eua ataca a milicianos chiíes
[Ned Parker] La ofensiva de Diwaniya persigue erradicar a los combatientes que huyeron de la campaña en Bagdad. Al oeste, al menos doce personas murieron en un atentado.
Bagdad, Iraq. Fuerza iraquíes y de la coalición entraron a Diwaniya poco antes del amanecer del viernes para expulsar a elementos de la milicia al Mahdi del clérigo chií Muqtada Sáder, que huyeron de la campaña de seguridad de Bagdad y provocaron un aumento de la violencia en regiones al sur de la capital.
El portavoz del ejército norteamericano, el teniente coronel Scott Bleichwehl, dijo que las tropas debieron hacer frente "a una firme resistencia todo el día" de parte de los milicianos de Sáder. Las tropas norteamericanas habían sido llamadas desde Bagdad para reforzar la Octava División del ejército iraquí y a los soldados dirigidos por los polacos.
Asustados residentes se encerraron en sus casas y se decretó un toque de queda en la ciudad, a unos 153 kilómetros al sur de Bagdad, mientras las fuerzas combinadas allanaban barrios que se cree son bastiones de la milicia, dijeron oficiales.
También el viernes estalló frente a una comisaría de policía en Ramadi, la capital de Al Anbar, una provincia predominantemente sunní, un camión cisterna cargado con explosivos y gas cloro. Los informes sobre las bajas son contradictorios. El oficial encargado de la seguridad en la provincia, el coronel Tariq Yousef, dijo que murieron 22 personas, con 37 heridos y 40 personas que debieron ser tratadas por exposición al cloro. Sin embargo, el portavoz de los marines, teniente segundo Richad Hollenbeck, dijo que el atentado suicida mató a doce personas, dejando heridas a 43.
Grupos asociados a al Qaeda han sido utilizados en al menos ocho atentados con gas cloro en ataques suicidas contra las tribus árabes sunníes que se oponen a su presencia en Al Anbar, una extensa zona desértica al oeste de Bagdad, en la frontera con Siria, Jordania y Arabia Saudí.
En Diwaniya, las tropas encontraron un edificio utilizado para montar potentes bombas capaces de penetrar los blindajes -llamadas proyectiles explosivos- que los militares norteamericanos dicen que han matado al menos a 170 norteamericanos desde mediados de 2004. Se incautaron cuatro bombas y otras en diferentes etapas de producción, dijeron los militares.
En los enfrentamientos murieron tres rebeldes, 27 fueron detenidos y seis resultaron heridos. Entre las fuerzas de la campaña hubo dos soldados iraquíes y uno de la coalición, heridos. No se reveló la nacionalidad del soldado de la coalición.
Sáder llamó a sus partidarios a respetar el plan de seguridad de Bagdad y a guardar las armas, pero han sido acusados de la creciente violencia al sur de la capital.
La ofensiva de Diwaniya empezó después de una campaña de asesinatos en la ciudad.
"Diwaniya ha estado presenciando asesinatos durante semanas, incluyendo a maestros, militares, agentes de policía e incluso milicianos de Sáder", dijo Nassar Rubaie, un legislador cercano a Sáder. "Uno de nuestros hombres que estaba trabajando en la oficina de Sáder también fue asesinado".
Leales a Sáder a acusado al derrocado Partido Baaz de los recientes asesinatos. Sin embargo, el general polaco a cargo de Diwaniya dijo que los enfrentamientos se derivan de la intensa rivalidad entre diferentes grupos políticos chiíes. Las fricciones entre partidarios de Sáder y el partido gobernante de la provincia, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, están aumentando, dijo hace poco el general de brigada Pawel Lamla.
Partidarios del Consejo Supremo han acusado a los seguidores de Sáder de participar en los asesinatos, acusaciones que el grupo ha rechazado.
