron información sobre bajas civiles o de la policía.
Oficiales norteamericanos no respondieron inmediatamente una petición de información sobre el incidente. Han tratado a ganarse el apoyo de los líderes tribales provinciales en la lucha contra Al Qaeda en Iraq, y se han reportado periódicos enfrentamientos entre esos partidos en Al Anbar.
La violencia al oeste de Bagdad se produjo cuando tropas norteamericanas e iraquíes concentran su atención en la capital, donde sunníes y chiíes intensifican su guerra civil. El despliegue de miles de tropas norteamericanas e iraquíes adicionales en las últimas semanas ha coincidido con una aparente reducción de los asesinatos religiosos allá, pero también han aumentado los temores de que los militantes trasladen su atención a otros lugares.
La policía en la capital recuperó quince cuerpos no identificados el jueves, aparentemente víctimas de los escuadrones de la muerte religiosos. Antes de la campaña represiva, era corriente encontrar treinta o más cuerpos al día.
En el este chií de Bagdad, una persona murió y cuatro resultaron heridas cuando explotó una bomba improvisada cerca de la Plaza de Beirut, dijo la policía. El objetivo era una minibús que transportaba a empleados del gobierno hacia sus trabajos, dijeron.
Otra bomba atacó al convoy de Jaluluddin Saghir, un prominente clérigo chií y estrecho aliado del gobierno que ha sobrevivido otros intentos de asesinato. El clérigo y su séquito resultaron ilesos, dijo un ayudante.
El jueves noche, un ensordecedora descarga de explosiones sacudió la capital en lo que fue un día inusualmente tranquilo. Oficiales iraquíes dijeron que fuerzas norteamericanas estaban atacando objetivos en Dora, un barrio sunní al sur de Bagdad. Los militares norteamericanos no comentaron el incidente.
En Iskandariya, al sur de Bagdad, un mortero de los insurgentes mató a cuatro civiles iraquíes y dejó heridos a otros diez, dijeron militares norteamericanos.
En Baqubah, fuerzas norteamericanas arrestaron al general de división de la policía Ghassan Khadran por sospechas de dirigir un escuadrón de la muerte, dijeron las autoridades provinciales. Es el segundo alto oficial detenido por cargos semejantes.
Fueras norteamericanas e iraquíes mataron al menos a cuatro rebeldes y detuvieron a 27 más en allanamientos en todo el país, dijeron militares norteamericanos.
En otros incidentes, dos pilotos norteamericanos resultaron heridos cuando un helicóptero OH-58 Kiowa del ejército hizo un aterrizaje forzoso al norte de Bagdad, dijeron los militares. Informes iniciales indicaron que el incidente, que ocurrió al sur de Kirkuk, fue el resultado de una falla mecánica y no de fuego hostil, dijeron en un breve comunicado.
En una entrevista transmitida por la televisión iraquí desde Jordania, el presidente iraquí Jalal Talabani dijo que se encontraba bien de salud y que pronto retornaría a casa. Tabalani está bajo tratamiento en la capital jordana de Amá, tras colapsar el domingo debido a la fatiga y una deshidratación causada por una infección a los pulmones.
Autoridades y testigos dijeron que cinco invitados murieron y diez resultaron heridos en la explosión el jueves en la boda de un agente de policía de Faluya, un semillero de la resistencia árabe sunní en la provincia de Al Anbar.
Los rumores del ataque se produjeron en momentos en que la policía iraquí afirmaba haber eliminado a ochenta miembros de Al Qaeda y detenido a otros cincuenta en enfrentamientos en las afueras de la ciudad el día anterior. Las cifras no pudieron ser verificadas independientemente.
Entretanto, militares norteamericanos anunciaron la muerte en combate de dos marines el miércoles, en Al Anbar. Al menos 3.164 militares norteamericanos han perdido la vida en Iraq desde el inicio de la guerra en 2003, de acuerdo a la página web icasualties.org, que lleva la cuenta de las bajas militares en Iraq y Afganistán.
En un instante, la explosión en Faluya convirtió una alegre celebración en una escena de horror. Las mujeres gemían y los hombres gritaban pidiendo ayuda mientras trataban de socorrer a los sobrevivientes.
"Había escombros por todas partes y polvo mezclado con charcos de sangre", dijo el teniente de policía Wissam Mohammed, un invitado a la boda.
