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venganza policial en tal afar


Policías se vengan asesinando a decenas de civiles sunníes en Tal Afar.
Bagdad, Iraq. Militantes y agentes chiíes indignados por los masivos atentados con camiones bomba en Tal Afar, decidieron vengarse atacando a vecinos sunníes de la ciudad y matando a sesenta de ellos, informaron oficiales.
Los hombres armados recorrieron los barrios sunníes de la ciudad durante la noche, disparando contra transeúntes y casas, según informaron la policía y un político local sunní.
Testigos dijeron que familiares de las víctimas chiíes de los atentados con bomba irrumpieron en hogares sunníes y mataron a los hombres en su interior o les sacaron a la calle para matarlos a balazos.
Ali al-Talafari, miembro sunní del Partido Frente Turcomano, dijo que el ejército iraquí había detenido a dieciocho agentes de policía acusados de haber participado en la matanza después de que fueran identificados por familias sunníes. Pero dijo que entre los atacantes había también milicianos chiíes.
Dijo que habían matado a más de sesenta sunníes, pero un empleado del hospital en Tal Afar dijo que el número de muertos era de 45, y cuatro heridos.
El empleado del hospital, que habló a condición de conservar el anonimato por razones de seguridad, dijo que las víctimas eran hombres de entre quince y sesenta años, y que habían sido asesinados a balazos en la nuca.
La policía dijo antes que decenas de sunníes habían sido asesinados o heridos, pero que no contaban con cifras precisas, y problemas de comunicación dificultaron actualizar las informaciones.
Más tarde tropas del ejército entraron en zonas sunníes para parar la violencia y se impuso un toque de queda en toda la ciudad, de acuerdo a Wathiq al-Hamdani, jefe de policía provincial, y su comandante de operaciones, el mayor Abdul-Karim al-Jibouri.
"Ahora tenemos la situación bajo control", dijo al-Hamdani. "La policía local de Tal Afar ha sido confinada a sus bases y se están trasladando agentes de Mosul para reemplazarlos".
Tal Afar, ubicada a 418 kilómetros al noroeste de Bagdad, está en la provincia de Ninevah, de la que Mosul es la capital. Es fundamentalmente una ciudad turcomana. Un sesenta por ciento de sus residentes son chiíes; el resto, sobre todo sunníes.
La violencia se produjo un día después de que dos camiones cargados con bombas estallaran en mercados de la ciudad, matando al menos a 63 personas e hiriendo a decenas de otros en el segundo asalto en cuatro días. Los atentados del martes, rebeldes sunníes trataron de emboscar a las ambulancias que transportaban a los heridos fuera de la ciudad, pero fueron repelidos por la policía, dijeron las autoridades.
La matanza fue la peor masacre en un nuevo estallido de violencia en Iraq a medida que los fanáticos de los dos lados de la división religiosa huyen hacia otras partes del país para evitar la campaña de seguridad iraquí-norteamericana, elevando las tensiones fuera de la capital.
La ciudad era un bastión de los rebeldes hasta que una ofensiva de tropas norteamericanas e iraquíes en septiembre de 2005, cuando los combatientes rebeldes huyeron hacia el campo sin ofrecer resistencia. En marzo pasado, el presidente Bush mencionó esa operación como un ejemplo que le daba "confianza en nuestra estrategia".
Pero aunque las fuerzas norteamericanas e iraquíes han levantado barreras de arena en torno a Tal Afar para controlar el acceso, la ciudad ha sufrido frecuentes ataques rebeldes.
La radical Asociación de Clérigos Musulmnes declaró que en la masacre murieron cincuenta personas y dijo que había evidencias de "una clara conspiración y coordinación entre las milicias y las fuerzas gubernamentales de los ministerios del Interior y Defensa".
Entretanto, terroristas suicidas hicieron detonar en Faluya explosivos que eran transportados en camiones con el altamente tóxico gas de cloro, hiriendo a unos quince soldados norteamericanos y fuerzas de seguridad iraquíes, dijeron los militares norteamericanos. Las fuerzas armadas norteamericanas dijeron que los atacantes fueron bloqueados por soldados del ejército iraquí y policías, desbaratando su plan de hacerlos estallar en el centro de gobierno de Faluya.
El ataque con gas de cloro es el octavo desde el 28 de enero, cuando un terrorista suicida que conducía un camión recolector de basura lleno de explosivos y un estanque de gas cloro chocó contra un vehículo de una brigada de intervención rápida de la policía iraquí en Ramadi, matando a dieciséis personas.
Un coche bomba aparcado estalló en un mercado en Mahaweel, una ciudad predominantemente chií, a 56 kilómetros al sur de Bagdad, matando al menos a cuatro personas e hiriendo a dieciséis.
En otros lugares, cientos de iraquíes detenidos durante la campaña de seguridad iraquí-norteamericana en Bagdad, están siendo concentrados en dos centros de detención diseñados para albergar cuando mucho a unas docenas de personas, informó hoy el New York Times, mencionado a un grupo que recorre Iraq.
El informe dice que 705 personas fueron encerradas en un área construida para cobijar a 75 en uno de los centros de detención, en la ciudad de Mahmudiya, al sur de Bagdad. El otro centro, la Base Aérea Muthana, albergaba a 272 personas, incluyendo a dos mujeres y cuatro niños, en un espacio diseñado con capacidad para a unos cincuenta detenidos.
Colaboradores del grupo dijeron que no conocían la composición religiosa de la población de los centros de detención.

29 de marzo de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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