Los dos partidos están preparándose para las elecciones convocadas tentativamente para este año. El Consejo Supremo controla el consejo provincial de Qadisiya, pero las fuerzas de Sáder con populares en las calles y han infiltrado a la policía, dijo Lamla. Eso ha convertido a Diwaniya en un barril de pólvora, dijo.
Lamla dijo que más milicianos de al Mahdi habían llegado a Diwaniya y que la violencia había aumentado desde el inicio del plan de seguridad de Bagdad el 13 de febrero. Comparó partes de Diwaniya con Ciudad Sáder, un bastión de al Mahdi al nordeste de Bagdad.
El gobernador de Diwaniya, Dhia Shubbar, negó cualquier tensión entre su partido y los milicianos de Sáder.
Haydar Natiq, director de la oficina de Sáder en Diwaniya, acusó a las tropas norteamericanas e iraquíes que bloquear las ambulancias y de matar a ocho civiles. Negó que los milicianos de al Mahdi se hayan incorporado a la violencia el viernes e insistió en que los norteamericanos estaban siendo recibidos solamente con una "resistencia honorable". Hacia la tarde, los enfrentamientos habían cesado.
En la oficina, un hombre llamado Jassim, seguidor de Sáder, dijo que los milicianos de al Mahdi estaban siendo ridiculizados por tropas que entran a la ciudad, con tanques y helicópteros, desde tres direcciones.
"En algunos vehículos norteamericanos, alguien que hablaba árabe retaba a los milicianos por un altavoz", llamándolos cobardes, dijo.
No quedó claro cómo la violencia del viernes podría afectar Bagdad, donde los chiíes, golpeados por un firme aluvión de atentados con coches bomba en las últimas semanas, han empezado a preguntarse si acaso no estaban mejor cuando los milicianos de Sáder operaban con menos limitaciones.
"Algunos insurgentes se han vuelto muy descarados", dijo el parlamentario Haidar Abadi, miembro del Partido Islámico Dawa, del primer ministro Nouri Maliki. "Ahora la gente se está preguntando si acaso la campaña contra las milicias es realmente una buena idea".
Partidarios de Sáder han sido acusados de participación en los escuadrones de la muerte que han atacado a sunníes desde el atentado contra un venerado santuario chií en Samarra, en febrero de 2006.
Entretanto, los militares norteamericanos informaron el viernes la muerte de un soldado en un ataque el jueves, cerca de Kirkuk, al norte de Iraq, que también dejó un soldado herido. Hoy viernes temprano, los militares dijeron que un proyectil explosivo mató a un soldado que hacía una patrulla al este de Bagdad; otros cuatro resultaron heridos. El número de militares norteamericanos muertos en la guerra hasta la fecha es de 3.268, agregando el anuncio de hoy al total en la lista de icasualties.org
Estados Unidos negó que un equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja que visitaba a cinco iraníes detenidos, incluyera a un nacional iraní.
"Uno de los dos comités incluía a un individuo que habla farsi y que ha vivido en Irán, pero es un ciudadano británico de nacimiento", dijo en una declaración el teniente coronel Christopher Garver.
Una comisión de investigación formada por Maliki condenó el allanamiento del mes pasado en las oficinas de la inteligencia del ministerio del Interior en la sureña ciudad de Basra.
Fuerzas especiales iraquíes, acompañadas por tropas británicas, allanaron esas oficinas el 4 de marzo y dijeron que habían encontrado a treinta personas con indicios de haber sido torturados.
Una declaración del despacho del primer ministro dijo que las fuerzas británicas y norteamericanas debían ofrecer excusas y advirtieron que no detendrán a miembros de las fuerzas de seguridad sin una orden judicial.
Las fuerzas especiales iraquíes están bajo el mando operaciones de tropas de la coalición norteamericana.
Militares británicos en Basra dijeron que no comentarían inmediatamente las conclusiones de la comisión.
Como un indicio de las contradicciones que emergen entre diferentes grupos rebeldes sunníes, el Ejército Islámico llamó al cabecilla de al Qaeda, Osama bin Laden, a contener a la rama del movimiento en Iraq.