La novia y el novio sobrevivieron, pero Mohammed dijo que al menos cinco personas perdieron la vida. Un empleado del hospital dijo más tarde que los muertos eran tres.
Funcionarios policiales y del gobierno dijeron que han sugido profundas divisiones entre los habitantes de Faluya que apoyan a las nuevas autoridades de la ciudad y los que apoyan a la resistencia anti-norteamericana.
El miércoles hombres armados atacaron la cercana Ameriyat Faluya, que el coronel Abdullah Mohammed, jefe de policía de Faluya, describió como un enclave de partidarios del gobierno en una zona dominada por los militantes.
La policía iraquí respondió intercambiando fuego con los asaltantes durante horas, dijo el general de división Abdul Karim Khalaf, portavoz del ministerio del Interior que supervisa a la policía. Se encontraron varios combatientes extranjeros entre los aproximadamente ochenta muertos y cincuenta detenidos, incluyendo afganos y árabes, dijeron Mohammed y Khalaf. Los oficiales no proporcionaron información sobre bajas civiles o de la policía.
Oficiales norteamericanos no respondieron inmediatamente una petición de información sobre el incidente. Han tratado a ganarse el apoyo de los líderes tribales provinciales en la lucha contra Al Qaeda en Iraq, y se han reportado periódicos enfrentamientos entre esos partidos en Al Anbar.
La violencia al oeste de Bagdad se produjo cuando tropas norteamericanas e iraquíes concentran su atención en la capital, donde sunníes y chiíes intensifican su guerra civil. El despliegue de miles de tropas norteamericanas e iraquíes adicionales en las últimas semanas ha coincidido con una aparente reducción de los asesinatos religiosos allá, pero también han aumentado los temores de que los militantes trasladen su atención a otros lugares.
La policía en la capital recuperó quince cuerpos no identificados el jueves, aparentemente víctimas de los escuadrones de la muerte religiosos. Antes de la campaña represiva, era corriente encontrar treinta o más cuerpos al día.
En el este chií de Bagdad, una persona murió y cuatro resultaron heridas cuando explotó una bomba improvisada cerca de la Plaza de Beirut, dijo la policía. El objetivo era una minibús que transportaba a empleados del gobierno hacia sus trabajos, dijeron.
Otra bomba atacó al convoy de Jaluluddin Saghir, un prominente clérigo chií y estrecho aliado del gobierno que ha sobrevivido otros intentos de asesinato. El clérigo y su séquito resultaron ilesos, dijo un ayudante.
El jueves noche, un ensordecedora descarga de explosiones sacudió la capital en lo que fue un día inusualmente tranquilo. Oficiales iraquíes dijeron que fuerzas norteamericanas estaban atacando objetivos en Dora, un barrio sunní al sur de Bagdad. Los militares norteamericanos no comentaron el incidente.
En Iskandariya, al sur de Bagdad, un mortero de los insurgentes mató a cuatro civiles iraquíes y dejó heridos a otros diez, dijeron militares norteamericanos.
En Baqubah, fuerzas norteamericanas arrestaron al general de división de la policía Ghassan Khadran por sospechas de dirigir un escuadrón de la muerte, dijeron las autoridades provinciales. Es el segundo alto oficial detenido por cargos semejantes.
Fueras norteamericanas e iraquíes mataron al menos a cuatro rebeldes y detuvieron a 27 más en allanamientos en todo el país, dijeron militares norteamericanos.
En otros incidentes, dos pilotos norteamericanos resultaron heridos cuando un helicóptero OH-58 Kiowa del ejército hizo un aterrizaje forzoso al norte de Bagdad, dijeron los militares. Informes iniciales indicaron que el incidente, que ocurrió al sur de Kirkuk, fue el resultado de una falla mecánica y no de fuego hostil, dijeron en un breve comunicado.
En una entrevista transmitida por la televisión iraquí desde Jordania, el presidente iraquí Jalal Talabani dijo que se encontraba bien de salud y que pronto retornaría a casa. Tabalani está bajo tratamiento en la capital jordana de Amá, tras colapsar el domingo debido a la fatiga y una deshidratación causada por una infección a los pulmones.
zavis@latimes.com
Said Rifai y Saif Hameed en Bagdad contribuyeron a este reportaje.
2 de marzo de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
0 comentarios