La declaración, publicada en internet, dice que los militantes de al Qaeda en Iraq han ido demasiado lejos con el asesinato de treinta rebeldes en los últimos meses.
El portavoz del ejército norteamericano, el teniente coronel Scott Bleichwehl, dijo que las tropas debieron hacer frente "a una firme resistencia todo el día" de parte de los milicianos de Sáder. Las tropas norteamericanas habían sido llamadas desde Bagdad para reforzar la Octava División del ejército iraquí y a los soldados dirigidos por los polacos.
Asustados residentes se encerraron en sus casas y se decretó un toque de queda en la ciudad, a unos 153 kilómetros al sur de Bagdad, mientras las fuerzas combinadas allanaban barrios que se cree son bastiones de la milicia, dijeron oficiales.
También el viernes estalló frente a una comisaría de policía en Ramadi, la capital de Al Anbar, una provincia predominantemente sunní, un camión cisterna cargado con explosivos y gas cloro. Los informes sobre las bajas son contradictorios. El oficial encargado de la seguridad en la provincia, el coronel Tariq Yousef, dijo que murieron 22 personas, con 37 heridos y 40 personas que debieron ser tratadas por exposición al cloro. Sin embargo, el portavoz de los marines, teniente segundo Richad Hollenbeck, dijo que el atentado suicida mató a doce personas, dejando heridas a 43.
Grupos asociados a al Qaeda han sido utilizados en al menos ocho atentados con gas cloro en ataques suicidas contra las tribus árabes sunníes que se oponen a su presencia en Al Anbar, una extensa zona desértica al oeste de Bagdad, en la frontera con Siria, Jordania y Arabia Saudí.
En Diwaniya, las tropas encontraron un edificio utilizado para montar potentes bombas capaces de penetrar los blindajes -llamadas proyectiles explosivos- que los militares norteamericanos dicen que han matado al menos a 170 norteamericanos desde mediados de 2004. Se incautaron cuatro bombas y otras en diferentes etapas de producción, dijeron los militares.
En los enfrentamientos murieron tres rebeldes, 27 fueron detenidos y seis resultaron heridos. Entre las fuerzas de la campaña hubo dos soldados iraquíes y uno de la coalición, heridos. No se reveló la nacionalidad del soldado de la coalición.
Sáder llamó a sus partidarios a respetar el plan de seguridad de Bagdad y a guardar las armas, pero han sido acusados de la creciente violencia al sur de la capital.
La ofensiva de Diwaniya empezó después de una campaña de asesinatos en la ciudad.
"Diwaniya ha estado presenciando asesinatos durante semanas, incluyendo a maestros, militares, agentes de policía e incluso milicianos de Sáder", dijo Nassar Rubaie, un legislador cercano a Sáder. "Uno de nuestros hombres que estaba trabajando en la oficina de Sáder también fue asesinado".
Leales a Sáder a acusado al derrocado Partido Baaz de los recientes asesinatos. Sin embargo, el general polaco a cargo de Diwaniya dijo que los enfrentamientos se derivan de la intensa rivalidad entre diferentes grupos políticos chiíes. Las fricciones entre partidarios de Sáder y el partido gobernante de la provincia, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, están aumentando, dijo hace poco el general de brigada Pawel Lamla.
Partidarios del Consejo Supremo han acusado a los seguidores de Sáder de participar en los asesinatos, acusaciones que el grupo ha rechazado.
Los dos partidos están preparándose para las elecciones convocadas tentativamente para este año. El Consejo Supremo controla el consejo provincial de Qadisiya, pero las fuerzas de Sáder con populares en las calles y han infiltrado a la policía, dijo Lamla. Eso ha convertido a Diwaniya en un barril de pólvora, dijo.
Lamla dijo que más milicianos de al Mahdi habían llegado a Diwaniya y que la violencia había aumentado desde el inicio del plan de seguridad de Bagdad el 13 de febrero. Comparó partes de Diwaniya con Ciudad Sáder, un bastión de al Mahdi al nordeste de Bagdad.
El gobernador de Diwaniya, Dhia Shubbar, negó cualquier tensión entre su partido y los milicianos de Sáder.
Haydar Natiq, director de la oficina de Sáder en Diwaniya, acusó a las tropas norteamericanas e iraquíes que bloquear las ambulancias y de matar a ocho civiles. Negó que los milicianos de al Mahdi se hayan incorporado a la violencia el viernes e insistió en que los norteamericanos estaban siendo recibidos solamente con una "resistencia honorable". Hacia la tarde, los enfrentamientos habían cesado.
En la oficina, un hombre llamado Jassim, seguidor de Sáder, dijo que los milicianos de al Mahdi estaban siendo ridiculizados por tropas que entran a la ciudad, con tanques y helicópteros, desde tres direcciones.
"En algunos vehículos norteamericanos, alguien que hablaba árabe retaba a los milicianos por un altavoz", llamándolos cobardes, dijo.
No quedó claro cómo la violencia del viernes podría afectar Bagdad, donde los chiíes, golpeados por un firme aluvión de atentados con coches bomba en las últimas semanas, han empezado a preguntarse si acaso no estaban mejor cuando los milicianos de Sáder operaban con menos limitaciones.
"Algunos insurgentes se han vuelto muy descarados", dijo el parlamentario Haidar Abadi, miembro del Partido Islámico Dawa, del primer ministro Nouri Maliki. "Ahora la gente se está preguntando si acaso la campaña contra las milicias es realmente una buena idea".
Partidarios de Sáder han sido acusados de participación en los escuadrones de la muerte que han atacado a sunníes desde el atentado contra un venerado santuario chií en Samarra, en febrero de 2006.
Entretanto, los militares norteamericanos informaron el viernes la muerte de un soldado en un ataque el jueves, cerca de Kirkuk, al norte de Iraq, que también dejó un soldado herido. Hoy viernes temprano, los militares dijeron que un proyectil explosivo mató a un soldado que hacía una patrulla al este de Bagdad; otros cuatro resultaron heridos. El número de militares norteamericanos muertos en la guerra hasta la fecha es de 3.268, agregando el anuncio de hoy al total en la lista de icasualties.org
Estados Unidos negó que un equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja que visitaba a cinco iraníes detenidos, incluyera a un nacional iraní.
"Uno de los dos comités incluía a un individuo que habla farsi y que ha vivido en Irán, pero es un ciudadano británico de nacimiento", dijo en una declaración el teniente coronel Christopher Garver.
Una comisión de investigación formada por Maliki condenó el allanamiento del mes pasado en las oficinas de la inteligencia del ministerio del Interior en la sureña ciudad de Basra.
Fuerzas especiales iraquíes, acompañadas por tropas británicas, allanaron esas oficinas el 4 de marzo y dijeron que habían encontrado a treinta personas con indicios de haber sido torturados.
Una declaración del despacho del primer ministro dijo que las fuerzas británicas y norteamericanas debían ofrecer excusas y advirtieron que no detendrán a miembros de las fuerzas de seguridad sin una orden judicial.
Las fuerzas especiales iraquíes están bajo el mando operaciones de tropas de la coalición norteamericana.
Militares británicos en Basra dijeron que no comentarían inmediatamente las conclusiones de la comisión.
Como un indicio de las contradicciones que emergen entre diferentes grupos rebeldes sunníes, el Ejército Islámico llamó al cabecilla de al Qaeda, Osama bin Laden, a contener a la rama del movimiento en Iraq.
La declaración, publicada en internet, dice que los militantes de al Qaeda en Iraq han ido demasiado lejos con el asesinato de treinta rebeldes en los últimos meses.
ned.parker@latimes.com
Raheem Salman, Saif Hameed, Wail Alhafith y Said Rifai contribuyeron a este reportaje.
7 de abril de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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